martes, 2 de marzo de 2010

Ferrocarrileros: la lucha continúa (continua)

1º de Marzo : Día del Ferroviario
Por: Juan Carlos Cena *Miembro fundador del Mo.Na.Re.FA (Movimiento Nacional por laRecuperación de los Ferrocarriles Argentinos.

Muchacho, el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El Pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar la memoria.

Leopoldo Marechal - “Rapsodia III. Asedio al Intendente”

El 1º de marzo es el día del ferroviario. Día olvidado, han tratado deborrarlo de todas las maneras, porque según dicen: No hay nada querecordar. El olvido, aún mantiene un cierto campo conquistado sobre lamemoria en este simbólico 1º de marzo. Dura lucha es la que hanprotagonizado tercamente los memoriosos ferroviarios, en el intentopor hacer recular ese vacío, llamado olvido. Primero en la cabeza delos nuevos ferroviarios y luego en la sociedad. Hoy es un día denostálgica recordación para los ferroviarios veteranos, que engrosanel ejército de desocupados y jubilados 85.000 ferroviarios a la calley el ferrocarril saqueado, desintegrado, anulado, pasto decomerciantes y corruptos, políticos y gremialistas cipayos.

Es un día triste en esta larga diáspora, a pesar de ello, losferroviarios, recuerdan lo que fueron y lo que fue el ferrocarrilaquel, el deficitario. El recuerdo regresa en ese ¿té acordás? Momentodel primer paso dado en busca de la memoria, el primer tranco dadopara ganarle al olvido. Una de las características de los ferroviariosfue siempre su terquedad.

Pero es dable aclarar que, trabajar en el ferrocarril, noes lo mismo que ser ferroviario. El ferroviario incorporó a su Ser eseinmenso objeto metálico en movimiento, como su Sujeto: el es elferrocarril, era de su pertenencia, no como una propiedad privada,sino porque él era parte constitutiva del ferrocarril, no estabaañadido, adosado, sino incluido; el ferrocarril y él constituían unconjunto integrado, armónico. Caminar por las playas de maniobras orecorrer sus rincones, era como recorrer el patio y las comisuras detu casa.
Somos como fuimos, trabajadores trashumantes, solidarios, sembradoresy cosechadores de ideas. Somos como nuestros hermanos aborígenes,donde el árbol (objeto) es el sujeto que los penetra, porque ellos sonla naturaleza y no están sobre ella. Nosotros los ferroviarios somosel ferrocarril, no estamos sobre él.

La historia de los ferroviarios es un testimonio de lucha, deabnegaciones, sacrificios, rebeldías, muertes y desapariciones. Desdesus inicios el movimiento obrero ferroviario fue duramente reprimido.Nunca lo doblegaron. Todos los gobiernos de todos los signos trataronde sujetar y domesticar a los trabajadores ferrucas.


Desde 1888 a la 1896 la primera huelga masiva contra los ingleses, ola del 6 de enero de 1912 con 52 días de huelgas. 7000 ferroviariosenfrentaron a las 18 empresas británicas, y así, hasta el advenimientodel gobierno peronista, donde son movilizados militarmente en 1950,momento en que Eva Perón concurre a los talleres Remedios de Escaladapara disuadirlos, no logrando tal cometido.

Muchos de esos compañeros que le dijeron no a Eva, más tarde, en 1955,integraron la Resistencia Peronista. Eran jóvenes peronistas en esahuelga, pero tenían metido dentro de su ser la pertenencia: la decorresponder a la clase obrera. Luego, después de 1955, represión,movilización, Plan Conintes en tiempos de Frondizi. Dura huelgaresistente fue la de 1961, fueron 42 días de paro férreo contra elprimer intento de desguace ferroviario de la mano del general Larkín.

La dictadura de Onganía militarizó a los ferroviarios mediante eldecreto 5324, todos teníamos grado militar. La repuesta obrera fue laformación de las Comisiones Clandestinas Ferroviarias, y así,resistiendo todos los intentos represivos.

La dictadura militar de 1976, a través del genocidio, crea un vacíogeneracional entre los ferroviarios, compañeros desaparecidos por todoel territorio, se instala el terror, a pesar de ello los ferroviariosnunca dejaron de luchar. Resistieron de mil maneras diferentes dejandocomo saldo más de 90 compañeros desaparecidos y 40.000 cesantes. Losferroviarios demostraron que la clase obrera resistió.

El regreso de las democracias relativas encuentra a la sociedad en suconjunto, al decir de John William Cooke, blanda. Los factores depoder adueñados y consolidados dentro del aparato del Estado ejecutanel desguace del ferrocarril. Primero son los intentos de Alfonsín dela mano del eficiente Terragno y, luego Menem, con toda la iconografíaperonista y el embuste cierra los ferrocarriles y expulsa a 85.000ferroviarios a la calle. Esa política continúo durante todos losgobiernos democráticos en forma sucesiva, hoy, se ha profundizado.

Con el ferrocarril desintegrado, más los ferroviarios expulsados, elsistema comete en un mismo acto un gigantesco Ferrocidio.

Así las cosas, hoy 1º de marzo del 2010, podemos decir que nuevamentelos ferroviarios se van erectando. Nuevas luchas, mismos patrones,traidores de todo los pelajes, cipayos globalizados, intelectualesprogress recontraconvertidos, otros reciclados, algunos sancionadojudicialmente por un premio mal habido, profesionales almaceneros, yasí: la mediocridad se instaló y nos cubre. Como dijera el poeta RoqueDaltón: No hay héroes posibles cuando la tempestad ocurre en un oscuromar de mierda.

1º de marzo del 2010, tiempo surcado por las luchas que comenzaron enel siglo XIX. Más de cien años, tiempo que les costó a losexplotadores pretender domesticar la rebeldía ferroviaria, nopudieron. Hoy la realidad lo confirma, y nos permite afirmar que todogermina de nuevo, la clase obrera y los ferroviarios en formaparticular, que en su dimensión dialéctica, ésta siempre renace de suscenizas demostrando que no hay un fin, sino un recomienzo másdinámico. La clase obrera, la clase más antigua de la humanidad, nuncafue vencida a pesar de las persecuciones, genocidios, represiones, ylas derrotas temporales.

Se va a cumplir otro aniversario del golpe de estado de marzo de 1976.Los ferroviarios fueron brutamente reprimidos. Hoy, los ferroviariosestán de nuevo en el riel, como la clase obrera remontado la lucha enlas calles.

Es que después de la derrota ferroviaria se intentaría la extinción detoda cultura obrera, empezando por la palabra. Los ferroviariosvivieron a través de la palabra por todo este tiempo; recorrieron elpaís montados en trenes de palabras. Ella fue y es la transmisora deideas, historias, triunfos, derrotas, pero nunca acarreó historias devencidos, porque siempre se resistió, siempre. Los ferroviarios nuncase dieron por derrotados ni aún derrotados, porque no estabanvencidos, conservaron la palabra, y mientras haya guardapalabras quelas cobijen, la vida continúa.

Ellos, los que cercaron la Ciudadela Ferruca lo sabían, y sepropusieron: ¡hay que arrebatarle la palabra a los ferroviarios! paravaciarles el lenguaje aquel. Nunca lo lograron.

Existen fenómenos que ocurren en el seno del pueblo, y hay quedivulgarlos, porque son almacenamientos de vida. Durante la dictaduray los gobiernos democráticos serviles, los trabajadores ferroviariosescondieron el fuego sagrado de sus luchas. Cobijaron yclandestinizaron la palabra entre los rescoldos de las cenizas de ladevastación ferroviaria. Los nuevos compañeros volvieron a soplar labrasa –es lo real maravilloso de la clase obrera-, dando nacimiento anuevos retoños tibios, que encarnan la certeza de que la luchacontinúa.

“El olvido es una herramienta de la clase dominante. Se ha dicho quehay un momento inicial de la memoria en que el río incontenible de lovivido es tumultuoso, arrastra todo a su paso, espumante, y más allá, el río armoniza su cauce.

La memoria es un proceso social. No hay un solo memorioso, y si lohay, es de algún modo arbitrario, porque quien narra elige un ordenque jamás será espejo del pasado.” El Guardapalabras -(memorias de unferroviario)

A modo de homenaje a los ferroviarios, en este 1º de marzo, del Librode Cesar Vallejo España aparta de mí este cáliz”, el poema: Solíaescribir con un dedo grande en el aire

Solía escribir con un dedo grande en el aire:
“¡Viban los compañeros! Pedro Rojas”,
de Miranda de Ebro, padre y hombre,
marido y hombre, ferroviario y hombre,
padre y más hombre, Pedro y sus dos muertes.
¡Viban los compañeros
a la cabecera de su aire escrito!
¡Viban con b del buitre en las enseñanzas
de Pedro y de Rojas, del héroe y del mártir"

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