As-Safir (Diario libanés vinculado al 8 de Marzo)
Mohammad Ballout, París (23 de agosto de 2013)
La delegación rusa presentó a las misiones occidentales, durante la reunión extraordinaria [del Consejo de Seguridad] de la ONU, una versión del ataque químico ocurrido el 21 de agosto en la periferia este de Damasco.
Mohammad Ballout, París (23 de agosto de 2013)
La delegación rusa presentó a las misiones occidentales, durante la reunión extraordinaria [del Consejo de Seguridad] de la ONU, una versión del ataque químico ocurrido el 21 de agosto en la periferia este de Damasco.
Esa versión, que no se ha hecho pública, fue respaldada con documentos e imágenes captadas por satélites de los lugares del incidente y de la región de la Ghouta.
Según fuentes informadas, los estadounidenses no presentaron ningún documento que contradijera la tesis rusa porque las imágenes captadas por los satélites estadounidenses arrojan un solo resultado: quien perpetró el ataque químico fue la oposición.
Fue una brigada de la oposición siria bautizada como «Liwaa al-Islam» y dirigida por Zahran Allouche la que disparó desde la región de Douma, el 21 de agosto a la 01:35 horas, 2 cohetes de fabricación artesanal que contenían productos químicos. Esa brigada es una de las más importantes bandas armadas [que operan] en la Ghouta, donde unos 25 000 combatientes están desplegados en las localidades de Arbin, Zamalka, Saqba, Kafarnabt, Ein Tarme y Maazamiyeh. Uno de los proyectiles cayó en la región de Jobar mientras que el segundo cayó en una zona situada entre Arbin y Zamalka. El lanzamiento de ambos cohetes fue una respuesta a la operación de gran envergadura bautizada «Escudo de la capital», iniciada por el Ejército Árabe Sirio en los accesos de Damasco.
El miércoles, la artillería de las fuerzas gubernamentales había comenzado a cañonear los bastiones de los grupos armados a la 1 de la mañana y los tanques y las fuerzas de infantería habían avanzado a las 6 de la mañana hacia Jobar para atacar las posiciones de los grupos rebeldes. Trece brigadas de extremistas se pusieron a la disposición del Frente al-Nusra para combatir al ejército en esa zona.
Según fuentes concordantes, los hombres del «Frente de Conquista de la Capital» se retiraron de Jobar a las 01 horas, unos minutos antes del lanzamiento del misil que cayó en el lugar. Ello explica el hallazgo de sólo unos cuantos cadáveres de combatientes entre las víctimas en comparación con la gran cantidad de civiles muertos.
As-Safir , 22 de agosto de 2013
Un informe diplomático sobre los resultados de la tempestuosa reunión entre el presidente ruso Vladimir Putin y el jefe de los servicios de inteligencia de Arabia Saudita, Bandar ben Sultan, en julio pasado, concluye que la región que se extiende desde el norte de África hasta Chechenia e Irán ya está afectada por los efectos del enfrentamiento abierto entre Rusia y Estados Unidos.
Según el mismo informe, no se excluye que las cosas tomen un cariz dramático en Líbano, tanto en el plano político como en materia de seguridad, dada la gran decisión saudita de responder a la implicación del Hezbollah en la crisis siria. Bandar ben Sultan, en coordinación con los estadounidenses y con varios socios europeos, propuso al parecer al rey saudita Abdallah Ben Abdel Aziz la realización de una visita a Moscú para recurrir a la política del bastón y la zanahoria, proponiendo a la dirección rusa una serie de ventajas políticas y económicas a cambio de concesiones relativas a varios temas vinculados a la región, esencialmente sobre Siria e Irán.
El visitante saudita parece haber dicho al presidente ruso que todo arreglo obtenido en el marco de aquella reunión sería equivalente a un entendimiento ruso-estadounidense y no estaría limitado únicamente a las partes rusa y saudita, subrayando que antes de viajar a Rusia había hablado con los estadounidenses y que estos se habían comprometido a hacer suyos los acuerdos a que pudiesen llegar Rusia y Arabia Saudita, sobre todo ante la posibilidad de un entendimiento sobre el tema sirio.
El responsable saudita [Bandar ben Sultan] parece haber sugerido a Putin que Rusia suspendiera su apoyo político, en el Consejo de Seguridad de la ONU, así como su respaldo económico y militar, prometiéndole a cambio una cooperación petrolera y en materia de inversiones así como la preservación de los intereses de Rusia en Siria y en la costa del Mediterráneo.
El presidente Vladimir Putin respondió que la posición de Rusia sobre el régimen de Siria no cambiará.
Bandar ben Sultan replicó que ante la divergencia de puntos de vista sobre el tema sirio la única opción que queda es la opción militar ya que no se ven posibilidades de compromiso político. También habría dicho que la realización de la conferencia Ginebra 2 será extremadamente difícil en este clima de tanta tensión.
Un informe diplomático sobre los resultados de la tempestuosa reunión entre el presidente ruso Vladimir Putin y el jefe de los servicios de inteligencia de Arabia Saudita, Bandar ben Sultan, en julio pasado, concluye que la región que se extiende desde el norte de África hasta Chechenia e Irán ya está afectada por los efectos del enfrentamiento abierto entre Rusia y Estados Unidos.
Según el mismo informe, no se excluye que las cosas tomen un cariz dramático en Líbano, tanto en el plano político como en materia de seguridad, dada la gran decisión saudita de responder a la implicación del Hezbollah en la crisis siria. Bandar ben Sultan, en coordinación con los estadounidenses y con varios socios europeos, propuso al parecer al rey saudita Abdallah Ben Abdel Aziz la realización de una visita a Moscú para recurrir a la política del bastón y la zanahoria, proponiendo a la dirección rusa una serie de ventajas políticas y económicas a cambio de concesiones relativas a varios temas vinculados a la región, esencialmente sobre Siria e Irán.
El visitante saudita parece haber dicho al presidente ruso que todo arreglo obtenido en el marco de aquella reunión sería equivalente a un entendimiento ruso-estadounidense y no estaría limitado únicamente a las partes rusa y saudita, subrayando que antes de viajar a Rusia había hablado con los estadounidenses y que estos se habían comprometido a hacer suyos los acuerdos a que pudiesen llegar Rusia y Arabia Saudita, sobre todo ante la posibilidad de un entendimiento sobre el tema sirio.
El responsable saudita [Bandar ben Sultan] parece haber sugerido a Putin que Rusia suspendiera su apoyo político, en el Consejo de Seguridad de la ONU, así como su respaldo económico y militar, prometiéndole a cambio una cooperación petrolera y en materia de inversiones así como la preservación de los intereses de Rusia en Siria y en la costa del Mediterráneo.
El presidente Vladimir Putin respondió que la posición de Rusia sobre el régimen de Siria no cambiará.
Bandar ben Sultan replicó que ante la divergencia de puntos de vista sobre el tema sirio la única opción que queda es la opción militar ya que no se ven posibilidades de compromiso político. También habría dicho que la realización de la conferencia Ginebra 2 será extremadamente difícil en este clima de tanta tensión.
ARABIA SAUDI QUIERE HACER ESTALLAR LA REGION
Al-Akhbar , (Diario libanés vinculado a la Resistencia), 23 de agosto de 2013
Firas al-Choufi
Fuentes cercanas al Hezbollah están convencidas de que el desarrollo de los acontecimientos en Siria, Irak y Líbano prueba una sola cosa: la existencia de una decisión saudita, inspirada por Estados Unidos, para hacer estallar la región desde Bagdad hasta Beirut.
¿Por qué habría tomado Arabia Saudita esta nueva decisión?
Las mismas fuentes explican que a lo largo de los últimos 28 meses se ha recurrido a todos los medios regionales e internacionales para tratar –inútilmente– de derrocar el régimen sirio. Los grupos rebeldes, que componen grandes cantidades de mercenarios procedentes ya de una treintena de países, han recibido incluso grandes cantidades de armas antitanques y antiaéreas eficaces y modernas. Decir lo contrario sería mentira. Arabia [Saudita] sabe que la supervivencia del régimen [sirio] y de los aliados de este se traducirá, en los próximos años, en derrotas que pueden desestabilizar el reino. Así que no queda más remedio que hacer algo.
El nuevo paisaje político de Egipto no constituye una victoria concreta para Arabia Saudita sino un éxito moral que en cualquier momento puede convertirse en derrota si cambian las realidades egipcias. Así que, para compensar la resistencia del régimen sirio, la única opción que queda es la de incendiar la escena interna libanesa.
Eso quiere decir que Arabia [Saudita], y tras ella Estados Unidos, ya no están interesados en la estabilidad del Líbano, según creen saber las fuentes anteriormente citadas. Al principio, el país fue mantenido al abrigo de las consecuencias serias de la crisis sirias y los acontecimientos en materia de seguridad respondían a una serie de líneas rojas. Pero estas últimas se han terminado para Riad.
Incendiar el Líbano se ha convertido en una necesidad para el eje Riad-Washington como medio de dispersar las capacidades del Hezbollah, que participa en los combates de Siria, y para sembrar la confusión en la base popular del partido haciéndole pagar un importante tributo. Eso, según esperan Riad y Washington, obligará el Hezbollah a limitar su implicación en los frentes [sirios] de Homs y la provincia de Damasco y desviará su atención hacia la escena interna libanesa.
La escalada iniciada por el jefe de los servicios secretos sauditas, el príncipe Bandar ben Sultan, no se limita a la seguridad, afirman las mismas fuentes. Los círculos de decisión del reino han ejercido enormes presiones sobre el presidente [libanés] Michel Sleiman y el primer ministro designado Tammam Salam para que se forme en Líbano un gobierno de facto. O para liquidar al menos el actual gobierno dimitente mediante la formación de un gabinete que no obtendría el voto de confianza del Parlamento pero que se convertirá de hecho en un gobierno encargado de ocuparse de las cuestiones diarios, aislando así al Hezbollah.
Pero los señores Sleiman y Salam saben que es difícil formar un gobierno de ese tipo sin el respaldo del diputado Walid Joumblatt, así que las presiones disminuyeron después del atentado de Roueiss y de las declaraciones de sayyed Hassan Nasrallah expresando su enérgica negativa a aceptar un gobierno de facto.
Firas al-Choufi
Fuentes cercanas al Hezbollah están convencidas de que el desarrollo de los acontecimientos en Siria, Irak y Líbano prueba una sola cosa: la existencia de una decisión saudita, inspirada por Estados Unidos, para hacer estallar la región desde Bagdad hasta Beirut.
¿Por qué habría tomado Arabia Saudita esta nueva decisión?
Las mismas fuentes explican que a lo largo de los últimos 28 meses se ha recurrido a todos los medios regionales e internacionales para tratar –inútilmente– de derrocar el régimen sirio. Los grupos rebeldes, que componen grandes cantidades de mercenarios procedentes ya de una treintena de países, han recibido incluso grandes cantidades de armas antitanques y antiaéreas eficaces y modernas. Decir lo contrario sería mentira. Arabia [Saudita] sabe que la supervivencia del régimen [sirio] y de los aliados de este se traducirá, en los próximos años, en derrotas que pueden desestabilizar el reino. Así que no queda más remedio que hacer algo.
El nuevo paisaje político de Egipto no constituye una victoria concreta para Arabia Saudita sino un éxito moral que en cualquier momento puede convertirse en derrota si cambian las realidades egipcias. Así que, para compensar la resistencia del régimen sirio, la única opción que queda es la de incendiar la escena interna libanesa.
Eso quiere decir que Arabia [Saudita], y tras ella Estados Unidos, ya no están interesados en la estabilidad del Líbano, según creen saber las fuentes anteriormente citadas. Al principio, el país fue mantenido al abrigo de las consecuencias serias de la crisis sirias y los acontecimientos en materia de seguridad respondían a una serie de líneas rojas. Pero estas últimas se han terminado para Riad.
Incendiar el Líbano se ha convertido en una necesidad para el eje Riad-Washington como medio de dispersar las capacidades del Hezbollah, que participa en los combates de Siria, y para sembrar la confusión en la base popular del partido haciéndole pagar un importante tributo. Eso, según esperan Riad y Washington, obligará el Hezbollah a limitar su implicación en los frentes [sirios] de Homs y la provincia de Damasco y desviará su atención hacia la escena interna libanesa.
La escalada iniciada por el jefe de los servicios secretos sauditas, el príncipe Bandar ben Sultan, no se limita a la seguridad, afirman las mismas fuentes. Los círculos de decisión del reino han ejercido enormes presiones sobre el presidente [libanés] Michel Sleiman y el primer ministro designado Tammam Salam para que se forme en Líbano un gobierno de facto. O para liquidar al menos el actual gobierno dimitente mediante la formación de un gabinete que no obtendría el voto de confianza del Parlamento pero que se convertirá de hecho en un gobierno encargado de ocuparse de las cuestiones diarios, aislando así al Hezbollah.
Pero los señores Sleiman y Salam saben que es difícil formar un gobierno de ese tipo sin el respaldo del diputado Walid Joumblatt, así que las presiones disminuyeron después del atentado de Roueiss y de las declaraciones de sayyed Hassan Nasrallah expresando su enérgica negativa a aceptar un gobierno de facto.
________________________________________________________________
HEZBOLAH ACUARTELA A SUS MILICIANOS
Aumenta tensión en Beirut por posible ataque a Siria
La tensión en Beirut, capital de Líbano, sigue aumentando por la amenaza armamentista de Estados Unidos (EE.UU.) de atacar a Siria, bajo el argumento de poseer “pruebas” secretas que culpan al gobierno de Bashar al Assad de usar armas químicas en un ataque terrorista ocurrido hace unas semanas en las cercanías de Damasco (capital).
El enviado especial de teleSUR a Líbano, William Parra, informó que extraoficialmente el grupo Hezbolá se encuentra totalmente encuartelado, “desde hace 48 horas todas sus unidades se encuentran encuarteladas a la espera que se pueda presentar cualquier situación en Siria”.
Según Parra, el Comandante del grupo islamita ha dicho que de ser necesario “estaba dispuesto a combatir en tierra siria, para defender a este país de cualquier intervención extranjera”. Sin embargo Hezbolá informó que no dará declaraciones oficiales dentro de las próximas 72 horas, a la espera de lo que pueda suceder en Líbano.
El periodista agregó que EE.UU., en compañía de Arabia Saudita, pretendía introducir a Siria más de 50 mil hombres armados para tomar Damasco (capital), acción que fue rechazada por el gobierno de Bashar al Assad.
El enviado especial de teleSUR a Líbano, William Parra, informó que extraoficialmente el grupo Hezbolá se encuentra totalmente encuartelado, “desde hace 48 horas todas sus unidades se encuentran encuarteladas a la espera que se pueda presentar cualquier situación en Siria”.
Según Parra, el Comandante del grupo islamita ha dicho que de ser necesario “estaba dispuesto a combatir en tierra siria, para defender a este país de cualquier intervención extranjera”. Sin embargo Hezbolá informó que no dará declaraciones oficiales dentro de las próximas 72 horas, a la espera de lo que pueda suceder en Líbano.
El periodista agregó que EE.UU., en compañía de Arabia Saudita, pretendía introducir a Siria más de 50 mil hombres armados para tomar Damasco (capital), acción que fue rechazada por el gobierno de Bashar al Assad.
Liga Árabe definirá su postura
La Liga Árabe (LA) anunció este sábado que los jefes de la diplomacia árabes se reunirán este domingo, para definir su postura ante un posible ataque militar extranjero contra Siria, dos días antes de lo previsto debido al rápido desarrollo de los acontecimientos en ese país.
Según una fuente de la Liga Árabe, citada por la agencia internacional EFE, la organización todavía no ha adoptado una posición firme sobre una posible intervención militar, en especial después de la incapacidad del Consejo de Seguridad de la ONU de consensuar una resolución al respecto.
Dicha fuente también negó que el secretario general de la organización, Nabil al Arabi, haya dado luz verde a EE.UU. para lanzar un ataque, como aseguró este viernes el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
La Liga Árabe ha defendido en numerosas ocasiones que una intervención militar en Siria debe contar con el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU, pero en el mismo, China y Rusia han sido vetado las agresiones contra el país árabe aseverando que incrementar el derramamiento de sangre sería un "error trágico".
teleSUR-EFE / ad- LP
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Criticidad, honestidad intelectual y de todas las especies, creatividad, denuncia y anuncio...