jueves, 28 de octubre de 2010

Puelmapu: Policía de Viedma asesina a joven mapuche por la espalda

Puelmapu: Policía de Viedma asesina a joven mapuche por la espalda
Cuanto todavía no cerraron las heridas por la Masacre de Bariloche, los uniformados rionegrinos se cobraron otra víctima: Guillermo Trafiñanco. Ser pibe, pertenecer a los sectores populares y de condición mapuche, se torna cada vez más riesgoso en la provincia argentina. El crimen se produjo en Viedma, la capital de la provincia argentinas de Río Negro.

Lamentablemente Viedma se ha convertido en un lugar en el que los jóvenes están desprotegidos y marginados. Yo no voy al supermercado porque cuando entro la gente me mira con cara de desconfianza y los guardias de seguridad me persiguen todo el tiempo. Debe ser porque soy grandote, o porque uso ropa suelta y gorrito, confesaba un alumno del barrio Lavalle. 
Por desgracia, estamos frente a un Estado que no garantiza la seguridad de los jóvenes y se mantiene al margen de la problemática de muchos, y eso ya es no hacerse cargo. Por desgracia, los jóvenes están custodiados por un sistema policial que no garantiza la seguridad de todos, sino que por el contrario, anula la de los más desprotegidos, la de los más pobres. 
Cuando hablamos de seguridad nos debemos referir a la seguridad en el sentido de que estos chicos puedan estudiar, puedan comer todos los días en sus casas y puedan vivir en un hogar en condiciones dignas, ya que esa es una seguridad legítima y no la estigmatización de los jóvenes que hacen desde este gobierno a través de sus políticas de Estado. Hablamos de pibes que nacen y crecen en un barrio que la sociedad margina y que gran cantidad de los viedmenses desconoce.
Vivimos en un contexto en el que las garantías no existen para nadie, mucho menos para los pobres, y nos horrorizamos al pensar que causas como éstas son las que despiertan el discurso reaccionario de una sociedad mediocre. 
Somos docentes del CEM N° 19 del barrio Lavalle, un colegio en el que estudian más de 250 chicos que se encuentran en una situación de vulnerabilidad social. Una institución inclusiva que trata de educar pero también de contener a los jóvenes que han sido despojados de la sociedad, que la padecen. Sin embargo, el Estado no implementa políticas públicas que garanticen los derechos de estos niños. Nuestro colegio está inmerso en un contexto social marginal. Y no tenemos estructura edilicia propia, no tenemos un ETAP que realice una tarea de contención y de seguimiento de aquellos alumnos que padecen muchos de los problemas que la sociedad minimiza, como la drogadicción y el alcohol. A nadie le interesa. No tenemos un sistema que invierta en la educación de los chicos. El Estado no nos brinda el refrigerio que sí es necesario (lo donaron agentes externos). Muchos de los estudiantes llegan al colegio con hambre. Algunos se desmayan. Muchos de ellos realizan un esfuerzo sobrehumano por llegar luego de una jornada laboral agotadora y asistir al colegio. Y sabemos que un chico con hambre no tiene ganas de estudiar. Sabemos que a un chico que tiene una estructura familiar desvastada por la crisis económica no le interesa estudiar. Está plagado de discursos reaccionarios que le imprimen todo el tiempo las famosas frases tales como los jóvenes no tienen futuro y los negros villeros del barrio Lavalle. Están al margen, ahí, sin soluciones de fondo que debiera dar el gobierno en lugar de tramitar planes trabajar para todo el mundo y tener a las familiar en negro como si esa fuese una medida justa. No señores. Ésos son parches que se activan desde el estado, salidas rápidas desde la emergencia. Nuestros jóvenes no tienen obra social, no reciben una alimentación saludable. Muchas de las chicas con suerte superan el secundario sin quedar embarazadas, porque evidentemente hay fallas en la comunicación y en la información que debiera impartir la política de salud estatal. Los jóvenes saben perfectamente que no pueden vivir en un sistema que los excluye sistemáticamente. Piden a gritos que alguien los ampare, que alguien les dé garantías de que es posible salir adelante y superar el círculo marginal y vicioso de la pobreza. Entonces, muchachos, ¿de qué política estatal estamos hablando cuando estos jóvenes no tienen  garantizados sus derechos? ¿De qué política estatal hablamos cuando tenemos chicos integrados que no son tratados por un equipo pedagógico? ¿Acaso es la educación para este gobierno un gasto y no una inversión? ¿Acaso esos jóvenes no tienen los mismos derechos que el resto?
Viedma se ha convertido en un cementerio de jóvenes. Un cementerio en el que "algunos" son asesinados y descansan en el anonimato, como carne de cañón de una sociedad que estalla a partir de la crisis económica y social que ya no se puede tapar. De manera errónea y frente a esta crisis estructural, la solución que se plantea es la puesta en escena de mayor personal policial. Y tenemos cuál es el saldo de esta decisión. 
Estamos frente a una sociedad en la que nuestros jóvenes más excluidos y vulnerables son vistos y construidos como chorros, como violentos, cuando en realidad la drogadicción es un negocio controlado por adultos que visten de traje. 
Lamentablemente, nuestros jóvenes son el chivo expiatorio de las fallas de un sistema que los excluye y reprime, y de una sociedad en la que "molestan", "estorban". Y son excluidos, por ser "morochos", "drogadictos" o "chorros". Y son asesinados, por pobres, y por haberse cruzado en el camino con señores que sienten omnipotencia por tener un arma en la mano.
Exigimos acciones concretas respaldadas por políticas serias que garanticen  la seguridad de los alumnos y docentes para llevar adelante la tarea educativa que nos preocupa y ocupa.
Denunciamos la desidia y la ausencia de decisiones de funcionarios públicos responsables de llevar adelante políticas acordes a la situación que agobia nuestra comunidad educativa.
¿Ésta es la ciudad que queremos? Repudiamos el asesinato Guillermo Trafiñanco y exigimos su inmediato esclarecimiento y cárcel a los culpables".
Profesores y Equipo Directivo del CEM N° 19
Barrio General Lavalle. Viedma

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Criticidad, honestidad intelectual y de todas las especies, creatividad, denuncia y anuncio...

Los más leídos

Novelas, cuentos y relatos

Fernando Albrecht: todos sus libros en una web

Libros de Fernando Albrecht  Óleo - Griselda Abdala- Buenos Aires   Encontrarás aquí las novelas, cuentos, relatos y crónicas ...