viernes, 28 de enero de 2011

El mundo árabe empieza a notar el efecto contagio de Egipto


 Gobierno de EEUU “preocupado” por represión en Egipto que es ejercida con materiales suministrados por EEUU

EEUU | 1RO DE FEBRERO DE 2011
FUENTE: CUBAINFORMACION
cubainformacion.tv
En Egipto, manifestantes en las calles son reprimidos con gases lacrimógenos, cañones de agua y golpizas por parte de las fuerzas de seguridad. Cerca de 1.200 personas habían sido arrestadas hasta el miércoles, entre ellas varios periodistas, y seis ciudadanos han sido reportados como muertos en las protestas. En declaraciones que recogen todos los grandes medios, la secretaria de estado norteamericana, Hillary Clinton ha afirmado al respecto: “Estamos profundamente preocupados por el uso de la violencia por parte de la policía y de las fuerzas de seguridad en contra de los manifestantes”, para añadir que “al mismo tiempo, los manifestantes también deben dejar de ejercer la violencia y expresarse de forma pacífica”. Entrevistado por el sitio alternativo Democracy Now Mostafa Omar, activista y escritor estadounidense de origen egipcio, ha recordado a Hillary Clinton que los gases lacrimógenos, los tanques y las granadas aturdidoras empleadas contra los manifestantes egipcios se fabrican en Estados Unidos
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  ESCRITO POR RESUMEN LATINOAMERICANO


     La oposición convoca para mañana una protesta que se prevé multitudinaria.-Cientos de manifestantes comienzan a tomar el centro de El Cairo.-El presidente encarga un aumento de la democracia al nuevo primer ministro. -El 'rais' apela a las Fuerzas Armadas para permanecer en el cargo
     La oposición egipcia, que reclama desde el inicio de las revueltas el fin de la presidencia de Hosni Mubarak, ha elevado este lunes varios grados su acoso al régimen con la convocatoria de una huelga general a partir de hoy mismo en todo el país. Además, los líderes opositores han anunciado una gran protesta, a la que han llamado "la marcha del millón de personas", para demostrar su fuerza y que tendrá lugar mañana en las calles de El Cairo.
    Grupos de manifestantes han empezado a llenar esta mañana la emblemática plaza de Tahrir...

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EGIPTO: El régimen de Mubarak y las revueltas de enero
Portada - Resumen Latinoamericano
ESCRITO POR JAVIER BARREDA SUREDA   
Mubarak prohibe Al Jazeera y tambien embiste contra las redes sociales, sin embargo,el pueblo no cede y lo enfrenta en todos los campos posibles.
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EGIPTO - HORAS CRUCIALES
Familia de Mubarak huye de Egipto
con rumbo a Londres
La esposa y los dos hijos del mandatario abordaron un avión rumbo a Reino Unido.
Las protestas se acrecientan pidiendo la salida del jefe de Estado.
Mubarak apela a las Fuerzas Armadas para permanecer en el poder

Dos aviones cazas sobrevuelan muy bajo la plaza Tahrir, en el centro de El Cairo, despertando el nerviosismo.- El presidente egipcio se reúne con sus mandos militares.- Mohamed El Baradei: "No podemos retroceder"

ENRIC GONZÁLEZ | NURIA TESÓN -
El presidente Hosni Mubarak no da señales de que querer abandonar el poder, pese a la nueva jornada de protestas de miles de egipcios, que mantienen el pulso en las calles exigiendo su salida, tras 30 años en el poder. Hoy Mubarak ha querido dar una muestra de fuerza al reunirse con los mandos militares más importantes, acompañado del sobrevuelo de dos aviones caza muy bajo sobre la plaza Tahrir, donde se concentran los manifestantes de la capital egipcia por sexta jornada consecutiva. El paso de los cazas se ha producido poco antes de que entrara en vigor el toque de queda, a las 16.00 hora local, pero a pesar del nerviosismo que causó entre los manifestantes, los miles de personas que se encuentran concentradas allí han seguido coreando lemas contra Mubarak y su nuevo gabinete: "Hosni Mubarak, Omar Suleimán, los dos sois agentes de los estadounidenses". "Mubarak, Mubarak, el avión te espera", es otro de los lemas.

El presidente insiste en aferrarse al poder, ignorando la tensión que sigue aumentando con cada día que pasa y los más de 100 muertos y miles de heridos que han dejado los seis días de revueltas en todo el país. Mubarak, de 82 años, se ha reunido esta mañana con su nuevo vicepresidente, el poderoso jefe de inteligencia, Omar Suleimán, con el ministro de Defensa, Mohamed Husein Tantawi, con el jefe del Estado Mayor Dami al Anan y con otros altos mandos, una reunión de la que no ha trascendido información.
Mientras, en el otro espectro político, los partidos opositores que hasta las últimas elecciones tenían presencia parlamentaria, incluidos los Hermanos Musulmanes, se han reunido hoy en una especie de "Parlamento alternativo" para tratar de buscar una salida a la crisis y planificar la transición. Como resultado de la reunión, se ha creado un comité de 10 personas -conformada por varios líderes de partidos, incluso algunos ilegalizados- para analizar con el Ejército el final del régimen de Mubarak y su salida del país.
Mohamed El Baradei, premio Nobel de la Paz y ex jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica, se ha erigido como el líder de la oposición y exige la salida ya de Mubarak del poder para "salvar a Egipto", según una entrevista con CNN. "Nuestro país se está desmoronando", asegura. "Mubarak necesita irse hoy... para que se produzca una transición suave hacia un gobierno de unidad nacional, que fije todas las medidas para unas elecciones libres y justas", ha dicho El Baradei.
Poco después, el premio Nobel se ha dirigido a la plaza de Tahrir, para acompañar la multitud que a la caída de la noche, sigue concentrada en el centro de la ciudad. Imágenes transmitidas por CNN muestran a El Baradei rodeado por decenas de personas que trataban de darle la mano.
"Habéis recuperado vuestros derechos y lo que hemos comenzado no podemos hacerlo retroceder", ha dicho El Baradei a las miles de personas en la plaza y que gritaba "Abajo Mubarak". "Tenemos una sola exigencia: el fin del régimen y el comienzo de una nueva era, un nuevo Egipto", ha dicho el líder político. El Baradei ha reconocido el valor del pueblo egipcio después de décadas de represión. "Me inclino ante el pueblo de Egipto con respeto. Os pido paciencia, el cambio vendrá en los próximos días", ha añadido, según Reuters. Ha llamado a la población a seguir manifestándose de forma pacífica.
Sigue el caos
Durante la mañana, el tráfico ha sido menor que otros días, pese a que es jornada laborable en Egipto, y también había menos gente en las calles. Mientras los helicópteros militares sobrevuelan El Cairo, se escuchan disparos en el centro, y en las calles siguen vigilando patrullas de ciudadanos, que armadas de palos y cuchillos, se organizaron anoche para defender sus propiedades, sobre todo en las zonas de clase media y alta, siguiendo el llamamiento del propio Ministerio de Defensa.
Las manifestaciones también se han repetido en otras ciudades como Alejandría, Mahalla, Mansura, Suez Sharm el Sheij o Ismailiya, según Al Yazira. En Mansura, una ciudad de un millón de habitantes en el noreste del delta del Nilo, decenas de miles de manifestantes se han volcado a las calles. También destaca además el despliegue del Ejército en Sharm el Sheij, ciudad situada en el este de la península del Sinaí en la que las fuerzas militares egipcias tienen prohibida la entrada en virtud de los acuerdos de paz suscritos con Israel.
Otro problema que se suma al caos en el país son las cárceles. Miles de reclusos se han escapado en las últimas horas de distintas cárceles de Egipto y en algunos casos los arsenales de las prisiones corren el riesgo de perderse, según informa la prensa egipcia. De la cárcel de Fayoum, situada en un área desértica al suroeste de la capital, han escapado miles de reclusos que, según la televisión estatal, tras matar al alcaide y a varios guardias están sembrando el caos en las calles. También de la prisión de Wadi el Natroun, a 120 kilómetros al noroeste de la capital, se ha informado de un motín en el que han huido miles de presos, entre ellos, muchos islamistas y también presos comunes. Según un miembro de los Hermanos Musulmanes, 34 miembros de esta formación islamista ilegalizada han escapado de esta cárcel después de que familiares de los reclusos se enfrentaran a los guardias. También se informa de la presencia de decenas de cadáveres en la calzada cerca de una prisión al este de El Cairo donde se produjo anoche un motín.
El Ejército, la clave
Lo que sí se ha notado es un aumento de la presencia militar en las calles, con más tanques recorriendo las calles, después de una noche de saqueos y vandalismo. Los militares han comenzado a entorpecer el paso de los ciudadanos a los puntos neurálgicos de la revuelta en el centro de El Cairo, con muros de hormigón y cacheos e incluso han disparado al aire para dispersar a la multitud.
Pese a ello, y cuando ya ha comenzado el nuevo toque de queda, a las cuatro de la tarde, miles de personas llenan otra vez la plaza Tahrir. La respuesta de los militares, hasta el momento, ha sido la de no disparar contra la población ni obligar el cumplimiento del toque de queda. En algunos casos, incluso, han confraternizado con los manifestantes. Aún se desconoce si los rangos más bajos de las Fuerzas Armadas seguirán siendo fieles a Mubarak, y si este ha decidido hablar con los generales. Fueron los generales tunecinos quienes persuadieron al presidente Ben Alí a que abandonara el poder y saliera del país tras varias semanas de protestas.
El destino de Egipto parece depender del Ejército, la única institución respetada. Las imágenes de ayer mostraban a los soldados que se abrazaban a los manifestantes, los camiones militares que lucían en el lateral frases pintadas como "Mubarak, dictador" o "Mubarak y familia, ilegales", y los blindados cargados de gente exultante. "En ningún caso dispararemos contra el pueblo; si nos dieran esa orden, la desobedeceríamos", aseguraba, en la mañana de ayer, el comandante de las fuerzas desplegadas en la plaza Tahrir y sus alrededores. Sin embargo, durante esta mañana, los militares han endurecido claramente los controles. Los tres presidentes egipcios (Nasser, Sadat, Mubarak) desde la caída de la monarquía, 60 años atrás, han salido del Ejército, lo cual da una idea de la influencia militar.
El Ejército también se ha hecho cargo de la vigilancia del Ministerio del Interior, vacío después de que los trabajadores fueran evacuados esta mañana, informa Reuters. En los últimos días grupos de manifestantes han tratado de entrar, e incluso se registraron ayer intercambios de tiros con los agentes que lo custodiaban. Dos vehículos blindados y un tanque están apostados en el exterior.
El único signo de normalidad es el retorno de la telefonía móvil; las líneas, sobrecargadas, solo funcionaban a veces, pero funcionaban. Internet, en cambio, permaneció cerrado. Y para ampliar el cerrojo informativo, el Ministerio de Información ha acallado a Al Yazira, la única cadena de televisión que retransmitía en directo y de forma continua la revuelta.
Evacuación estadounidense
La creciente tensión en el ambiente se ha traducido en el llamamiento de la Embajada de EE UU a sus ciudadanos para que abandonen el país, aunque asegura que la evacuación es voluntaria. "El Departamento de Estado está haciendo gestiones para proporcionar transporte a lugares seguros en Europa", según un comunicado. "Los vuelos a puntos de evacuación comenzarán a salir de Egipto el lunes 31 de enero". También Turquía ha enviado dos aviones de Turkish Airlines a Egipto para evacuar a sus ciudadanos, según la agencia Anatolian.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha insistido hoy en que se produzca una "transición calmada" hacia un diálogo nacional que culmine en una "democracia real"que dé "una oportunidad" al pueblo egipcio para expresar su voz. Washington sigue sin pronunciarse abiertamente contra Mubarak, un aliado importante en Oriente Próximo. La secretaria de Estado, en una entrevista, ha expresado su deseo de que Egipto tenga un plan bien pensado que culmine en un Gobierno de participación democrática".
Los turoperadores occidentales ya cancelaron sus viajes al país desde el inicio de las protestas. Ahora, las empresas extranjeras también han comenzado a evacuar a su personal. En el aeropuerto internacional de El Cairo se viven escenas de caos, ante la escasez de vuelos de salida del país.
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Mubarak se aferra al poder 

mientras la protesta sigue en las calles
El presidente, acorralado por las manifestaciones, anuncia la formación de un nuevo Gabinete y promete reformas en su primer mensaje a la nación desde que estalló la revuelta.- Decenas de muertos y un millar de heridos en los choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad
29/01/2011
Tanques en El Cairo
Los tanques avanzan sobre las calles de El Cairo, cerca de la sede de la televisión nacional.- AFP. Decenas de miles de manifestantes se concentran en la plaza Tahrir, en el centro de El Cairo, entre gritos de "¡Vete, vete!" y "¡No violencia!", en clara muestra de que no les basta el mensaje de anoche del presidente egipcio, Hosni Mubarak, anunciando la destitución del Gobierno pero su permanencia en el poder. Poco a poco, se va sumando gente a la protesta que han mantenido viva durante la noche cientos de egipcios que han desafiado el toque de queda en una noche de relativa calma, ante la vigilancia del Ejército, que controla los principales puntos de la capital. Es la resaca después de una jornada de caos y violencia, en la que ciudades como El Cairo, Alejandría y Suez se convirtieron ayer en un campo de batalla en el que centenares de miles de personas se enfrentaron a la policía y a los militares, con decenas de muertos y más de 1.000 heridos, en una revuelta sin precedentes que ha hecho tambalearse al régimen de Mubarak.
Mubarak no cede
MUBARAK TAMBALEA POR LA IRA POPULAR,
EL HOMBRE QUE MARTIRIZO JUNTO A ISRAEL A LOS LUCHADORES PALESTINOS
ESTA JAQUEADO POR LA REVUELTA DE QUIENES YA NO SOPORTAN SU DICTADURA. Helicópteros sobrevolando el centro de El Cairo, tanques en las calles, vehículos policiales, edificios y barricadas de neumáticos quemados son parte del paisaje diurno, que muestra los restos de la batalla. Todavía humea la sede principal del partido de Mubarak, incendiado y saqueado ayer. En las calles cercanas a la plaza Tahrir, la policía ha efectuado esta mañana algunos disparos, aunque no está claro si se trata de balas de goma o munición real, según la agencia Reuters, provocando la huida de los manifestantes. También han intervenido con disparos al aire los agentes que custodian el Parlamento, para dispersar a un grupo de personas que pretendían irrumpir en el complejo. No está permitido el acceso al tráfico rodado a la céntrica plaza, pero sí a los viandantes. Habitantes de El Cairo, incluso familias, se han acercado a sacar fotos con sus teléfonos móviles de lo que consideran un momento histórico.
Pasado el mediodía (una hora menos en la España peninsular) y cuando el Gobierno ya había dimitido formalmente, miles de personas exigían de forma pacífica la marcha de Mubarak en la plaza Tahrir y alrededores. Algunos grupos han empezado a marchar hacia el cercano edificio de la televisión pública y del Ministerio de Exteriores, rodeados de tanques y ante la vigilancia de los soldados, con los que los manifestantes mantienen una buena relación, incluso charlan.
Un militar, desde un blindado, ha dirigido un discurso a la multitud en el que ha asegurado que su función es proteger a la población, y ha recordado que no debe haber saqueos ni ataques contra la propiedad, y que la gente debe respetar el toque de queda, en línea con el comunicado del Ejército difundido por la televisión pública, que llama a no reunirse en lugares públicos y advierte que "se adoptarán las más duras medidas contra quienes infrinjan el toque de queda". Éste se ha ampliado en El Cairo, Alejandría y Suez, y se extenderá desde las cuatro de la tarde hasta las ocho de la mañana, frente al anterior, de seis de la tarde a siete de la mañana.
Las protestas continúan también hoy fuera de la capital. En Alejandría, miles de personas se han enfrentado a la policía, que ha utilizado gases lacrimógenos y ha disparado munición real, según un testigo citado por Reuters. También ha habido choques violentos en la ciudad de Ismailia, en la orilla occidental del Canal de Suez, según France Presse, mientras que la sede del partido de Mubarak en Luxor ha sido quemada, informa Al Yazira.
Los egipcios desafiaron ayer una feroz exhibición de violencia policial para exigir la dimisión de Mubarak. Fueron inútiles la declaración de un toque de queda y el gas lacrimógeno, las balas de goma y los disparos al aire. Ha sido inútil imponer un apagón de comunicaciones que inutilizó los móviles e Internet y sacar los tanques. Esta mañana, los teléfonos móviles han vuelto a funcionar paulatinamente en la capital.
Mensaje a la nación
El presidente egipcio se dirigió anoche a la nación por medio de un mensaje emitido por la cadena estatal Nile TV, en lo que supone la primera reacción del régimen a la oleada de protestas. Mubarak dejó claro que no tiene la menor intención de seguir el ejemplo de su homólogo tunecino, Zine el Abidine Ben Ali, que dejó el poder el 14 de enero forzado por la contestación popular. El rais egipcio, que dijo haber asumido personalmente el control de la seguridad nacional, anunció la formación de un nuevo Gobierno, cuya composición se conocerá hoy, y aseguró entender las reclamaciones de libertad de los manifestantes, siempre que se formulen de una manera pacífica y legal. "Estoy al lado de la libertad de cada ciudadano", dijo, pero "hay una delgada línea entre la libertad y el caos", informa Reuters.
"Trabajaré por la seguridad y por la libertad [de los egipcios]", así como por mejorar la economía del país, añadió el mandatario. "Se darán nuevos pasos hacia la democracia y la libertad y para afrontar el desempleo y mejorar las condiciones de vida y servicios, así como para ayudar a los más necesitados", dijo, en referencia a un futuro programa de reformas. El Gobierno se reunió pasadas las once de la mañana para presentar formalmente su dimisión antes de que se nombre el nuevo Ejecutivo.
Mubarak, que anoche departió durante media hora con el presidente de EE UU, Barack Obama, que le instó a dar pasos "concretos" hacia las reformas que el pueblo demanda, ha recibido hoy el respaldo del rey Abdulá de Arabia Saudí. "Ningún árabe o musulmán puede tolerar una intromisión en la seguridad y la estabilidad de Egipto por aquellos que se infiltran entre el pueblo en nombre de la libertad de expresión, explotándola para inyectar su odio destructivo", ha dicho el monarca, según la agencia oficial SPA.
El mensaje del presidente egipcio, poco después de la medianoche, ponía fin al peor día de protestas desde que la contestación popular contra el régimen prendió el pasado martes. Las palabras de Mubarak, sin embargo, no calmaron a la multitud que continuó en las calles, desafiando el toque de queda y asegurando que no las abandonarán hasta que el presidente deje el poder. Hacia las tres de la madrugada, incluso la lluvia, que cae poco en esta ciudad, decidió acompañar la protesta. Los pequeños comercios de comida abrieron sus puertas aprovechando la emisión del discurso por televisión. Los manifestantes se acercaron a repostar y seguir las palabras del mandatario. "Es lo mismo de siempre", protestaban, algunos de ellos llenos de golpes después de un día de disturbios. "No creemos en las reformas. Mubarak tiene que irse".
La oposición tampoco dio demasiado crédito a las palabras del rais e insistió en la necesidad de que el gobernante renuncie. "El discurso de Mubarak no cumple con las aspiraciones del pueblo", señaló un comunicado de la Asamblea Nacional para el Cambio, liderada por el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei. También los Hermanos Musulmanes, la fuerza opositora mayoritaria, ha mostrado su insatisfacción con el mensaje. "El cambio del Gobierno no es el objetivo fundamental, ya que hay un conjunto de reivindicaciones que piden las fuerzas políticas, como la derogación de la ley de Emergencia, la disolución del Parlamento y elecciones libres y limpias", ha declarado a Efe Walid Shalabi, asesor de información del "guía supremo" del grupo islamista, Ezzat el Badia.
Otras de las peticiones de la oposición y del pueblo son "obtener libertades públicas y juzgar a los corruptos", según Shalabi. "La destitución del Gabinete es sólo un paso. Deseamos un Gobierno que tenga interés en lanzar las libertades públicas, que resuelva el problema del desempleo y que no trabaje en beneficio de un sólo grupo", ha subrayado el miembro del grupo, ilegalizado pero semitolerado.
Ímpetu revolucionario
La multitud, joven y enardecida, está furiosa. Décadas de represión y miseria han estallado en una jornada de ira de ímpetu revolucionario. El país más importante y populoso del mundo árabe, el principal aliado de Estados Unidos (tras Israel) en Oriente Próximo, la sociedad que de alguna forma marca el patrón regional, está desde anoche en llamas. En El Cairo, el humo negro de las barricadas incendiadas se ha mezclado todo el día con el gas lacrimógeno y envuelve la ciudad en una nube de pesadilla y a la vez de euforia. Hay un precio: decenas de muertos entre la capital, Alejandría y Suez, y más de 1.000 heridos en la capital.
Los egipcios, siempre pacientes y bienhumorados, soportaron la opresión y la corrupción hasta que, sin previo aviso, estallaron. La protesta que surgió el martes en Internet, sin líderes, sin programa, sin otra ambición que romper cadenas, se amplió en unos días hasta abarcar a la población entera, o, al menos, a la enorme población urbana: solo en El Cairo viven más de 20 millones de los 80 millones de habitantes de Egipto. Los Hermanos Musulmanes se unieron a grupos cristianos, profesionales de clase media, muchachos frustrados, obreros, comerciantes, y salieron a la calle con un valor insospechado.
Represión brutal
La policía utilizó los recursos más brutales, pero también los más mezquinos del manual de la represión. Los antidisturbios lanzaron tanto gas lacrimógeno que se ahogaron a sí mismos. E intentaron encubrir su actuación atacando a periodistas (el número de incidentes en este ámbito es incontable y destaca entre ellos el cierre de la sede de la televisión Al Yazira), prohibiendo a los turistas que tomaran fotos desde sus hoteles y sometiendo al país a un apagón de telecomunicaciones. "No podemos enviarnos mensajes, pero sabemos dónde ir y qué hacer porque la calle es nuestra, no de ellos", explicó a gritos un joven embozado poco después de devolver a los antidisturbios un bote de gas.
Mohamed el Baradei, el ex director del Organismo Internacional de la Energía Atómica y premio Nobel de la Paz, que volvió el jueves a El Cairo desde su domicilio austriaco y se propone como alternativa presidencial a Mubarak, fue retenido por la mañana en la mezquita a la que acudió a rezar y luego fue sometido a arresto domiciliario, confirmaron ayer fuentes oficiales, para que no lanzara nuevos mensajes a la población. La medida no tuvo efecto alguno. La revuelta sin líderes, inspirada en la de Túnez pero muchísimo más voluminosa, tenía vida propia.
Una de las batallas más duras de la jornada se desarrolló sobre el céntrico puente del 6 de Octubre [VIDEO], que conduce a la simbólica plaza de Tahrir (Liberación) -tomada por blindados del Ejército a medianoche- y está próximo a varios edificios gubernamentales y al Museo Egipcio, amenazado anoche por un incendio cercano. Miles de manifestantes intentaron cruzarlo durante más de dos horas, en sucesivos asaltos masivos que fueron rechazados una y otra vez por policías antidisturbios y policías camuflados. El gas lacrimógeno, el agua a presión, las balas de goma y las granadas sónicas convirtieron el puente en un infierno. Del lado de Zamalek, donde se reagrupaban los manifestantes, había jóvenes sangrando o semiasfixiados. Algo parecido ocurría del lado de Tahrir, donde policías deshidratados se desmayaban en brazos de sus compañeros, sin fuerzas para despojarse del casco y el escudo. Cuando los muecines llamaban a la oración desde los minaretes el fragor se convertía en silencio: los manifestantes se arrodillaban para rezar y los policías reculaban. Luego se reanudaba el choque.
Cruzado el puente del 6 de Octubre, el foco de los enfrentamientos se desplazó a los alrededores del hotel Hilton, unos 100 metros al norte de la plaza de Tahrir. Decenas de manifestantes se cobijaron junto al hotel, atrayendo a los antidisturbios y aterrorizando a los turistas, que observaban los choques desde el otro lado de las cristaleras o desde los balcones. Bajo la presión policial, unas 100 personas acabaron derribando las puertas y entrando en el vestíbulo del hotel. Algunos sangraban. El establecimiento se llenó de inmediato de gas lacrimógeno. "Adiós, Mubarak", gritaban los chicos, a la vez que pedían disculpas a los clientes. El personal del hotel se ocupó de distribuir agua y toallas mojadas entre los refugiados, que al cabo de una hora fueron volviendo a la calle. En otros hoteles, como el Intercontinental Semíramis, la policía cerró las puertas con candados y prohibió entradas y salidas.
El aire de la ciudad era irrespirable. El quiosquero de la parada de autobuses cercana a Tahrir permanecía, sin embargo, en su puesto, con la boca cubierta por un pañuelo húmedo. Era la única persona impasible en pleno caos. "Alá me protege", dijo, cuando se le preguntó por qué desafiaba la tormenta a su alrededor.
El rey saudí apoya a Mubarak. El monarca le ha dicho por teléfono que "ningún árabe o musulmán puede tolerar una intromisión en la seguridad y la estabilidad de Egipto por aquellos que se infiltran entre el pueblo en nombre de la libertad de expresión" (Foto AFP)

Más de medio millón de manifestantes asumen el control de la ciudad de Alejandría, segun Al Jazeera
 28 Enero 2011
El control de la ciudad egipcia de Alejandría ha pasado a manos de la
población civil después de que más de medio millón de manifestantes
expulsaran a las fuerzas de seguridad del presidente Hosni Mubarak y
asaltaran posteriormente la sede de Gobierno, según informa la cadena
panárabe Al Jazeera.


“La ciudad está en manos de los manifestantes”, informó un
corresponsal de la emisora, quien explicó que los participantes de las
protestas han conseguido echar “a botellazos” a la Policía egipcia
antes de tomar por la fuerza la Gobernación de la ciudad. “No hay
presencia policial en la sede de Gobierno. Todos se han marchado”,
indicó.


Previamente, la corresponsal había informado de que habría al menos un
muerto en los enfrentamientos, en los que los manifestantes han
prendido fuego a numerosos coches y camiones de Policía.


Las protestas, según la enviada de Al Jazeera, se han concentrado en
torno a la mezquita en la que se produjeron violentos enfrentamientos
con la Policía el pasado junio después de la muerte de un joven tras
ser golpeado por agentes.


La sede central del gobernante Partido Nacional Democrático (PND) ha
sido incendiada, según imágenes difundidas por la cadena qatarí de
televisión Al Jazeera.


La cadena explicó que no puede detallar si el fuego fue iniciado por
los manifestantes que están en los alrededores desde este mediodía o
fue originado desde el interior de la sede política.


Hace minutos, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, decretó toque de
queda en El Cairo y en otras ciudades del país y también ordenó al
Ejército a que apoye a la Policía para garantizar la seguridad,
informó hoy un comunicado oficial.


El anuncio se hizo poco antes de las 17.30 hora local (15.30 GMT), al
comenzar la noche en Egipto, después de una jornada de intensos
enfrentamientos entre agentes policiales y manifestantes en las calles
de El Cairo y otras ciudades del país.


En las protestas, que inicialmente exigían reformas políticas en
Egipto, han derivado en la petición para que Mubarak renuncie al
cargo.


El comunicado oficial, recibido en las oficinas de Efe por fax, dice
textualmente:


“Debido a que algunas provincias han sido escenario de acciones de
violencia, infracciones a la ley, saqueo, incendio, destrucción y
ataques a las propiedades públicas y privadas, incluidos algunos
bancos y hoteles, el gobernador militar ha ordenado el toque de queda
en las provincias de el Gran Cairo, Alejandría y Suez, desde las 18.00
(16.00 GMT) a las 07.00 horas (05.00) y hasta nuevo aviso”.


“Asimismo, el gobernador militar emitió un decreto para que las
Fuerzas Armadas colaboren con la Policía a cumplir con esta resolución
y mantener la seguridad, y proteger los servicios públicos y
propiedades particulares”, se dice en el comunicado.


Tensión en Egipto: protestas se extienden a varias ciudades, dejan 3 muertos y varios detenidos
Miles de egipcios salieron hoy a las calles para protestar contra el
gobierno del presidente Hosni Mubarak, pese a la prohibición de
manifestaciones emitida por las autoridades, desencadenando
enfrentamientos con la policía que se saldaron con al menos tres
muertos y numerosos heridos y detenidos.


Los manifestantes incendiaron oficinas del Partido Democrático
Nacional (PDN) de Mubarak y puestos de vigilancia policial, mientras
en el centro de El Cairo lanzaron piedras a la policía, después de que
ésta intentara dispersarlos con gases lacrimógenos y balas de goma.
Las protestas en demanda de mejores condiciones de vida y democracia
se consideran las peores contra el gobierno desde 1977.


Soldados egipcios lanzaron disparos de advertencia al aire. Según
informó la televisión Al Jazeere, al menos una persona murió en los
enfrentamientos en la plaza de Moneim Riyad, el centro de El Cairo, y
otra más en la ciudad de Suez. Testigos contaron a dpa que otro
manifestante murió en el distrito de Ain Shams, al este de la capital,
cuando la multitud intentó quitar las armas a las fuerzas de
seguridad. La policía atacó también a periodistas y quitó sus
grabaciones a los equipos con cámaras.


Al Arabiya informaba que algunos policías se quitaron el uniforme y se
unieron a los manifestantes. La emisora qatarí aseguró también que uno
de sus periodistas fue golpeado y otros reporteros extranjeros fueron
heridos.


Medios locales aseguraban que cientos de personas intentaron llegar al
palacio presidencial en el barrio de Heliopolis en la capital, pero
fueron frenados por la policía. Según una testigo, nadie llegó al
palacio.


Ante una mezquita en el barrio de Giza la policía retuvo a un grupo de
manifestantes, entre ellos al líder de la oposición, el premio Nobel
de la Paz Mohamed El Baradei. El Baradei llegó el jueves a El Cairo,
indicando que está dispuesto a liderar un gobierno de transición si
Mubarak dimite.


Antes se había hablado de decenas de detenciones, sobre todo en las
céntricas plazas de Tahrir, Ramsis y en el barrio de Al Isaaf.


Por las principales plazas de El Cairo circulaban carros blindados de
la policía. En las calles colindantes había estacionados a su vez
numerosos coches de policía, mientras se bloqueó el acceso a la plaza
de Tahir, donde se concentraron las protestas de las últimas jornadas.


También se registraron protestas en la provincia sureña de Minia. En
la ciudad portuaria de Alejandría hubo también enfrentamientos entre
manifestantes y la policía. En la ciudad de Al Arish, en la península
del Sinaí, protestaron varios miles de personas, mientras las mujeres
repartían dulces entre los manifestantes. También hubo protestas
masivas en las provincias de Somiat y Dmanhur.


Según Al Arabiya, opositores al régimen atacaron la central del PND de
Mubarak en Islamiliyaa y los disturbios se extendieron a las
provincias de Mansura y Manufija. En la ciudad portuaria de Suez se
produjeron también choques, cuando las fuerzas de seguridad intentaban
repeler a los manifestantes, que casi tomaron la ciudad, contaron
testigos. Según Al Yazira, hay un muerto en esa ciudad.


Más pacíficas fueron las manifestaciones en Luxor, Kena y Assuán, en
el sur del país.


Varios partidos egipcios en la oposición y asociaciones independientes
llamaron a musulmanes y cristianos del país a protestar de nuevo tras
los rezos del viernes en mezquitas e iglesias.


Las autoridades restringieron las telecomunicaciones, principalmente
de teléfonos móviles y servicios de Internet.


La operadora Vodafone Egipto emitió un comunicado asegurando que fue
obligada a suspender servicios en el país, mientras numerosos números
de teléfono no funcionaban y las webs antigubernamentales tenían
problemas para actualizarse. Los activistas utilizaron las redes
sociales y twitter para organizar las protestas.


Las manifestaciones contra la corrupción y el alza de los precios y en
demanda de la retirada del presidente Mubarak y su gobierno comenzaron
el martes, inspiradas en la revuelta de Túnez, que acabó con el
derrocamiento de su presidente, Zine el Abidine Ben Ali.
(Con información de Europa Press, EFE y AFP)


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Tiros contra el Ministerio del Interior egipcio. Varias personas han disparado armas automáticas contra el edificio, según fuentes de los servicios de seguridad citadas por Efe. Aún se oyen tiros ocasionales. En la foto (Getty Images), manifestantes sobre un tanque en El Cairo.
Foto del mensaje
MANIFESTANTES SE APODERAN DE UN TANQUE DEL EJERCITO


PODER POPULAR
Cuenta el corresponsal de Al Yazira en uno de los urgentes que son los propios manifestantes los que están ordenando el tráfico en El Cairo. La cadena, en su versión en árabe, ha entrado a la morgue y muestra los cadáveres de manifestantes muertos en los choques con la policía.


A TENER EN CUENTA, OTRO MONIGOTE QUE DEBERA SER DERROCADO


El rey saudí apoya a Mubarak. El monarca le ha dicho por teléfono que "ningún árabe o musulmán puede tolerar una intromisión en la seguridad y la estabilidad de Egipto por aquellos que se infiltran entre el pueblo en nombre de la libertad de expresión" (Foto AFP)
Foto del mensaje


JORDANIA
MILES DE JORDANOS SE SUMAN
A LA REVUELTA DEL MUNDO ARABE

Unos tres mil manifestantes, tras participar en la oración de viernes, se reunieron en la parte central de Ammán para exigir la realización de reformas políticas en el país y la destitución del Gobierno de Samir Al Rifai. Una de las pancartas esgrimidas decía “Estamos por crear un Gobierno de salvación nacional”.
Las protestas organizadas por el opositor Frente de Acción Islámica, que goza de mucha influencia en el país, y por los sindicatos de más de 200 mil miembros no cesan durante tres semanas, aunque las autoridades ya prometieron adoptar medidas para mejorar la vida de la población.
El Gobierno anunció, en particular, que asignará 550 millones de dólares para subsidiar el suministro de combustible y de los alimentos básicos. Pero los organizadores de las protestas lo consideran insuficiente para cambiar la situación en el país, donde un 25% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y el desempleo ronda un 30%, según fuentes extraoficiales.
El líder sindical jordano Abdel Hadi Falahat declaró que hacen falta reformas reales que garanticen más amplio protagonismo de los ciudadanos en la determinación de sus destinos.
El rey de Jordania posee el derecho exclusivo a designar y destituir al presidente del Gobierno. Las acciones de protesta jordanas se realizan a un mismo tiempo con la sublevación popular en Túnez, donde fue derrocado el presidente Ben Ali, y las conmociones en Egipto, donde los manifestantes también demandan el cambio del régimen.
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La protesta, que ha estallado en El Cairo tras el cambio en Túnez, se deja notar en Yemen, Jordania, Arabia Saudí y Siria
Esta y varias notas más sobre Egipto y Túnez desde Resumenlatinoamericano.or
28/01/2011
Como un reguero de pólvora, una ola de cambio parece recorrer el mundo árabe. Tras la revuelta de Túnez, que acabó con la dictadura de Ben Ali, el gran día de la protesta ha estallado hoy en Egipto y el efecto de contagio se ha dejado notar en otros países como Jordania, Arabia Saudí y Siria.

Si ayer miles de yemeníes exigieron en las calles de Saná el fin del régimen de Ali Abdalá Saleh, hoy han sido los jordanos quien han salido a la calle tras las oraciones musulmanas del viernes para pedir al rey Abdalá II la destitución del primer ministro, Samir Rifai, y la adopción de reformas económicas y políticas en el país.
Los ciudadanos de Jordania se han manifestado por tercera semana consecutiva en las calles de la capital, Ammán, y en las ciudades de Irbid, Zarqa, Ajlun, Mafrak, Karnak y Aqaba. Los partidos islámicos en la oposición, los sindicatos, la sociedad civil y los grupos de activistas han convocado y liderado las protestas. Los participantes han levantado pancartas y han gritado consignas pidiendo al rey Abdalá II que destituya al Gobierno de Rifai porque, según los manifestantes, ha fracasado en su intento de satisfacer las exigencias de los ciudadanos jordanos.
En Arabia Saudí, las autoridades han detenido a docenas de manifestantes en Yeda que protestaban por la situación de pobreza tras las inundaciones. La protesta, convocada por mensajes de SMS, ha obligado a muchos comercios de la principal calle de Yeda a cerrar mientras se podían oír gritos de "Dios es el más grande" antes de los disturbios. En Siria, se ha convocado una manifestación masiva para el 5 de febrero.
Túnez ha servido de inspiración para estos países, como en el caso de Yemen. Los yemeníes se rebelaron ayer contra la carestía de alimentos, la corrupción y el nepotismo. Para evitar estas revueltas, por su parte, Marruecos decidió tomar medidas como subvencionar aún más hidrocarburos y alimentos básicos. Marruecos es el país norteafricano menos afectado por la onda expansiva de la revolución tunecina.
Sin embargo, Túnez está lejos de la calma. La Policía tunecina ha irrumpido hoy en el campamento de protesta que han instalado cientos de manifestantes junto a la oficina del primer ministro tunecino, Mohamed Ghannouchi, para dispersar a los asistentes. Los agentes han lanzado gases lacrimógenos contra los manifestantes, llegados de distintos puntos del país y acampados desde el pasado domingo, después de que estos les lanzaran piedras.
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EGIPTO
EL PUEBLO EXIGE QUE SE VAYA MUBARAK

El Gobierno egipcio saca los tanques a la calle

Declarado el toque de queda en El Cairo, Alejandría y Suez.- Enfrentamientos entre decenas de miles de manifestantes y fuerzas de seguridad.- El opositor El Baradei, en arresto domiciliario

Lucha en el puente
Un camión de la policía lanza agua sobre los manifestantes en el puente Kasr, sobre el Nilo, en la capital egipcia.- GETTY
Los enfrentamientos entre policías y manifestantes en Egipto han tomado hoy mayor intensidad y, a estas horas, se han convertido ya en la mayor de las demostraciones de protesta que se han vivido en los países árabes tras la revolución tunecina. Las revueltas se suceden en las principales ciudades del país y el Gobierno se ha visto obligado a decretar el toque de queda entre las seis de la tarde y las siete de la mañana (una hora menos en la España peninsular) en el país (inicialmente lo ha hecho solo en El Cairo, Alejandría y Suez; pero horas después ha extendido la prohibición a todo el territorio). Ya hay centenares de heridos y al menos un muerto en los choques ocurridos después de la plegaria de mediodía en Suez (este del país). Además, el Gobierno ha decidido recurrir al Ejército para ayudar a la policía a reprimir las protestas y se ha visto entrar ya a los primeros vehículos militares en la capital del país y en Suez.

Los jóvenes han convocado para hoy una gran protesta en El Cairo
De poco ha servido la prohibición de permanecer en la calle. Con la llegada de la noche, las cámaras de televisión -Al Yazira está conectando en directo con las calles de El Cairo- siguen mostrando numerosas escaramuzas e incendios en la capital egipcia. El más significativo, además de la quema de varios edificos gubernamentales, ha sido el de la sede del Partido Nacional Democrático, la formación oficial del régimen. Aunque por el valor de su contenido, preocupa más que las llamas en varios edificios del centro de la ciudad pudieran afectar al Museo Egipcio.
Tampoco ha logrado hasta ahora el efecto deseado la implicación del Ejército. Grupos de personas se han subido a los carros de combate desplegados en Suez, según testigos citados por Reuters, mientras los soldados trataban de hacerles retroceder.
En El Cairo, los manifestantes han comenzado la jornada, también después de la plegaria de mediodía (el viernes equivale al domingo en los países occidentales), en las inmediaciones del palacio presidencial para tratar de avanzar desde allí hacia la céntrica plaza de Tahrir, aunque cualquier edificio gubernamental ha sido bueno para que concentrar una multitud frente a él. Los agentes están intentando desviar a los manifestantes a Garden City, un barrio que fue concebido por los británicos durante la colonización para evitar las protestas, debido a su forma laberíntica. La policía se ha aplicado en dispersar a la gente, aunque pronto surgían nuevos grupos de personas protestando. Iban equipados con agua, bebidas carbonatadas y refrescos de cola, que están comenzando a agotarse, porque han aprendido de la protesta de Túnez que estas bebidas son las más eficaces contra los efectos de los gases lacrimógenos. La protesta en la capital ha provocado más de 400 heridos de diversa consideración, según fuentes médicas consultadas por Reuters.
El régimen egipcio de Hosni Mubarak ha bloqueado el acceso a Internet en todo el país árabe en un intento de hacer fracasar la gran jornada de protestas prevista para este viernes y en la que por vez primera iban a participar los Hermanos Musulmanes, la gran fuerza islamista de Egipto, y Mohamed El Baradei, quien ha sido puesto en arresto domiciliario. Los jóvenes egipcios y los organizadores de las marchas que desde el martes se llevan a cabo por todo el país han empleado masivamente Facebook y Twitter para coordinarse. Ahora ya no lo podrán hacer. Además, desde esta mañana tampoco funcionan los teléfonos móviles en El Cairo y posiblemente tampoco en el resto del país, por lo que los participantes en las manifestaciones tampoco están pudiendo enviar mensajes ni hacer llamadas.
El bloqueo de las comunicaciones no está siendo la única medida del régimen. También está la contaminación de las informaciones. En la televisión estatal, se ha reconocido que los manifestantes "han tomado las calles", aunque según una curiosa interpretación lo han hecho "para expresar su apoyo a Mubarak". Coherentemente con esas informaciones, los reporteros de la televisión estatal han señalado que "no se ha producido ningún enfrentamiento" ni ningún "acto de violencia por parte de las fuerzas de seguridad", aunque han reconocido "algunas interrupciones" en los servicios de teléfono móvil. Todas estás informaciones están siendo recogidas y difundidas en Twitter por Sultan Al Qassemi , un reconocido periodista de Emiratos Árabes Unidos.
Los islamistas se unen a la protesta
Y es que numerosas miradas en el mundo árabe están siguiendo todo lo que pasa el Egipto, que vive las protestas más multitudinarias vistas en los últimos 30 años. El pistoletazo de salida se ha dado después de la oración (el viernes equivale al domingo occidental). Hoy era el día de la gran revuelta, con mayor participación prevista que en los días previos según los organizadores de la protesta contra el Gobierno del presidente Hosni Mubarak, mayoritariamente jóvenes que se han servido de las redes sociales. Ningún partido, ningún líder político se había destacado como guía. Al menos hasta ayer.
"Si la gente, en particular los jóvenes, si ellos quieren que lidere la transición no voy a defraudarlos". Mohamed el Baradei aterrizó el jueves en el aeropuerto de El Cairo con la intención de unirse hoy a las protestas que desde el martes se llevan a cabo por las calles de todo el país. Ayer por la noche el principal partido opositor, los Hermanos Musulmanes, anunció que también estará presente en las calles. "Los Hermanos Musulmanes participaremos en las manifestaciones del viernes del cólera... con todas las fuerzas nacionales y el pueblo egipcio", afirma en un comunicado uno de los dirigentes del partido, Saad Katatni. El grupo asegura que no quieren protagonizar las protestas, pero que finalmente han decidido asistir y que están "dispuestos a mantener una firme presencia en las calles" si la situación lo requiere, según las palabras del portavoz Mohamed Morsi recogidas en la web del partido.
En un día que ya se prevía intenso, la tensión no tardó mucho en estallar. Anoche mismo, pocas horas después del comunicado de los Hermanos Musulmanes, las fuerzas de seguridad del país detuvieron a ocho de sus dirigentes más destacados y a otras personas de la organización. Según algunas fuentes, serían hasta 20 personas las arrestadas. "La policía ha detenido a Essam El-Erian y Mohamed Mursi [dos destacadas figuras de la fuerza islamista], y hay otros detenidos. Mucha gente; es difícil conocer el número exacto", confirmó a la agencia Reuters el abogado Abdel-Moniem Abdel-Maksoud. "La razón es conocida: es por lo que se espera que pase mañana [por hoy]".
A pesar de que la formación de los Hermanos Musulmanes no está originalmente detrás de las protestas de los últimos días, pide la disolución del Parlamento así como también la liberación de las personas que han sido detenidas desde que éstas empezaran. Más de un centenar de miembros del partido, ilegal pero tolerado por el régimen, ya fue detenido poco antes de las elecciones del pasado noviembre, de las que acabaron por retirarse al considerarlas fraudulentas.

Las demandas de Los Hermanos Musulmanes

Los Hermanos Musulmanes advirtieron al Gobierno de Mubarak a través de un comunicado colgado en su web el pasado 19 enero (seís días antes del martes de la ira) de que la paz no durará mucho si no se acometen una serie de reformas urgentes. Los islamistas fijaron cinco objetivos principales:
1) Abolición del estado de emergencia, vigente desde 1981, y que en mayo de 2010 se renovó. Amparándose en este estado la policía reprime sistemáticamente a los hermanos, que aunque están ilegalizados como partido son semitolerados por el régimen y se les permite presentarse a las elecciones como independientes
2) Disolución del Parlamento y celebración de elecciones libres y justas. En diciembre Egipto celebró unos comicios parlamentarios marcados por el pucherazo y en los que el gobernante Partido Nacional Democrtático de Mubarak barrió a la oposición.
3) La enmienda de los artículos 76, 77 y 78 de la Constitucion, relacionados con el sistema electoral
4) Unas elecciones presidenciales en base a esas enmiendas
5) La desestimación del actual Gobierno y la formación de uno nuevo que responda a las demandas del pueblo egipcio
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TUNEZ

La «calle» tunecina

POR SAMI NAÏR

28/01/2011
En Túnez, sigue el pulso entre el gobierno y la población sublevada. El cambio de gobierno ocurrido el 27 de enero es una victoria de la calle; el mantenimiento del primer ministro Ghanuchi, símbolo de la colaboración obediente a Ben Ali, es en cambio una garantía dada a los partidarios de una cierta continuidad. Nada está pues decidido y todo parece cada vez más incierto a medida que pasan los días. Es sin duda inevitable, dado el carácter absolutamente original e inesperado de la revuelta contra el régimen de Ben Ali . El movimiento ha surgido de las bases profundas de la sociedad, de las clases populares más desheredadas; arrancó de la periferia del país, de las ciudades y pueblos más pobres, para desplegarse en oleadas hasta las ciudades más señoriales y alcanzar por último Túnez, la capital.
Estamos ante un movimiento espontáneo, estimulado solamente por la cólera, el rechazo a padecer los símbolos, los hombres y las mujeres del poder indigno. Pero desde antes de la explosión, los sindicatos regionales y la dirección nacional de la UGTT habían sostenido reivindicaciones sociales concretas (empleo, rechazo de la precariedad, aumento del poder adquisitivo, etc) para paliar los efectos de las grandes desigualdades que se han producido estos últimos años.
Lejos de apaciguar estas reivindicaciones, la huída del ex presidente las ha incrementado: asistimos a un cara a cara entre las aspiraciones populares, la "calle", y las resistencias del sistema instaurado por Ben Ali. La revuelta popular reviste dos aspectos: por un lado, lo que se exige es la disolución de las estructuras políticas del antiguo régimen y la desaparición de los hombres y mujeres que los representaban; por el otro, una demanda de reforma profunda de las relaciones entre grupos sociales que favorezca los intereses de los más desamparados. Todo ello en un contexto de desorganización flagrante y de ausencia de dirección política reconocida y legítima. La figura de esta confrontación es la que opone al gobierno, sin legitimidad real, y la calle, sin legitimidad formal. Es en este crisol donde se resolverá en las semanas y meses venideros la revolución democrática tunecina.
Lo que ha hecho la fuerza de esta revolución ha sido de entrada la alianza de todas las clases y grupos de la sociedad para deshacerse de la dictadura ubuesca de Ben Ali; mientras dure esta alianza, las fuerzas que podrían tirar de un lado u otro al país no pueden hacer gran cosa. Pero basta que aparezcan fisuras entre estas fuerzas sociales para que la batalla cambie de contenido. Es por ello que a los partidarios del antiguo régimen les interesa romper este frente de clase para captar las fuerzas que querían la desaparición de la dictadura pero no del sistema social que les aseguraba una situación cómoda.
Las clases medias son aquí los principales objetivos. Se han diferenciado estos últimos diez años. Se han constituido unas clases medias altas en el ámbito de los negocios, de las profesiones liberales, del comercio y de los servicios, pero la mayoría se ha desclasado socialmente y ha quedado relegada o bien a un funcionariado mal pagado, o directamente a la pobreza. Éstas últimas son las clases sociales que, junto con las clases populares precarizadas y marginadas, han sido la punta de lanza de la revuelta. La indecisión de las orientaciones políticas y sociales del poder actual, añadida a la inseguridad contrarrestada de momento por el toque de queda, podría provocar una situación caótica propicia para la ruptura de la solidaridad entre las clases.
El tiempo juega en realidad a favor de los partidarios de la autoridad, que esperan la ampliación de esas fisuras para presentarse como un mal menor frente al caos. Ya los grupos sociales privilegiados denuncian la huelga que persiste, el cierre de los colegios, la inactividad de los servicios públicos, etc. El tema de la seguridad, el rechazo al "desorden", hace pues su aparición y puede convertirse en el punto de unión de todas las fuerzas que por razones a menudo distintas no quieren correr el riesgo de la aventura.
El jefe del gobierno intenta reunir alrededor suyo el más amplio abanico de representantes de la sociedad. Pero a falta de refundición de las instituciones y de reformas de estructura, tendrá dificultades en convencer. La policía se esconde y el ejército se mantiene de momento en una posición arbitral. El general Rachid Ammar, jefe del estado mayor, ha recordado durante una manifestación que "el ejército nacional es garante de la revolución". Frase que puede tener varias interpretaciones. Las manifestaciones en El Cairo van a ayudar seguramente a los tunecinos en su determinación. Pero la represión que empieza en Egipto dará también ideas a los enemigos de la democracia en el mundo árabe.

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TUNEZ

28-01-2011
Segunda semana del pueblo tunecino
Obstinación y contrarrevolución
Fotos de Ainara Makalilo
A las 9.30 de la mañana un taxista responde a nuestra pregunta sobre Mohamed Ghanoushi con un razonamiento impecable: - ¿Sabes por qué quiero que se vaya? Porque no quiere irse. Si no quiere irse es que oculta algo. Si oculta algo, no puede ser algo bueno. Y si oculta algo malo, tiene que irse.
Doce horas después sabremos que Mohamed Ghanoushi sigue en su puesto. El nuevo gobierno de transición, del que han salido todos los antiguos miembros del RCD, incluido Friaa, el odiado ministro del Interior, mantiene en cualquier caso al presidente y al primer ministro.
Pero todavía no lo sabemos. El día en que el pueblo tunecino cumple su segunda semana de vida no nos despierta el helicóptero militar sino el repiqueteo nutrido de la lluvia. Con el corazón encogido, pensamos en colchones y mantas empapados de agua y en cuerpos ateridos de frío. La Qasba, la casa del pueblo, de pronto se ha quedado sin techo.
- La revolución no es la capital -nos dice el periodista Fahem Boukadous. -La Qasba es sólo una de las muchas expresiones de protesta; un símbolo, sin duda, porque concita la atención de los medios, pero la revolución empezó en las regiones y allí sigue muy activa. Ayer se manifestaron 80.000 personas en Sfax y hoy la ciudad ha quedado paralizada por una huelga general. En Gafsa, en Sidi Bousid, en Tela hay concentraciones y protestas.
Fahem Boukadous está contento. Es un hombre feliz. Liberado el día 19 de enero, cinco días después de la huida del dictador, ha salido a la calle en un Túnez volteado por la revolución. Llevaba seis meses en prisión, pero no era la primera vez que sufría los rigores de la dictadura. En 1999, tras pasar por las cámaras de tortura del ministerio del Interior, fue condenado a tres años de cárcel, de los que cumplió 19 meses antes de ser indultado por una “gracia” presidencial. Persecución, clandestinidad, incansable combatividad, Fahem nació en Regueb, pertenece al Partido Comunista Obrero de Túnez, dirigido por Hama Hamami, y gran parte de su actividad política ha estado centrada en el periodismo militante. Fue el primero que, en 1998, denunció las actividades mafiosas de las cinco familias que dominaban el país. En 2003, instalado en Gafsa, se convirtió en corresponsal de Al-Badil y tres años más tarde en responsable de la emisión tunecina de Al-Hiwar-TV, un canal vía satélite. En 2008, cuando estallan las revueltas en la cuenca minera de Gafsa, ensayo general de la actual revolución, este medio precario, pero inalcanzable para el gobierno, se convierte en el centro radial de las imágenes de las protestas. Fahem Boukadous, desde esa posición privilegiada, catalizó el malestar de los jóvenes de la región, proporcionándoles un medio de expresión y convirtiéndose por tanto en una amenaza para la dictadura.
- Es lo que yo he llamado “medios populares” -dice. - Cientos de jóvenes, a los que parientes emigrados habían regalado una cámara, se convirtieron en periodistas. Yo sólo tenía que reunir esas imágenes y hacerlas circular.
Las revueltas de la cuenca minera, de las que sólo se ocupó Al-Hiwar-TV, pusieron a prueba un régimen dentro del cual había ya fisuras y forcejeos. En junio de 2008, tras meses de protestas, Ben Alí decidió extirpar de raíz el movimiento. Redeyev fue tomada por 4.000 policías que asaltaron y saquearon las casas, rompieron los muebles, pegaron a las mujeres. Hubo dos muertos. La ciudad, en un anticipo de lo que ocurriría dos años después en todo el país, fue parcialmente ocupada por el ejército.
- En Redeyev el movimiento estuvo dirigido por sindicalistas y militantes, pero en los otros pueblos de la cuenca minera fueron los propios jóvenes los que se organizaron y coordinaron las protestas.
En enero de 2010, en un juicio que duró cinco minutos, Fahem Boukadous fue condenado a 4 años. Tras negarse a pedir perdón al dictador y pasar por el hospital, de donde la policía trata de llevárselo dos veces, ingresa finalmente en prisión el 15 de julio de 2010. Allí escribe sin parar; prepara un libro sobre las revueltas de Gafsa. Entra en contacto con los presos comunes y trata de formarlos políticamente, lo que provoca la intervención del director del penal. Gracias a la solidaridad de uno de los médicos, recibe informaciones de la muerte de Mohamed Bouazizi y de las reacciones populares que desencadena, cuya velocísima expansión aún le maravilla.
Sobre la relación que existe entre las revuelta de 2008 y la revolución de 2011, Fahem Boukadus insiste en tres puntos:
El primero es la lección de resistencia de los habitantes de Redeyev y de toda la cuenca minera, que se acumula en la memoria colectiva del país.
El segundo es la participación en el movimiento de 2008 de los diplomados en paro, una de las fuerzas hoy protagonistas en el proceso revolucionario.
El tercero es la importancia de los “medios populares”. Al-Hiwar-TV y los CD caseros han sido sustituidos por Facebook, a través del cual se ha roto la mordaza de la censura.
- ¿Por qué el movimiento de Redeyev fue derrotado y el de Sidi Bousid, en cambio, se extendió de ciudad en ciudad hasta alcanzar la capital? Ese es precisamente el elemento de contingencia que ningún análisis histórico puede adelantar o explicar.
Fahem Boukadous no cree que haya habido ninguna intervención de EEUU para facilitar la caída del dictador. La revolución ha cogido con el pie cambiado a las grandes potencias y si naturalmente ahora maniobran en busca de “estabilidad”, está seguro de que no podrán detener el proceso de cambios.
- El régimen sigue ahí, no sólo dentro de la policía y el aparato del Estado sino también en los medios de comunicación y en Internet -dice. - Hay que aprovechar el momento para crear nuevos medios y nuevos formatos. También hay que establecer una coalición entre periodistas tunecinos y extranjeros porque necesitamos experiencia y formación.
Hay que ir a los pueblos, dice Fahem, y es verdad. No obsesionarse con la Qasba, y es verdad. Pero la Qasba tiene estos días un poder de absorción casi alucinógeno. No puede haber una plaza más hermosa en todo el mundo ni una situación más anómala. Tampoco una emoción extra-corporal más fluida ni imprevisible. Porque ocurre hoy que la lluvia, en lugar de dispersar a la gente, la ha multiplicado, como si fuesen de hierba y no de carne. Tan grande es la multitud que durante unas horas el ejército cierra los accesos y sólo podemos entrar con el conjuro del periodismo. Pocos minutos antes de nuestra llegada -nos cuenta Aisa, el hermano de Che Guevara- un alto funcionario del ministerio de Defensa, rodeado de soldados, se ha dirigido a los concentrados a través de un altavoz, asegurándoles que ya se habían tomado medidas para proporcionar trabajo a todo el mundo y rogándoles que abandonasen la plaza. La respuesta unánime ha sido un vocerío de “degage”, “degage”, “degage”. Lo que ocurre como excepción es un milagro; pero lo que ocurre una vez más contra todas las previsiones también lo es. Hay algo casi sobrenatural ya en esta obstinación que ignora el frío, las provocaciones, las agresiones, y que se mantiene tranquila, festiva, gritona, por quinto día consecutivo. Aisa teme una intervención del ejército para desalojarlos, pero lo cierto es que el ambiente ha cambiado de nuevo y la electricidad del día anterior se ha extinguido bajo el aguacero.
A Salem Hiyri, hombre de Nabeul de 60 años, tuvieron que hospitalizarlo tras las agresiones de los sicarios armados que sembraron el terror la noche anterior. Hoy está sereno y determinado:
- Tienen la policía, el dinero, el poder, pero nosotros tenemos la fuerza del pueblo y nuestra cultura superior.
El hecho de estar todos juntos reúne los razonamientos y singulariza las conductas.
Un grupito ha iniciado una huelga al mismo tiempo de hambre y de silencio.
Otro exhibe carteles de solidaridad con el pueblo egipcio, que imita al tunecino en El Cairo y en Ismaeliya, y eso hasta el punto de utilizar (como vemos luego en la televisión de un café) sus mismas consignas: “degage” y “as-shaab iuridu isqt al hukuma” (“el pueblo quiere derrocar al gobierno”).
Cuando la lluvia arrecia se tiende un enorme techo de plástico sobre las miles de cabezas, porque la plaza del pueblo es, como los coches de lujo, descapotable.
Tariq y Maki, dos estudiantes de informática que viven en Túnez capital, se sienten orgullosísimos cuando les decimos que el pueblo tunecino está mucho más desarrollado que el español o el italiano. Y se burlan con ingenio de la pretensión del gobierno de que los bárbaros civilizadores congregados en la plaza “vuelvan al trabajo”.
- ¡Pero si están en paro! Hay que agradecerles lo que hacen. Los otros trabajan y ellos se rebelan. Eso se llama división del trabajo.
Pero lo que más nos impresiona hoy es Hodé, una mujer pequeña, flaca, nerviosa, que no deja de hablar mimando con manitas elocuentes la historia de la batalla eterna contra la injusticia. Tiene 38 años, limpia casas y gana 150 dinares al mes (75 euros). Separada del marido, se ocupa ella sola de un hijo de 8 años al que ha dejado en casa de unas vecinas para poder pasar la noche en la Qasba. Se ha subido a un poyete para no estar por debajo de nosotros y se expresa con una precisión de cuchilla, con la pasión de una enamorada. Sus ojos relampaguean con la pureza fanática de los personajes de Dostoievsky. Cuenta una larga historia de humillaciones y no se siente humillada; de dolores y no pide compasión; de ignorancia y reclama su derecho a hablar y a que la escuchen. No cabe duda, al oírla, de que su hijo está bien protegido entre sus manos. Y, como tantos de los que se encuentran en esta plaza, no conoce ni una palabra de francés.
- Soy una ciudadana -¡una ciudadana!- lo mismo que tú. No he leído ni estudiado, pero tengo cerebro y ojos y sé contar lo que pienso y lo que veo. Quiero derecho, no dinero. Quiero mis derechos. No tengo miedo de nada ni de nadie; no me doblego ante ningún ser humano y los ministros son seres humanos como yo. Es a nosotros, y no a los ministros, a los que tenéis que escuchar los periodistas. Porque ellos sólo tienen palabras, que son falsas, mientras que nosotros tenemos el cerebro y los ojos. ¿Está claro?
Clarísimo. Los valientes tunecinos han demostrado estos días que su bandera es una llama y su himno una Marsellesa. Esta mujer demuestra que el despreciado dialecto tunecino es una lengua. Y ha llegado quizás la hora de devolverle su dignidad junto a la de sus hablantes.
Fahem Boukadous, que había anticipado los cambios en el gobierno anunciados por Ghanoushi esta noche, se equivocaba sin embargo al garantizar el rechazo de la UGGT al nuevo gabinete. No participa de él, pero le reconoce legitimidad. Sin duda esa decisión voltea nuevamente la situación. La potencia de la UGTT ha permitido en estos días mantener la presión sobre el gobierno mediante huelgas y concentraciones; ahora este acuerdo aisla las protestas populares y las vuelve vulnerables. Como escribía Fathi Chamkhi a media tarde: “si esta nueva versión del Gobierno de Unidad Nacional se acepta mañana, se podría decir que el tira y afloje que dura desde el 15 de enero entre el campo revolucionario y el de la contrarrevolución, ha sido momentáneamente ganado por este último”. Es exactamente lo que ha ocurrido.
Los tunecinos empujaron y empujaron y Ben Alí los llamó “terroristas”. Y empujaron y empujaron y Ben Alí prometió retirarse en 2014. Y empujaron y empujaron y Ben Alí prometió elecciones en seis meses y levantó la censura. Y empujaron y empujaron y Ben Alí huyó del país. Y empujaron y empujaron y tumbaron el primer gobierno de coalición. ¿Seguirán empujando los tunecinos ahora que saben que empujar y empujar no es inútil?
Tras el anuncio del nuevo gobierno por televisión, llamamos a nuestros amigos en la Qasba para conocer su reacción. Tras un instante de alegría y luego de desconcierto, nos dicen, se ha restablecido la normalidad; es decir, la obstinación. No hace falta que lo digan. A través del teléfono nos llegan los gritos: “degage”, “degage”, “degage”.
Mañana será el primer día del nuevo gobierno y el decimoquinto del pueblo tunecino.
 
    Libertad de prensa

    Obstinación

   La plaza más hermosa del mundo


    Niña y bandera

    El pueblo descapotable

    Sujetando el cielo

    Si los gobiernos callan, las paredes hablan
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El Gobierno de Israel guarda un inquieto silencio

El régimen de Mubarak es un aliado clave en el mundo árabe

El silencio de Israel es muy notable. En 2009, cuando unas elecciones presumiblemente fraudulentas provocaron grandes protestas en Irán, Benjamín Netanyahu expresó su apoyo a la rebelión. Ante las protestas en Egipto, sin embargo, el Gobierno israelí prefiere mantener silencio. La supervivencia del régimen de Hosni Mubarak resulta esencial para la seguridad israelí. De forma confidencial, varios responsables diplomáticos expresaron ayer su "preocupación", pero opinaron que Mubarak lograría sofocar la revuelta.

"Cualquier palabra que dijéramos sería perjudicial", dice una fuente diplomática
"Seguimos con la máxima atención los acontecimientos en Egipto", declaró Yigal Palmor, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel. Esa es la escueta posición oficial del Gobierno de Netanyahu, que no piensa emitir mensajes de apoyo ni a su aliado Mubarak ni a los manifestantes porque, según un veterano diplomático, "cualquier palabra que dijéramos podría resultar perjudicial". Formalmente, los responsables israelíes alegan que no desean inmiscuirse en los asuntos internos de un país amigo.
Por ahora, se confía en la estabilidad del régimen egipcio. "Mubarak no es el tunecino Ben Ali y creemos que a medio plazo logrará acabar con las protestas utilizando las vías más o menos brutales a su disposición", comentó una fuente diplomática israelí que conoce bien Egipto. "Parece bastante posible que Mubarak tenga que hacer algunas concesiones y que, hasta entonces, la policía utilice una violencia creciente, pero el régimen en sí no nos parece en peligro", añadió.
La inquietud se centra más allá del medio plazo, en las críticas elecciones presidenciales que en septiembre próximo deberían, si se cumple lo previsto, marcar la sucesión del anciano Mubarak.
"Ni el hijo de Mubarak, Gamal, ni cualquier otro posible sucesor dentro del régimen, tendrán la autoridad sobre el Ejército y sobre el conjunto del país de que disfruta el actual presidente", dijo el mismo diplomático, quien precisó que "tal vez estemos viendo a la Historia, con mayúscula, en movimiento, y tal vez ocurran cosas que ahora mismo nos parecen imposibles".
Israel se encuentra, de repente, en una situación inesperadamente compleja. Su aliado más fiel y poderoso dentro del mundo árabe, el Egipto de Mubarak, ha entrado en crisis. Y su enemigo más feroz, el partido-milicia islamista Hezbolá, ha conseguido derribar en Líbano el Gobierno prooccidental de Saad Hariri y ha colocado como primer ministro a Najib Mikati, un suní moderado pero mucho más cercano a las posiciones sirias y, en último extremo, dependiente de Hasan Nasralá, el carismático líder de Hezbolá.

Muy pocos amigos en la zona

- Egipto mantiene fuertes lazos económicos y diplomáticos con Israel desde 1979, cuando firmaron un acuerdo de paz que puso fin a años de enfrentamientos que desembocaron en cuatro guerras.
- Turquía selló con Israel en 1996 una alianza estratégica que se fue forjando durante la guerra fría. El Gobierno de Ankara reconoció a Israel desde su fundación y ha sido desde entonces su único 'amigo' musulmán. Pero los desplantes diplomáticos previos a la ofensiva de Gaza de 2008 y el asalto israelí a la flotilla humanitaria turca el 31 de mayo de 2010 han alejado a ambos países.
- Jordania e Israel pusieron fin a 46 años de estado de guerra con la firma del tratado de paz de 1994. Junto con Egipto, Jordania es el único país árabe que mantiene relaciones diplomáticas con el Gobierno de Israel.
fuente> El Pais

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PREOCUPACION DEL GOBIERNO AUTORITARIO Y PRO ISRAELI DE MARRUECOS

Rabat toma medidas para evitar el contagio

Marruecos subvencionará aún más hidrocarburos y alimentos básicos

Se trata del país norteafricano menos afectado por el seísmo de Túnez
Aun así, las autoridades marroquíes no las tienen todas consigo y toman costosas medidas preventivas para evitar una explosión social, aun a riesgo de poner en peligro la Hacienda pública.
Marruecos tiene una larga tradición de revueltas espontáneas como la del pan, en 1981, que se saldó con 66 muertos en Casablanca, a los que el entonces ministro del Interior, Driss Basri, llamó "mártires de la barra de pan".
La última y más reciente, en 2007, fue la de Sefrou, violenta pero sin víctimas mortales. Los licenciados en paro -el 27% de los salidos de las universidades- se manifiestan además con frecuencia en las grandes ciudades.
Los productos considerados de primera necesidad, que en Marruecos incluyen no solo el azúcar, el aceite o el trigo, sino también los hidrocarburos, seguirán subvencionados por el llamado Fondo de Compensación para evitar que el aumento de sus precios repercuta sobre el consumidor. Si el fondo no existiese, el precio del pan o del gas se duplicaría.
2010 ya fue un año de subidas. El fondo se gastó 26.000 milones de dirhams (2.363 millones de euros), un 126% más de lo presupuestado, en subvenciones para que los 32 millones de marroquíes no notaran las alzas en sus bolsillos.
Para este año el fondo dispone de 1.545 millones de euros, equivalentes al 2% del PIB, una cantidad a todas luces insuficiente y que se acabará disparando. Prueba de ello es que Rabat calcula que el barril de petróleo se situará este año en 78 dólares cuando ya ronda los 87.
"Atravesamos una zona de turbulencias económicas y financieras especialmente penosa, pero estamos decididos a hacer todo lo necesario para preservar el poder adquisitivo de los ciudadanos", prometió, a principios de semana, Khaled Naciri, portavoz del Gobierno marroquí.
Naciri reconoció, no obstante, que "el año pasado eso fue muy costoso". "(...) nos tememos que en las condiciones actuales el monto sea también elevado para Marruecos", que carece de recursos energéticos, añadió.
El portavoz recalcó, sin embargo, que ese esfuerzo no se hacía para evitar el contagio de Túnez. "Las cosas deben quedar claras: el Gobierno marroquí no actúa en función de lo que pasó en otros países", subrayó Naciri.
Para mejorar la dotación del Fondo de Compensación sin incrementar el déficit presupuestario -las finanzas públicas atravesaron un momento delicado entre enero y septiembre de 2010-, el Gobierno ha recortado los gastos de funcionamiento y ha reducido la inversión en un 10%.
Para que no haya escasez en los mercados, Rabat lanzó además, el 12 de enero, una licitación para adquirir 255.000 toneladas de cereales, 154.000 de trigo y 100.000 de cebada.

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