agrotóxico que mata

Ayer conocí el caso de Norma Nelvis Cabrera . En forma frecuente tomo contacto con pobladores fumigados y cada día los testimonios son más dramáticos. Lo que sucede con Norma tiene tal gravedad que me hace recordar a Diógenes, a Ludmila. Las imágenes a las que accedí son tan delicadas que prefiero no divulgarlas. Considero que es suficiente ver cómo mueren fumigadas sus gallinas y las denuncias que hizo ante el ministerio de Producción y la fiscalía local, para imaginar lo gravísimo que resulta el asunto que se expone.

Las fotografías y videos que nos envía desde Cañada de Gómez, abundan en afecciones a su cuerpo, en animales muertos y abortados, así como máquinas aplicadoras de venenos que se están llevando su vida y la de su familia. El testimonio valiente que nos aporta esta vecina debe darse a conocer a los cuatro vientos, para generar conciencia del ECOCIDIO que está sucediéndose nuestro alrededor, ante la mirada pasiva de autoridades responsables que siguen permitiendo que esto suceda. Confío en que los medios tomarán su caso y servirá para generar un poco más de conciencia, pero principalmente espero que se haga JUSTICIA!