miércoles, 7 de septiembre de 2011

Incendios en Córdoba


Incendios en Córdoba:
61.062 hectáreas quemadas en 9 días

El fuego consumió una superficie equivalente a 30.000 estadios de fútbol. 

El Dr. Raúl Montenegro, presidente de FUNAM, indicó que la provincia "tiene la más baja resistencia ambiental de su historia" y que tanto los fuegos como el desmonte "hacen que esta resistencia continúe disminuyendo". 

El biólogo Ricardo Suárez, del Proyecto de Conservación y Reforestación, tras recordar que ya se incendió "más del 75% de la Reserva Hídrica la Quebrada , una cuenca hídrica clave para las Sierras Chicas" agregó que la totalidad de la zona serrana en Córdoba "debe ser declarada reserva natural".


FUNAM sostuvo que el gobierno provincial "no dimensiona la grave situación ambiental de la provincia" y que es necesario "revisar el Plan Provincial de Manejo del Fuego". La Fundación adelantó algunas propuestas, entre ellas "dedicar el 100% del impuesto al fuego para prevención, control y remediación" y que no se financie con dichos fondos "la construcción de vertederos regionales de basura". Pidieron además que se investigue cómo se gastó lo recaudado.  

Córdoba (Argentina), 11 de septiembre de 2011. La Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM) informó que en los primeros 9 días de septiembre "se quemaron 61.062 hectáreas de bosque nativo, matorrales serranos y pastizales". Esta superficie equivale a más de 30.000 estadios de fútbol. "En solo 9 días se quemó un equivalente a más de 140 estadios de fútbol por hora", subrayó el Dr. Raúl Montenegro, presidente de FUNAM. [Ver abajo los datos técnicos (1)].

Agregó que en este momento la provincia de Córdoba "tiene la más baja resistencia ambiental de toda su historia" y que tanto los fuegos como el desmonte "hacen que esta resistencia continúe disminuyendo". La resistencia ambiental –aclaró- es la capacidad que tiene un territorio para soportar crisis naturales y de origen humano, como el cambio climático global. "Cuanto más ambiente nativo tiene una provincia mayor su resistencia. En Córdoba esa superficie sigue disminuyendo. Queda menos del 5% de bosque nativo cerrado, los desmontes continúan –solamente entre 1998 y 2002 se desmontó un equivalente a casi 3 estadios de fútbol por hora- y los fuegos agregan cada año mayor destrucción".  

El biólogo Ricardo Suárez, del Proyecto de Conservación y Reforestación de las Sierras de Córdoba, indicó que en los incendios de septiembre de este año "se quemó más del 75% de la Reserva Hídrica la Quebrada , una cuenca hídrica clave para las Sierras Chicas". Agregó que la totalidad de la zona serrana en Córdoba "debe ser declarada reserva natural pues allí están las fábricas de agua de la provincia". Citó a modo de ejemplo que en la Reserva Hídrica "los fuegos produjeron una inmediata bajante del caudal de agua que traen los arroyos al lago. En los días siguientes al incendio observamos una reducción del 12% en el caudal".   

FUNAM sostuvo que el gobierno provincial no dimensiona la grave situación ambiental de la provincia y que no protege las cuencas hídricas de captación ni sus porciones medias y bajas. "Los funcionarios siguen creyendo erróneamente que el remedio es traer agua del río Paraná cuando la solución consiste en cuidar los ambientes serranos productores de agua y hacer un uso medido y responsable del recurso", sostuvo Montenegro.    

FUNAM sostuvo que es necesario "revisar el Plan Provincial de Manejo del Fuego" y que no deben volver a repetirse "los tardíos pedidos de ayuda para que ingresen brigadistas procedentes de otras provincias". Entre las medidas urgentes el Dr. Raúl Montenegro indicó las siguientes:

"Reformular el Plan Provincial de Manejo del Fuego en base a consultas con los propios bomberos voluntarios, Universidades y ONGs".

"Dedicar el 100% del impuesto al fuego para prevención, control y remediación" y que no se financie con dichos fondos "la construcción de vertederos regionales de basura".

"Investigar y hacer público cómo se gastó lo recaudado desde la creación del impuesto al fuego".

"Proteger la salud de los bomberos y las personas afectadas por incendios, pues el humo de la quema de vegetación contiene un 70-90% de partículas finas con menos de 2,5 micrómetros de diámetro. Dichas partículas penetran profundamente en los pulmones (alvéolos), donde reducen la capacidad respiratoria y producen numerosas enfermedades. Esto no ha sido motivo de preocupación para los funcionarios. Incluso las mascarillas que se usan no necesariamente protegen de estas partículas. Desde FUNAM ya hemos propuesto al Plan Nacional de Manejo del Fuego criterios para proteger la salud de brigadistas y personas afectadas".

"Urge replantear la prevención y el control, y dejar de improvisar en materia de remediación una vez concluidos los fuegos. La Secretaría de Ambiente de la provincia de Córdoba no debe repetir la torpeza que cometió después de los incendios del año 2009, cuando sembró semillas de pastos exóticos con avionetas. En lugar de facilitar la recuperación del ambiente nativo, la dificultó".

No más desmontes, mayor prevención para evitar incendios y remediaciones bien hechas

Ricardo Suárez, del Proyecto de Conservación y Reforestación de las Sierras de Córdoba, sostuvo que la dramática situación ambiental de la provincia "no admite más desmontes" y que para evitar fuegos "es necesaria una mayor prevención y la plena vigencia de sistemas de alerta temprana". Sostuvo que la remediación de los lugares incendiados "debe ser cuidadosamente planificada combinando la reforestación con especies nativas, la clausura de ambientes en recuperación, la restricción de la ganadería en zonas quemadas y la protección de corredores que unan ambientes quemados y ambientes nativos intactos". Insistió que urge considerar "la totalidad de la zona serrana como reserva natural" y que en Córdoba "hay cada vez menos margen para proteger lo poco que queda de naturaleza".     


NO SE QUEMAN ÁRBOLES SINO ECOSISTEMAS ENTEROS

"Desde hace miles de años los principales ríos de Córdoba obtienen su agua de las serranías. Antes de que comenzaran los incendios y desmontes a gran escala, el buen funcionamiento del ecosistema nativo garantizaba la provisión de agua, incluso en inviernos de años muy secos", indicó el Dr. Raúl Montenegro.

"Cuando las sierras están en condiciones ecológicas óptimas y tienen su biodiversidad intacta, la vegetación intercepta las gotas de las lluvias de verano, impidiendo que golpeen el suelo y lo deterioren. El agua circula entonces por las hojas y tallos de las plantas, y alcanza el suelo, donde su permeabilidad facilita la infiltración. Esta "esponja blanda", edáfica, funciona bien mientras tenga vegetación nativa, ya sea un bosque de coco y molle, un matorral de romerillos, o un pastizal de altura. El agua infiltrada penetra luego en las rocas subyacentes, muy fracturadas, y se mueve lentamente hasta volcarse como vertiente. Esta 'esponja rígida', rocosa, hace más lento el flujo de agua y permite que aún en temporadas más secas, como el invierno, las vertientes sigan descargando agua. Las sierras en buen funcionamiento impiden que toda el agua de lluvia del verano corra por la superficie (escorrentía). Los ríos tienen entonces agua todo el año aunque su caudal disminuya en invierno, transportan poco sedimento, y los embalses se colmatan menos rápidamente", agregó Montenegro.  

"Cuando las sierras son incendiadas y se destruye su vegetación las gotas de lluvia alcanzan el suelo, y lo disgregan. Queda sometido entonces a los efectos erosivos del agua y del viento, y a la insolación que evapora la escasa humedad remanente. Los suelos desmontados, quemados, insolados y golpeados por la lluvia se vuelven impermeables. La impermeabilidad de lo suelos facilita la circulación del agua en superficie (escorrentía), y reduce la infiltración. La fuerte pendiente de las sierras hace que el agua corra con violencia y arrastre consigo suelo y organismos vivos. Como la "esponja blanda" del suelo no funciona, el agua deja de llegar a la "esponja dura" de las rocas, y las vertientes desprovistas de su fuente de alimentación merman el caudal o se secan. En verano la mayor parte del agua de lluvia alimenta los cursos de agua, que tienen crecientes cada vez más importantes. Transportan además una mayor cantidad de sedimentos, y la vida acuática pierde biodiversidad. Su mayor aporte de fósforo y nitrógeno a los lagos aumenta la eutroficación". 

"No es lo mismo un incendio de 60.000 hectáreas cuando la provincia tenía hace dos siglos 12 millones de hectáreas de bosque nativo, que esa misma superficie quemada cuando quedan menos de 600.000 hectáreas de bosque nativo cerrado. Más que un incendio es una tragedia ambiental y un duro golpe a las maltrechas cuencas hídricas de la provincia de Córdoba".

Según Montenegro "un bosque, arbustal o pastizal de altura no tienen solamente árboles, reptiles, aves y mamíferos, sino un complejo entramado de seres vivos. En un metro cuadrado de suelo y hasta los 30 centímetros de profundidad pueden vivir unos 1.500 millones de protozoarios (microorganismos), 120 millones de nematodos (gusanos), 440.000 colémbolos (insectos), 400.000 ácaros, 3.000 ciempiés y milpiés, 500 hormigas, y muchas poblaciones de organismos. El fuego los golpea duramente. Sin la vegetación nativa y con la biodiversidad muy afectada el ambiente deja de fabricar suelo. En ambientes tropicales  y templados se requiere de 220 a 1.100 años para regenerar 25 milímetros  de suelo. En sitios con rocas duras, como los granitos serranos, el suelo tarda más tiempo en formarse. El fuego impide además el retorno de materia orgánica al suelo, favorece la erosión, y lo compacta. Como la impermeabilización impide que el suelo absorba el agua de lluvia, las crecientes de los ríos se vuelvan cada vez más violentas".


(1) Datos técnicos. La estimación fue realizada conjuntamente por el Proyecto de Conservación y Reforestación de las Sierras de Córdoba y FUNAM bajo la dirección del Biólogo Ricardo Suárez. Esta cifra comprende quemas parciales y totales. Fue estimada con Sistema de Información Geográfica (SIG) en base a imágenes satelitales Modis. Se tuvieron en cuenta superficies quemadas y curvas de nivel. El estudio expeditivo abarcó una superficie de 880.000 hectáreas donde las formaciones vegetales dominantes son pastizales y sotobosque (58%), arbustales (19%) y bosques (23%). En la región analizada se encuentran las Sierras Chicas y del Norte, Punilla y las Sierras de Comechingones.


Para mayor información contactar a:

Prof. Dr. Raúl A. Montenegro, Biólogo
Titular de FUNAM
Teléfono fijo: 03543-422236
Teléfono celular: 0351-155 125 637

Biólogo Ricardo Suárez
Proyecto de Conservación y Reforestación de las Sierras Chicas
Teléfono celular: 03543 154 54629

Encargada de prensa:
Nayla Azzinnari
Teléfono celular: 011-155 460 9860



Usted recibe este mensaje porque integra la lista de distribución de la Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM). Si desea ser borrado de la misma, responda este correo con la palabra "baja" en el asunto.

FUNAM
Fundación para la defensa del ambiente
Environment Defense Foundation
Casilla de Correo 83
Correo Central, (5000) Córdoba, Argentina.

FUNAM es una ONG fundada en 1982.
Tiene status consultivo en ECOSOC (Naciones Unidas, Nueva York).
FUNAM es Premio Global 500 de Naciones Unidas (1987).

FUNAM is an NGO created in 1982.
FUNAM has consultative status at ECOSOC (United Nations, New York).
Global 500 Award from United Nations (1987).


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FUNAM INFORMA                 
Fundación para la defensa del ambiente
Córdoba (Argentina), 6 de septiembre de 2011

Incendios en Córdoba:
La Justicia aceptó la Acción de Amparo presentada por FUNAM y el juez recomendó al gobierno provincial implementar los niveles II y III del Plan Nacional de Manejo del Fuego, que habilitan la participación de brigadistas de otras provincias. 

FUNAM calificó de "tragedia ecológica sin precedentes" la destrucción provocada por los incendios en la provincia de Córdoba y responsabilizó al gobierno de la provincia "por no haber solicitado ayuda a las provincias vecinas y la nación cuando era evidente que los fuegos estaban fuera de control". Se quemaron más de 40.000 hectáreas .

Calificó de "soberbia" la actitud de los funcionarios provinciales "porque no quisieron mostrar
al resto del país que los fuegos estaban fuera de control. El costo de este capricho es abrumador. Brigadistas exhaustos después de días de exponer sus vidas, más de 40.000 hectáreas quemadas, graves daños en cuencas hídricas vitales para Córdoba, una agudización de los efectos de la sequía y oscuras perspectivas hídricas para la provincia durante las próximas semanas".

El biólogo Ricardo Suárez, del Proyecto de Conservación y Reforestación de las Sierras Chicas, sostuvo que se quemó el 75% de la superficie de la Reserva Hídrica La Quebrada y que por efecto de los incendios ya se observa un menor ingreso de agua al lago.

Córdoba (Argentina), 6 de septiembre de 2011.- El presidente de la Fundación para la defensa del ambiente, Dr. Raúl Montenegro, informó que la Justicia "aceptó la Acción de Amparo presentada por la FUNAM " y que "accediendo a lo que solicitamos, el Juez de Control n° 7, Dr. Esteban Díaz, recomendó al gobierno de la provincia de Córdoba implementar los niveles II y III del Plan Nacional de Manejo del Fuego, esto es, requerir la participación de brigadistas y equipos procedentes de otras provincias". La Acción de Amparo y la Medida Cautelar fueron hechas con el patrocinio del Dr. Carlos Raúl Nayi.

Montenegro calificó de "tragedia ecológica sin precedentes" la destrucción provocada por los incendios en la provincia de Córdoba y responsabilizó al gobierno de la provincia "por no haber solicitado ayuda a las provincias vecinas y la nación cuando era evidente que los fuegos estaban fuera de control".

El Dr. Raúl Montenegro indicó que la magnitud de lo sucedido en Córdoba "no se relaciona solamente con la superficie de bosque nativo que se quemó, sino cuánto representa esa destrucción en la escasa superficie remanente de bosque. Recordemos que en Córdoba sobrevive menos del 5% de la cobertura boscosa original. Cada incendio como el ocurrido nos acerca más al abismo".

Calificó de "soberbia" la actitud de los funcionarios "porque no quisieron mostrar al resto del país que los fuegos estaban fuera de control. El costo de este capricho es abrumador. Brigadistas exhaustos después de días de exponer sus vidas, más de 40.000 hectáreas quemadas, graves daños en cuencas hídricas vitales para Córdoba, una agudización de los efectos de la sequía y oscuras perspectivas hídricas para la provincia en las próximas semanas".

El sábado 3 de septiembre FUNAM criticó públicamente que el gobierno de Córdoba aún no hubiera solicitado ayuda a las provincias vecinas y la nación en el marco del Plan Nacional de Manejo del Fuego. Recién el domingo 4 de septiembre por la tarde formalizó su solicitud al Plan Nacional, cuando ya el fuego había hecho estragos.

"Las actitudes soberbias del gobierno provincial hicieron peligrar la vida de los bomberos voluntarios, impidieron que los brigadistas pudieran tener refuerzos extraprovinciales y agravaron las consecuencias del fuego", sostuvo el Dr. Raúl Montenegro. Agregó que la decisión judicial de aceptar la Acción de Amparo "forzará un necesario replanteo de la forma de actuar del gobierno de Córdoba ante incendios fuera de control".  

Recordó que el gobernador José Manuel de la Sota "ya había tenido el mismo acto de soberbia en 2006, cuando rechazó la colaboración de 150 brigadistas procedentes de otras provincias y se quemaron 30.000 a 40.000 hectáreas . Cinco años más tarde la demora en pedir ayuda de otras provincias produjo la quema de más de 40.000 hectáreas ".

En Córdoba se agravarán los efectos de la sequía

El Dr. Raúl Montenegro indicó que los incendios "agravarán sin dudas la sequía porque las altas temperaturas durante los fuegos aceleraron la evaporación de agua, y porque los suelos –ahora ennegrecidos- captarán mayor radiación solar, tendrán más temperatura y perderán la escasa humedad que todavía les quedaba".

Agregó que en las sierras quemadas "disminuirá la infiltración de agua cuando comience la temporada de lluvias, aumentará la erosión de los suelos y desmejorará la calidad del agua en los lagos". Montenegro sostuvo que "las 40.000 a 50.000 hectáreas de ambiente nativo perdidas hasta ahora durante estos incendios son una "tragedia" para Córdoba porque la provincia "ya no podía perder una sola hectárea más de bosque nativo". Montenegro recordó que la provincia "es una de las que tiene peor manejo ambiental a nivel país" y que tuvo "la tasa de desmonte más alta de Argentina en el período 1998-2002, esto es, -2,93% anual, una cifra más alta que la media mundial (-0,23%) y mayor que la media para África
(-0,48%)".

FUNAM sostuvo que los incendios que se están registrando en la provincia de Córdoba "son extremadamente graves no solamente por la sequía sino también porque la provincia, una de las más desmontadas de Argentina, tiene el nivel de resistencia ambiental más bajo de su historia. Perder hoy 5.000 hectáreas de ambiente nativo bajo el fuego es más grave que la pérdida de esa misma superficie 50 años antes. Córdoba ya no tiene margen para seguir descontando superficie con ambiente nativo, sobre todo en sus cuencas hídricas, cada vez más destruidas".

La Reserva Hídrica de La Quebrada , un caso testigo de tragedia ecológica

El biólogo Ricardo Suárez, director del Proyecto de Conservación y Reforestación de las Sierras Chicas, indicó que los fuegos de los últimos días "quemaron el 75% de las 4.200 hectáreas que tiene la Reserva Hídrica La Quebrada ". Este sistema ya sufría la sequía, la destrucción de vegetación nativa y la extracción de agua para consumo humano. Suárez, que viene observando técnicamente el comportamiento del embalse, sostuvo que en los últimos tres días, del 3 al 5 de septiembre, el caudal del arroyo Colanchanga, principal afluente del lago, "se redujo en un 12%". Agregó que esta merma se debe "a la mayor evaporación por calor. El fuego seca la superficie y pierde humedad, y disminuye el aporte de agua a los arroyos que alimentan el lago de La Quebrada ". También recordó que en la provincia "al invierno seco y relativamente caluroso se le sumó una pequeña nevada y descenso de la temperatura, seguido de ascenso térmico y baja en la humedad relativa. Esto provocó una mayor muerte en la vegetación y deshidratación rápida, lo que sumó más biomasa combustible". 

¿Y la previsión? ¿Y el dinero del impuesto al fuego?

Ricardo Suárez demostró su perplejidad porque la provincia no declarara alerta roja "desde comienzos de otoño" y que el Aeropuerto Internacional Ambrosio Taravela "estuviera 12 horas fuera de servicio por un fuego registrado en el mismo predio, donde se encontraban el avión vigía y los aviones hidrantes, que por doce horas tampoco pudieron ser utilizados". Agregó que "con fuegos que muy pocos parecían ver y sin aviones vigía estallaron 30 focos en la provincia, con una humedad relativa de apenas el 15% y ráfagas de viento superiores a los 50 kilómetros por hora".  

El Dr. Raúl Montenegro indicó que una vez pasados los incendios "deberá investigarse cómo se utilizó el dinero obtenido por el impuesto al fuego en los últimos años, sobre todo porque la gestión de Juan Schiaretti, argumentando que parte de los incendios se iniciaban en basurales abiertos, decidió utilizar 14 millones de pesos procedentes de ese impuesto para financiar vertederos regionales en Punilla y Calamuchita. Sin considerar la desprolijidad administrativa con que se impulsaron ambos proyectos y la inconveniencia de hacer vertederos regionales, resulta inaceptable cambiar el uso de fondos que están específicamente destinados al Plan Provincial de Manejo del Fuego". Coincidió con las observaciones realizadas por el biólogo Ricardo Suárez y subrayó que el Plan provincial de Manejo del Fuego "tiene que ser enteramente revisado".

En vías de extinción

El Dr. Raúl Montenegro recordó que en la provincia la expansión de los cultivos industriales, los incendios y la falta de controles gubernamentales "hicieron que de las tres regiones biogeográficas que tenía la provincia a comienzos del siglo pasado –Chaqueña, del Espinal y Pampeana- solo sobreviva la Chaqueña y con una superficie extremadamente reducida".

Con respecto a los fuegos ocurridos en estos últimos días enfatizó que "la biodiversidad nativa de la provincia ha sufrido un duro golpe, sobre todo las especies que ya estaban en receso y extinción. Fuego y sequía se combinaron letalmente".

En Córdoba han sido consideradas como presionadas y en variado estado crítico numerosas especies de la fauna, entre ellas boa de las vizcacheras, tortuga de tierra, iguana overa y colorada, buho, aguilucho, gavilán de campo grande, gavilán ceniciento, reina mora grande y varia especies de gatos monteses. Entre las plantas presionadas se mencionan quebracho colorado, orco quebracho, cola de quirquincho, tabaquillo, pico de loro o tramontana y muchas otras especies. "Pero la pérdida es aún más cuando consideramos las miles de especies grave mucho más grave, lo que se está perdiendo son ecosistemas naturales donde existen miles de especies coexistiendo entre sí, desde microorganismos hasta grandes árboles y mamíferos. Su pérdida es prácticamente irreversible en tiempos humanos. Los últimos incendios han contribuido significativamente a bajar la biodiversidad de la provincia y disminuir aún más su escasa resistencia ambiental a disturbios de todo tipo", indicó Raúl Montenegro.

Para mayor información contactar a:

Prof. Dr. Raúl A. Montenegro, Biólogo
Titular de FUNAM
Teléfono fijo: 03543-422236
Teléfono celular: 0351-155 125 637

Biólogo Ricardo Suárez
Proyecto de Conservación y Reforestación de las Sierras Chicas
Teléfono celular: 03543 154 54629

Dr. Carlos Raúl Nayi
Teléfono fijo: 0351-4283480
Teléfono celular: 0351-156 507 740

Encargada de prensa:
Nayla Azzinnari
Teléfono celular: 011-155 460 9860

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