Feb-2014- Ceres –
Prov. Santa fé /
Sobre la fiesta
nacional de la música en Ceres y el “nuevo folclore”:
Mas
allá de los múltiples aspectos positivos de todo evento cultural-popular para
toda comunidad, qué fueron por cierto puestos de manifiesto por organizadores y
voceros de éste en cuestión, quiero llamar la atención sobre el contenido y
mensaje predominante que observo (y escucho) desde hace varias ediciones, y que
emana de los artistas actuales en general, y no solo de los locales, pero ahora
me refiriere a los segundos:
Indescriptible
abulia me generó la sobre exposición a las típicas “chacareras carabajaleñas“ que sonaron (y suenan desde hace décadas
por acá), con su “costumbrismo inocente”.Estas
se caracterizan por la descripción idealizada del paisaje semiárido
Santiagueño, llegando a tal extremo que hay una por cada riacho, cascote o
chañar, sumadas a las siempre presentes arengas a “los Changos”. Nunca alguna
mención (ni de casualidad) a algunas de las graves problemáticas socio-ambientales
contemporáneas, y/o a algún tipo de inquietud metafísica etc. Todo
superficialidad.
Sres., ese paisaje (y esa forma de vida)
que tanto declaman apreciar, está siendo destruido (o al menos modificado
brutalmente) por quienes se benefician con los “agro-negocios” en su faceta
criminal actual y uds no son capaces de decir ni una palabra al respecto.
La otra tendencia, que en banalidad compite con las
“chacareras carabajaleñas”, muy en boga también sobre todo en los
últimos lustros, es la del folclore
“romanticudo”, cuyos exponentes todos conocemos (A. Pintos, Rojas, etc), y no
vale la pena detenerse en ellos.
Saliendo del marco doméstico y local, mayor compromiso se espera de un
artista(o al menos somos muchos los que lo esperamos)como en otras épocas otros
lo tuvieron y por eso fueron y serán grandes. Los nombres de Cafrune, Guarany,
Yupanqui, entre otros, deberían servirles de guía. Nadie les exige grandes
sacrificios, una simple mención, un mensaje de adhesión para con los que
luchan, bastarían para dar a conocer conflictos que escapan a la agenda
mediática impuesta por el gran capital.
Estos Folcloristas (complacientes con las de arriba) reducen el género a
una caricatura inofensiva y burda, y por eso siempre tienen el apoyo del
gobierno de turno, cosa que los anteriormente citados artistas no tenían.
Antonio de Ceres.
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