Un estudio minucioso con datos de 184 países

Proceso de deshielo de la Antártida. | Efe
- El calentamiento global podría causar un millón de muertes anuales en 2030
- En la actualidad se calcula que mueren 300.000 personas al año
Aumento de plagas y enfermedades, problemas en la agricultura y, por consiguiente, más hambre en el mundo, huracanes, lluvias torrenciales y sequía son algunos de los efectos del cambio climático. Si no se toman las medidas pertinentes, se estima que dentro de 20 años habrá un millón de muertes anuales como consecuencia de los efectos del calentamiento global.
Así se desprende del Informe 'Climate Vulnerability Monitor 2010: The State of the Climate Crisis' presentado este viernes en Londres. Esta iniciativa de DARA (Development Assistance Research Associates), en colaboración con el Gobierno de las Islas Maldivas, uno de los principales afectados y fundador del Foro sobre Vulnerabilidad Climática (FVC), analiza la situación de 184 países en todo el mundo frente al Cambio Climático.
Para el desarrollo de este informe, DARA ha contando con la colaboración del FVC, en el que han participado asesores políticos y científicos de todo el mundo, entre los que se encontraba Teresa Ribera, secretaria de Estado de Cambio Climático.
Este estudio se centra en detectar las vulnerabilidades que presentan los estados, en cuatro áreas principales; salud, desastres climatológicos, pérdida de hábitat y pérdidas adicionales en el sector primario y en los principales recursos naturales. Además, proporciona las herramientas necesarias para valorar de forma global qué zonas son las más afectadas y poder así planificar las respuestas con un orden de prioridades para dotar de mayor resistencia a los más vulnerables.
Los más pobres, los más afectados
Los países y sectores más pobres del planeta son los más vulnerables a los efectos del cambio climático y serán quienes soporten el 80% del costo de los daños por la variación del clima. Y es que 'a perro flaco todo se le vuelven pulgas'. Las pérdidas de producción agrícola por los efectos del cambio climático pueden incrementar en forma dramática el número de víctimas del hambre en los países en vías de desarrollo.
Pero el cambio climático no solo tiene un impacto en la seguridad alimentaria, sino que también puede influir en el desarrollo y el agravamiento de las enfermedades animales y las plagas. Teniendo en cuenta los escasos recursos de los que disponen para hacer frente a estos problemas, estos países se convierten el la principal víctima del calentamiento global.
Dinamarca, República Dominicana, Las Maldivas o Mozambique, son algunos de las naciones analizadas. De las conclusiones de este informe se desprende que prácticamente todos los países analizados (170 de 184 analizados) presentan un alto nivel de vulnerabilidad ante los efectos del cambio climático. España se encuentra en este grupo, destacando como principal peligro la desertificación.
La evolución de las muertes no es nada alentadora. Si actualmente el informe calcula que mueren alrededor de 300.000 personas al año por causa directa del Cambio Climático, en caso de "no hacer nada", para el 2030 se espera que mueran más de un millón de personas al año. Un alarmante incremento, en el que los niños del África Negra y el sur de Asia son los más perjudicados. Actualmente suponen el 80% de los 300.000 muertos anuales en todo el mundo (el 99% pertenece a países en desarrollo).
Medidas urgentes
Más de medio centenar de países necesitan ayuda de forma urgente debido a su alto grado de vulnerabilidad ante las consecuencias del avance del cambio climático.
Este informe, además de realizar un minucioso estudio sobre los problemas que nos afectan, también propone una serie de medidas de adaptación para mitigar los efectos del cambio climático, entre las que se encuentran programas de mejora de la calidad del agua o tratamientos contra insectos.
Los autores advierten de que nos encontramos frente a una amenaza seria e incluso irreversible, de que el tiempo se agota y de que es necesario actuar para reducir las emisiones contaminantes de forma urgente en los próximos 5 años.
La hondureña Analucy Bengochea y otras mujeres de la etnia garífuna partieron de cero para enfrentar al demoledor huracán Mitch en 1998, en la costa atlántica de esa nación centroamericana.
“No estábamos preparadas para enfrentar ese desastre. Empezamos por formar comités de limpieza, y ahí empezamos a crecer. No teníamos acceso a proyectos o donaciones”, explica la activista Bengochea, integrante del Comité de Emergencia Garífuna y coordinadora regional de Groots International, una red de grupos femeninos de base.
Doce años después de Mitch, las organizaciones de mujeres de la costa hondureña en el Atlántico son un modelo de esfuerzos para adaptarse a las consecuencias del cambio climático y ayudar a mitigarlo en esa zona que es escenario habitual de intensos ciclones tropicales.
Entre el 29 de octubre y el 3 de noviembre de 1998, Mitch golpeó Guatemala, Honduras y Nicaragua, mató a unas 11.000 personas y provocó daños económicos por unos 5.000 millones de dólares. El Comité desarrolló un programa de vivienda solidaria, que ya ha permitido construir 300 casas, administra un banco de semillas nativas, para contar con material biológico en tiempos de desastre y ha asesorado a organizaciones similares en Indonesia, tras el tsunami de 2004, y en Haití y Chile, azotados por fuertes terremotos en enero y febrero de este año. La agrupación hondureña está por comenzar un proyecto regional que involucra también a Guatemala e India en la disminución de riesgos por desastres con apoyo del Banco Mundial. Con el apoyo de Groots, surgida en 1989, el Comité trabaja con unas 16.000 personas -75 por ciento mujeres– en 16 comunidades. Otro proyecto es la siembra de manglar para restaurar playas dañadas en dos comunidades. Groots anunciará en Cancún una plataforma comunitaria para la prevención de desastres, a partir de la experiencia que han acumulado sus grupos en Honduras, Perú, Jamaica, Indonesia e India.
Es una de las muchas actividades paralelas a la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP16) que se celebra en Cancún, sudeste mexicano, desde el lunes 29 hasta el 10 de diciembre.
En el sureño estado de Chiapas, la Unión de Mujeres Indígenas de la Región de Simojovel, el Grupo de Mujeres de la Selva y las Mujeres Alternativas de la Sierra de Chiapas trabajan contra los impactos del cambio climático en una zona azotada en los últimos años por heladas inusitadas y precipitaciones copiosas. La suerte de las chiapanecas está ligada a los meteoros. El estado, uno de los más empobrecidos de México, posee 72 municipios muy expuestos a derrumbes e inundaciones, y en octubre de 2005 pasó por allí el huracán Stan. “Las mujeres siembran café, manejan sistemas de ahorro y crédito, centros de ecoturismo y albergues educativos para los jóvenes”, relató Teresa Cortés, consultora de Oxfam México, que capacita y financia a la Federación Indígena Ecologista de Chiapas, a la que pertenecen las tres organizaciones.
Por el daño de Stan y de los aludes de 2007, Oxfam ayudó a esos grupos a concebir un modelo de prevención y de gestión de riesgos climáticos. Ahora están en la etapa de trazar un mapa de esos riesgos. La Federación aglutina a 18 organizaciones y a 3.500 pequeños caficultoresorganizados en cooperativas en 26 municipios. Éstas exportan café orgánico certificado a Holanda, Suiza y Alemania. Con unos 40.000 dólares entregados por Oxfam, los grupos de mujeres están renovando los cafetales.
En Sudáfrica las mujeres padecen las alteraciones climáticas más que los hombres, según la investigación “Género y cambio climático: un caso de estudio en Sudáfrica (pdf)”, efectuado por la académica Agnes Babugura para la fundación alemana Heinrich Böll. Las mujeres trabajan más y por más horas, caminan largas distancias para proveerse de agua y han asumido más responsabilidad financiera para sostener los hogares. “Hay una distribución inequitativa de roles y responsabilidades. Pero las mujeres están más informadas y son más innovadoras para sobrellevar los impactos del cambio climático”, dijo Babugura en Cancún. El estudio se concentró en dos municipios, UMzinyathi y UMhlathuze, en la oriental provincia de Kwazulu Natal, habitada por más de nueve millones de personas, de las cuales más de cinco millones son pobres.
En la COP 16 las mujeres reclaman políticas de género consistentes en los acuerdos que se adopten y en la financiación. “Vamos a demandar que se destinen fondos comunitarios para desastres”, indicó Bengochea.
“Estamos rescatando la tradición participativa en las comunidades, estamos en el proceso de empoderar a las mujeres”, resaltó Cortés.
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=97003
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Reclaman políticas con enfoque de género, pues son ellas las que más sufren el calentamiento global
Las mujeres se organizan en Cancún
IPS
En una de las actividades paralelas a la Convención de Cancún sobre el Cambio Climático, mujeres de países empobrecidos comparten su conocimiento sobre cómo reconstruir sus comunidades tras desastres naturales |
“No estábamos preparadas para enfrentar ese desastre. Empezamos por formar comités de limpieza, y ahí empezamos a crecer. No teníamos acceso a proyectos o donaciones”, explica la activista Bengochea, integrante del Comité de Emergencia Garífuna y coordinadora regional de Groots International, una red de grupos femeninos de base.
Doce años después de Mitch, las organizaciones de mujeres de la costa hondureña en el Atlántico son un modelo de esfuerzos para adaptarse a las consecuencias del cambio climático y ayudar a mitigarlo en esa zona que es escenario habitual de intensos ciclones tropicales.
Entre el 29 de octubre y el 3 de noviembre de 1998, Mitch golpeó Guatemala, Honduras y Nicaragua, mató a unas 11.000 personas y provocó daños económicos por unos 5.000 millones de dólares. El Comité desarrolló un programa de vivienda solidaria, que ya ha permitido construir 300 casas, administra un banco de semillas nativas, para contar con material biológico en tiempos de desastre y ha asesorado a organizaciones similares en Indonesia, tras el tsunami de 2004, y en Haití y Chile, azotados por fuertes terremotos en enero y febrero de este año. La agrupación hondureña está por comenzar un proyecto regional que involucra también a Guatemala e India en la disminución de riesgos por desastres con apoyo del Banco Mundial. Con el apoyo de Groots, surgida en 1989, el Comité trabaja con unas 16.000 personas -75 por ciento mujeres– en 16 comunidades. Otro proyecto es la siembra de manglar para restaurar playas dañadas en dos comunidades. Groots anunciará en Cancún una plataforma comunitaria para la prevención de desastres, a partir de la experiencia que han acumulado sus grupos en Honduras, Perú, Jamaica, Indonesia e India.
Es una de las muchas actividades paralelas a la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP16) que se celebra en Cancún, sudeste mexicano, desde el lunes 29 hasta el 10 de diciembre.
En el sureño estado de Chiapas, la Unión de Mujeres Indígenas de la Región de Simojovel, el Grupo de Mujeres de la Selva y las Mujeres Alternativas de la Sierra de Chiapas trabajan contra los impactos del cambio climático en una zona azotada en los últimos años por heladas inusitadas y precipitaciones copiosas. La suerte de las chiapanecas está ligada a los meteoros. El estado, uno de los más empobrecidos de México, posee 72 municipios muy expuestos a derrumbes e inundaciones, y en octubre de 2005 pasó por allí el huracán Stan. “Las mujeres siembran café, manejan sistemas de ahorro y crédito, centros de ecoturismo y albergues educativos para los jóvenes”, relató Teresa Cortés, consultora de Oxfam México, que capacita y financia a la Federación Indígena Ecologista de Chiapas, a la que pertenecen las tres organizaciones.
Por el daño de Stan y de los aludes de 2007, Oxfam ayudó a esos grupos a concebir un modelo de prevención y de gestión de riesgos climáticos. Ahora están en la etapa de trazar un mapa de esos riesgos. La Federación aglutina a 18 organizaciones y a 3.500 pequeños caficultoresorganizados en cooperativas en 26 municipios. Éstas exportan café orgánico certificado a Holanda, Suiza y Alemania. Con unos 40.000 dólares entregados por Oxfam, los grupos de mujeres están renovando los cafetales.
En Sudáfrica las mujeres padecen las alteraciones climáticas más que los hombres, según la investigación “Género y cambio climático: un caso de estudio en Sudáfrica (pdf)”, efectuado por la académica Agnes Babugura para la fundación alemana Heinrich Böll. Las mujeres trabajan más y por más horas, caminan largas distancias para proveerse de agua y han asumido más responsabilidad financiera para sostener los hogares. “Hay una distribución inequitativa de roles y responsabilidades. Pero las mujeres están más informadas y son más innovadoras para sobrellevar los impactos del cambio climático”, dijo Babugura en Cancún. El estudio se concentró en dos municipios, UMzinyathi y UMhlathuze, en la oriental provincia de Kwazulu Natal, habitada por más de nueve millones de personas, de las cuales más de cinco millones son pobres.
En la COP 16 las mujeres reclaman políticas de género consistentes en los acuerdos que se adopten y en la financiación. “Vamos a demandar que se destinen fondos comunitarios para desastres”, indicó Bengochea.
“Estamos rescatando la tradición participativa en las comunidades, estamos en el proceso de empoderar a las mujeres”, resaltó Cortés.
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=97003
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