lunes, 19 de noviembre de 2012

DEMOCRACIA DE CUERVOS Y CHACALES

DEMOCRACIA DE CUERVOS Y CHACALES
(segunda parte)  escribe ALFREDO GRANDE
“El problema no es que hay funcionarios que no le entran las balas. El problema es que no le entran las palabras”
(aforismo implicado)

"Por la vía de la criminalización de la protesta, emprendió el diputado Carlos Kunkel, al conjeturar que los protagonistas del 8N habrían incurrido en el delito de sedición. Sorprendido, su entrevistador quiso saber en qué basaba tamaña afirmación. Y Kunkel contestó: “No lo digo yo. Lo dice la Constitución. El pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes”. (Susana Viau, Clarín, 10 de noviembre de 2012).


(APe).-Saber que Clarín miente, me tranquiliza. De lo contrario, la afirmación del diputado Kunkel, que es K por partida doble, me hubiera estremecido. Porque citar a la Constitución en su afirmación más desafortunada, no es digno de ningún militante del campo popular. El representante, suponiendo que lo fuera, intermedia entre el gobierno y el pueblo. Y toda intermediación es parásita. O sea: sostenemos a cientos de parásitos para que intermedien entre el pueblo y el Gobierno. Gobierno que en la lógica de capitalismo, incluso el serio, no es más que la planta permanente o transitoria de los empleados de la Mega Corpo que muchos denominan Estado Nacional. Desde ya, hay empleados más permanentes que otros. Algunos de tan permanentes ya son vitalicios. Y los transitorios a veces terminan como algunos arreglos caseros, siendo permanentes también. Ser empleado público ha vuelto a ser una razón para vivir. Incluso, vivir bien. Lo que no está mal, simplemente está peor. Si goles son amores, votos son empleos. Y amores son goles, y empleos son votos. Por lo tanto aparece una lógica que corrompe el fundante de la democracia, que podemos bautizar como “lucrar con el Lucro de Estado” No es lo mismo mediar el conflicto social, aún en el caso que esto sea posible, que gerenciarlo. Para la derecha el arte de gobernar es, mas prosaicamente, el arte de gerenciar.
En la incontenible ascensión de nuestro Arturo Ui 1, el Jefe del Operativo Inundando Buenos Aires, se observó el tránsito de ser CEO de la multinacional xeneixe a ser el CEO, o sea, el gerente general de la reina del plata y de la plata. La derecha tiene claro que el pueblo no gobierna, y si para distraerlo hay que nombrar representantes cada dos y cuatro años, que así sea. Cuanto más baje la edad para votar, incluso puede servir para bajar la edad de imputabilidad. Dos pájaros de un tiro. Si alucinan desde los 16 con que forman parte de la gran familia democrática y además pueden ir en cana. Sin embargo, estos privilegio de discurso son letales al ser usados por un integrante de una organización político partidaria que, al decir de Laclau, es la izquierda real. No quiero discutir con Laclau, pero como hago muchas cosas que no quiero, voy a discutir con Laclau. La palabra izquierda ha sido eviscerada: de la lucha de clases, del contenido anticapitalista, de la protesta insurreccional. Esa izquierda trozada y frizzada se puede comprar en los mejores supermercados de la política real. Pero la pechuga de pollo congelada nada tiene que ver con el pollo. Al olor de la flor se le olvida la flor. Para Laclau, el kirchnerismo es  real y es izquierda. Me acuerdo del título de un libro de Paul Watzlawick: “¿Es real la realidad?”. En un libro que debo haber mencionado alguna vez, Noam Chomsky desarrolla su concepto de las “ilusiones necesarias”. Una de ellas, en la que el propio Chomsky cayó, es apoyar a Obama porque el candidato republicano es aún más de derecha. El PRO es derecha real. Y palpable. E insoportable, mas allá que se la soporta. Todavía. Pero el kirchnerismo apenas puede aspirar a ser una izquierda abstracta. Ideal. No en el sentido de los ideales y los valores, sino en el sentido de la pura abstracción. En realidad, es la izquierda ideal del poder burgués y capitalista. Contención social, pequeña distribución económica, asignaciones y subsidios que balancean privilegios y estafas. Es una izquierda ideal porque así contiene a su propia derecha: Scioli, Cobos y Boudou. Hay mas mosqueteros pero para muestra bastan tres botones. Y parte del discurso oficial de la izquierda real es decretar por martilleo mediático que a la izquierda de la izquierda real solo encontramos la pared. Quizá sea cierto porque han puesto contra la pared a la protesta popular no domesticada. ¿Asignación o  muerte? Asignación, sin dudarlo. Yo creo que si el kirchnerismo es izquierda,  será una izquierda domesticada. O sea: capitalizada como una de las formas de sostener el Lucro de Estado. Supongo que Laclau conoce las experiencias de la Universidad Transhumante, las cooperativas de trabajo, las fábricas recuperadas, el Movimiento Nacional Chicos del Pueblo, la obra de la Fundación Pelota de Trapo, la Constituyente Social, la CTA que nunca tuvo personería jurídica, la Asamblea del Pueblo, la Red Nacional de Medios Alternativos, y tantos dispositivos de lucha contra la hegemonía de patrones y capataces. En esas experiencias, todas autogestivas, todas solidarias, está la realidad actual de la izquierda. Que no es partidaria, que quizá nunca más pueda serlo. Pero con seguridad es Frentista, con la amplitud que mas convenga y con un progresismo que se depure de todos los males que describí en mis artículos sobre el “retroprogresismo”. Para lo cual es necesaria una contundente definición anti capitalista. La propiedad privada es el huevo de la serpiente y también la serpiente. Una imagen patética de esta situación es decir “los subtes ahora serán de Macri”. Yo hubiera preferido que se lo dieran a Boris Karloff. Pero de todas maneras la propiedad siempre se la piensa como individual. Nunca como social o colectiva. Una izquierda real tendrá que apoyarse en esta dimensión colectiva de la propiedad. Capitalismo serio: abstenerse. Por supuesto, la realidad actual de la izquierda se reserva el derecho de admisión de cuervos y chacales. Y sin reserva alguna, no los admite. Alguna vez escribí sobre la “izquierda de Troya”, de cuyo interior salían los enemigos de la izquierda. Si al decir de Benedetti nuestros muertos quieren que cantemos, estoy seguro que todos nuestros muertos también quieren que triunfemos.


1 HAGO REFERENCIA A LA OBRA DE BERTHOLD BRECHT  “LA IRRESISTIBLE ASCENCIÓN DE ARTURO UI” DONDE DESCRIBE EL ADVENIMIENTO DEL TERCER REICH.

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