De Evita a Alicia: ¿y el país de las maravillas?
El tren sanitario viene por segundo año consecutivo a nuestro noroeste santafesino. No se detendrá en Hersilia pero si se instalarán, seguramente por un par de días, las asistentes sociales, en la Comuna local, que es del palo del tren, o del hierro del tren debería decir en este caso.
La contra u oposición se queja de que esto es política, como si ellos fueran ángeles y lo que hicieran es meditación, contemplación y caridad. Parecieran desconocer las reglas del juego que ellos mismos avalan y utilizan sin chistar cuando es su turno en la ganancia.
Los peronismos de la región, ya sean mandatarios u opositores a nivel de sus localidades, se han avivado. El año pasado acompañaron la entrega de los beneficios e incluso algunos tuvieron que mirar como presidentes de comuna o intendentes opositores acompañaban los camiones. Ahora tienen en su poder las anotaciones de los beneficiarios y ejercen su derecho a la diferencia de afiliación y/o posible votante. Acompañan a las asistentes y eligen qué casas o instituciones visitar.
Hersilia tiene 3000 habitantes, unas 750 familias, más o menos 2100 electores. Para qué estos números. Verá. Ya hay 180 anotados con pedidos para el tren sanitario. Es decir, con algún tipo de necesidad que con el trabajo (los ingresos familiares) no se alcanza a tener. Supongamos, porque somos argentinos, que haya allí un porcentaje no muy grande de personas que no necesitan lo pedido y lo hacen por viveza, aprovechamiento o por un simple y torpe “si le dan a los otros porque no a mí también” y se la juegan. También debemos suponer, ya que para ejemplo estamos los que son como algunos de nosotros, los que estamos críticamente alejados de las partidocracias y sus antidemocráticos modos de ejercer políticas, que si bien necesitarían algo no lo pedirían bajo ningún pretexto. Así las cosas, 180 es un número que muestra a las claras que el tren viene para hacer remiendos y parches y que los problemas no se resuelven ni vienen las soluciones desde Bs. As. por las vías, sino que al contrario, por ellas se van nuestras riquezas, dicho sea de paso, en semillas que comen tierra y en piedras que se toman toda el agua rica y dulce de nuestros suelos.
Debo decir que no estoy en contra de que quienes necesitan cosas materiales para vivir dignamente, las reciban, sino que estoy totalmente en contra del modo en que les llega a sus hogares. No es lo mismo comprarse uno lo que quiere a costa de tener un buen trabajo con un buen salario, es decir, nada de que te revienten, te exploten y te enfermen y menos que te paguen mal o, que te paguen mal aunque trabajes cómodo y tranquilo. No es lo mismo si lo que les llegara a sus hogares fuera porque han trabajado un pedazo de tierra suficiente, protegidos por políticas que apuntalan una producción orgánica, diversa y eficiente, o si lo logran a través de una formación y conocimientos de esos que se alcanzan estudiando y que no pueden tener los laburantes porque: o laburan o estudian y todo no pueden.
También hay que decir que no es lo mismo que sigan saqueando el país y para hacerlo necesiten o decidan repartir un pedazo, tantito más grandes que gobiernos anteriores, de la torta, entre los más pobres, qué saquear y no dar nada y encima si chistás que te caguen a palos. Como uno no es ingenuo ni come vidrios sabe que en esta coyuntura los que posan su partido en el Estado hacen un poco de las dos: reparten un poquito más y atienden algunas reivindicaciones populares y a los que protestan por otras reivindicaciones que es de donde muerden, los judicializan o les pegan y en algunos casos, feo. Si bien no es lo mismo un modo que otro, este de mantener a los que siempre pierden, el saqueo es parecido y la intención es la misma. Es decir, que dando más o dando menos lo que buscan siempre es hacer sus grandes negociados. Vos en off:(Que es mejor que hagan negociados en democracia que con dictadura feroces como la del 76, obvio, pero una cosa no invalida la otra, no es blanco o negro ni siquiera es superación de lo anterior. Es construir lo diferente digno y equitativo justo. A este tipo de democracia partidocrática representativa formal se le oponen al menos varias maneras divergentes: las dictaduras militares – los gobiernos supranacionales puesto a fuerza de conquistas bélicas o simples entregas al estilo de Irak, Honduras, etc., las democracias populistas o monopartidistas al estilo Cuba, una democracia participativa revolucionaria, horizontal e igualitaria respetuosa de las libertades.)
Por eso el tren, por eso esa apariencia de dignidad al equipar una casa con todo aquello que nunca se tuvo, por eso es tan difícil distinguir. Porque las peleas que se usan como pantalla para lograr la supuesta dignidad del pueblo son apenas un teatro de sombras. Parece una cosa y es totalmente otra. Detrás del telón los actores que parecen serios y comprometidos dentro del drama de nuestra historia se nos cagan de risa.
Igual viene el tren, que quien pueda y se haya hecho amigo del comisario gane esta carrera, porque vendrán muchas para seguir comiendo polvo.
Si al menos dejara de pasar el de La Alumbrera, o los llenos de soja. Tren Sanitario de gobiernos y partidos enfermos, no suena para nada coherente.
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