Aquí va, un ratito antes de que se haga jueves,
Espero que lo disfruten....abrazos
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A los dos minutos de retirada la enfermera llegó el primo. Sus apariciones repentinas comenzaron, cuando mi ánimo estaba de parabienes, a divertirme. Cada vez que asomaba su cabeza por la puerta haciendo un chistido o silbido, me daba la impresión de que estaba corporizándose directamente allí. Como si fuera un mago, un ilusionista, o un extraterrestre que de pronto pasaba de estar en el baño del diario o el comedor de su casa, a la habitación donde me recluían. Incluso fantaseé que durante el viaje sideral hasta mi puerta se cambiaba de ropa y de perfume, porque llegaba casi siempre con pantalón y camisa vieja pero limpia y con la marca de la plancha intacta, más un fulgurante olor a colonia recién chorreada a mansalva por sus extremidades y pecho, de esas que vienen en botellas de litro y medio y relajan hasta las moscas.
Esta vez, actuaba como si creyera que, por un efecto nocivo del estar internado y cuasi momificado, se me hubiera degenerado toda noción del tiempo y decididamente, me acorralara entre fiebres y locuras, una incoherente cosmovisión del mundo...Leer capítulo entero.
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