-------------------------------
LIBIA
Gadafi prepara su asalto a Adjabiya,
ciudad clave en su camino a Bengasi
******************************
Las tropas del coronel Muamar Al-Gadafi se hicieron ayer con el control de la ciudad de Zuwara, uno de los últimos reductos de los rebeldes libios en el oeste del país. Al mismo tiempo, la población de Abjabiya, ciudad clave para las comunicaciones terrestres hacia Bengasi, se preparaba para la inminente incursión por tierra de las fuerzas gubernamentales, que ahora ofrecen la amnistía para aquellos insurgentes que dejen las armas y se entreguen.
Rusia muestra dudas sobre una intervención
Las fuerzas afines a Muamar Al-Gadafi avanzaban ayer hacia Adjabiya, donde los opositores preparaban la defensa, mientras que numerosos civiles huían de esta ciudad clave en las comunicaciones terrestres hacia Bengasi, «capital» rebelde.
Según fuentes opositoras, cuatro opositores cayeron ayer a seis kilómetros de la salida oeste de esa ciudad, situada 160 kilómetros al sur de Bengasi, sin provocar víctimas.
Un oficial de la Fuerza Aérea libia que se unió a la insurgencia, Jamal Mansour, afirmó que los ataques fueron realizados por bombarderos Sujoi 24, de fabricación rusa.
«Las fuerzas de Gadafi llevan a cabo la estrategia de tierra quemada», indicó el coronel, quien reconoce las limitaciones rebeldes en cuanto a armamento, desde un edificio en torno al cual se despliegan camionetas equipadas con armas antiaéreas.
Adjabiya está vista por los alzados como un punto «vital» que conduce también hacia Tobruk, otra de las principales localidades controladas por antigubernamentales, y hacia el sur en el lado limítrofe con Egipto.
En la carretera que une Adjabiya y Bengasi, azotada ayer por una fuerte tormenta de arena, numerosos civiles huían hacia el este a bordo de camionetas cargadas de maletas.
Las fuerzas leales al mandatario libio consiguieron imponerse ayer a las fuerzas rebeldes en la localidad de Zuwara, en el oeste del país, donde los combates ya habían finalizado, según un residente citado por la agencia Europa Press.
«Zuwara está ahora en sus manos», reconoció la fuente, Tarek Abdallah, quien declaró que «no hay señal de los rebeldes». Así, «el Ejército y los tanques» de Muamar Al-Gadafi se han instalado ya en la zona centro de la ciudad, como parte de las acciones para consolidar el dominio de gubernamental en esa zona del país.
Estimuladas por el avance de los últimos días, las fuerzas armadas de Gadafi lanzaron un llamamiento a los opositores y a los soldados desertores para que depongan las armas a cambio de una amnistía.
Amnistía
La televisión estatal difundió un comunicado del Gobierno en el cual se asegura perdonar a los militares que se pasaron a las filas rebeldes y decidan rendirse, así como a los civiles que entreguen los arsenales con los que se combate a Gadafi, que lleva cuatro décadas en el poder.
Adjabiya es una «ciudad vital» y será defendida, afirmó el domingo el comandante de las fuerzas insurrectas, el general Abdel Fatah Yunis, citado por el diario «La Jornada».
Sin embargo, en Bengasi, la euforia que vivieron durante los primeros días ha ido convirtiéndose en temor y la población se prepara para lo peor.
«La euforia ya pasó. Tenemos miedo de lo que vaya a ocurrir, miedo de los bombardeos», comentó, pesimista y delante del cuartel general de los rebeldes Mohamed Gepsi.
«Los jóvenes siguen estando determinados a combatir, pero las personas de más edad, sobre todo los padres y las madres, tienen miedo por sus hijos», apuntó este ex funcionario, quien admitió que «el ambiente y el estado de ánimo cambiaron» tras la caída de Ras Lanuf y de Brega y de la retirada rebelde.
Propuesta turca
Por otro lado, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, propuso ayer a Gadafi que designe a un presidente que cuente con el apoyo popular para poner fin a la crisis que vive el país, según informó la cadena de televisión Al-Arabiya.
«He llamado tres veces a Gadafi y le he propuesto que, como dice que no es presidente, nombre a alguien de su elección que cuente con el apoyo del pueblo libio para que sea el presidente para el próximo periodo», añadió Erdogan, quien también dijo haber hablado con el hijo del líder libio.
En rueda de prensa en Estambul, el jefe del Gobierno turco advirtió de que una operación armada por parte de la OTAN en Libia contribuiría a «agravar el problema» y podría tener resultados «peligrosos».
La realidad del frente y los avances en la contraofensiva del régimen libio contra la rebelión están pillando a contrapié a la llamada «comunidad internacional», reunida estos días en París con motivo de la cumbre del G-8.
Incapaz de consensuar hasta el momento una posición común sobre el modelo de intervención -bombardeos, zona de exclusión aérea, suministro de armas a la oposición-, Occidente intenta alinear a Rusia.
Cauto, el embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, aseguró que «faltan por dilucidar cuestiones fundamentales antes del establecimiento de una zona de exclusión aérea», lo que ilustra la división en el Consejo de Seguridad de la ONU.
También hay una gran expectación en torno a la posición de EEUU, poco explícito hasta la fecha frente al tono contundente del Estado francés y de su mejor aliado, Gran Bretaña. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, mantuvo ayer un encuentro de una hora con la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, abriendo así una ronda de dos días de encuentros informales entre los ministros de Exteriores del G-8.
París insiste en pisar el acelerador y llevar a la ONU un proyecto de resolución lo suficientemente abierto en su formulación sobre el recurso a la fuerza aérea.
Insiste para ello en que cuanto más tiempo pasa más se consolida militarmente el régimen de Gadafi sobre el terreno y mayor debería ser el grado de intervención. GARA
|
-------------------------------
Saif al Islam concede una entrevista a Reuters en la que asegura que ya no habrá negociación con los rebeldes.- Las tropas del líder libio controlan Zauiya (oeste) y Ras Lanuf (este) y bombardean Brega (este)
- Ras Lanuf - 10/03/2011
La ofensiva de las tropas leales a Muamar el Gadafi en el este de Libia está poniendo contra las cuerdas a los alzados. El líder libio no piensa rendirse ante los rebeldes y pondrá toda su artillería a disposición de sus aliados para barrer del terreno a todo el que se atreva a cuestionarle. De hecho, tal es la seguridad que muestran los aliados del líder que hoy su hijo, Saif al Islam Gadafi, ha asegurado que el Gobierno libio no se rendirá incluso si las potencias occidentales intervienen en el país y ha avisado de que ha llegado el momento de una operación a gran escala contra los rebeldes. "Este es el momento de la liberación. Es momento de actuar. Estamos actuando ahora", ha insistido. En una entrevista concedida a Reuters , ha dejado claro que ya no hay ninguna opción de negociación porque "el tiempo se ha acabado ya". "Es momento de actuar (...). Les dimos dos semanas -para las negociaciones-", ha recordado.
Saif al Islam ha insistido en que "nunca jamás" claudicarán. "Quienes quieran apoyar a la milicia, que lo hagan, pero les advierto desde este momento de que van a perder. Nosotros vamos a ganar. No tenemos miedo ni a la flota estadounidense, ni a la OTAN, ni a Francia", ha dicho tras conocer la postura de la diplomacia internacional . "Nunca nos rendiremos. Este es nuestro país. Luchamos aquí en Libia. El pueblo libio, nosotros, nunca daremos la bienvenida a la OTAN, nunca jamás daremos la bienvenida a los estadounidenses aquí. Libia no es un juego de niños, no somos Mickey Mouse", ha apuntado, a la vez que ha recordado que el régimen está comprometido a introducir "la democracia y la libertad".
Desde que comenzaron las revueltas, Said el Islam se ha convertido en el principal interlocutor del gobierno con los medios de comunicación internacionales. Con el mismo tono de anteriores entrevistas, ha advertido que no caerán "ante esos terroristas": "La nación libia está muy unida ahora, está muy fuerte". El hijo de Gadafi ha anunciado también la repatriación de los soldados holandeses capturados en Libia. "Les dijimos que no vuelvan nunca más sin nuestro permiso. Esto es Libia, y todavía estamos aquí. Esto es Libia y no los Países Bajos", ha recordado Said el Islam, que ha añadido que los soldados regresarán a casa, pero no en el "helicóptero armado" en el que llegaron al país.
Ras Lanuf reconquistado por las fuerzas de Gadafi
Los leales al líder libio han vuelto a mirar hacia Ras Lanuf para bombardearla y los milicianos se han visto obligados a replegarse hacia Brega, a unos 200 kilómetros el este, según un comandante revolucionario citado por Al Yazira . Allí también están recibiendo el acoso de los aviones, que se han adentrado en zona rebelde y han atacado la ciudad petrolífera, que llevaba varios días sin sufrir ataques del Ejército. Brega está al este de Ras Lanuf en el camino que dirige a Bengasi, la capital del Gobierno rebelde de transición. "Ha habido un bombardeo en Brega: dos cazas, dos bombas", ha resumido el rebelde Mohamed Otham en conversación telefónica con Reuters.
El corresponsal de Al Yazira, que acompaña a las fuerzas rebeldes en su retirada, ha asegurado que el número de fallecidos era muy elevado. Según un comandante revolucionario que ha huido hacia Brega todos sus hombres han muerto en el ataque. Los intensos bombardeos aéreos acompañados de la artillería, cohetes, morteros, carros de combate y artillería, además del despliegue de tropas terrestres, ha acabado con la resistencia rebelde. Como suele ser habitual tras cada ataque, la información es contradictoria. Mientras algunos testigos cuentan por decenas los muertos y la necesidad de replegarse de los rebeldes, la dirección anti Gadafi, con sede en la ciudad de Bengasi, ha desmentido que la localidad de Ras Lanuf haya caído en manos de fuerzas leales al coronel.
Hay "docenas de muertos y muchos heridos" ha señalado ese comandante que ha reconocido la huida de algunos de sus milicianos. El ataque se lanzó desde el sur y el oeste de Ras Lanuf y según la cadena catarí fue una ofensiva "muy brutal y muy profesional" por parte de las tropas leales a Gadafi. De hecho, los milicianos no pudieron hacer frente a la superioridad en armamento de los gadafistas y tras asumir que no contaban con las armas necesarias para poder resistir el fuerte empuje se vieron en la obligación de replegarse.
Horas antes, Ras Lanuf, ubicada en una zona desértica con importantes instalaciones petrolíferas, se convirtió en escenario de un cruento ataque. A diferencia de ayer, las bombas no han impactado los pozos de crudo, pero han caído muy cerca. "Lo he visto con mis propios ojos, están bombardeando la ciudad desde las plataformas de petróleo", aseguró un rebelde, Salem Magrebi, por teléfono a Reuters durante el ataque. "Los aviones también están bombardeando y están disparando cohetes desde tierra", añadió. Magrebi, situado en una zona residencial de la ciudad cerca del edificio de una compañía petrolera, aseguró también que veía "los cadáveres de varias personas muertas tendidos en las calles".
Bombardeos hacia el Mediterráneo
Mientras tanto, los insurgentes dispararon esta mañana cohetes en dirección al mar Mediterráneo, tras recibir informaciones de que Gadafi había desplegado navíos de guerra para redoblar la ofensiva sobre posiciones rebeldes en Ras Lanuf.
Estos mismos barcos habrían forzado el repliegue de las fuerzas opositoras del enclave de Bin Yauad, más al oeste. "Llegamos a Bin Yauad pero los barcos nos atacaron y tuvimos que replegarnos", dijo un miliciano rebelde. Un responsable militar de los insurgentes no ha podido confirmar este extremo pero sí que sus unidades están siendo bombardeadas desde el mar. Según un periodista contactado por Al Yazira, las fuerzas anti Gadafi retomaron el control de esa localidad, pero esta versión no ha sido confirmada por otras fuentes.
Los combatientes contrarios al Gobierno se mantienen en los alrededores de Bin Yauad y muy cerca del complejo petrolífero de Sidra, que también sufrió ayer el impacto de los cohetes de las tropas de Gadafi. Los rebeldes empiezan a organizarse como un Ejército gracias a la ayuda de exmilitares desertores que les asesoran en tácticas militares. Su objetivo, nada sencillo, es conquistar Sirte, la ciudad donde nació Gadafi y baluarte de su poder junto a Trípoli. Los tanques y aviones de éste la mantienen a buen recaudo.
En Misrata, la ciudad más importante bajo mando rebelde del oeste del país, a medio camino entre Sirte y Trípoli, la escasez de medicamentos es acuciante. En declaraciones a la BBC, un médico local ha asegurado que los hospitales carecen de vacunas y anestésicos y ha advertido de que hasta 300 pacientes podrían morir en un solo día si no llega el material necesario para continuar con el tratamiento de diálisis para los enfermos renales. Es Misrata ahora no hay combates, pero la población espera una nueva ofensiva de las fuerzas leales al líder libio.
Zauiya, en poder de Gadafi
Los rebeldes que luchan para derrocar a Gadafi han recibido un importante revés en el frente oeste al perder el control del enclave estratégico de Zauiya, una ciudad situada a 50 kilómetros de Trípoli y que alberga una importante refinería de crudo. Las tropas del Gobierno que asedian desde hace una semana la ciudad con tanques, aviones y helicópteros han doblegado las defensas de los insurgentes, que permanecían atrincherados en el interior de la villa, según el relato de un testigo citado por AFP.
"La ciudad está actualmente bajo el control del Ejército", indicó este testigo. "Los combates cesaron ayer por la noche. Hoy la situación está tranquila. He aprovechado para huir de la ciudad con mi familia. Me dirijo a Jedayem", una pequeña localidad a 3 kilómetros de Zauiya en la carretera que va a Trípoli.
La situación en la zona sigue siendo confusa. El canal catarí de televisión Al Yazira ha informado de que los combates se prolongan en los alrededores de la localidad, adonde se han dirigido las fuerzas rebeldes tras ser expulsadas del centro de Zauiya.
-------------------------------
LIBIA
Los rebeldes fracasan en su avance hacia la cuna de Gadafi
El gobierno de Gadafi asegura que han recuperado algunas ciudades y ataca con dureza Misrata, feudo de la revuelta a 200 kilómetros de la capital.- Ataques aéreos obligan a los opositores a dejar Bin Yawad, ciudad antesala de Sirte, cuna de Gadafi, y retroceder hacia Ras Lanuf.- Tercer día de ofensiva de las fuerzas gubernamentales contra Zauiya, aún controlada por los rebeldes
La situación en Libia se estanca entre la violencia, la confusión y la desinformación. Gadafi, que ayer golpeó duramente algunos feudos rebeldes, con especial intensidad el de Zauiya, y que ahora se presenta como "último bastión frente a Al Qaeda", ha conseguido frenar el avance rebelde sobre su feudo en Sirte. Además, ha afirmado en la televisión pública que la revuelta había sido derrotada en Zauiya, Misrata, Ras Lanuf e incluso Tobruk, en el extremo este del país. Sin embargo, hay informaciones contradictorias sobre el control de cada una de estas ciudades. Decenas de seguidores del lider libio han celebrado el anuncio en Trípoli, ciudad en la que se han oído disparos durante la noche que ahora el gobierno atribuye a esas celebraciones, según informa la BBC.
Al tiempo que los choques comenzaban en Misrata, único enclave en poder de los rebeldes entre la capital y la ciudad costera de Sirte, la aviación leal a Gadafi ha emprendido un ataque aéreo sobre el enclave petrolero de Ras Lanuf, en dirección al oeste y a donde se replegaban las avanzadillas revolucionarias desde Bin Yauad. Esta localidad, antesala de Sirte por su proximidad, fue tomada ayer por los grupos opositores, pero la contraofensiva de las fuerzas de Gadafi ha obligado a los rebeldes a replegarse hacia Ras Lanuf. La agencia Reuters informa de que los anti-Gadafi han vuelto a retomar su marcha hacia Bin Yauad.
Pese aque Gadafi proclama su victoria en Misrata, a 200 kilómetros de Trípoli, residentes en la ciudad han desmentido que haya caído bajo control de Gadafi y han asegurado por teléfono a Reuters que la ciudad sigue en manos de los rebeldes, como lo ha estado "durante las dos últimas semanas". Estos testigos sí confirman que se han oído "disparos cerca del aeropuerto" y a última hora de la mañana en los accesos a la ciudad, donde se encuentran tropas leales a Gadafi. Las fuerzas del Gobierno usan artillería y tanques en la entrada oeste de la ciudad, según otro testigo citado por la misma agencia. "Destruyen todo. Los revolucionarios hacen lo que pueden para impedir que lleguen al centro de la ciudad", dice.
Hacia la cuna de Gadafi
Los insurgentes en la zona oriental habían avanzado en las últimas horas soportando el hostigamiento aéreo de helicópteros y aviones de las Fuerzas Armadas libias, y solo disfrutan de una ventaja: según entran en las ciudades, los voluntarios dispuestos a sumarse a la marcha hacia la capital engrosan sus filas. Ayer muchas más camionetas que en días precedentes, repletas de jóvenes enfervorecidos y a menudo imprudentes en el uso de las armas, partían desde las localidades tomadas deseosos de derrocar a Gadafi. Sirte estaba a la vista de los alzados.
Es verosímil que si los sublevados toman Sirte -sede de vitales instalaciones petroleras del país y fundamental bastión de Gadafi y los suyos-, el cerco sobre la capital se aceleraría. Pero nunca se puede descartar una reacción de los soldados leales al gobierno. Sobre todo, si Gadafi y sus huestes cumplen su palabra: siempre han dicho que nunca se fugarán y que morirán en su país.
Por tercer día consecutivo, los tanques de Gadafi han asaltado Zauiya, a 50 kilómetros al oeste de Trípoli. Un portavoz de los rebeldes, YoussefShagan, ha explicado a Reuters que el ataque ha durado una hora y media, pero que la oposición controla aún la principal plaza del segundo enclave petrolero de Libia. Los alzados contra el régimen cuentan en su modesto arsenal con armas ligeras, ametralladoras, lanzagranadas, baterías antiaéreas, y cañones antitanque, pero ese armamento poco puede hacer a la hora de la verdad contra un Ejército y unas unidades paramilitares bien entrenadas durante años y mucho mejor pertrechadas, con tanques, artillería pesada, aviones y helicópteros.
+++++++++++++++++++++
OPINIONES SOBRE LO QUE OCURRE EN LIBIA
La primavera democrática de las sociedades árabes
Cinco causas de la insurrección árabe
por Ignacio Ramonet
Cuáles son las causas del vendaval de libertad que, de Marruecos a Bahréin, pasando por Túnez, Libia y Egipto, sopla sobre el mundo árabe? ¿Por qué motivos estas simultáneas ansias de democracia se expresan precisamente ahora?
A estas dos preguntas, las respuestas son de diversa índole: histórica, política, económica, climática y social.
1. Histórica. Desde el final de la Primera Guerra Mundial y la implosion del Imperio otomano, el interés de las potencias occidentales por el mundo árabe (Oriente Próximo y África del Norte) ha tenido dos principales incentivos: controlar los hidrocarburos y garantizar un hogar nacional judío. Después de la Segunda Guerra Mundial y del traumatismo universal del Holocausto, la creación del Estado de Israel, en 1948, tuvo como contrapartida la llegada al poder, en varios Estados árabes liberados del colonialismo, de fuerzas antisionistas (opuestas a la existencia de Israel): de tipo “militar nacionalista” en Egipto y Yemen, o de carácter “socialista árabe” en Irak, Siria, Libia y Argelia.
Tres guerras perdidas contra Israel (en 1956, 1967 y 1973) condujeron a Egipto y a Jordania a firmar tratados de paz con el Estado judío y a alinearse con Estados Unidos que ya controlaba –en el marco de la Guerra Fría– todas las petromonarquías de la península Arábiga así como el Líbano, Túnez y Marruecos. De este modo, Washington y sus aliados occidentales mantenían sus dos objetivos prioritarios: el control del petróleo y la seguridad de Israel. A cambio, protegían la permanencia de feroces tiranos (Hasán II, el general Mubarak, el general Ben Alí, los reyes saudíes Faisal, Fahd y Abdalá, etc.) y sacrificaban cualquier aspiración democrática de las sociedades.
2. Política. En los Estados del pretendido “socialismo árabe” (Irak, Siria, Libia y Argelia), bajo los cómodos pretextos de la “lucha antiimperialista” y de la “caza de comunistas”, también se establecieron dictaduras de partido único, gobernadas con mano de hierro por déspotas de antología (Sadam Hussein, Al Assad padre e hijo, y Muamar al Gadafi, el más demencial de ellos). Dictaduras que garantizaban, por lo demás, el aprovisionamiento en hidrocarburos de las potencias occidentales y que no amenazaban realmente a Israel (cuando Irak pareció hacerlo fue destruido). De ese modo, sobre los ciudadanos árabes, cayó una losa de silencio y de terror.
Las olas de democratización se sucedían en el resto del mundo. Desaparecieron, en los años 1970, las dictaduras en Portugal, España y Grecia. En 1983, en Turquía. Tras la caída del muro del Berlín, en 1989, se derrumbó la Unión Soviética así como el “socialismo real” de Europa del Este. En América Latina cayeron las dictaduras militares en los años 1990. Mientras tanto, a escasos kilómetros de la Unión Europea, con la complicidad de las potencias occidentales (entre ellas España), el mundo árabe seguía en estado de glaciación autocrática.
Al no permitirse ninguna forma de expresión crítica, la protesta se localizó en el único lugar de reunión no prohibido: la mezquita. Y en torno al único libro no censurable: el Corán. Así se fueron fortaleciendo los islamismos. El más reaccionario fue difundido por Arabia Saudí con el decidido apoyo de Washington que veía en él un argumento para mantener a los pueblos árabes en la “sumisión” (significado de la palabra ‘islam’). Pero también surgió, sobre todo después de la “revolución islámica” de 1979 en Irán, el islamismo político que halló en los versos del Corán argumentos para reclamar justicia social y denunciar la corrupción, el nepotismo y la tiranía.
De ahí nacieron varias ramas más radicales, dispuestas a conquistar el poder por la violencia y la “Guerra Santa”. Así se engendró Al Qaeda...
Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, las potencias occidentales, con la complicidad de las “dictaduras amigas”, añadieron un nuevo motivo para mantener bajo férreo control a las sociedades árabes: el miedo al islamismo. En vez de entender que éste era la consecuencia de la carencia de libertad y de la ausencia de justicia social, agregaron más injusticia, más despotismo, más represión...
3. Económica. Varios Estados árabes padecieron las repercusiones de la crisis global iniciada en 2008. Muchos trabajadores de estos países, emigrados en Europa, perdieron su trabajo. El volumen de las remesas de dinero enviadas a sus familias disminuyó. La industria turística se marchitó. Los precios de los hidrocarburos (en aumento estas últimas semanas a causa de la insurrección popular en Libia) se depreciaron. Simultáneamente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) impuso, a Túnez, Egipto y Libia, programas de privatización de los servicios públicos, reducciones drásticas de los presupuestos del Estado, disminución del número de funcionarios... Unos severos planes de ajuste que empeoraron, si cabe, la vida de los pobres y sobre todo amenazaron con socavar la situación de las clases medias urbanas (las que tienen precisamente acceso al ordenador, al móvil y a las redes sociales) arrojándolas a la pobreza.
4. Climática. En este contexto, ya de por sí explosivo, se produjo, el verano pasado, un desastre ecológico en una región alejada del mundo árabe. Pero el planeta es uno. Durante semanas, Rusia, uno de los principales exportadores de cereales del mundo, conoció la peor ola de calor y de incendios de su historia. Un tercio de su cosecha de trigo fue destruida. Moscú suspendió la exportación de cereales (que sirven también para nutrir al ganado) cuyos precios inmediatamente subieron un 45%. Ese aumento repercutió en los alimentos: pan, carne, leche, pollo... Provocando, a partir de diciembre de 2010, el mayor incremento de precios alimentarios desde 1990. En el mundo árabe, una de las principales regiones importadoras de esos productos, las protestas contra la carestía de la vida se multiplicaron...
5. Social. Añádase a lo precedente: una población muy joven y unos monumentales niveles de paro. Una imposibilidad de emigrar porque Europa ha blindado sus fronteras y establecido descaradamente acuerdos para que las autocracias árabes se encarguen del trabajo sucio de contener a los emigrantes clandestinos. Un acaparamiento de los mejores puestos por las camarillas de las dictaduras más arcaicas del planeta...
Faltaba una chispa para encender la pradera. Hubo dos. Ambas en Tunez. Primero, el 17 de diciembre, la auto-immolación por fuego de Mohamed Buazizi, un vendedor ambulante de fruta, como signo de condena de la tiranía. Y segundo, repercutidas por los teléfonos móviles, las redes sociales (Facebook, Twitter), el correo electrónico y el canal Al-Yazeera, las revelaciones de WikiLeaks sobre la realidad concreta del desvergonzado sistema mafioso establecido por el clan Ben Alí-Trabelsí.
El papel de las redes sociales ha resultado fundamental. Han permitido franquear el muro del miedo: saber de antemano que decenas de miles de personas van a manifestarse un día D y a una hora H es una garantía de que uno no protestará aislado exponiéndose en solitario a la represión del sistema. El éxito tunecino de esta estrategia del enjambre iba a convulsionar a todo el mundo árabe.
++++++++++++++++++++++++++
Las raíces de las revueltas árabes y lo prematuro de las celebraciones
por James Petras
Introducción
La mayor parte de las explicaciones de las revueltas árabes de Egipto, Túnez, Libia, Marruecos, Yemen, Jordania, Bahrein, Iraq y otros lugares se han centrado en las causas más inmediatas: dictaduras políticas, desempleo, represión y manifestantes heridos y muertos. Han prestado la máxima atención a los activistas de «clase media», jóvenes y con formación, a sus comunicaciones a través de internet (Los Angeles Times, 16 de febrero de 2011) y, en el caso de Israel y sus teóricos sionistas de la conspiración, a «la mano escondida» de los extremistas islámicos (Daily Alert, 25 de febrero de 2011).
Lo que se echa en falta es un intento de ofrecer un marco de la revuelta que contemple las estructuras socioeconómicas a gran escala y a medio y largo plazos, además de los «detonantes» inmediatos de la acción política. El alcance y la profundidad de los levantamientos populares, así como las diversas fuerzas políticas y sociales que han entrado en el conflicto, excluyen todas las explicaciones que se centren en una única dimensión de la lucha.
El mejor enfoque es el del «cuello de botella», según el cual, en el extremo más ancho (las estructuras a largo plazo y gran escala) se sitúa la naturaleza del sistema económico, político y de clases; el medio plazo se define por los efectos acumulativos y dinámicos de esas estructuras sobre los cambios de las relaciones políticas, sociales y económicas; las causas a corto plazo, que precipitan las reacciones socio-político-psicológicas, o la conciencia social que desemboca en acción política.
La naturaleza de las economías árabes
Con la excepción de Jordania, la mayoría de las economías árabes en donde se están produciendo las revueltas se basan en las «rentas» del petróleo, el gas, los minerales y el turismo, lo que aporta casi todos los beneficios por exportaciones y la mayor parte de los ingresos del Estado (Financial Times, 22 de febrero de 2011, p. 14). Efectivamente, estos sectores económicos son cotos exportadores que emplean a una proporción minúscula de la mano de obra y definen una economía de alta especialización (Informe anual del Banco Mundial, 2009). Estos sectores exportadores no están vinculados a una economía nacional productiva diversificada: el petróleo se exporta y las manufacturas y los servicios financieros y de alta tecnología son importaciones controladas por multinacionales extranjeras y expatriados vinculados a las clases gobernantes (Economic and Political Weekly, 12 de febrero de 2011, p. 11). El turismo refuerza los ingresos de arriendo o «rentistas» como el propio sector, que suministra «divisa extranjera» e ingresos fiscales a un Estado de clase-clan. Este último descansa en el capital extranjero subvencionado por el Estado y en un sector «inmobiliario» local y con relaciones políticas para importar mano de obra extranjera para la construcción.
Los ingresos por arriendos pueden generar mucha riqueza, sobre todo cuando el precio de la energía se dispara, pero los fondos se acumulan en una clase «rentista» que no tiene la menor vocación o intención de ahondar en un proceso de desarrollo económico e innovación que se generalice. Los rentistas se «especializan» en la especulación financiera, las inversiones en el extranjero a través de empresas de fondos de capital que no cotizan en bolsa, el consumo extravagante de artículos de lujo y el mantenimiento de cuentas privadas opacas de miles de millones de dólares y de euros en bancos del extranjero.
La economía rentista crea pocos puestos de trabajo en la actividad productiva moderna; el sector más lucrativo está controlado por miembros de la familia o el clan ampliado y por las empresas financieras extranjeras a través de expatriados; el empleo técnico y de peor calidad es asumido por mano de obra extranjera contratada, con unos niveles salariales y condiciones laborales que la mano de obra local cualificada está deseando aceptar.
Esa economía rentista acotada se traduce en una clase gobernante centrada en clanes que «confunde» la propiedad pública con la privada: lo que en realidad es el «Estado» son unos monarcas absolutistas y sus familias extensas en la cima y, en el medio, su séquito político cliente, tribal y dirigente y los tecnócratas.
Estas son «clases gobernantes cerradas». El acceso se reduce a miembros selectos del clan o la dinastía familiar y a un número reducido de individuos «emprendedores» que podrían acumular riqueza al servicio de la clase-clan dominante. El «núcleo más próximo» vive de los ingresos por arriendo, recibe pagos de sociedades inmobiliarias a las que no aporta ninguna cualificación más que la de emitir autorizaciones oficiales, concesiones de terrenos, licencias de importación y vacaciones fiscales.
Más allá del saqueo de las arcas públicas, la clase-clan dominante fomenta el «libre comercio», es decir, importar manufacturas baratas y socavar así el despegue de cualquier iniciativa autóctona de los sectores «productivos» manufacturero, agrícola o técnico.
En consecuencia, no hay ningún capitalista o «clase media» nacional emprendedora. Lo que hace las veces de clase media son en buena medida empleados del sector público (maestros, profesionales de la salud, funcionarios, bomberos, policías, militares) que dependen de un salario que, a su vez, depende de la sumisión al poder absolutista. No tienen ninguna posibilidad de ascender a escalones más altos o de crear oportunidades económicas para sus proles con formación.
La concentración de poder económico, social y político en un sistema cerrado y controlado de clase-clan desemboca en una inmensa concentración de riqueza. Dada la distancia social entre gobernantes y gobernados, la riqueza generada por el precio de los artículos de lujo ofrece una imagen tremendamente distorsionada de la «riqueza» per cápita; añadir a los millonarios y multimillonarios a la cima de una masa de jóvenes mal pagados y subempleados arroja una renta media engañosamente alta (Washington Blog, 24 de febrero de 2011).
El gobierno rentista: por las armas y las dádivas
Para compensar estas grandes diferencias sociales y preservar la posición de la clase gobernante rentista y parásita, esta última busca establecer alianzas con empresas de armamento multimillonarias y protección militar de la potencia imperial dominante (EE UU). Los gobernantes se entregan a la «neocolonización con invitación» y ofrecen terrenos para bases militares y aeropuertos, puertos para operaciones navales, connivencia para financiar a mercenarios por poderes contra adversarios antiimperialistas y sumisión a la hegemonía sionista en la región (a pesar de que formulen de vez en cuando alguna crítica intrascendente).
A medio plazo, el gobierno por la fuerza se complementa con dádivas a los pobres de las zonas rurales y los clanes tribales; con subsidios de alimentos para los pobres urbanos; y con empleo sin futuro y deficitario para los desempleados con formación (Financial Times, 25 de febrero de 2011, p. 1). Tanto la carísima adquisición de armas como los subsidios paternalistas reflejan la ausencia de toda capacidad para realizar inversiones productivas. Se gastan miles de millones de dólares en armas en lugar de en diversificar la economía. Se gastan cientos de millones de dólares en obsequios paternalistas de una sola dosis, en lugar de en inversiones a largo plazo que generen empleo productivo.
El «pegamento» que mantiene unido este sistema es la combinación de saqueo moderno de la riqueza pública y los recursos energéticos naturales y la tradicional utilización de reclutas neocoloniales y de clanes y de contratistas mercenarios para controlar y reprimir a la población. El armamento estadounidense moderno está al servicio de una monarquías absolutistas y dictaduras anacrónicas basadas en los principios del gobierno dinástico del siglo XVIII.
La introducción y extensión de sistemas de comunicaciones de vanguardia y de centros comerciales de arquitectura ultramoderna alimentan a un estrato de consumidores de artículos de lujo de élite y dejan ver un contraste muy marcado con la inmensa mayoría de jóvenes con educación y sin empleo, excluidos de la cima y presionados desde abajo por los trabajadores contratados extranjeros mal pagados.
Desestabilización neoliberal
Los clanes-clases rentistas reciben presiones de las instituciones económicas internacionales y los banqueros locales para que «reformen» sus economías: «abrir» el mercado nacional y las empresas públicas a los inversores extranjeros y reducir los déficit derivados de la crisis global introduciendo reformas neoliberales (Economic and Political Weekly, 12 de febrero de 2011, p. 11).
Como consecuencia de las «reformas económicas», se han recortado o suprimido los subsidios alimentarios para los más pobres y se ha reducido el empleo público, lo que cierra una de las pocas puertas existentes para los jóvenes con formación. Los impuestos a los consumidores y trabajadores asalariados aumentan, al tiempo que se aplican exenciones fiscales a los promotores inmobiliarios, los especuladores financieros y los importadores. La desregulación ha exacerbado una corrupción ya galopante, no solo entre la clase-clan gobernante rentista, sino también en su entorno empresarial inmediato.
Los «lazos» paternalistas que unen a la clase media y baja con la clase gobernante han quedado erosionados por las «reformas» neoliberales inducidas desde el exterior, que combinan la explotación exterior «moderna» con las formas «tradicionales» de saqueo privado nacional. Los regímenes de clan-clase ya no pueden confiar en las lealtades de clan, tribales, clericales o clientelistas para aislar a los sindicatos urbanos, los estudiantes, las pequeñas empresas y los movimientos de un sector público mal remunerado.
La Calle contra Palacio
Las «causas inmediatas» de las revueltas árabes giran en torno a las inmensas contradicciones demográficas y de clase de la economía rentista gobernada por el clan-clase. La oligarquía dominante gobierna a una gran masa de desempleados o trabajadores jóvenes subempleados; este último grupo lo forma entre el 50 y el 65 por ciento de la población menor de veinticinco años (Washington Blog, 24 de febrero de 2011). La economía rentista «moderna» y dinámica no incorpora a los jóvenes recién formados al empleo moderno, sino que los relega a la «economía informal», sin protección social y mal pagada de la calle como vendedores, transportistas o autónomos subcontratados y encargados de servicios personales. Los sectores ultramodernos del petróleo, el gas, inmobiliario, de turismo y centros comerciales dependen del apoyo político y militar de dirigentes retrógrados tradicionales, clericales, tribales o de clan, subvencionados pero nunca «incorporados» a la esfera de la producción moderna. La clase trabajadora industrial urbana moderna con pequeños sindicatos independientes está proscrita. Las asociaciones civiles de clase media están, o bien bajo el control del Estado, o bien restringidas a tener que formular solicitudes continuas al Estado absolutista.
El «subdesarrollo» de las organizaciones sociales, relacionado con la dedicación de las clases sociales a la actividad productiva moderna, supone que el eje de la acción social y política sea la calle. En esta sociedad de plazas, quioscos, calles y esquinas, y en los mercados, se ve deambular por, entre y en el entorno de los centros de poder administrativo absolutista a jóvenes desempleados y subempleados a tiempo parcial e implicados en el sector informal. Las masas urbanas no ocupan posiciones estratégicas en el sistema económico, pero están disponibles para unas movilizaciones capaces de paralizar las calles y plazas por las que se transportan los bienes y servicios y en las que se obtienen beneficios. Es igualmente importante que los movimientos de masas desatados por los jóvenes desempleados ofrecen a los profesionales oprimidos, los empleados del sector público, los pequeños empresarios y los autónomos una oportunidad de entregarse a las protestas sin verse sometidos a represalias en sus centros de trabajo... lo que disipa el «factor miedo» de perder el empleo.
La confrontación política y social gira en torno a los polos opuestos: las oligarquías clientelistas y las masas desclasadas (el panarabismo). La primera depende directamente del Estado (el aparato militar/policial) y la última de organizaciones presenciales improvisadas, locales, informales y amorfas. La excepción es la minoría de universitarios que se movilizan a través de internet. Los sindicatos industriales organizados ingresan en la lucha tarde y en buena medida se concentran en demandas económicas sectoriales, con algunas excepciones (sobre todo en las empresas públicas, controladas por amigotes de los oligarcas, donde los trabajadores exigen cambios en la dirección).
Como consecuencia de las particularidades sociales de los Estados rentistas, los levantamientos no adoptan la forma de luchas de clase entre asalariados y capitalistas industriales. Afloran como revueltas políticas masivas contra el Estado oligarca. Los movimientos sociales callejeros manifiestan su capacidad de deslegitimar la autoridad del Estado, paralizar la economía y pueden desembocar en el derrocamiento de los autócratas que gobiernan. Lo propio de los movimientos de masas callejeros es ocupar las calles con relativa facilidad, pero también dispersarse cuando los símbolos de la opresión han sido desalojados. Los movimientos callejeros carecen de la organización y el liderazgo para proyectar, y menos aún imponer, un nuevo orden político o social. Su poder reside en la capacidad de presionar a las élites e instituciones existentes, no de sustituir al Estado y la economía. De ahí la asombrosa facilidad con la que el ejército egipcio respaldado por EE UU, Israel y la UE ha logrado tomar el poder y proteger al Estado rentista en su conjunto y a la estructura económica al tiempo que mantenía sus lazos con sus mentores imperiales.
La convergencia de condiciones y el «efecto demostración»
La propagación de las revueltas árabes por el Norte de África, Oriente Próximo y los Estados del Golfo Pérsico es, en primera instancia, un producto de condiciones históricas y sociales similares: los Estados rentistas gobernados por oligarquías familiares y de clan, dependientes del «arriendo» de exportaciones petroleras y energéticas de capital intensivo, que confinan a la inmensa mayoría de la juventud en actividades económicas «callejeras» informales y marginales.
El «poder del ejemplo» o el «efecto demostración» solo se puede entender reconociendo idénticas condiciones sociopolíticas en cada país. El poder de la calle (los movimientos urbanos de masas) presupone que la calle es el locus económico de los actores principales y que se debe conquistar las plazas por que son el espacio donde ejercer el poder político y proyectar las demandas sociales. No cabe duda de que los éxitos parciales de Egipto y Túnez hicieron detonar los movimientos en otros lugares. Pero solo lo hicieron en países con idéntico legado histórico, con las mismas polaridades sociales entre gobernantes rentistas de clan y trabajadores callejeros marginales y, especialmente, donde los gobernantes estaban profundamente integrados en redes económicas y militares imperiales a las que estaban subordinados.
Conclusión
Los gobernantes rentistas rigen a través de sus lazos con el ejército y las instituciones económicas estadounidenses y de la UE. Modernizan sus prósperos cotos y marginan a los jóvenes recién formados, que quedan confinados en empleos mal remunerados, sobre todo en el endeble sector informal y callejero de las principales ciudades. Las privatizaciones neoliberales, la reducción de los subsidios públicos (de alimentos, de desempleo, de aceite para cocinar, gas, transporte, salud y educación) ha hecho añicos los lazos paternalistas mediante los cuales los gobernantes aplacaban el descontento de los jóvenes y los pobres, así como de las élites clericales y los jefes tribales. La confluencia de clases y masas, modernas y tradicionales, ha sido consecuencia directa de un proceso de neoliberalización impuesto desde arriba y de exclusión, desde abajo. La promesa de los «reformadores» neoliberales de que el «mercado» sustituiría con empleos bien remunerados la pérdida de subsidios estatales paternalistas era falsa. Las políticas neoliberales han reforzado la concentración de riqueza al tiempo que han debilitado el control de las masas por parte del Estado.
La crisis económica capitalista mundial ha llevado a Europa y Estados Unidos a endurecer los controles de inmigración, con lo que han eliminado una de las válvulas de escape de estos regímenes: la fuga masiva de jóvenes sin empleo y con formación que buscaban trabajo en el extranjero. Emigrar al extranjero había dejado de ser una opción; las alternativas se reducían a luchar o sufrir. Los estudios demuestran que quienes emigran suelen ser los más ambiciosos, los mejor formados (de su clase social) y los capaces de asumir mayores riesgos. Ahora, recluidos en sus países de origen, con pocas ilusiones de encontrar oportunidades en el exterior, se ven obligados a luchar por la movilidad individual en su país mediante la acción social y política colectiva.
Entre la juventud política es igualmente importante el hecho de que a EE UU, como garante de los regímenes rentistas, se la considere una potencia imperial en declive: cuestionada económicamente en el conjunto de la economía mundial por China, teniendo que hacer frente a una derrota como potencia colonial ocupante en Iraq y Afganistán, y humillada como criada sumiso y mendaz de una Israel cada vez más desautorizada por la acción de sus agentes sionistas en el régimen de Obama y el Congreso estadounidense. Todos estos elementos de la decadencia y descrédito imperial estadounidenses animan a los movimientos en favor de la democracia a avanzar contra los clientes estadounidenses y reducen su temor a una intervención militar estadounidense que abriera un tercer frente de batalla. Los movimientos de masas ven en sus oligarquías a unos regímenes «en tres niveles»: unos Estados rentistas bajo la hegemonía estadounidense que, a su vez, está sometida a la tutela israelí-sionista. Cuando 130 países de la Asamblea General de Naciones Unidas y la totalidad del Consejo de Seguridad, a excepción de EE UU, condenan la expansión colonial, y cuando Líbano, Egipto, Túnez y los regímenes venideros de Yemen y Bahrein prometen instaurar políticas exteriores democráticas, los movimientos de masas descubren que todo el armamento moderno y los 680.000 soldados de Israel no sirven de nada en medio del aislamiento diplomático absoluto, la pérdida de clientes regionales rentistas y el descrédito manifiesto de unos gobernantes militaristas grandilocuentes y sus agentes sionistas en los cuerpos diplomáticos estadounidenses (Financial Times, 24 de febrero de 2011, p. 7).
Las propias estructuras socioeconómicas y las condiciones políticas que hicieron detonar los movimientos de masas en favor de la democracia, los jóvenes desempleados y subempleados organizados desde «la calle», plantean ahora el reto más relevante: ¿puede la masa amorfa y diversa convertirse en una fuerza social y política organizada capaz de tomar el poder del Estado, democratizar el régimen y, al mismo tiempo, crear una nueva economía productiva que ofrezca el empleo estable y bien pagado del que hasta la fecha carecía la economía rentista? El resultado político hasta el momento es incierto: los demócratas y los socialistas compiten con fuerzas clericales, monárquicas y neoliberales financiadas por Estados Unidos.
Es prematuro celebrar una revolución democrática popular...
fuente: Rebelión
Traducido para Rebelión por Ricardo García Pérez
-------------------------------
LIBIA
Gadafi denuncia un "complot colonialista"
El líder libio, Muamar al-Gadafi, ha acusado a los estados occidentales de llevar a cabo un "complot colonialista" contra su país y ha acusado directamente a EEUU, Gran Bretaña y Estado francés de intentar controlar el petróleo.
09/03/2011 9:16:00
TRÍPOLI-. En una entrevista emitida por la cadena de televisión francesa 'LCI' y grabada anoche en Trípoli, Muamar al-Gadafi ha manifestado que los estados occidentales "quieren colonizar Libia de nuevo", y ha citado expresamente a Estados Unidos, Gran Bretaña y Estado francés.
Gadafi suelta una carcajada al ser preguntado por la posibilidad de negociar con el Consejo Nacional y replica que "no hay un Consejo Nacional".
También señala que los antiguos miembros de su Gobierno que se han pasado a las filas opositoras "han sido retenidos por la fuerza" y "amenazados" de muerte, de forma que su única salida era comprometerse con los insurgentes.
"No son libres, son prisioneros", ha subrayado antes de negar que combata a su pueblo: "es una mentira de los países colonialistas. Es un complot colonialista".
FUENTE: GARA
0000000000000000000000000000000
LIBIA
Fuerzas de Gadafi acorralan a los rebeldes en Zauiya
Los combates en la ciudad estratégica obligan a cerrar una importante refinería.-El lider libio siembra el desconcierto entre los jefes de los sublevados con una guerra de propaganda y desmentidos
09/03/2011
El castigo del Ejército libio sobre la ciudad estratégica de Zauiya, a 50 kilómetros al oeste de Trípoli, ha continuado este miércoles con nuevos bombardeos contra los rebeldes atrincherados en su interior. Los combates han obligado a cerrar esta mañana una de las más importantes refinerías del país, según fuentes del complejo petrolero. "Armamento pesado ha sido disparado en las proximidades y no podemos continuar trabajando en las actuales circunstancias", ha dicho un responsable. La refinería de Zauiya es el principal proveedor de gasolina para los coches en Libia, y puede producir hasta 120.000 barriles al día. La planta ha estado operando estas últimas dos semanas al 70% de su capacidad.
Los tanques de Gadafi están cada vez más cerca de la plaza principal de la ciudad y bastión de los rebeldes, mientras francotiradores del Gobierno disparan desde las azoteas, según el relato de combatientes y testigos, que han asegurado que entre las ruinas de muchos edificios destruidos por la artillería se amontonan los cadáveres. Las calles de esta ciudad de casi 300.000 habitantes permanecen desiertas, según estas fuentes.
"Podemos ver los tanques. Están en todas partes", ha dicho un miliciano insurgente a Reuters. El guerrillero, de nombre Ibrahim, asegura que las fuerzas leales a Gadafi se han hecho con el control de la principal carretera de acceso a la ciudad y de los barrios de la periferia. Los rebeldes todavía mantienen su posición en el centro de la ciudad, pero las unidades del enemigo se acercan a kilómetro y medio, según Ibrahim.
Grupos de francotiradores ha tomado las azoteas de muchos edificios y desde esa posición privilegiada siembran el terror al disparar a cualquiera que se atreva a salir a la calle. Las bombas de los cazas libios han impactado en las últimas horas contra el Ayuntamiento y una mezquita de la ciudad. "Hay muchos muertos pero no se les puede dar sepultura. Zauiya está desierta. No hay nadie en las calles, ni animales ni pájaros en el cielo", resume este combatiente.
Varios ataques aéreos sacudieron ayer también Ras Lanuf, la línea del frente a 650 kilómetros de Trípoli, una zona desértica crucial por sus instalaciones petrolíferas.
Gadafi siembra el desconcierto en la oposición
Mientras el presidente del Consejo Nacional (gobierno rebelde) Mustafá Abdelyalil, ofrecía 72 horas a Gadafi para que abandone el poder con la promesa de que no sería perseguido por sus crímenes, el portavoz, Abdelhafiz Ghoga, se apresuró a rechazar todo compromiso. Primero debe renunciar. Después, ya se verá.
El líder que dirige el país magrebí desde 1969 llamó al diálogo nacional el lunes por la noche, y en la madrugada de ayer lanzó su propuesta. Un dirigente del Consejo lo confirmó. Y Ghoga tuvo que apresurarse. Cogió un micrófono, se asomó a una ventana en el edificio de los juzgados, y se digirió a los congregados en la plaza de Mahkama. "¿Quién va a permitir a Gadafi una salida segura?", clamó Ghoga, que abandonó la habitación enojado tras dirigirse a los enfurecidos vecinos que soportaban la lluvia. Poco después, Abdelyalil declaraba que Gadafi tenía tres días de plazo para escapar. Y Ghoga compareció de nuevo por la tarde para desmentirlo todo. Desmantelado el Estado en Bengasi -los edificios oficiales, pintadas sus cornisas con el verde revolucionario de Gadafi, fueron incendiados o arrasados-, los nacientes organismos rebeldes demuestran tanta voluntad como inexperiencia.
La disyuntiva era: ¿vale la pena librarse de Gadafi a costa de su impunidad en Libia? La disensión en el Consejo resulta evidente. Como es patente que la gran mayoría de los bengasíes, que han sufrido una represión atroz durante décadas, no permitirían semejante componenda. Para cuadrar el círculo del desconcierto, tanto el Consejo como el Gobierno de Gadafi negaban finalmente que hubiera habido iniciativa alguna de ningún bando. Gadafi tiene que saber que el tiempo corre en su contra, por mucho que intente confundir con el ofrecimiento a la Unión Europea para que envíe a Libia una delegación para investigar las violaciones de los derechos humanos.
La maniobra injerencista de los gobiernos occidentales ya está en marcha. Los Awacs de la OTAN vigilan el cielo libio para recabar información militar y Reino Unido y Francia promueven en Naciones Unidas el establecimiento de la zona de exclusión aérea, iniciativa a la que se han sumado los países del golfo Pérsico y la Organización de la Conferencia Islámica, algo fundamental porque la petición de los emiratos y Arabia Saudí otorga legitimidad a una intervención extranjera en el Estado árabe, una cuestión siempre delicadísima. Y la UE ha decidido congelar los fondos invertidos por el Ejecutivo libio en Europa, una gran porción de los 50.000 millones de euros que Gadafi atesora en el extranjero.
Gadafi intenta desplegar sus habilidades en todos los terrenos, y arrecia en su campaña de propaganda cuando ya han pasado seis días sin que la conexión a Internet sea posible, salvo que se disponga de enlace vía satélite. Sigue empeñado en infundir miedo a la población -y a las potencias occidentales- con la idea de que partidarios drogados de Al Qaeda encabezan la rebelión, con la división del país, con la supuesta conquista de ciudades en Cirenaica que se revelan falsas.
El ministro de Exteriores de Gadafi, Musa Kusa, no obstante, insiste: Estados Unidos quiere dividir a Libia. Los imanes insisten en sus sermones semanales en el lema que cantan los rebeldes: "Trípoli es nuestra capital para siempre". La unidad del país es sagrada.
FUENTE: AGENCIAS
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Volvió la vieja pandilla
Libia y el regreso del Imperialismo Humanitario
Ha vuelto la pandilla completa: Los partidos de la Izquierda Europea (los partidos comunistas "moderados"), los "Verdes" de José Bové, ahora aliados de Daniel Cohn-Bendit, quien aún no ha hallado una guerra de EE.UU.-OTAN que le caiga mal, varios grupos troskistas y, por supuesto, Bernard-Henri Lévy y Bernard Kouchner, todos pidiendo una suerte de "intervención humanitaria" en Libia o acusando a la izquierda latinoamericana, cuyas posiciones son más sensibles, de actuar como "idiotas útiles" del "tirano libio".Doce años después, es exactamente igual a Kosovo. Cientos de miles de iraquíes muertos, la OTAN en una posición dificilísima en Afganistán, y ¡no han aprendido nada! La guerra de Kosovo se hizo para parar un genocidio inexistente, la guerra de Afganistán para proteger a las mujeres (vayan y verifiquen la situación de ellas ahora), y la guerra de Irak para proteger a los kurdos. ¿Cuándo van a entender que todas las guerras se atribuyen justificaciones humanitarias? Hasta Hitler "protegía minorías" en Checoslovaquia y Polonia.
Por el otro lado, Robert Gates advierte que cualquier secretario de estado que le aconseje al presidente de EE.UU. a enviar tropas a Asia o África "debe ser examinado de la cabeza". El Almirante McMullen también aconseja prudencia. La gran paradoja de nuestros tiempos es que los cuarteles de la paz estén en el Pentágono y el Departamento de Estado, mientras que el partido pro-guerra es una coalición de neoconservadores y liberales intervencionistas, incluyendo guerreros izquierdistas humanitarios, al igual que ecologistas, feministas o comunistas arrepentidos.
Entonces ahora, todos tenemos que consumir menos por el calentamiento global del planeta, pero las guerras de la OTAN son reciclables y el imperialismo se ha vuelto un desarrollo sostenible.
Por supuesto que EE.UU. va a ir o no a la guerra por razones totalmente independientes de los consejos ofrecidos por la izquierda pro-guerra. El petróleo no va a ser probablemente un factor decisivo porque cualquier nuevo gobierno libio tendrá que vender petróleo y Libia no tiene la influencia necesaria para tener un peso importante en el precio del petróleo. Claro que la inestabilidad de Libia genera especulación que por sí misma afecta los precios, pero eso es diferente. Los sionistas tienen probablemente dos ideas encontradas sobre Libia: odian a Khadafi, y les gustaría derrocarlo, como a Sadam, de la manera más humillante, pero no están seguros si les gustará la oposición (y por lo poco que sabemos, no les gustará).
El principal argumento pro-guerra es que si las cosas se hacen rápida y fácilmente, se rehabilitará la OTAN y la intervención humanitaria, cuya imagen quedó manchada por Irak y Afganistán. Una nueva Grenada o, al menos, un nuevo Kosovo, es exactamente lo que se necesita. Otra motivación para una intervención es la mejor manera de controlar a los rebeldes, al ir a "salvarlos" en su marcha por la victoria. Pero es improbable que funcione: Karzai en Afganistán, los nacionalistas kosovares, los chiítas en Irak y por supuesto Israel están muy felices de recibir la ayuda estadounidense, cuando la necesitan, pero después continúan con sus propios planes. Además, una ocupación militar completa de Libia después de su "liberación" será difícil de mantener, lo que por supuesto hace que la intervención sea menos atractiva desde el punto de vista de EE.UU.
Por el otro lado, si las cosas salen mal, será probablemente el principio del fin del imperio estadounidense, de ahí la prudencia de los funcionarios a cargo, cuya ocupación no es meramente escribir artículos para Le Monde o hablar contra dictadores frente a las cámaras.
Es difícil para un ciudadano cualquiera saber qué está pasando exactamente en Libia, porque los medios occidentales se han desacreditado completamente por su cobertura en Irak, Afganistán, Líbano y Palestina, y las fuentes alternativas no son siempre confiables. Eso no ha afectado por supuesto a la izquierda pro-guerra que está absolutamente convencida de que los peores informes sobre Khadafi son verdaderos, como hace doce años sobre Milosevic.
El rol negativo de la Corte Penal Internacional se ha hecho visible otra vez, aquí, como sucedió con el Tribunal Penal Internacional para Yugoeslavia, en el caso de Kosovo. Una de las razones por las que hubo derramamiento de sangre relativamente limitado en Túnez y Egipto era que había salidas posibles para Ben Alí y Mubarak. Pero la "justicia internacional" quiere asegurarse de que no haya salida posible para Khadafi, ni probablemente para la gente cercana a él, y con esto los incitan a una lucha hasta el fin.
Si "otro mundo es posible", como repite la Izquierda Europea, luego, otro Occidente debería ser posible y la Izquierda Europea debería empezar a trabajar en ello. Las reuniones recientes de la Alianza Bolivariana pueden servir de ejemplo: La izquierda en América Latina quiere la paz y se oponen a la intervención de EE.UU. porque saben que ellos también están en la mira de EE.UU. y que sus procesos de transformación social requieren, sobretodo, de la paz y soberanía nacional. Por lo tanto, sugieren enviar una delegación internacional, posiblemente liderada por Jimmy Carter (al que nadie puede llamar marioneta de Khadafi), para comenzar un proceso de negociaciones entre el gobierno y los rebeldes. España ha expresado interés en la idea, pero por supuesto Sarkozy la ha rechazado. Esta propuesta puede sonar utópica pero no lo sería tanto si tuviera el respaldo de las Naciones Unidas, que de esta manera cumpliría con su misión -pero ello es imposible debido a la influencia de EE.UU. y Occidente. Sin embargo, no es tan imposible que ahora, o en algunas crisis futuras, una coalición no-intervencionista de naciones, incluyendo Rusia, China, países de América Latina y quizás otros, aúnen esfuerzos para construir alternativas confiables frente al intervencionismo occidental.
A diferencia de la izquierda de América Latina, la patética versión europea ha perdido todo sentido de lo que significa hacer política. No intenta proponer soluciones concretas a los problemas, y sólo es capaz de tomar posiciones morales, en particular la denuncia de dictadores y las violaciones de derechos humanos en tono grandilocuente. La izquierda social democrática sigue a la derecha con algunos años de retraso y no tiene ideas propias. La izquierda "radical" se las ingenia para denunciar a los gobiernos occidentales de todas las maneras posibles y al mismo tiempo pedir que esos mismos gobiernos intervengan alrededor del mundo para defender la democracia. Su falta de reflexión política los hace altamente vulnerables a las campañas de desinformación y a volverse aficionados pasivos de las guerras de EE.UU.-OTAN.
Esa izquierda no tiene un programa coherente y no sabrían qué hacer en el caso que un dios los coloque en el poder. En lugar de "apoyar" a Chávez y la Revolución Bolivariana, un reclamo sin significado que algunos adoran repetir, deberían aprender humildemente de ellos, y antes que nada, reaprender el significado de hacer política.
Por el otro lado, Robert Gates advierte que cualquier secretario de estado que le aconseje al presidente de EE.UU. a enviar tropas a Asia o África "debe ser examinado de la cabeza". El Almirante McMullen también aconseja prudencia. La gran paradoja de nuestros tiempos es que los cuarteles de la paz estén en el Pentágono y el Departamento de Estado, mientras que el partido pro-guerra es una coalición de neoconservadores y liberales intervencionistas, incluyendo guerreros izquierdistas humanitarios, al igual que ecologistas, feministas o comunistas arrepentidos.
Entonces ahora, todos tenemos que consumir menos por el calentamiento global del planeta, pero las guerras de la OTAN son reciclables y el imperialismo se ha vuelto un desarrollo sostenible.
Por supuesto que EE.UU. va a ir o no a la guerra por razones totalmente independientes de los consejos ofrecidos por la izquierda pro-guerra. El petróleo no va a ser probablemente un factor decisivo porque cualquier nuevo gobierno libio tendrá que vender petróleo y Libia no tiene la influencia necesaria para tener un peso importante en el precio del petróleo. Claro que la inestabilidad de Libia genera especulación que por sí misma afecta los precios, pero eso es diferente. Los sionistas tienen probablemente dos ideas encontradas sobre Libia: odian a Khadafi, y les gustaría derrocarlo, como a Sadam, de la manera más humillante, pero no están seguros si les gustará la oposición (y por lo poco que sabemos, no les gustará).
El principal argumento pro-guerra es que si las cosas se hacen rápida y fácilmente, se rehabilitará la OTAN y la intervención humanitaria, cuya imagen quedó manchada por Irak y Afganistán. Una nueva Grenada o, al menos, un nuevo Kosovo, es exactamente lo que se necesita. Otra motivación para una intervención es la mejor manera de controlar a los rebeldes, al ir a "salvarlos" en su marcha por la victoria. Pero es improbable que funcione: Karzai en Afganistán, los nacionalistas kosovares, los chiítas en Irak y por supuesto Israel están muy felices de recibir la ayuda estadounidense, cuando la necesitan, pero después continúan con sus propios planes. Además, una ocupación militar completa de Libia después de su "liberación" será difícil de mantener, lo que por supuesto hace que la intervención sea menos atractiva desde el punto de vista de EE.UU.
Por el otro lado, si las cosas salen mal, será probablemente el principio del fin del imperio estadounidense, de ahí la prudencia de los funcionarios a cargo, cuya ocupación no es meramente escribir artículos para Le Monde o hablar contra dictadores frente a las cámaras.
Es difícil para un ciudadano cualquiera saber qué está pasando exactamente en Libia, porque los medios occidentales se han desacreditado completamente por su cobertura en Irak, Afganistán, Líbano y Palestina, y las fuentes alternativas no son siempre confiables. Eso no ha afectado por supuesto a la izquierda pro-guerra que está absolutamente convencida de que los peores informes sobre Khadafi son verdaderos, como hace doce años sobre Milosevic.
El rol negativo de la Corte Penal Internacional se ha hecho visible otra vez, aquí, como sucedió con el Tribunal Penal Internacional para Yugoeslavia, en el caso de Kosovo. Una de las razones por las que hubo derramamiento de sangre relativamente limitado en Túnez y Egipto era que había salidas posibles para Ben Alí y Mubarak. Pero la "justicia internacional" quiere asegurarse de que no haya salida posible para Khadafi, ni probablemente para la gente cercana a él, y con esto los incitan a una lucha hasta el fin.
Si "otro mundo es posible", como repite la Izquierda Europea, luego, otro Occidente debería ser posible y la Izquierda Europea debería empezar a trabajar en ello. Las reuniones recientes de la Alianza Bolivariana pueden servir de ejemplo: La izquierda en América Latina quiere la paz y se oponen a la intervención de EE.UU. porque saben que ellos también están en la mira de EE.UU. y que sus procesos de transformación social requieren, sobretodo, de la paz y soberanía nacional. Por lo tanto, sugieren enviar una delegación internacional, posiblemente liderada por Jimmy Carter (al que nadie puede llamar marioneta de Khadafi), para comenzar un proceso de negociaciones entre el gobierno y los rebeldes. España ha expresado interés en la idea, pero por supuesto Sarkozy la ha rechazado. Esta propuesta puede sonar utópica pero no lo sería tanto si tuviera el respaldo de las Naciones Unidas, que de esta manera cumpliría con su misión -pero ello es imposible debido a la influencia de EE.UU. y Occidente. Sin embargo, no es tan imposible que ahora, o en algunas crisis futuras, una coalición no-intervencionista de naciones, incluyendo Rusia, China, países de América Latina y quizás otros, aúnen esfuerzos para construir alternativas confiables frente al intervencionismo occidental.
A diferencia de la izquierda de América Latina, la patética versión europea ha perdido todo sentido de lo que significa hacer política. No intenta proponer soluciones concretas a los problemas, y sólo es capaz de tomar posiciones morales, en particular la denuncia de dictadores y las violaciones de derechos humanos en tono grandilocuente. La izquierda social democrática sigue a la derecha con algunos años de retraso y no tiene ideas propias. La izquierda "radical" se las ingenia para denunciar a los gobiernos occidentales de todas las maneras posibles y al mismo tiempo pedir que esos mismos gobiernos intervengan alrededor del mundo para defender la democracia. Su falta de reflexión política los hace altamente vulnerables a las campañas de desinformación y a volverse aficionados pasivos de las guerras de EE.UU.-OTAN.
Esa izquierda no tiene un programa coherente y no sabrían qué hacer en el caso que un dios los coloque en el poder. En lugar de "apoyar" a Chávez y la Revolución Bolivariana, un reclamo sin significado que algunos adoran repetir, deberían aprender humildemente de ellos, y antes que nada, reaprender el significado de hacer política.
fuente: CounterPunch
Traducido por Silvia Arana para Rebelión |
-------------------------------
LIBIA
Los países del ALBA se solidarizan con Libia
y apoya creación de comité internacional humanitario para la paz
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) se pronunció este viernes en solidaridad con el pueblo de Libia y ratificó su apoyo a la propuesta del presidente venezolano, Hugo Chávez, de crear un comité internacional que abogue por la paz mediante labores humanitarias y no por medio de intervenciones militares.
Tras una reunión sostenida este viernes en Caracas (capital de Venezuela), los cancilleres del ALBA reiteraron su repudio a las intenciones “guerreristas e intervencionistas” que pretende hacer en Libia la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y que lejos de querer promover la paz y el respeto por los derechos humanos, busca apoderarse de las riquezas naturales del pueblo libio.
La información fue dada a conocer en un comunicado de la organización leído este viernes por el Presidente venezolano, que además de saludar la acción del ALBA, reiteró su disposición a colaborar en la búsqueda de la paz en el Oriente Medio.
“El presidente libio (Muammar Al Gaddafi) ha respondido de manera positiva, ¡que bueno ese apoyo!, Fidel (Castro) nos apoya en Cuba; (Daniel) Ortega en Nicaragua; (Rafael) Correa en Ecuador; (Evo) Morales en Bolivia (...) el ALBA, por eso yo decía, que importante es el ALBA para ese mundo de hoy, que ante el silencio de muchos, se ha quedado como la voz”, aseveró el líder.
Agregó que ante el escenario “evidentemente guerrerista” que se está creando en contra de Libia, el ALBA se une al llamado que dice “alto al fuego” y aboga por “la solución pacífica verdadera” que no necesita de guerras, de intervenciones extranjeras ni de armas.
Del mismo modo, hizo el llamado de advertencia ante los actos de los países capitalistas, que “están tendiendo la trampa por medio de la promoción de la guerra” para luego terminar beneficiándose de las divisiones causadas en el mundo, “tal como ocurrió en las guerras mundiales anteriores”, agregó Chávez.
Incluyó en este punto a los países europeos, a los que señaló como “muy posibles a quedar impactados por los conflictos” por la cercanía geográfica con el continente africano.
“En los medios de comunicación se ve, es una condena a Libia y casi una exigencia a la intervención a la que llaman 'humanitaria', será humanitaria cómo la de Irak, la de Afganistán (...) ellos lo que quieren es el petróleo”, recalcó.
En este sentido, afirmó que “el imperio yanqui está buscando las mil maneras para salir de la crisis profunda que vive y una de las formas es la promocionar la guerra y adueñarse del petróleo y las riquezas naturales del mundo” pero revalidó que “contra tanto cinismo se alza la voz del ALBA”.
“Jimmy Carter podría ayudar”
En otro orden de ideas el presidente venezolano también afirmó que el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, “podría ayudar” en el establecimiento de la comisión de paz internacional.
Chávez aseguró que “Carter podría ayudar porque es un hombre de buena voluntad” y recordó que fue uno de los mediadores más trabajadores durante el conflicto interno que tuvo Venezuela después del intento del golpe de Estado del 2002.
“(Carter) es un hombre de buena voluntad y a mi me consta su buena voluntad aquí en Venezuela (...) le enviamos un saludo a ese buen amigo”, expresó.
Además del caso de Libia, la reunión que efectuaron este viernes los cancilleres del bloque también abordó temas locales como la emergencia por lluvias en Bolivia, en el que también emitieron un comunicado especial expresando solidaridad y ratificando voluntad de enviar ayuda humanitaria en todo lo que sea necesario.
“Mañana (este sábado) probablemente saldrá una carga de ayuda desde Venezuela, así como han hecho otros países, porque queremos brindar colaboración en la medida posible con nuestros pueblos hermanos”, exclamó Chávez.
También se firmó un convenio de compromiso para seguir desarrollando planes especiales de apoyo que contribuyan a la recuperación de Haití y por último se agendaron los encuentros locales que se realizarán antes de la próxima cumbre presidencial del ALBA, pautada para el 3 de abril.
Entre estas reuniones, se incluye un encuentro binacional entre los partidos y fuerzas políticas de Ecuador y Nicaragua y la suscripción de acuerdos Bolivia - Venezuela y Ecuador -Venezuela que sustituirán los de la Comunidad Andina (CAN).
-------------------------------
LIBIA
Los rebeldes intentan avanzar hacia Trípoli
en un duro choque con las tropas de Gadafi
Combatientes rebeldes defienden Benghasi, mientras recrudecen los ataques en la ciudad de Zaulya.
Los sublevados avanzan hacia la ciudad petrolífera de Ras Lanuf y atacan una base de la fuerzas de Gadafi.- "Numerosos muertos y heridos", según fuentes médicas.- Los fieles a Gadafi atacan Zauiya (oeste) para arrancarla del control de los rebeldes y provocan decenas de víctimas mortales
Fuerzas insurgentes han emprendido hoy una marcha a la conquista de la ciudad de Ras Lanuf, donde están librando una dura batalla con los hombres de Gadafi, que se replegaron allí el miércoles tras su fracasado asalto a Brega. Fuentes médicas han asegurado a France Presse que los choques han provocado "numerosos muertos y heridos". Lo que está en juego en realidad es el control de la zona entre Bengasi, la capital de los sublevados, y Sirte, el verdadero objetivo de los rebeldes al ser la cuna del líder libio y el gran baluarte de su poder junto a Trípoli.
Al oeste, las fuerzas de seguridad fieles a Gadafi han atacado duramente a los opositores en Zauiya, la primera ciudad occidental donde triunfaron las protestas, dejando decenas de víctimas mortales. En Benghazi, al este del país, las fuerzas leales a Gadafi han bombardeado un depósito de armas controlado por los opositores causando numerosos muertos.
Ras Lanuf es una población costera junto a una importante refinería de la compañía de petróleo. Testigos de Reuters han confirmado un violento enfrentamiento en una base militar a unos 10 kilómetros de la localidad. Los rebeldes han atacado la base con morteros y cohetes. Las fuerzas leales a Gadafi han respondido y el intercambio de disparos de artillería se ha prolongado al menos una hora, en la que los rebeldes han resistido también ataques desde el aire con helicópteros. "Hemos lanzado cohetes y misiles contra una base militar que protege el acceso a la terminal petrolera de Ras Lanuf , a las afueras de la ciudad", ha explicado otro rebelde. "Vamos a por todas", ha proclamado Magdi Mohammed, que forma parte de esta avanzadilla.
También en la primera línea de frente, las fuerzas anti-Gadafi han reivindicado enseguida el control del aeropuerto. Tras horas de combate también el de la ciudad: "Hemos tomado Ras Lanuf al 100%, todas las fuerzas de Gadafi se han ido", ha dicho el soldado Hafez Ihrahim desde el centro de la localidad en declaraciones telefónicas a Reuters. El Gobierno libio se ha apresurado a desmentir estas informaciones asegurando que son las fuerzas fieles al dictador las que controlan la importante ciudad portuaria.
Pese al ímpetu rebelde, la batalla sigue siendo desigual. Los sublevados se miden a un cuerpo de paramilitares bien adiestrado y pertrechado. Al menos dos docenas de rebeldes armados con fusiles Kalashnikov y con lanzacohetes ponían rumbo a Ras Lanuf esta mañana. Formaban una de las columnas que avanzaban hacia ese importante puerto petrolífero. Las unidades rebeldes se han adentrado en el desierto y han obviado el camino más directo por carretera para alcanzar Ras Lanuf, por miedo a toparse con las fuerzas de Gadafi. "El perro de Gadafi tiene aviones y vehículos armados. Es más difícil que nos vean en el desierto", ha explicado un ex oficial del Ejército libio que ahora integra la Coalición del 17 de febrero.
En paralelo a la ofensiva rebelde, el jefe del Consejo Nacional, una suerte de Gobierno de transición, ha dado aliento a los que luchan en el frente con un encendido discurso desde Al Baida. "No nos rendiremos. Victoria o muerte. No pararemos hasta liberar a todo el país...el tiempo de la hipocresía ha terminado", ha proclamado Mustafa Abdel Jalil . La multitud ha gritado: "Libia es libre y Gadafi debe marcharse".
Decenas de muertos al oeste
Pero la realidad es que Gadafi no está dispuesto a irse y sigue empleando su fuerza. Especialmente en la zona en la que es más fuerte, al oeste del país. Es el caso de Zauiya, la primera población de la parte occidental donde triunfaron las protestas, unos 50 kilómetros al oeste de Trípoli. "Creemos que posiblemente Zauiya estará bajo control total del Gobierno esta noche", ha asegurado Musa Ibrahim, portavoz gubernamental, en la televisión estatal.
Vecinos de la ciudad contactados telefónicamente por la agencia Reuters han explicado que agentes de fuerzas de seguridad fieles al dictador han entrado a la ciudad para expulsar a los opositores que se concentran en el centro de la población. "Todavía tenemos el control de la plaza central y ellos están a unos 4 o 5 kilómetros de distancia", ha indicado un portavoz de los rebeldes. "[Las fuerzas de Gadafi] han disparado contra civiles", ha añadido a la vez que confirmaba que entre los muertos se encuentra el "comandante militar" de los insurgentes en la zona. La cifra de muertos - que Reuters cifra en al menos 30 personas y la televisión Al Yazira ha elevado a medio centenar- no ha podido ser verificada de manera independiente por las restricciones impuestas a los periodistas para moverse por Libia.
Tercer día de castigo aéreo
Otra muestra de que Gadafi no está dispuesto a rendirse, esta vez al este, son los bombardeos aéreos que las ciudades de Brega y Ajdabiya, en el vértice del golfo de Sirte, siguen recibiendo. La aviación de Gadafi intenta por todos los medios, sin éxito hasta la fecha al menos en el este, impedir el avance de los rebeldes libios. Este viernes, por tercer día consecutivo, los cazas libios han reanudado a primera hora los bombardeos de posiciones enemigas. El objetivo esta vez ha sido una base militar de Ajdabiya, 80 kilómetros al oeste de Brega, que guarda un importante arsenal de armas. Por la tarde los bombardeos se han extendido también a Bengasi, la segunda ciudad libia. Convertida en capital de los rebeldes, una fuerte explosión se ha escuchado allí a última hora de la tarde. Procedía de un acuartelamiento militar situado a unos 30 kilómetros de la ciudad, según las primeras informaciones, que no han podido precisar si se trata de un golpe de la aviación de Gadafi ni si hay víctimas.
Según el relato ofrecido por los rebeldes a Reuters, las bombas cayeron cerca pero no llegaron a dañar la instalación. "Escuchamos el avión sobrevolando, después llegó la explosión y la tierra tembló", ha explicado Hassan Faraj, que trabaja en la base atacada. Otro voluntario, Aziz Saleh, ha añadido que el avión lanzó dos cohetes que cayeron muy cerca del acceso a la base.
Las bombas también han vuelto a caer esta mañana en Brega. Según el canal Al Arabiya, los aviones del dictador han dirigido sus misiles contra las instalaciones petroleras de la ciudad, a unos 200 kilómetros al oeste de Bengasi, y cuyo control es clave para el suministro eléctrico del este del país, además de ser la principal ruta de acceso a Bengasi, la capital de los sublevados. El ataque no ha dejado víctimas, según fuentes sanitarias de esa ciudad.
La aviación se empleó ayer con dureza contra el aeropuerto de Brega y posiciones de los sublevados en Adjabiya . Brega repelió el miércoles el ataque que lanzaron los mercenarios africanos y asiáticos de Gadafi, y unos kilómetros más al oeste, Al Ugayla es también tierra rebelde, según afirmaban vecinos de esta ciudad.
El ataque de las fuerzas leales al régimen de Gadafi contra un arsenal de armas en Benghazi, al este del país, han acabado con la vida de 17 personas según ha informado la cadena de televisión catarí Al Yazira. Otras fuentes hablan que las víctimas podrían llegar hasta las 35. El portavoz de la Coalición 17 de Febrero, Mustafá Gheriani, había informado previamente a Reuters que las fuerzas gubernamentales habían bombardeado el arsenal de armas, situado a las afueras de esta localidad conrtolada por los opositores.
Petición de ayuda
Gadafi, sin control ya sobre la mayoría de las 13 bases aéreas de Libia, ha provocado los mayores daños y destrozos desde el aire. Este es la razón por la que el Consejo Nacional, una suerte de Gobierno de transición, pidió anteayer a la comunidad internacional que establezca una zona de exclusión aérea sobre el país. La aviación libia llegó a tener casi 200 aviones de combate, principalmente de fabricación rusa. "Ahora solo dispone de entre 20 y 25 cazabombarderos", aseguró el coronel de la aviación Jamal Mansur Zuayeh, convertido en un rebelde más.
Parece imposible frenar el ímpetu de miles de jóvenes, y hombres de edades más avanzadas, que arden en deseos de engrosar las filas de los rebeldes para luchar en una primera línea que se mueve muy despacio, entre otros motivos por la pésima preparación, si es que han tenido alguna, de los novatos combatientes. Algunos han sufrido en los últimos días heridas, a veces muy graves, mientras manejaban armamento. Los mandos que organizan el nuevo Ejército tratan de hacer acopio de las armas que poseen infinidad de ciudadanos en sus casas después del asalto a varios arsenales y rechazan entregarlas a quienes las requieren para sumarse a la lucha. Pese a ello no resulta excesivamente difícil conseguirlas, aunque frecuentemente se trata de viejos fusiles. Ayer se distribuían en Bengasi panfletos de un grupo llamado Unión de Jóvenes de Libia que han convocado para hoy una marcha de vehículos hacia Sirte.
++++++++++++++++++++++++++++++++
LIBIA
Informe: Según diario pakistaní ya hay Fuerzas Especiales de EEUU en Libia
Por Paul Joseph Watson
03/03/11
3 de marzo de 2011.-Las Fuerzas Especiales de EEUU han desembarcado en Libia para entrenar rebeldes anti-Gaddafi para un golpe de estado apoyado por occidente en las cercanías de la nación rica en petróleo, con “asesores de defensa" británicos y franceses también desembarcando para establecer bases de entrenamiento en la región oriental del país controlada por los rebeldes.
Según un informe del diario Pakistan Observer, centenares del personal de las fuerzas especiales de EEUU, Gran Bretaña y Francia llegaron el 23 y 24 de febrero en “buques de guerra estadounidenses y franceses y pequeños botes en los puertos libios de Benghazi y Tobruk".
El reporte afirma que el informe fue confirmado por un diplomático libio en la región, quien expresó que “los tres países occidentales han desembarcado sus tropas de fuerzas especiales en Cyrinacia y están ahora creando sus bases y centros de entrenamiento”, en un intento por reforzar a las fuerzas rebeldes que resisten a la milicia de Gaddafi en la región circundante.
“Las fuerzas occidentales están preparando establecer bases de entrenamiento para milicias locales formadas por fuerzas rebeldes para un control efectivo en la región rica en petróleo y contrarrestar cualquier presión de las fuerzas a favor de Gaddafi desde Trípoli”, indica el informe.
Además, los esfuerzos para “neutralizar” a la Fuerza Aérea libia están en camino en un intento de obstaculizar la capacidad de Gaddafi para gobernar desde Trípoli si él logra permanecer en el poder.
La naval de EEUU también confirmó que el portaaviones USS Enterprise, el cual previamente ha estado en el servicio de caza de piratas frente a las costas de Somalia, está ahora humeando hacia Libia mientras se elevan las tensiones.
La Secretaria de Estado Hillary Clinton admitió públicamente por primera vez el 28 de febrero que EEUU estaba preparando respaldar rebeldes antigobierno, a pesar de la advertencia de Hafiz Ghoga, el vocero del recién formado Concejo Nacional de Libia en la ciudad oriental de Benghazi controlada por los rebeldes, de que cualquier “intervención extranjera” no sería bienvenida.
“El resto de Libia será liberada por el pueblo... y las fuerzas de seguridad de Gaddafi serán eliminadas por el pueblo de Libia”, expresó Ghoga durante una conferencia de prensa.
Mientras tanto, el ex representante europeo para el Grupo Carlyle y ex primer ministro británico John Major se ha convertido en el último en añadir su voz en el creciente coro de aquellos que llaman a una intervención militar para derrocar a Gaddafi.
Major respaldó, “otros líderes occidentales que están al borde de ordenar acciones militares en contra de Muammar Gaddafi por temores de que el mandatario libio podría utilizar “armas químicas” en contra de su propio pueblo”, informa The Telegraph.
El actual Primer Ministro británico, David Cameron, también ha estado ocupado preparando el escenario para un golpe de estado respaldado por occidente, convocando una zona de exclusión aérea para ser erigida sobre el país.
“Si el Coronel Gaddafi utiliza la fuerza militar en contra de su propio pueblo, el mundo no puede mantenerse al margen. Ese es el por qué deberíamos estar buscando una zona de exclusión aérea’, dijo Cameron. El canciller ruso, Sergey Lavrov, criticó la idea de una zona de exclusión aérea como “superflua”, en vez de señalar apoyo hacia las sanciones respaldadas por la ONU.
El viernes, cuarenta neoconservadores de influencia firmaron una carta a Barack Obama exhortando al presidente a preparar “inmediatamente” una acción militar para derrocar a Gaddafi.
Cualquier cambio de régimen con la asistencia de naciones occidentales suministrará un acceso más profundo a un país que posee las más grandes reservas de petróleo en África y el décimo más grande en el mundo, con una reserva de producción de alrededor de 66 años.
FUENTE: Correo del Orinoco
++++++++++++++++++++++++++++++++
LIBIA
Hijo de Kadafi y oposición libia rechazan
la propuesta de comisión internacional de diálogo hecha por Chávez
03 de Marzo.- Después de que Caracas informó de que el líder libio, Muamar el Gadafi, y la Liga Árabe estudiaban la propuesta hecha por el presidente venezolano, Hugo Chávez, de crear una comisión internacional de países para ayudar en el conflicto que vive el país, el hijo de Kadafi rechazó la propuesta.
"No sé nada sobre esto. Es como si yo fuera a propiciar un acuerdo en el Amazonas", dijo Said el Islam en unas declaraciones grabadas en el interior del vehículo con el que guió a un equipo de Sky News por las calles de Trípoli.
Los venezolanos, afirmó, "son nuestros amigos y les respetamos y nos gustan, pero están lejos y no tienen ni idea". "Libia está en Oriente Medio y en el norte de África, y Venezuela está en América Latina. Gracias, lo agradecemos. Son nuestros amigos. Es un buen gesto, pero estamos en capacidad de resolver nuestros problemas. No hay necesidad de una intervención extranjera", dijo.
También la oposición a Kadafi ha rechazado categóricamente esta tarde la propuesta de mediación hecha por Chávez, según un portavoz del Consejo Nacional establecido por los insurgentes, citado por AFP. "Tenemos una posición muy clara: es muy tarde, se ha derramado mucha sangre", dijo.
La propuesta hecha por el presidente venezolano es que se conforme una comisión integrada por varios países para que dialoguen con las partes en conflicto en Libia y así evitar el derramamiento de más sangre.
Chávez, que conversó el martes con Gadafi, según informó un día después el ministro de Comunicación, hizo la propuesta después de que Estados Unidos movilizara su flota en el Mediterráneo, al advertir de que una invasión de ese país supondría una "catástrofe".
"Estoy seguro de que muchos Gobiernos estarán de acuerdo, en buscar una fórmula política, en vez de mandar marines y aviones", dijo Chávez, puntualizando que Estados Unidos y Europa están "enloquecidos por el petróleo libio".
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, rechazó también a oferta de mediación hecha por Chávez, y afirmó que "cualquier mediación que permita al coronel Kadafi sucederse a sí mismo no es bienvenida".
Chávez ha reconocido en varias ocasiones su amistad con Kadafi y ha dicho que "sería de cobardes culpar de las muertes en Libia al Gobierno de ese país, sin conocer lo que está pasando".
+++++++++++++++++++++++++++++++++++
LIBIA Y LA IZQUIERDA INTERNACIONAL
LA OPINION DEL ELN Y LA DEL FRENTE SANDINISTA
LIBIA Y LAS LUCHAS DE SU PUEBLO
LA POSICIÓN DEL ELN de Colombia
En el Africa del norte, situada al frente de Europa en el Mediterraneo, la Jamahiria Arabe Popular y Socialista de Libia sufre luego de cuarenta años nuevas confrontaciones por el poder.
Muammar el Gadhafi, en 1969 había conducido una rapida insurrección que depuso a la Monarquía impuesta por acuerdos de la ONU, Gran Bretaña y Francia con el apoyo de los Estados Unidos, desde finales de la década de los 40.
Libia para 1969 ya era una de las principales productoras de petroleo liviano del mundo y bocado apetecido de las tranasnacionles petroleras
Las primeras medidas de ese gobierno que se llamó socialista y nasserista ( por el General egipcio nacionalista arabe Gamal Abdel Nasser), fueron eliminar las bases militares yanquis e inglesas y convertir el petróleo en un producto al servicio del pueblo y el desarrollo. En solo cinco años Libia quebró el hambre y la pobreza y se convirtió en uno de los paises del Africa con mejor nivel de vida. En estos momentos Libia es el pais con el más alto indice de desarrollo humano del continente africano.
A partir de ese momento la historia de las relaciones de Libia y los paises imperialistas hasta finales del siglo XX y principios de este, se pueden señalar como una de las más conflictivas en el area. Estados Unidos bombardeó Tripoli y Benghasi, tumbó aviones libios sobre el mar Mediterraneo, aupó la contrarrevolución interna y combatió a Libia en todos las ordenes.
Libia se convirtió en militante del ala antimperialista más radical. Fue solidaria con los movimientos de liberación de todo el mundo incluyendo los de Nuestra América y las luchas por la libertad de los pueblos de Africa y del Medio Oriente. Participó en el Movimiento de los No Alineados, en la creación de la Liga Arabe y en la potenciación de la Union Africana y de la OPEP.
Su participación abierta en las disputas internas de varios países africanos y arabes, su apoyo abierto a decenas de movimientos de liberación de todo el mundo y su abierta confrontación, la llevaron a serias contradicciones con los paises imperialistas -con los cuales no mantenía ninguna relación diplomatica- incluyendo un embargo del Consejo de Seguridad de la ONU por mas de diez años con graves consecuencias económicas y políticas.
Acercamiento a las potencias imperialistas
A finales del siglo XX y principios de este Muammar el Gadafi decidio recomponer sus relaciones con los paises imperialistas. Publicamente se dispuso para resarcir los daños a las personas y paises donde su acción militar hubiera hecho daño. Ciudadanos de Alemania, Estados Unidos, Inglaterra, entre otros, recibieron indemnizaciones millonarias. Este gesto abrió el camino al entendimiento con las potencias y conllevó un cambio en su politica exterior y de relacionamiento con el campo antimperialista.
Fue invitado incluso a una cita con el G-8, por su rango de presidente de la Liga Arabe. Hizo giras por toda Europa y fue visitado por los mandatarios de la mayoría de las potencia imperiales. Incluso en el 2009 firmó un convenio militar con Estados Unidos, con el Comando militar para el Africa AFRICOM.
Libia pais de tribus.
Dentro de las caracteristicas poco conocidas de Libia es la importancia tribal. Su desarrollo poíitico e histórico se fundamenta en la preservación de las fuerzas de las tribus que aun permanecen intactas en la vida política y económica. La estructura de poder construida por el régimen que dirige el Coronel Gadafi, fue muy cuidadosa en la repartición de los poderes y las posibilidades de desarrollo económico en las regiones para no agredir esta conformación, aunque propendía por un gobierno nacional.
Sin embargo parece que una de las causas que le dan combustible al alzamiento popular tiene que ver con desaveniencias vinculadas a diferencias mal tratadas con tribus poderosas. La bandera que levantan los rebeldes libios, paradojicamente, es la bandera de la monarquía que fue destrozada en 1969.
Libia pais musulman
La religión es otra fuente importante de unidad y cultura en Libia. La inmensa mayoría de los libios son musulmanes. Sin embargo dentro de esta doctrina, existen tendencias fundamentalistas que son profundamente reaccionarias y retardatarias. En Libia se presenta una fuerza que esta vinculada a los talibanes afganos y a las estructuras de Al Qaeda. Desde 1996 están activos en Libia y han ejecutado acciones militares inclusive contra el mismo Gadafi. Estas fuerzas propenden por un califato, que conllevaría un atraso profundo en el desarrollo alcanzado en el conjunto de la nación libia. Esta es otra variable importante de los alzamientos.
El alzamiento popular.
La crisis económica que golpea al mundo tambien ha golpeado a Libia. Los acuerdos económicos con las transnacionales y las potencias imperiales, conllevan acuerdos sobre reformas a las actividades económicas en el conjunto del sistema productivo. Acuerdos con el Banco Mundial y el FMI. Ha habido privatización, reducción del tamaño del Estado, recorte de algunos logros. El desempleo se ha disparado llegando a más del 25% de la población economicamente activa. La pobreza se multiplicó y se podría decir que la cuarta de la población es pobre. El malestar social se ha canalizado a partir de los levantamientos en Egipto y Tunez, paises con los cuales tiene extensas fronteras Libia.
El regimen de Libia se habia cerrado a la participación política de la población. Acciones contra los palestinos y los luchadores de Hamas, contra los migrantes africanos que tomaban a Libia como pais transito hacia Europa, el nepotismo y los manejos corruptos de personeros del regimen, tambien venia generando malestar en el pueblo libio.
Los acontecimientos en Libia avanzan cada segundo, se habla de represion indiscriminada y las confrontaciones armadas se dan en diferentes ciudades. Miles de noticias desfiguradas llegan. La fabrica de mentiras imperialista, por intermedio de sus agencias está en plena producción.
La intervencion imperialista
Los yanquis no tienen amigos sino intereses. En Libia las principales compañias petroleras yanquis han invertido ingentes cantidades de dinero en los ultimos 20 años. Al igual que italianas, alemanas, francesas, españolas e inglesas. Italia es el pricipal socio comercial y Alemania el segundo. Fidel ya dio la alerta de una invasion de la OTAN sobre Libia que esta en curso.
En 1806 (!!), Estados Unidos bombardeó Tripoli. Fue la primera accion armada fuera de su territorio. La disculpa fue la piratería que se desarrollaba desde este puerto mediterraneo. En 1986 bombardearon Tripoli y Bengashi. La propia casa de Gadafi fue bombardeada y su hija adoptiva murió.
Italia fue metropoli de Libia durante la primera mitad del siglo XX, hasta que en la Segunda Guerra Mundial los ingleses expulsan a los italianos y convierten a Libia en un protectorado.
El petroleo y el gas son el principal bocado para el capital internacional. Libia es el decimooctavo productor del mundo con más de millon y medio de barriles diarios. El 90% de este va para Europa. La OTAN ya da vueltas sobre Libia esperando el momento del zarpazo
Ninguna nación o estructura militar internacional tiene derecho a agredir o invadir a Libia. Ya Irak y Afganistan han demostrado hasta la saciedad las consecuencias de las intervenciones imperialistas.
El pueblo libio tiene el derecho a decidir sus propios asuntos. La rebelion popular en curso, producto de multiples variables y de imprevisibles consecuencias debe fluir. La voluntad soberana del pueblo, en la busqueda de su bienestar y libertad, de sus propias formas organizativas debe ser respetada. La autodeterminación del pueblo libio es sagrada.
----------------------------------------
LIBIA -
Enfrentamiento en ciudad libia de Brega deja al menos 27 heridos y 11 muertos
Enfrentamiento entre opositores y seguidores del lider libio, Muammar Al Gaddafi, dejaron este miércoles al menos 27 heridos y 11 muertos en Brega (oeste), luego que detractores del mandatario expulsaran más temprano a miembros de la Fuerza Pública, que intentaron tomar la ciudad petrólera.
El enviado especial de teleSUR a Brega, Reed Lindsay, reportó que un médico del hospital confirmó que al menos 11 personas fallecieron y 27 resultados heridas.
Informó que “de los 11 muertos tres eran seguidores a Gaddafi y los otros ocho eran opositores”,
Agregó que “según el médico del hospital los tres muertos del líder libio son africanos, y uno de ellos tenía identificación de Níger”.
Sin embargo, destacó que en la morgue del centro médico no se pudo constatar que eran tres los muertos.
Más temprano, Lindsay señaló que los opositores al líder libio expulsaron de la ciudad petrolera de Brega a miembros de la Fuerza Pública, luego que los seguidores de Gaddafi intentaran tomarla en horas de la mañana.
Los opositores aseguraron tener control de la urbe y amenazaron con avanzar hacia otras zonas dominadas por los afectos al Gobierno.
Manifestó que muchos de los alzados “dicen que quieren avanzar hasta las ciudades controladas por el Gobierno de Al -Gadaffi”.
Comunicó que en esa urbe existen soldados en rebeldía “pero también ciudadanos de todo tipo, hablé con médicos, con ingenieros, con trabajadores de la empresa de petróleo, aquí (están) todos en rebeldía, levantados y armados”.
Ráfagas de bala se escuchaban mientras el enviado especial ofrecía su reporte sobre la situación en Brega, vía telefónica. “Son disparos al aire, la gente ha estado disparando al aire todo el día, mostrando su fuerza”, explicó.
Lindsay remarcó que las personas con las que ha conversado en la ciudad han coincidido en rechazar una eventual invasión de fuerzas externas. “Dicen que si llegan las tropas estadounidenses aquí, van a luchar contra ellos igual como luchan contra el gobierno de Al-Gaddafi”.
La OTAN duda ante la dificultad de intervenir militarmente en Libia
La OTAN duda sobre la conveniencia de intervenir militarmente en Libia debido a las dificultades del operativo y a la posibilidad de que provocase una furibunda reacción antioccidental en los países árabes. Turquía, socio de la OTAN, se opone al despliegue, y Rusia alerta de las intenciones de ampliar la zona de influencia de la Alianza. Sin embargo, los buques de guerra de países miembros de la OTAN continúan acercándose a las aguas libias.
GARA | BRUSELASLa opción de una intervención militar de la OTAN en Libia provoca profundas divisiones debido al temor de una reacción en el mundo árabe, las reticencias en el seno de la Alianza a ampliar su zona de influencia y la complejidad de la operación.Esta situación se pudo confirmar durante la reunión organizada ayer en Bruselas entre los embajadores de los 28 estados de la Alianza, mientras el coronel Muamar Al-Gadafi impulsaba la contraofensiva frente a los opositores y alertó del riesgo de que se produzcan miles de muertos si se registra una intervención occidental. Pese a ello, continuaron los movimientos de buques de guerra occidentales hacia Libia.«Hemos compartido nuestras reticencias», declaró en París el nuevo ministro francés de Exteriores, Alain Juppé. «En cambio, se puede seguir planificando una zona de exclusión aérea con la condición de que únicamente se active con una decisión del Consejo de Seguridad de la ONU», añadió.El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, sin embargo, se mostró más cauteloso desde Washington, destacando que la creación de una zona de exclusión aérea requeriría atacar a Libia.La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, añadió que «aún estamos lejos de la toma de la decisión» de instaurar la zona de exclusión aérea.En cualquier caso, los representantes de la OTAN reunidos en Bruselas expresaron su «gran preocupación» ante el desarrollo de los acontecimientos en Libia, indicó una portavoz de la OTAN, Carmen Romero, a France Presse. «El secretario general, Anders Fogh Rasmussen, sigue consultando a los socios internacionales para estar preparados para ofrecer asistencia si nos la demandan», precisó.«Pero no hay consenso en el seno de la OTAN para recurrir a la fuerza» en Libia e instaurar una zona de exclusión aérea, reconoció el martes Gates.Varios estados, entre ellos el francés, temen que se produzca un incremento de las revueltas en la orilla sur del mar Mediterráneo. Una operación de la OTAN en Libia «podría hacer que las opiniones públicas y los pueblos árabes se levantasen contra la orilla del norte del Mediterráneo», advirtió Juppé.Turquía, miembro de la OTAN, rechazó categóricamente el operativo. «¿Que la OTAN intervenga en Libia? Sería absurdo. La OTAN no tiene nada que hacer allí abajo», destacó el lunes el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.Moscú, que colabora con la OTAN, también se mostró crítico. «Los sucesos recientes dan un pretexto a la OTAN para intentar implantarse en esta región, con el argumento de querer pacificar la situación en el Norte de África», acusó el representante permanente de Rusia ante la Alianza Atlántica, Dimitri Rogozin.La instauración de una zona de exclusión aérea requiere el despliegue de aviones de vigilancia tipo Awacs, cuya base está en Alemania. EEUU, Gran Bretaña y el Estado francés también disponen de esta tipo de aviones a título individual. En cualquier caso, la OTAN debería utilizar alguna de las bases estadounidenses en Italia, tal y como se produjo en 1992 para intervenir en Bosnia-Herzegovina, pero para ello sería preciso un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU.La oposición libia, en cambio, llamó a la ONU autorizar los ataques aéreos extranjeros contra los mercenarios subsaharianos que actúan a favor de Gadafi, según declaró desde Bengasi Abdelhafez Ghoqa, portavoz del insurgente Consejo Nacional Libio.
La OTAN duda ante la dificultad de intervenir militarmente en Libia
La OTAN duda sobre la conveniencia de intervenir militarmente en Libia debido a las dificultades del operativo y a la posibilidad de que provocase una furibunda reacción antioccidental en los países árabes. Turquía, socio de la OTAN, se opone al despliegue, y Rusia alerta de las intenciones de ampliar la zona de influencia de la Alianza. Sin embargo, los buques de guerra de países miembros de la OTAN continúan acercándose a las aguas libias.
GARA | BRUSELAS
La opción de una intervención militar de la OTAN en Libia provoca profundas divisiones debido al temor de una reacción en el mundo árabe, las reticencias en el seno de la Alianza a ampliar su zona de influencia y la complejidad de la operación.
Esta situación se pudo confirmar durante la reunión organizada ayer en Bruselas entre los embajadores de los 28 estados de la Alianza, mientras el coronel Muamar Al-Gadafi impulsaba la contraofensiva frente a los opositores y alertó del riesgo de que se produzcan miles de muertos si se registra una intervención occidental. Pese a ello, continuaron los movimientos de buques de guerra occidentales hacia Libia.
«Hemos compartido nuestras reticencias», declaró en París el nuevo ministro francés de Exteriores, Alain Juppé. «En cambio, se puede seguir planificando una zona de exclusión aérea con la condición de que únicamente se active con una decisión del Consejo de Seguridad de la ONU», añadió.
El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, sin embargo, se mostró más cauteloso desde Washington, destacando que la creación de una zona de exclusión aérea requeriría atacar a Libia.
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, añadió que «aún estamos lejos de la toma de la decisión» de instaurar la zona de exclusión aérea.
En cualquier caso, los representantes de la OTAN reunidos en Bruselas expresaron su «gran preocupación» ante el desarrollo de los acontecimientos en Libia, indicó una portavoz de la OTAN, Carmen Romero, a France Presse. «El secretario general, Anders Fogh Rasmussen, sigue consultando a los socios internacionales para estar preparados para ofrecer asistencia si nos la demandan», precisó.
«Pero no hay consenso en el seno de la OTAN para recurrir a la fuerza» en Libia e instaurar una zona de exclusión aérea, reconoció el martes Gates.
Varios estados, entre ellos el francés, temen que se produzca un incremento de las revueltas en la orilla sur del mar Mediterráneo. Una operación de la OTAN en Libia «podría hacer que las opiniones públicas y los pueblos árabes se levantasen contra la orilla del norte del Mediterráneo», advirtió Juppé.
Turquía, miembro de la OTAN, rechazó categóricamente el operativo. «¿Que la OTAN intervenga en Libia? Sería absurdo. La OTAN no tiene nada que hacer allí abajo», destacó el lunes el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.
Moscú, que colabora con la OTAN, también se mostró crítico. «Los sucesos recientes dan un pretexto a la OTAN para intentar implantarse en esta región, con el argumento de querer pacificar la situación en el Norte de África», acusó el representante permanente de Rusia ante la Alianza Atlántica, Dimitri Rogozin.
La instauración de una zona de exclusión aérea requiere el despliegue de aviones de vigilancia tipo Awacs, cuya base está en Alemania. EEUU, Gran Bretaña y el Estado francés también disponen de esta tipo de aviones a título individual. En cualquier caso, la OTAN debería utilizar alguna de las bases estadounidenses en Italia, tal y como se produjo en 1992 para intervenir en Bosnia-Herzegovina, pero para ello sería preciso un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU.
La oposición libia, en cambio, llamó a la ONU autorizar los ataques aéreos extranjeros contra los mercenarios subsaharianos que actúan a favor de Gadafi, según declaró desde Bengasi Abdelhafez Ghoqa, portavoz del insurgente Consejo Nacional Libio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Criticidad, honestidad intelectual y de todas las especies, creatividad, denuncia y anuncio...