-----------------------Las razones de la protesta palestina del 15 de marzo
Por Rawan Abu ShahlaSomos un grupo de jóvenes palestinos que nos hemos unido con el único propósito de dejar atrás nuestras identidades y afiliaciones políticas y hemos decidido poner nuestros mejores intereses comunes por encima de todo y bajo nuestra bandera palestina. Hemos hecho un llamamiento a realizar manifestaciones pacíficas el martes 15 de marzo por toda la nación palestina: en la Franja de Gaza y Cisjordania, en los territorios de 1948 y en la diáspora palestina, convocando a todo nuestro pueblo bajo un mismo lema: “¡El pueblo quiere que acabe la división!”
Convocamos a la acción pacífica en apoyo de la unidad en la escena política palestina bajo un mismo símbolo: la Organización por la Liberación de Palestina (OLP).
La división en la entidad política palestina ha afectado negativamente a todos y cada uno de los aspectos de nuestras vidas: social, económica, educativa e intelectualmente. Son los palestinos normales y corrientes quienes están pagando el precio de cuatro años largos de división que sólo benefician al ocupante israelí.
Nuestra campaña para poner fin a la división nació de un pensamiento que promovió el debate; algunos jóvenes decidieron hacer todo lo posible para que esta iniciativa pudiera llevarse a cabo. Día tras día, la idea fue creciendo y se convirtió en un plan y después en una decisión pública que ya no puede silenciarse, ni ante el miedo ni ante la opresión y, más importante, tampoco puede ignorarse ni olvidarse. Así es como llegamos a nuestra decisión de manifestarnos el 15 de marzo, para expresar el rechazo del pueblo ante el statu quo y las prácticas del “liderazgo” político.
Es una idea tan hermosa en su sencillez y pureza que todos los intentos de los partidos políticos por alterarla, complicarla o acusar a quienes la apoyan de estar al servicio de alguna agenda subversiva, han fracasado. Y tras descubrir que este es un movimiento auténtico que no es más que un reflejo de la conciencia del despertar del pueblo palestino, los partidos políticos se muestran consternados o confusos. ¿Reprimimos o no reprimimos?, esa es la pregunta que se están haciendo ahora.
En las últimas semanas, hemos trabajado de todo corazón para extender la idea entre la gente, animándola a participar con sus familias, a confiar en que su voz se escuchará una vez que la levanten, a creer unos en otros y comprender que estamos juntos en esto sin que importe qué afiliaciones o creencias profesamos. Hemos intentado convencerles de que uniéndose a nuestro llamamiento sobre el terreno venceremos los temores que anidan en nuestro interior, y que si nos mantenemos juntos como uno solo para proclamar y exigir nuestros derechos, nadie podrá hacernos daño ni oprimirnos.
Las manifestaciones pacíficas del 15 de marzo serán el comienzo de toda una serie de actividades y el primer día de una sentada de duración indefinida. La idea principal es que vamos a mantenerlas hasta que el “liderazgo” político entre en razón, se someta a las demandas del pueblo y emprenda acciones serias para cumplirlas. Lo que suceda a continuación está totalmente en manos del pueblo.
Este movimiento es desde el pueblo y por el pueblo. En cuanto al movimiento Gaza Youth Breaks Out (GYBO) [Los Jóvenes de Gaza estallan] y otros grupos participantes que trabajan sobre el terreno, sólo tenemos el honor de haber tomado la iniciativa. Todo lo demás depende de cómo responda la calle palestina y de la fuerza que pueda demostrar.
Las cosas no serán fáciles; hay amenazas de posible violencia de alguna de las partes o temor ante un posible caos. Pero tenemos toda nuestra fe puesta en nuestro llamamiento y en nuestro pueblo. Estamos apostando por la conciencia patriótica palestina y porque todos sabrán aceptar, respetar y saludar nuestras diferencias, perdonar el pasado y empezar de nuevo, mostrando al mundo un verdadero ejemplo de la tolerancia palestina. Nuestros llamamientos son pacíficos y nuestro único objetivo es restaurar la armonía perdida en la sociedad palestina.
La campaña para poner fin a la división es una decisión pública largamente esperada para poder extirpar y eliminar todos los temores. Hay una larga lista de razones que han hecho que la gente esté más que harta y es por eso por lo que van a hacer que se escuchen sus demandas.
Los palestinos ya han comprendido que con su silencio y sumisión a la voluntad de los partidos políticos, aceptando que les manipulen y les aterroricen, se han convertido en cómplices y por ello tan culpables como los mismos partidos.
La gente va a salir a las calles a hacer cuanto pueda para conseguir el cambio y romper el sentimiento general de indiferencia que ha estado agobiando nuestros corazones a lo largo de los últimos cuatro años.
Nosotros, palestinos, con todos nuestros diferentes orígenes, no permitiremos que nos sigan ignorando. Proclamaremos nuestros derechos como ciudadanos y seres humanos que merecen respeto, protección y reconocimiento como la única fuente de poder legítimo. Nuestro gobierno debe comprender que nosotros, el pueblo, somos una fuerza con la que hay que contar. No van a poder engañarnos con discursos y palabras, ya hemos tenido suficientes. Creemos que las acciones hablan más alto que las palabras y nosotros, el pueblo palestino, estamos haciendo nuestra parte con esta iniciativa para darle al “liderazgo” una oportunidad más para que se puedan ganar nuestra confianza.
El 15 de marzo pondremos fin a la relación unidireccional entre gobernantes y pueblo.
La división entre los palestinos tiene que acabar ya. No ha servido más que para debilitar nuestra causa, y en lugar de permanecer como símbolo internacionalmente reconocido de la lucha justa y legítima que siempre ha sido, se ha deteriorado convirtiéndose en una ilusión de autoridad y posiciones que permiten que nuestro verdadero opresor y ocupante, Israel, nos viole continuamente. Israel continúa secuestrando y encarcelando a más y más palestinos inocentes sin un juicio justo, violando nuestros territorios, destrozando nuestros hogares, arrancando nuestros árboles, robando nuestro patrimonio, bombardeando nuestras ciudades y asediando la Franja de Gaza durante cinco años consecutivos. Israel continúa violando las resoluciones de las Naciones Unidas sin que nadie le responsabilice por ello. Y si no hay un liderazgo palestino adecuado, no habrá nadie capaz de impedir que Israel siga haciendo lo que quiera.
Por eso nuestro mensaje es claro y sencillo: acabar con la división, respetar y tener en cuenta a la opinión pública palestina y trabajar por la prosperidad de los palestinos para allanar el camino con el fin de establecer un Estado palestino democrático e independiente. La unidad es una necesidad.
Nuestro llamamiento también va dirigido a todos los palestinos, sed fieles a vosotros mismos, sed fieles a vuestra causa, sed fieles a los sacrificios que nuestro gran pueblo ha hecho a lo largo de 63 años de sufrimiento. Salid a la calle el 15 de marzo, denunciad la división y denunciad a todo aquel que la provoque.
Juntos, en nombre de nuestra sagrada causa, de nuestros mártires y prisioneros, llamamos a la unidad bajo nuestra bandera palestina. No hay absolutamente ninguna duda en nuestros corazones de que nuestras manifestaciones pacíficas constituirán el amanecer de un nuevo día en Palestina, al cual cada palestino, cada palestina, sentirá que pertenece.
Rahwan Abu Shahla pertenece al Grupo de los Jóvenes de Gaza Estallan. Vive en Gaza.
fuente: The Electronic Intifada
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
...................................................................MARRUECOS
La policía marroquí reprime brutalmente la primera manifestación tras el discurso del rey
Los agentes cargan contra los manifestantes a las puertas de la sede del Partidos Socialista Unificado en Casablanca.-
Una veintena de personas han resultado heridas y 130 han sido detenidas
- 13/03/2011
Los antidisturbios marroquíes han reprimido con brutalidad la primera manifestación pacífica que islamistas e izquierdistas intentaron llevar a cabo este domingo en Casablanca tras el discurso del miércoles del rey Mohamed VI, en el que anunció una reforma de la Constitución, según testigos presenciales.
Las cargas y persecuciones policiales provocaron al menos una veintena de heridos que acudieron a las urgencias hospitalarias. Entre ellos figura Mohamed Sassi, de 58 años, fundador del Partido Socialista Unificado (PSU), una pequeña formación legal de izquierdas, golpeado ante la sede de su partido. La policía ha detenido a 130 manifestantes, según los convocantes.
Varios centenares de jóvenes, en su mayoría militantes del movimiento islamista ilegalJusticia y Espiritualidad, se concentraron en la plaza de Correos con la intención de efectuar una marcha exigiendo "una Constitución democrática" y una "monarquía parlamentaria". La manifestación no había sido autorizada y los participantes "atacaron a las fuerzas del orden", según la versión del Ministerio del Interior difundida por la agencia de prensa oficial MAP. En consecuencia los antidisturbios la disolvieron, una operación durante la cual cuatro agentes resultaron heridos.
La concentración apenas se estaba formando cuando la policía cargó, según varios testigos. Decenas de jóvenes perseguidos, "barbudos" e izquierdistas, se refugiaron en la cercana sede del PSU, que la policía intentó tomar aunque no lo logró. La mayoría de los heridos fueron golpeados en las puertas del edificio en el que estaba reunido el buró político del partido para analizar el discurso del monarca.
Mohamed VI anunció hace cinco días que encargaba a una comisión de juristas y politólogos la elaboración de enmiendas a la actual Carta Magna que otorguen mayores poderes al primer ministro, en detrimento de los del rey, y que creen potentes instituciones regionales que sirvan para descentralizar el país.
La alocución real no ha apaciguado los ánimos de los colectivos que iniciaron las protestas el 20 de febrero. Piden, entre otras cosas, que no sean juristas designados por el soberano los que retoquen la Constitución, sino que una asamblea constituyente redacte una nueva ley fundamental. Marruecos vive una etapa de efervescencia social y política sin precedentes desde la entronización de Mohamed VI en 1999.
Los jóvenes que convocaron, a través de Facebook, las protestas del mes pasado han pedido a los marroquíes que se echen de nuevo a la calle en medio centenar de ciudades el próximo domingo para reivindicar un cambio de sistema pero respetando la institución monárquica. Exigen, sin embargo, que el rey prescinda de tres de sus íntimos colaboradores.
Tropas de Arabia Saudita y otras naciones del Golfo Pérsico ingresaron hoy a Bahréin para ayudar a los gobernantes sunnitas del pequeño reino frente a una ola de protestas contra la monarquía encabezada por la mayoría chiita en coincidencia con recientes rebeliones en el mundo árabe.
Los principales grupos de la oposición de Bahréin denunciaron de inmediato la intervención extranjera como una "ocupación" que pone en riego de guerra al país insular, el menos extenso de la región del Golfo -riquísima en petróleo- y un aliado clave de Estados Unidos que alberga la V Flota de la Marina norteamericana.
La medida es además la primera operación militar transfronteriza para sofocar una revuelta desde el inicio de rebeliones populares en el mundo árabe, en diciembre, y según analistas refleja temores de líderes del Golfo a un efecto contagio en sus propios reinos o a un aumento de la influencia regional del chiita Irán.
"El gobierno de Bahréin nos pidió ayer examinar formas de ayudarlos a calmar las tensiones", dijo el canciller de Emiratos Arabes Unidos, el primero en confirmar oficialmente la intervención tras horas de informaciones "off the record" de fuentes militares sauditas y versiones de testigos.
En declaraciones en París, el ministro emiratí, Abdullah bin Zayed Al-Nahyan, agregó que su país envió a 500 policías y que Arabia Saudita y otras naciones del Golfo también mandaron "fuerzas para restablecer la calma y el orden en Bahréin".
El conflicto en Behréin recrudeció el fin de semana luego de semanas de protestas contra la dinastía reinante y el sistema monárquico y justo durante la visita al reino del secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, quien pidió públicamente a las autoridades aceptar algunas de las exigencias de cambios.
Un vocero militar saudita citado por la agencia de noticias DPA dijo que el contingente ingresó a Bahréin por aire y tierra y es una fuerza de reacción rápida con hombres de varios países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) cuya función será proteger edificios e infrestructura en Bahréin.
El CCG está formado por Arabia Saudita, Kuwait, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, Omán y Bahréin.
El Gulf Daily News, periódico cercano a la familia real y al gobierno de Bahréin, dijo que la misión de las fuerzas extranjeras será proteger instalaciones vitales, como el petróleo, la electricidad y el agua, y las entidades financieras y bancarias.
La llegada de la fuerza militar y policial ocurrió un día después de algunas de las protestas más caóticas en semanas de manifestaciones y enfrentamientos que ya dejaron al menos siete muertos y un país profundamente dividido.
Ayer, manifestantes bloquearon la principal vía de acceso al distrito financiero de Bahréin y se enfrentaron con grupos pro gubernamentales en la universidad número uno del reino, que canceló sus clases por tiempo indefinido.
Un grupo de legisladores oficialistas urgió hoy al rey de Behréin, Hamad Bin Isa Al Khalifah, a imponer la ley marcial y afirmó que "movimientos extremistas" trataban de perturbar el país y empujarlo a un conflicto sectario.
Siete partidos políticos chiitas de Bahréin dijeron hoy que pedirán una investigación a la ONU sobre la decisión de los gobernantes de la región de enviar la misión militar.
La misma unidad se desplegó en el pasado en Kuwait, primero durante la campaña militar estadounidenses para expulsar a las tropas iraquíes de Saddam Hussein y luego antes de la invasión norteamericana de Irak, en 2003.
"Consideramos la entrada de cualquier soldado o maquinaria militar al reino de Bahréin, ya sea por aire, mar o tierra, una ocupación flagrante", dijo la oposición de Bahréin en un comunicado y carta enviada al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
La decisión "pone al pueblo de Bahréin en peligro real y los amenaza con una guerra no declarada", agregó la coalición opositora chiita en el documento.
Las protestas en Bahréin comenzaron el 14 de febrero en demanda de reformas democráticas y de medidas contra la discriminación de los chiitas, que son mayoría en el reino pero están gobernados por una dinastía sunnita.
Las manifestaciones son las más grandes en Bahréin desde la década de 1990, y llegaron luego de revueltas populares que en enero y febrero pasado provocaron la caída de los presidentes de Túnez y Egipto.
Washington urgió a Bahréin a ejercitar moderación y hoy reiteró ese llamado a otras naciones del Golfo.
"Urgimos a nuestros socios del GCC a mostrar compostura y respeto por los derechos del pueblo de Bahréin, y actuar de una manera que apoye eldiálogo y no que lo socave", dijo el vocero de la Casa Blanca Tommy Vietor.
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Las razones de la protesta palestina del 15 de marzo
Por Rawan Abu Shahla
Somos un grupo de jóvenes palestinos que nos hemos unido con el único propósito de dejar atrás nuestras identidades y afiliaciones políticas y hemos decidido poner nuestros mejores intereses comunes por encima de todo y bajo nuestra bandera palestina. Hemos hecho un llamamiento a realizar manifestaciones pacíficas el martes 15 de marzo por toda la nación palestina: en la Franja de Gaza y Cisjordania, en los territorios de 1948 y en la diáspora palestina, convocando a todo nuestro pueblo bajo un mismo lema: “¡El pueblo quiere que acabe la división!”
Convocamos a la acción pacífica en apoyo de la unidad en la escena política palestina bajo un mismo símbolo: la Organización por la Liberación de Palestina (OLP).
La división en la entidad política palestina ha afectado negativamente a todos y cada uno de los aspectos de nuestras vidas: social, económica, educativa e intelectualmente. Son los palestinos normales y corrientes quienes están pagando el precio de cuatro años largos de división que sólo benefician al ocupante israelí.
Nuestra campaña para poner fin a la división nació de un pensamiento que promovió el debate; algunos jóvenes decidieron hacer todo lo posible para que esta iniciativa pudiera llevarse a cabo. Día tras día, la idea fue creciendo y se convirtió en un plan y después en una decisión pública que ya no puede silenciarse, ni ante el miedo ni ante la opresión y, más importante, tampoco puede ignorarse ni olvidarse. Así es como llegamos a nuestra decisión de manifestarnos el 15 de marzo, para expresar el rechazo del pueblo ante el statu quo y las prácticas del “liderazgo” político.
Es una idea tan hermosa en su sencillez y pureza que todos los intentos de los partidos políticos por alterarla, complicarla o acusar a quienes la apoyan de estar al servicio de alguna agenda subversiva, han fracasado. Y tras descubrir que este es un movimiento auténtico que no es más que un reflejo de la conciencia del despertar del pueblo palestino, los partidos políticos se muestran consternados o confusos. ¿Reprimimos o no reprimimos?, esa es la pregunta que se están haciendo ahora.
En las últimas semanas, hemos trabajado de todo corazón para extender la idea entre la gente, animándola a participar con sus familias, a confiar en que su voz se escuchará una vez que la levanten, a creer unos en otros y comprender que estamos juntos en esto sin que importe qué afiliaciones o creencias profesamos. Hemos intentado convencerles de que uniéndose a nuestro llamamiento sobre el terreno venceremos los temores que anidan en nuestro interior, y que si nos mantenemos juntos como uno solo para proclamar y exigir nuestros derechos, nadie podrá hacernos daño ni oprimirnos.
Las manifestaciones pacíficas del 15 de marzo serán el comienzo de toda una serie de actividades y el primer día de una sentada de duración indefinida. La idea principal es que vamos a mantenerlas hasta que el “liderazgo” político entre en razón, se someta a las demandas del pueblo y emprenda acciones serias para cumplirlas. Lo que suceda a continuación está totalmente en manos del pueblo.
Este movimiento es desde el pueblo y por el pueblo. En cuanto al movimiento Gaza Youth Breaks Out (GYBO) [Los Jóvenes de Gaza estallan] y otros grupos participantes que trabajan sobre el terreno, sólo tenemos el honor de haber tomado la iniciativa. Todo lo demás depende de cómo responda la calle palestina y de la fuerza que pueda demostrar.
Las cosas no serán fáciles; hay amenazas de posible violencia de alguna de las partes o temor ante un posible caos. Pero tenemos toda nuestra fe puesta en nuestro llamamiento y en nuestro pueblo. Estamos apostando por la conciencia patriótica palestina y porque todos sabrán aceptar, respetar y saludar nuestras diferencias, perdonar el pasado y empezar de nuevo, mostrando al mundo un verdadero ejemplo de la tolerancia palestina. Nuestros llamamientos son pacíficos y nuestro único objetivo es restaurar la armonía perdida en la sociedad palestina.
La campaña para poner fin a la división es una decisión pública largamente esperada para poder extirpar y eliminar todos los temores. Hay una larga lista de razones que han hecho que la gente esté más que harta y es por eso por lo que van a hacer que se escuchen sus demandas.
Los palestinos ya han comprendido que con su silencio y sumisión a la voluntad de los partidos políticos, aceptando que les manipulen y les aterroricen, se han convertido en cómplices y por ello tan culpables como los mismos partidos.
La gente va a salir a las calles a hacer cuanto pueda para conseguir el cambio y romper el sentimiento general de indiferencia que ha estado agobiando nuestros corazones a lo largo de los últimos cuatro años.
Nosotros, palestinos, con todos nuestros diferentes orígenes, no permitiremos que nos sigan ignorando. Proclamaremos nuestros derechos como ciudadanos y seres humanos que merecen respeto, protección y reconocimiento como la única fuente de poder legítimo. Nuestro gobierno debe comprender que nosotros, el pueblo, somos una fuerza con la que hay que contar. No van a poder engañarnos con discursos y palabras, ya hemos tenido suficientes. Creemos que las acciones hablan más alto que las palabras y nosotros, el pueblo palestino, estamos haciendo nuestra parte con esta iniciativa para darle al “liderazgo” una oportunidad más para que se puedan ganar nuestra confianza.
El 15 de marzo pondremos fin a la relación unidireccional entre gobernantes y pueblo.
La división entre los palestinos tiene que acabar ya. No ha servido más que para debilitar nuestra causa, y en lugar de permanecer como símbolo internacionalmente reconocido de la lucha justa y legítima que siempre ha sido, se ha deteriorado convirtiéndose en una ilusión de autoridad y posiciones que permiten que nuestro verdadero opresor y ocupante, Israel, nos viole continuamente. Israel continúa secuestrando y encarcelando a más y más palestinos inocentes sin un juicio justo, violando nuestros territorios, destrozando nuestros hogares, arrancando nuestros árboles, robando nuestro patrimonio, bombardeando nuestras ciudades y asediando la Franja de Gaza durante cinco años consecutivos. Israel continúa violando las resoluciones de las Naciones Unidas sin que nadie le responsabilice por ello. Y si no hay un liderazgo palestino adecuado, no habrá nadie capaz de impedir que Israel siga haciendo lo que quiera.
Por eso nuestro mensaje es claro y sencillo: acabar con la división, respetar y tener en cuenta a la opinión pública palestina y trabajar por la prosperidad de los palestinos para allanar el camino con el fin de establecer un Estado palestino democrático e independiente. La unidad es una necesidad.
Nuestro llamamiento también va dirigido a todos los palestinos, sed fieles a vosotros mismos, sed fieles a vuestra causa, sed fieles a los sacrificios que nuestro gran pueblo ha hecho a lo largo de 63 años de sufrimiento. Salid a la calle el 15 de marzo, denunciad la división y denunciad a todo aquel que la provoque.
Juntos, en nombre de nuestra sagrada causa, de nuestros mártires y prisioneros, llamamos a la unidad bajo nuestra bandera palestina. No hay absolutamente ninguna duda en nuestros corazones de que nuestras manifestaciones pacíficas constituirán el amanecer de un nuevo día en Palestina, al cual cada palestino, cada palestina, sentirá que pertenece.
Rahwan Abu Shahla pertenece al Grupo de los Jóvenes de Gaza Estallan. Vive en Gaza.
Convocamos a la acción pacífica en apoyo de la unidad en la escena política palestina bajo un mismo símbolo: la Organización por la Liberación de Palestina (OLP).
La división en la entidad política palestina ha afectado negativamente a todos y cada uno de los aspectos de nuestras vidas: social, económica, educativa e intelectualmente. Son los palestinos normales y corrientes quienes están pagando el precio de cuatro años largos de división que sólo benefician al ocupante israelí.
Nuestra campaña para poner fin a la división nació de un pensamiento que promovió el debate; algunos jóvenes decidieron hacer todo lo posible para que esta iniciativa pudiera llevarse a cabo. Día tras día, la idea fue creciendo y se convirtió en un plan y después en una decisión pública que ya no puede silenciarse, ni ante el miedo ni ante la opresión y, más importante, tampoco puede ignorarse ni olvidarse. Así es como llegamos a nuestra decisión de manifestarnos el 15 de marzo, para expresar el rechazo del pueblo ante el statu quo y las prácticas del “liderazgo” político.
Es una idea tan hermosa en su sencillez y pureza que todos los intentos de los partidos políticos por alterarla, complicarla o acusar a quienes la apoyan de estar al servicio de alguna agenda subversiva, han fracasado. Y tras descubrir que este es un movimiento auténtico que no es más que un reflejo de la conciencia del despertar del pueblo palestino, los partidos políticos se muestran consternados o confusos. ¿Reprimimos o no reprimimos?, esa es la pregunta que se están haciendo ahora.
En las últimas semanas, hemos trabajado de todo corazón para extender la idea entre la gente, animándola a participar con sus familias, a confiar en que su voz se escuchará una vez que la levanten, a creer unos en otros y comprender que estamos juntos en esto sin que importe qué afiliaciones o creencias profesamos. Hemos intentado convencerles de que uniéndose a nuestro llamamiento sobre el terreno venceremos los temores que anidan en nuestro interior, y que si nos mantenemos juntos como uno solo para proclamar y exigir nuestros derechos, nadie podrá hacernos daño ni oprimirnos.
Las manifestaciones pacíficas del 15 de marzo serán el comienzo de toda una serie de actividades y el primer día de una sentada de duración indefinida. La idea principal es que vamos a mantenerlas hasta que el “liderazgo” político entre en razón, se someta a las demandas del pueblo y emprenda acciones serias para cumplirlas. Lo que suceda a continuación está totalmente en manos del pueblo.
Este movimiento es desde el pueblo y por el pueblo. En cuanto al movimiento Gaza Youth Breaks Out (GYBO) [Los Jóvenes de Gaza estallan] y otros grupos participantes que trabajan sobre el terreno, sólo tenemos el honor de haber tomado la iniciativa. Todo lo demás depende de cómo responda la calle palestina y de la fuerza que pueda demostrar.
Las cosas no serán fáciles; hay amenazas de posible violencia de alguna de las partes o temor ante un posible caos. Pero tenemos toda nuestra fe puesta en nuestro llamamiento y en nuestro pueblo. Estamos apostando por la conciencia patriótica palestina y porque todos sabrán aceptar, respetar y saludar nuestras diferencias, perdonar el pasado y empezar de nuevo, mostrando al mundo un verdadero ejemplo de la tolerancia palestina. Nuestros llamamientos son pacíficos y nuestro único objetivo es restaurar la armonía perdida en la sociedad palestina.
La campaña para poner fin a la división es una decisión pública largamente esperada para poder extirpar y eliminar todos los temores. Hay una larga lista de razones que han hecho que la gente esté más que harta y es por eso por lo que van a hacer que se escuchen sus demandas.
Los palestinos ya han comprendido que con su silencio y sumisión a la voluntad de los partidos políticos, aceptando que les manipulen y les aterroricen, se han convertido en cómplices y por ello tan culpables como los mismos partidos.
La gente va a salir a las calles a hacer cuanto pueda para conseguir el cambio y romper el sentimiento general de indiferencia que ha estado agobiando nuestros corazones a lo largo de los últimos cuatro años.
Nosotros, palestinos, con todos nuestros diferentes orígenes, no permitiremos que nos sigan ignorando. Proclamaremos nuestros derechos como ciudadanos y seres humanos que merecen respeto, protección y reconocimiento como la única fuente de poder legítimo. Nuestro gobierno debe comprender que nosotros, el pueblo, somos una fuerza con la que hay que contar. No van a poder engañarnos con discursos y palabras, ya hemos tenido suficientes. Creemos que las acciones hablan más alto que las palabras y nosotros, el pueblo palestino, estamos haciendo nuestra parte con esta iniciativa para darle al “liderazgo” una oportunidad más para que se puedan ganar nuestra confianza.
El 15 de marzo pondremos fin a la relación unidireccional entre gobernantes y pueblo.
La división entre los palestinos tiene que acabar ya. No ha servido más que para debilitar nuestra causa, y en lugar de permanecer como símbolo internacionalmente reconocido de la lucha justa y legítima que siempre ha sido, se ha deteriorado convirtiéndose en una ilusión de autoridad y posiciones que permiten que nuestro verdadero opresor y ocupante, Israel, nos viole continuamente. Israel continúa secuestrando y encarcelando a más y más palestinos inocentes sin un juicio justo, violando nuestros territorios, destrozando nuestros hogares, arrancando nuestros árboles, robando nuestro patrimonio, bombardeando nuestras ciudades y asediando la Franja de Gaza durante cinco años consecutivos. Israel continúa violando las resoluciones de las Naciones Unidas sin que nadie le responsabilice por ello. Y si no hay un liderazgo palestino adecuado, no habrá nadie capaz de impedir que Israel siga haciendo lo que quiera.
Por eso nuestro mensaje es claro y sencillo: acabar con la división, respetar y tener en cuenta a la opinión pública palestina y trabajar por la prosperidad de los palestinos para allanar el camino con el fin de establecer un Estado palestino democrático e independiente. La unidad es una necesidad.
Nuestro llamamiento también va dirigido a todos los palestinos, sed fieles a vosotros mismos, sed fieles a vuestra causa, sed fieles a los sacrificios que nuestro gran pueblo ha hecho a lo largo de 63 años de sufrimiento. Salid a la calle el 15 de marzo, denunciad la división y denunciad a todo aquel que la provoque.
Juntos, en nombre de nuestra sagrada causa, de nuestros mártires y prisioneros, llamamos a la unidad bajo nuestra bandera palestina. No hay absolutamente ninguna duda en nuestros corazones de que nuestras manifestaciones pacíficas constituirán el amanecer de un nuevo día en Palestina, al cual cada palestino, cada palestina, sentirá que pertenece.
Rahwan Abu Shahla pertenece al Grupo de los Jóvenes de Gaza Estallan. Vive en Gaza.
fuente: The Electronic Intifada
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández |
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La policía marroquí reprime brutalmente la primera manifestación tras el discurso del rey
Los agentes cargan contra los manifestantes a las puertas de la sede del Partidos Socialista Unificado en Casablanca.-
Una veintena de personas han resultado heridas y 130 han sido detenidas
- 13/03/2011
Los antidisturbios marroquíes han reprimido con brutalidad la primera manifestación pacífica que islamistas e izquierdistas intentaron llevar a cabo este domingo en Casablanca tras el discurso del miércoles del rey Mohamed VI, en el que anunció una reforma de la Constitución, según testigos presenciales.
Las cargas y persecuciones policiales provocaron al menos una veintena de heridos que acudieron a las urgencias hospitalarias. Entre ellos figura Mohamed Sassi, de 58 años, fundador del Partido Socialista Unificado (PSU), una pequeña formación legal de izquierdas, golpeado ante la sede de su partido. La policía ha detenido a 130 manifestantes, según los convocantes.
Varios centenares de jóvenes, en su mayoría militantes del movimiento islamista ilegalJusticia y Espiritualidad, se concentraron en la plaza de Correos con la intención de efectuar una marcha exigiendo "una Constitución democrática" y una "monarquía parlamentaria". La manifestación no había sido autorizada y los participantes "atacaron a las fuerzas del orden", según la versión del Ministerio del Interior difundida por la agencia de prensa oficial MAP. En consecuencia los antidisturbios la disolvieron, una operación durante la cual cuatro agentes resultaron heridos.
La concentración apenas se estaba formando cuando la policía cargó, según varios testigos. Decenas de jóvenes perseguidos, "barbudos" e izquierdistas, se refugiaron en la cercana sede del PSU, que la policía intentó tomar aunque no lo logró. La mayoría de los heridos fueron golpeados en las puertas del edificio en el que estaba reunido el buró político del partido para analizar el discurso del monarca.
Mohamed VI anunció hace cinco días que encargaba a una comisión de juristas y politólogos la elaboración de enmiendas a la actual Carta Magna que otorguen mayores poderes al primer ministro, en detrimento de los del rey, y que creen potentes instituciones regionales que sirvan para descentralizar el país.
La alocución real no ha apaciguado los ánimos de los colectivos que iniciaron las protestas el 20 de febrero. Piden, entre otras cosas, que no sean juristas designados por el soberano los que retoquen la Constitución, sino que una asamblea constituyente redacte una nueva ley fundamental. Marruecos vive una etapa de efervescencia social y política sin precedentes desde la entronización de Mohamed VI en 1999.
Los jóvenes que convocaron, a través de Facebook, las protestas del mes pasado han pedido a los marroquíes que se echen de nuevo a la calle en medio centenar de ciudades el próximo domingo para reivindicar un cambio de sistema pero respetando la institución monárquica. Exigen, sin embargo, que el rey prescinda de tres de sus íntimos colaboradores.
Tropas de Arabia Saudita y otras naciones del Golfo Pérsico ingresaron hoy a Bahréin para ayudar a los gobernantes sunnitas del pequeño reino frente a una ola de protestas contra la monarquía encabezada por la mayoría chiita en coincidencia con recientes rebeliones en el mundo árabe.
La medida es además la primera operación militar transfronteriza para sofocar una revuelta desde el inicio de rebeliones
"El gobierno de Bahréin nos pidió ayer examinar formas de ayudarlos a calmar las tensiones", dijo el canciller de Emiratos Arabes Unidos,
En declaraciones en París, el ministro emiratí, Abdullah bin Zayed Al-Nahyan, agregó que su país envió a 500 policías y que
El conflicto en Behréin recrudeció el fin de semana luego de semanas de protestas contra la dinastía reinante y el sistema monárquico
Un vocero militar saudita citado por la agencia de noticias DPA dijo que el contingente ingresó a Bahréin por aire y tierra y es una fuerza
El CCG está formado por Arabia Saudita, Kuwait, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, Omán y Bahréin.
El Gulf Daily News, periódico cercano a la familia real y al gobierno de Bahréin, dijo que la misión de las fuerzas extranjeras será proteger
La llegada de la fuerza militar y policial ocurrió un día después de algunas de las protestas más caóticas en semanas de manifestaciones
Ayer, manifestantes bloquearon la principal vía de acceso al distrito financiero de Bahréin y se enfrentaron con grupos pro gubernamentales
Un grupo de legisladores oficialistas urgió hoy al rey de Behréin, Hamad Bin Isa Al Khalifah, a imponer la ley marcial y afirmó que
Siete partidos políticos chiitas de Bahréin dijeron hoy que pedirán una investigación a la ONU sobre la decisión de los gobernantes de la región de enviar la misión militar.
La misma unidad se desplegó en el pasado en Kuwait, primero durante la campaña militar estadounidenses para expulsar a las tropas
"Consideramos la entrada de cualquier soldado o maquinaria militar al reino de Bahréin, ya sea por aire, mar o tierra, una ocupación
La decisión "pone al pueblo de Bahréin en peligro real y los amenaza con una guerra no declarada", agregó la coalición opositora chiita en el documento.
Las protestas en Bahréin comenzaron el 14 de febrero en demanda de reformas democráticas y de medidas contra la discriminación
Las manifestaciones son las más grandes en Bahréin desde la década de 1990, y llegaron luego de revueltas populares que en enero
Washington urgió a Bahréin a ejercitar moderación y hoy reiteró ese llamado a otras naciones del Golfo.
"Urgimos a nuestros socios del GCC a mostrar compostura y respeto por los derechos del pueblo de Bahréin, y actuar de una manera
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