LIBIA
LA ONU DECIDE INTERVENIR MILITARMENTE EN LIBIA
OTRA VEZ LOS PAISES PODEROSOS OPTAN
POR LA GUERRA Y LA INVASIÓN
En un claro gesto de intervención imperialista, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado una resolución que permite el uso de la fuerza para imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia y paraproveer asistencia y protección a la población civil de ese país. El mismo Consejo de Seguridad que jamás tomó esta iniciativa contra el sionismo que año tras año bombardea y masacra al pueblo palestino, ahora se apura -desesperados por quedarse con el petróleo libio gracias a la excusa que les ha dado su ex amigo Gadafi- para declarar su apoyo a un grupo de rebeldes monárquicos (los del Consejo de Transición), que no representan ni por asomo al pueblo libio descontento con su gobierno.-----------------------------
Entrevista a Mohamad Hasan
Libia: ¿revuelta popular, guerra civil o ataque militar?
Tras Túnez y Egipto, ¿ha llegado la revolución árabe a Libia?
Lo que está ocurriendo por el momento en Libia es diferente. En Túnez y Egipto la falta de libertad era flagrante. Sin embargo, fueron las terribles condiciones sociales las que realmente llevaron a los jóvenes a rebelarse. Los tunecinos y egipcios no tenían ninguna esperanza en el futuro.
En Libia, el régimen de Muamar Gadafi es corrupto, monopoliza una gran parte de la riqueza del país y siempre ha reprimido severamente cualquier tipo de oposición. Pero las condiciones sociales de la gente de Libia son mejores que en los países vecinos. La esperanza de vida en Libia es mayor que en el resto de África. Los sistemas de salud y de educación son buenos. Libia, por otra parte, es uno de los primeros países africanos que han erradicado la malaria. Si bien hay una gran desigualdad en la distribución de la riqueza, el PIB por habitante es de unos 11.000 dólares —uno de los más altos del mundo árabe. Por lo tanto, en Libia no se dan las mismas condiciones objetivas que dieron lugar a los levantamientos populares en Túnez y Egipto.
Entonces, ¿cómo se explica lo que está ocurriendo en Libia?
Para entender correctamente los acontecimientos actuales debemos ponerlos en su contexto histórico. Libia fue en el pasado una provincia otomana. En 1835 Francia se hizo cargo de Argelia. Mientras tanto, Mohamed Ali, gobernador de Egipto bajo el Imperio Otomano, fue aplicando políticas cada vez más independientes. Con los franceses instalados en Argelia, por una parte, y Ali Mohamed en Egipto, por otra, los otomanos temieron perder el control de la región. Enviaron sus tropas a Libia.En aquel momento, la Hermandad Senusi era muy influyente en el país. Había sido fundada por Sayid Mohamed Ibn Ali como Senusi, un argelino que después de estudiar en su propio país y en Marruecos, fue a predicar su versión del Islam a Túnez y Libia. Al comienzo del siglo XIX, Senusi atrajo a numerosos seguidores pero no fue muy apreciado por una parte de las autoridades religiosas otomanas que lo criticaban en sus sermones. Después de pasar algún tiempo en Egipto y en La Meca, Senusi decidió exiliarse definitivamente en la Cirenaica, en el este de Libia.
Su Hermandad creció allí y organizó la vida de la región recaudando impuestos, resolviendo conflictos intertribales, etc., incluso tenía su propio ejército y ofrecía sus servicios de escolta a las caravanas de comerciantes que pasaban por la zona. Finalmente, su Hermanada Senusi se convirtió en el gobierno de facto de la Cirenaica expandiendo su influencia incluso hasta el norte del Chad. Pero entonces las potencias coloniales europeas se instalaron en África dividiendo la parte subsahariana del continente. Eso tuvo un impacto negativo en los Senusi. Asimismo, la invasión de Libia por parte de Italia socavó gravemente la hegemonía regional de la Hermandad.
En 2008 Italia pagó una indemnización a Libia por los crímenes de los colonialistas. ¿Hasta tal punto fue terrible la colonización? ¿O lo que pretendía Berlusconi era ser visto con buenos ojos poder concluir contratos comerciales con Gadafi?
La colonización de Libia fue terrible. A principios del siglo XX, un gobierno fascista comenzó a difundir propaganda diciendo que era necesario que Italia, que había sido derrotada por el ejército etíope en la batalla de Adoua en 1896, volviera a establecer la supremacía del hombre blanco sobre el continente negro. Era necesario limpiar la gran nación civilizada de la afrenta que le habían infligido los bárbaros. Esta propaganda afirmaba que Libia era un país de salvajes, habitado por unos cuantos nómadas retrasados y que sería bueno para los italianos instalarse en esa amable tierra, con su belleza de postal.
La invasión de Libia surgió de la guerra italo-turca de 1911 —un conflicto particularmente sangriento que terminó con la victoria de Italia un año después. Sin embargo, la potencia europea sólo ganó el control de la región de Trípoli y halló una feroz resistencia en el resto del país, especialmente en la Cirenaica. El clan Senusi apoyó a Omar al-Mujtar, quien encabezó una notable lucha guerrillera en bosques, cuevas y montañas. Infligió graves pérdidas en el ejército italiano, aunque este último estaba mucho mejor equipado y era superior numéricamente.
Finalmente, a principios de la década de 1930, Mussolini tomó medidas radicales para acabar con la resistencia. La represión llegó a ser extremadamente brutal y uno de los principales carniceros, el general Rodolfo Graziani, escribiría: “Los soldados italianos estaban convencidos de que se les había confiado una misión noble y civilizadora... Se debían a sí mismos cumplir con este deber humano a cualquier precio... Si no se puede convencer a los libios de los beneficios fundamentales que se les han propuesto, entonces los italianos tienen que librar una lucha continua en su contra y pueden acabar con toda la población libia con el fin de lograr la paz, la paz del cementerio...”.
En 2008, Silvio Berlusconi pagó una indemnización a Libia por estos crímenes coloniales. Por supuesto, se basaba en motivos ulteriores. Berlusconi quería ganarse a Gadafi con el fin de favorecer alianzas económicas. Sin embargo, se puede decir que el pueblo libio sufrió terriblemente durante la época colonial. No sería exagerado hablar en términos de genocidio.
¿Cómo obtuvo Libia su independencia?
Mientras los colonos italianos suprimían a la resistencia en Cirenaica, el dirigente de los Senusi, Idris, se exilió en Egipto con el fin de negociar con los británicos. Después de la Segunda Guerra Mundial, el imperio colonial europeo fue desmantelado progresivamente y Libia se independizó en 1951. Con el apoyo de Gran Bretaña, Idris tomó el poder. Sin embargo, parte de la burguesía libia, bajo la influencia del nacionalismo árabe que se estaba desarrollando en El Cairo, quería que Libia formase parte de Egipto. Pero los imperialistas no querían que se formase una gran nación árabe. Por lo tanto, apoyaron la independencia de Libia situando a su títere Idris en el poder.
¿El rey Idris estuvo de acuerdo?
Por supuesto. Con la independencia, las tres regiones que componen Libia —Tripolitana, Fezzan y Cirenaica— se vieron unidas en un sistema federal. Pero hay que tener en cuenta que Libia es tres veces más grande que Francia. Debido a la falta de infraestructura, las fronteras del territorio no pudieron ser claramente definidas hasta después de que el avión se hubiera inventado. Y en 1951, en el país sólo había un millón de habitantes. Por otra parte, las tres regiones que se acababan de unir tenían una cultura y una Historia muy diferentes. Por último, el país carecía de carreteras que unieran las regiones para facilitar la comunicación. Libia, de hecho, se encontraba en una fase muy atrasada y no era una verdadera nación.
¿Puede explicar este concepto?
El estado-nación es un concepto vinculado a la aparición de la burguesía y del capitalismo. En Europa durante la Edad Media, la burguesía capitalista quería difundir los intereses empresariales en la mayor medida posible aunque se lo impedían todas las limitaciones del sistema feudal. Los territorios estaban divididos en numerosas entidades pequeñas a cuyos comerciantes se les imponía un importante número de impuestos si querían transportar mercancías de un lugar a otro. Y ello sin considerar las distintas obligaciones con las que tenían que cumplir para los señores feudales. Todos estos obstáculos fueron eliminados por la revolución capitalista burguesa que permitió crear estados-nación y grandes mercados nacionales sin obstáculos.
Pero la nación libia se creó en una época en la que todavía se estaba en una fase pre-capitalista. Carecía de infraestructura; una gran parte de la población era nómada y de difícil control; las divisiones en la sociedad eran muy fuertes, todavía se practicaba la esclavitud. Por otra parte el rey Idris no tenía un plan para el desarrollo del país. Dependía totalmente de Estados Unidos y de la ayuda británica.
¿Por qué recibió el apoyo de Estados Unidos y de Gran Bretaña? ¿Tenía que ver con el petróleo?
En 1951 aún no se había descubierto el petróleo en Libia. Pero los anglosajones tenían bases militares en el país debido a la posición estratégica que ocupa desde el punto de vista del control del Mar Rojo y el Mediterráneo.
No fue hasta 1954 que el rico texano Nelson Bunker Hunt descubrió el petróleo libio. En aquel momento, el petróleo árabe se vendía alrededor de 90 centavos el barril. Sin embargo, el petróleo libio se compró a 30 centavos porque el país estaba muy atrasado. Era quizá el más pobre de África.
Pero de todas formas el dinero afluía gracias al petróleo. ¿En qué se usaba?
El rey Idris y su clan Senusi se enriquecieron personalmente. También distribuyeron parte de los ingresos del petróleo a los jefes de otras tribus con el fin de apaciguar las tensiones. Se desarrolló una pequeña elite gracias al comercio de petróleo y se construyó alguna infraestructura, principalmente a lo largo de la costa mediterránea, el área de mayor importancia para el comercio exterior. Pero las zonas rurales en el corazón del país siguieron muy depauperadas y los pobres comenzaron a inundar los barrios marginales alrededor de las ciudades. Esto continuó hasta 1969, cuando tres oficiales derrocaron al rey, uno de los cuales era Gadafi.
¿Cómo es que la revolución se llevó a cabo por oficiales del ejército?
En un país profundamente desgarrado por las divisiones tribales, el ejército era, de hecho, la única institución nacional. Libia como tal no existía sino a través de su ejército. Además, los Senuss del rey Idris tenían su propia milicia. Pero en el ejército nacional era donde se conocían los libios de las diferentes regiones.
Gadafi se había formado al principio en un grupo naserista pero más tarde entendió que esa organización no sería capaz de derrocar a la monarquía, por lo que se unió al ejército. Los tres oficiales que derrocaron al rey Idris estaban muy influenciados por Naser. Gamal Abdel Naser era un oficial del ejército egipcio que derrocó al rey Faruk. Inspirado por el socialismo, Naser se oponía a la injerencia del neo-colonialismo extranjero y predicó la unidad del mundo árabe. Por otra parte nacionalizó el Canal de Suez que hasta entonces había sido gestionado por Francia y Gran Bretaña, lo que atrajo la hostilidad de Occidente y los bombardeos de 1956.
El panarabismo revolucionario de Naser fue una gran influencia en Libia, especialmente en el ejército y más aún en Gadafi. Los oficiales libios que llevaron a cabo el golpe de Estado en 1969 seguían la misma agenda que Naser.
¿Cuáles fueron los efectos de la revolución en Libia?
Gadafi tenía dos opciones. O dejaba el petróleo libio en manos de compañías occidentales como había hecho el rey Idris convirtiendo a Libia en lo mismo que las monarquías petroleras del Golfo —donde todavía se practica la esclavitud, las mujeres no tienen derechos y los arquitectos europeos pueden disfrutar construyendo todo tipo de construcciones extrañas con presupuestos astronómicos suministrados por la riqueza de los pueblos árabes; o podía seguir el camino de la independencia de los poderes neo-coloniales. Gadafi eligió la segunda opción. Nacionalizó el petróleo libio, lo que enfureció mucho a los imperialistas.
En la década de 1950, durante el gobierno de Eisenhower, circulaba un chiste sobre la Casa Blanca que bajo Reagan se convirtió, de hecho, en teoría política. ¿Cómo se diferencia un buen árabe de uno malo? Un buen árabe hace lo que Estados Unido dice. A cambio obtiene aviones, se le permite depositar su dinero en Suiza, se le invita a Washington, etc. Estos eran los que Eisenhower y Reagan llamaban buenos árabes —los tipos de Arabia Saudí y Jordania, los jeques y emires de Kuwait y el Golfo, el Sha de Irán, el rey de Marruecos y, por supuesto, el rey Idris de Libia. ¿Y los árabes malos? Esos eran los que no obedecían a Washington, Naser, Gadafi, y más tarde Sadam
De todos modos, Gadafi no es muy…
Gadafi no es un mal árabe porque ordenase disparar contra la muchedumbre. Lo mismo hicieron en Arabia Saudí o en Bahréin y los dirigentes de esos países aún reciben todos los honores que Occidente puede otorgar. Gadafi es un mal árabe porque nacionalizó el petróleo libio que las empresas occidentales creían —hasta la revolución de 1969— que les pertenecía. Al nacionalizarlo, Gadafi promovió cambios positivos en Libia en lo que se refiere a infraestructuras, educación, salud, la posición de la mujer, etc.
Bueno, Gadafi derrocó a la monarquía, nacionalizó el petróleo, se opuso a los poderes imperiales y provocó un cambio positivo en Libia. Sin embargo, 40 años después, es un dictador corrupto que suprime toda oposición y que, una vez más, abre su país a las empresas occidentales. ¿Cómo se explica este cambio?
Desde el principio, Gadafi se opuso a las grandes potencias coloniales y apoyó generosamente a varios movimientos de liberación en todo el mundo. Creo que fue muy bueno por esa razón. Pero para dar una visión completa es necesario hablar de que el Coronel era anti-comunista. En 1971, por ejemplo, envió de regreso a Sudán un avión que transportaba a disidentes comunistas sudaneses que fueron ejecutados de inmediato por el presidente Nimeiri. La verdad es que Gadafi nunca ha sido un gran visionario. Su revolución fue una revolución nacional burguesa y lo que estableció fue el capitalismo de Estado. Para entender cómo su régimen perdió el rumbo hay que analizar el contexto —que ha operado en su contra— y también los errores personales cometidos por Gadafi.
En primer lugar, ya hemos visto que Gadafi tuvo que empezar desde cero en Libia. El país estaba muy atrasado. No había gente formada de la que disponer ni una clase obrera fuerte que apoyase la revolución. La mayoría de las personas que habían recibido educación eran miembros de la élite que había vendido la riqueza libia a las potencias neo-coloniales. Obviamente esas personas no iban a apoyar la revolución y la mayoría abandonó el país con el fin de organizar una oposición desde el extranjero.
Además, los oficiales libios que derrocaron al rey Idris estaban muy influidos por Naser. Egipto y Libia pretendían unirse en una asociación estratégica. Pero a la muerte de Naser en 1970, el proyecto estaba estancado y Egipto se convirtió en un país contrarrevolucionario alineado con Occidente. El nuevo presidente egipcio, Anwar al-Sadat, se alió con Estados Unidos, liberalizó progresivamente la economía del país e inició una alianza con Israel. Incluso llegó a estallar un breve conflicto con Libia en 1977; imagínese la situación en la que se encontró Gadafi: el país que le había inspirado y con el que había esperado establecer una alianza se había convertido de pronto en enemigo
Otro elemento de la situación que operó en contra de la revolución libia: la grave caída de los ingresos del petróleo durante la década de 1980. En 1973, durante la guerra árabe-israelí, los países productores de petróleo decidieron imponer un embargo que ocasionó que el precio del barril de petróleo se dispara. Este embargo proporcionó la primera gran transferencia de la riqueza del Norte en dirección al Sur. Pero durante la década de 1980 se produjo también lo que se podría llamar la “contrarrevolución del petróleo” orquestada por Reagan y los saudíes. Arabia Saudí aumentó considerablemente la producción e inundó el mercado causando una caída masiva de los precios. El precio del barril pasó de 35 dólares a 8.
¿No estaba Arabia Saudí tirando piedras contra su propio tejado?
Por supuesto, tuvo un impacto negativo en la economía saudí. Pero el petróleo no es lo más importante para Arabia Saudí. Sus relaciones con Estados Unidos le preocupan más porque es el apoyo de Washington lo que permite a la dinastía saudí mantenerse en el poder. Esta ola que afectó al precio del petróleo resultó catastrófica para varios países productores que se vieron endeudados. Todo esto ocurrió tan sólo 10 años después de que Gadafi llegase al poder. El líder libio, que llegó de la nada, veía como el único medio que tenía para construir algo desaparecía como nieve fundida según se iba reduciendo el dinero del petróleo.
Asimismo, hay que tener en cuenta que la contrarrevolución del petróleo también aceleró el colapso de la URSS que en ese momento estaba empantanada en Afganistán. Con la desaparición del bloque soviético, Libia perdido su principal fuente de apoyo político y se encontró aislada en la escena internacional y, además, fue incluida en la lista de Estados terroristas de la administración Reagan y quedó sometida a toda una serie de sanciones.
¿Cuáles fueron los errores de Gadafi?
Como ya he mencionado, no era un gran visionario. La teoría desarrollada en el marco de su Libro Verde es una mezcla de anti-imperialismo, islamismo, nacionalismo, capitalismo de Estado y otras cosas. Además de su falta de visión política, Gadafi cometió un grave error al atacar a Chad en la década de 1970. Chad es el quinto país más grande de África y el coronel, que sin duda pensaba que Libia era demasiado pequeño para dar cabida a sus ambiciones megalómanas, se anexó de la Franja de Auzu. Es cierto que históricamente la Hermandad Senusi había ejercido su influencia en esa región. Y que en 1945 el ministro francés de Relaciones Exteriores, Pierre Laval, quiso comprar a Mussolini, ofreciéndole la Franja de Auzu [1]. Pero al final Mussolini se acercó a Hitler y el acuerdo quedó en letra muerta.
Gadafi no obstante, quería anexar este territorio y entró en una lucha contra París por la influencia sobre esta ex colonia francesa. Al final, Estados Unidos, Francia, Egipto, Sudán y otras fuerzas reaccionarias en la región apoyaron al ejército de Chad, que derrotó a las tropas libias. Se capturaron miles de soldados y grandes cantidades de armas. El presidente de Chad, Hissène Habré, vendió esos soldados a la administración Reagan: la CIA los utilizó como mercenarios en Kenia y en Latinoamérica.
Pero el error más grande de la revolución libia fue haber apostado demasiado por su petróleo. La mayor riqueza de un país son sus recursos humanos. No se puede tener éxito en una revolución si no se desarrollan la armonía nacional, la justicia social y una distribución equitativa de la riqueza.
Sin embargo, el coronel no eliminó las prácticas discriminatorias que formaban parte de la tradición libia desde mucho tiempo atrás. ¿Cómo se puede movilizar a la población si no se demuestra a los libios que sea cual sea su origen étnico o tribal, todos son iguales y pueden trabajar juntos por el bien de la nación? La mayoría de la población libia es árabe, habla el mismo idioma y comparte la misma religión. La diversidad étnica no es muy importante. Hubiera sido posible abolir toda forma de discriminación con el fin de movilizar a la población.
Asimismo, Gadafi fue incapaz de educar al pueblo libio en materia revolucionaria. No elevó el nivel de la conciencia política de los ciudadanos y no construyó un partido para apoyar la revolución.
Sin embargo, de acuerdo con su Libro Verde de 1975, estableció los comités populares, una especie de democracia directa.
El intento de democracia directa estaba influenciado por conceptos marxistas-leninistas. Pero los comités populares en Libia no se basaban en el análisis político ni en cualquier ideología clara. Fueron un fracaso. Tampoco Gadafi construyó un partido político para apoyar su revolución. Al final, se separó del pueblo. La revolución libia se convirtió en el proyecto de un hombre. Todo giraba en torno a este líder carismático divorciado de la realidad. Y cuando se abrió un abismo entre el líder y su pueblo, la fuerza y la represión vinieron a llenar el vacío. El exceso siguió al exceso, la corrupción se extendió, las diferencias tribales cristalizaron.
Hoy en día esas divisiones se han situado a la cabeza de la crisis libia. Hay, por supuesto, una parte de jóvenes libios cansados de la dictadura que han sido influidos por los acontecimientos en Túnez y Egipto. Pero la oposición del este del país, que representa su parte del pastel después de que la distribución de la riqueza haya sido muy desigual en el marco del régimen de Gadafi, se está aprovechando de esos sentimientos populares. Por otra parte, no sabemos mucho acerca de este movimiento de oposición. ¿Quiénes son?, ¿cuál es su programa?, si quieren realmente emprender una revolución democrática, ¿por qué han recurrido a las banderas del rey Idris, símbolo de la época en que la Cirenaica era la provincia dominante del país? Si uno forma parte de la oposición de un país y como patriota quiere derrocar a su gobierno, debe tratar de hacerlo correctamente. No se puede provocar una guerra civil en su propio país sin ponerlo en riesgo de balcanización.
En su opinión, ya no es sólo una cuestión de una guerra civil por las contradicciones entre los diferentes clanes de Libia…
Es peor, creo. Ya se han dado anteriormente contradicciones entre las tribus pero nunca han sido tan generalizadas. Aquí Estados Unidos está avivando las llamas de esas tensiones con el fin de poder intervenir militarmente en Libia. Desde los primeros días de la insurrección, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, sugirió armar a la oposición. Desde el principio, la oposición organizada por el Consejo Nacional negó toda injerencia extranjera por parte de potencias extranjeras porque sabían que cualquier interferencia desacreditaría a su movimiento. Pero hoy en día parte de la oposición ha pedido la intervención armada.
Desde que se desató el conflicto, el presidente Obama ha instado a que se tengan en cuenta todo tipo de opciones y el Senado estadounidense ha hecho el llamamiento a la comunidad internacional para imponer una zona de exclusión aérea sobre territorio libio, lo que supone un verdadero acto de guerra. Además, el portaaviones nuclear, el USS Enterprise, que estaba estacionado en el Golfo de Adén para luchar contra la piratería, se ha trasladado hasta la costa de Libia. Dos barcos anfibios, el USS Kearsarge y el USS Ponce, con varios miles de infantes de marina y las flotas de helicópteros de combate a bordo, también se han estacionado en el Mediterráneo.
La semana pasada, Louis Michel, ex comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria de la UE, planteó enérgicamente una pregunta en un estudio de televisión sobre qué gobierno tendría el valor de llevar el caso de una intervención armada en Libia a sus parlamentarios. Sin embargo, Louis Michel no ha pedido nunca una intervención así en Egipto o en Bahréin. ¿Por qué?
¿Es la represión más violenta en Libia?
La represión fue muy violenta en Egipto aunque la OTAN no envió buques de guerra a la costa egipcia para amenazar a Mubarak. No hubo más que un llamamiento para que se buscara una solución democrática.
En el caso de Libia hay que tener mucho cuidado con la información que nos llega. Un día se habla de 2.000 muertes y al día siguiente se revisa la cuenta a 300. También se está diciendo desde el comienzo de la crisis que Gadafi bombardeaba a su propio pueblo aunque el ejército ruso, que está observando la situación por satélite, ha desmentido oficialmente esa información. Si la OTAN se prepara para intervenir militarmente en Libia podemos estar seguros de que los medios de información dominantes van a difundir su propaganda de guerra habitual.
De hecho, ocurrió lo mismo en Rumania con Ceausescu. En la Nochebuena de 1989, el primer ministro belga, Wilfred Martiens, pronunció un discurso en la televisión. Afirmó que las fuerzas de seguridad de Ceaucescu acababan de matar a 12.000 personas, lo que no era cierto. Las imágenes de la famosa masacre de Timosoara circularon asimismo por todo el mundo. Estaban destinadas a demostrar la violencia ciega del presidente rumano. Pero más tarde se demostró que todo había sido preparado. Se habían sacado cuerpos del depósito de cadáveres y se colocaron en las trincheras con el fin de impresionar a los periodistas. También se dijo que los comunistas habían envenenado el agua, que había mercenarios sirios y palestinos en Rumanía, o incluso que Ceaucescu había entrenado a huérfanos como máquinas de matar. Todo era pura propaganda dirigida a desestabilizar el régimen.
Al final, Ceaucescu y su esposa fueron asesinados después de una farsa de juicio que duró 55 minutos. Por supuesto, el presidente rumano, como Gadafi, no era un santo. Pero ¿qué ha sucedido desde entonces? Rumania se ha convertido en una semi-colonia europea. Se explota su mano de obra barata. Numerosos servicios se han privatizado en beneficio de las empresas occidentales y están fuera del alcance económico de gran parte de la población. Y ahora, cada año no son pocos los rumanos que van a llorar sobre la tumba de Ceaucescu. La dictadura fue una cosa terrible pero después el país fue destruido económicamente; aún peor.
¿Por qué Estados Unidos quiere derrocar a Gadafi? Durante los últimos diez años, el coronel ha sido muy susceptible a Occidente y ha privatizado una parte importante de la economía libia, beneficiando a las empresas occidentales en el proceso.
Hay que analizar todos estos acontecimientos a la luz del nuevo equilibrio de fuerzas en el mundo. Las potencias imperialistas están en declive mientras que otras fuerzas van en aumento. Recientemente China se ha ofrecido a comprar la deuda portuguesa… En Grecia, la población es cada vez más hostil a esta Unión Europea que se percibe como una tapadera del imperialismo alemán. Sentimientos similares están creciendo en los países del Este. Por otra parte, Estados Unidos atacó Iraq con el fin de obtener el control de su petróleo, pero al final sólo una única empresa estadounidense se está beneficiando de ello, el resto del petróleo está siendo explotado por empresas de Malasia y China. En resumen, el imperialismo está en crisis.
Además, la revolución de Túnez realmente cogió por sorpresa a Occidente. La caída de Mubarak aún más. Washington intenta de recuperar su influencia sobre estos movimientos populares pero su control se desvanece. En Túnez, el primer ministro Mohamad Ghanouchi, un producto directo de la dictadura de Ben Ali, estaba destinado a controlar la transición creando la ilusión de cambio. Pero la determinación del pueblo lo obligó a renunciar. En Egipto, Estados Unidos contaba con el ejército para mantener un sistema aceptable en su lugar. Pero he recibido informaciones que confirman que en muchos cuarteles militares de todo el país, los oficiales jóvenes se están organizando en comités revolucionarios en apoyo del pueblo egipcio. Incluso han arrestado a algunos oficiales relacionados con el régimen de Mubarak.
La región podría escapar al control de Estados Unidos. La intervención en Libia permitiría a Washington quebrar el movimiento revolucionario y evitar su propagación al resto del mundo árabe y de África. Desde la semana pasada, los jóvenes han estado protestando en Burkina Faso, aunque los medios guardan silencio al respecto. Como lo guardan sobre las manifestaciones que están teniendo lugar en Iraq.
Otro peligro para Estados Unidos es la posible aparición de gobiernos anti-imperialistas en Túnez y Egipto. Si esto sucediera, Gadafi ya no estaría aislado y podría incumplir los acuerdos alcanzados con Occidente. Libia, Egipto y Túnez podrían unirse para formar un bloque anti-imperialista. Con todos los recursos que tienen a su disposición, especialmente las grandes reservas de divisas de Gadafi, los tres podrían convertirse en una potencia regional importante, probablemente más importante de Turquía.
Sin embargo, Gadafi apoyó a Ben Ali cuando el pueblo de Túnez se rebeló.
Eso demuestra hasta qué punto es débil y está aislado y fuera de contacto con la realidad. Sin embargo, el cambiante equilibrio de fuerzas en la región podría transformar las cosas. Gadafi podría cambiar de hombro su fusil; no sería la primera vez.
¿Cómo podría modificarse la situación en Libia?
Las potencias occidentales y el movimiento denominado de oposición han rechazado la oferta de mediación de Chávez. Ello significa que no están interesados en una solución pacífica al conflicto. Pero los efectos de una intervención de la OTAN serán desastrosos. Hemos visto lo que ocurrió en Kosovo o Afganistán.
Por otra parte, la agresión militar podría alentar a los grupos islamistas a entrar en Libia que podrían tomar grandes depósitos de armas allí. Al-Qaida podría infiltrarse y convertir Libia en un segundo Iraq. Además, ya hay grupos armados en Níger que nadie ha podido controlar. Su influencia podría extenderse a Libia, Chad, Malí y Argelia. Con la intervención militar, el imperialismo está abriendo las puertas del infierno.
Para concluir, el pueblo libio merece algo mejor que este movimiento de oposición que está hundiendo al país en el caos. Necesita un movimiento realmente democrático que substituya al régimen de Gadafi y traiga la justicia social. En ningún caso los libios merecen una agresión militar. Las fuerzas imperialistas en retroceso parecen, sin embargo, dispuestas para una ofensiva contrarrevolucionaria en el mundo árabe. Atacar a Libia es su solución de urgencia. Pero se están disparando en los pies.
-----------------------------Lo que está ocurriendo por el momento en Libia es diferente. En Túnez y Egipto la falta de libertad era flagrante. Sin embargo, fueron las terribles condiciones sociales las que realmente llevaron a los jóvenes a rebelarse. Los tunecinos y egipcios no tenían ninguna esperanza en el futuro.
En Libia, el régimen de Muamar Gadafi es corrupto, monopoliza una gran parte de la riqueza del país y siempre ha reprimido severamente cualquier tipo de oposición. Pero las condiciones sociales de la gente de Libia son mejores que en los países vecinos. La esperanza de vida en Libia es mayor que en el resto de África. Los sistemas de salud y de educación son buenos. Libia, por otra parte, es uno de los primeros países africanos que han erradicado la malaria. Si bien hay una gran desigualdad en la distribución de la riqueza, el PIB por habitante es de unos 11.000 dólares —uno de los más altos del mundo árabe. Por lo tanto, en Libia no se dan las mismas condiciones objetivas que dieron lugar a los levantamientos populares en Túnez y Egipto.
Entonces, ¿cómo se explica lo que está ocurriendo en Libia?
Para entender correctamente los acontecimientos actuales debemos ponerlos en su contexto histórico. Libia fue en el pasado una provincia otomana. En 1835 Francia se hizo cargo de Argelia. Mientras tanto, Mohamed Ali, gobernador de Egipto bajo el Imperio Otomano, fue aplicando políticas cada vez más independientes. Con los franceses instalados en Argelia, por una parte, y Ali Mohamed en Egipto, por otra, los otomanos temieron perder el control de la región. Enviaron sus tropas a Libia.En aquel momento, la Hermandad Senusi era muy influyente en el país. Había sido fundada por Sayid Mohamed Ibn Ali como Senusi, un argelino que después de estudiar en su propio país y en Marruecos, fue a predicar su versión del Islam a Túnez y Libia. Al comienzo del siglo XIX, Senusi atrajo a numerosos seguidores pero no fue muy apreciado por una parte de las autoridades religiosas otomanas que lo criticaban en sus sermones. Después de pasar algún tiempo en Egipto y en La Meca, Senusi decidió exiliarse definitivamente en la Cirenaica, en el este de Libia.
Su Hermandad creció allí y organizó la vida de la región recaudando impuestos, resolviendo conflictos intertribales, etc., incluso tenía su propio ejército y ofrecía sus servicios de escolta a las caravanas de comerciantes que pasaban por la zona. Finalmente, su Hermanada Senusi se convirtió en el gobierno de facto de la Cirenaica expandiendo su influencia incluso hasta el norte del Chad. Pero entonces las potencias coloniales europeas se instalaron en África dividiendo la parte subsahariana del continente. Eso tuvo un impacto negativo en los Senusi. Asimismo, la invasión de Libia por parte de Italia socavó gravemente la hegemonía regional de la Hermandad.
En 2008 Italia pagó una indemnización a Libia por los crímenes de los colonialistas. ¿Hasta tal punto fue terrible la colonización? ¿O lo que pretendía Berlusconi era ser visto con buenos ojos poder concluir contratos comerciales con Gadafi?
La colonización de Libia fue terrible. A principios del siglo XX, un gobierno fascista comenzó a difundir propaganda diciendo que era necesario que Italia, que había sido derrotada por el ejército etíope en la batalla de Adoua en 1896, volviera a establecer la supremacía del hombre blanco sobre el continente negro. Era necesario limpiar la gran nación civilizada de la afrenta que le habían infligido los bárbaros. Esta propaganda afirmaba que Libia era un país de salvajes, habitado por unos cuantos nómadas retrasados y que sería bueno para los italianos instalarse en esa amable tierra, con su belleza de postal.
La invasión de Libia surgió de la guerra italo-turca de 1911 —un conflicto particularmente sangriento que terminó con la victoria de Italia un año después. Sin embargo, la potencia europea sólo ganó el control de la región de Trípoli y halló una feroz resistencia en el resto del país, especialmente en la Cirenaica. El clan Senusi apoyó a Omar al-Mujtar, quien encabezó una notable lucha guerrillera en bosques, cuevas y montañas. Infligió graves pérdidas en el ejército italiano, aunque este último estaba mucho mejor equipado y era superior numéricamente.
Finalmente, a principios de la década de 1930, Mussolini tomó medidas radicales para acabar con la resistencia. La represión llegó a ser extremadamente brutal y uno de los principales carniceros, el general Rodolfo Graziani, escribiría: “Los soldados italianos estaban convencidos de que se les había confiado una misión noble y civilizadora... Se debían a sí mismos cumplir con este deber humano a cualquier precio... Si no se puede convencer a los libios de los beneficios fundamentales que se les han propuesto, entonces los italianos tienen que librar una lucha continua en su contra y pueden acabar con toda la población libia con el fin de lograr la paz, la paz del cementerio...”.
En 2008, Silvio Berlusconi pagó una indemnización a Libia por estos crímenes coloniales. Por supuesto, se basaba en motivos ulteriores. Berlusconi quería ganarse a Gadafi con el fin de favorecer alianzas económicas. Sin embargo, se puede decir que el pueblo libio sufrió terriblemente durante la época colonial. No sería exagerado hablar en términos de genocidio.
¿Cómo obtuvo Libia su independencia?
Mientras los colonos italianos suprimían a la resistencia en Cirenaica, el dirigente de los Senusi, Idris, se exilió en Egipto con el fin de negociar con los británicos. Después de la Segunda Guerra Mundial, el imperio colonial europeo fue desmantelado progresivamente y Libia se independizó en 1951. Con el apoyo de Gran Bretaña, Idris tomó el poder. Sin embargo, parte de la burguesía libia, bajo la influencia del nacionalismo árabe que se estaba desarrollando en El Cairo, quería que Libia formase parte de Egipto. Pero los imperialistas no querían que se formase una gran nación árabe. Por lo tanto, apoyaron la independencia de Libia situando a su títere Idris en el poder.
¿El rey Idris estuvo de acuerdo?
Por supuesto. Con la independencia, las tres regiones que componen Libia —Tripolitana, Fezzan y Cirenaica— se vieron unidas en un sistema federal. Pero hay que tener en cuenta que Libia es tres veces más grande que Francia. Debido a la falta de infraestructura, las fronteras del territorio no pudieron ser claramente definidas hasta después de que el avión se hubiera inventado. Y en 1951, en el país sólo había un millón de habitantes. Por otra parte, las tres regiones que se acababan de unir tenían una cultura y una Historia muy diferentes. Por último, el país carecía de carreteras que unieran las regiones para facilitar la comunicación. Libia, de hecho, se encontraba en una fase muy atrasada y no era una verdadera nación.
¿Puede explicar este concepto?
El estado-nación es un concepto vinculado a la aparición de la burguesía y del capitalismo. En Europa durante la Edad Media, la burguesía capitalista quería difundir los intereses empresariales en la mayor medida posible aunque se lo impedían todas las limitaciones del sistema feudal. Los territorios estaban divididos en numerosas entidades pequeñas a cuyos comerciantes se les imponía un importante número de impuestos si querían transportar mercancías de un lugar a otro. Y ello sin considerar las distintas obligaciones con las que tenían que cumplir para los señores feudales. Todos estos obstáculos fueron eliminados por la revolución capitalista burguesa que permitió crear estados-nación y grandes mercados nacionales sin obstáculos.
Pero la nación libia se creó en una época en la que todavía se estaba en una fase pre-capitalista. Carecía de infraestructura; una gran parte de la población era nómada y de difícil control; las divisiones en la sociedad eran muy fuertes, todavía se practicaba la esclavitud. Por otra parte el rey Idris no tenía un plan para el desarrollo del país. Dependía totalmente de Estados Unidos y de la ayuda británica.
¿Por qué recibió el apoyo de Estados Unidos y de Gran Bretaña? ¿Tenía que ver con el petróleo?
En 1951 aún no se había descubierto el petróleo en Libia. Pero los anglosajones tenían bases militares en el país debido a la posición estratégica que ocupa desde el punto de vista del control del Mar Rojo y el Mediterráneo.
No fue hasta 1954 que el rico texano Nelson Bunker Hunt descubrió el petróleo libio. En aquel momento, el petróleo árabe se vendía alrededor de 90 centavos el barril. Sin embargo, el petróleo libio se compró a 30 centavos porque el país estaba muy atrasado. Era quizá el más pobre de África.
Pero de todas formas el dinero afluía gracias al petróleo. ¿En qué se usaba?
El rey Idris y su clan Senusi se enriquecieron personalmente. También distribuyeron parte de los ingresos del petróleo a los jefes de otras tribus con el fin de apaciguar las tensiones. Se desarrolló una pequeña elite gracias al comercio de petróleo y se construyó alguna infraestructura, principalmente a lo largo de la costa mediterránea, el área de mayor importancia para el comercio exterior. Pero las zonas rurales en el corazón del país siguieron muy depauperadas y los pobres comenzaron a inundar los barrios marginales alrededor de las ciudades. Esto continuó hasta 1969, cuando tres oficiales derrocaron al rey, uno de los cuales era Gadafi.
¿Cómo es que la revolución se llevó a cabo por oficiales del ejército?
En un país profundamente desgarrado por las divisiones tribales, el ejército era, de hecho, la única institución nacional. Libia como tal no existía sino a través de su ejército. Además, los Senuss del rey Idris tenían su propia milicia. Pero en el ejército nacional era donde se conocían los libios de las diferentes regiones.
Gadafi se había formado al principio en un grupo naserista pero más tarde entendió que esa organización no sería capaz de derrocar a la monarquía, por lo que se unió al ejército. Los tres oficiales que derrocaron al rey Idris estaban muy influenciados por Naser. Gamal Abdel Naser era un oficial del ejército egipcio que derrocó al rey Faruk. Inspirado por el socialismo, Naser se oponía a la injerencia del neo-colonialismo extranjero y predicó la unidad del mundo árabe. Por otra parte nacionalizó el Canal de Suez que hasta entonces había sido gestionado por Francia y Gran Bretaña, lo que atrajo la hostilidad de Occidente y los bombardeos de 1956.
El panarabismo revolucionario de Naser fue una gran influencia en Libia, especialmente en el ejército y más aún en Gadafi. Los oficiales libios que llevaron a cabo el golpe de Estado en 1969 seguían la misma agenda que Naser.
¿Cuáles fueron los efectos de la revolución en Libia?
Gadafi tenía dos opciones. O dejaba el petróleo libio en manos de compañías occidentales como había hecho el rey Idris convirtiendo a Libia en lo mismo que las monarquías petroleras del Golfo —donde todavía se practica la esclavitud, las mujeres no tienen derechos y los arquitectos europeos pueden disfrutar construyendo todo tipo de construcciones extrañas con presupuestos astronómicos suministrados por la riqueza de los pueblos árabes; o podía seguir el camino de la independencia de los poderes neo-coloniales. Gadafi eligió la segunda opción. Nacionalizó el petróleo libio, lo que enfureció mucho a los imperialistas.
En la década de 1950, durante el gobierno de Eisenhower, circulaba un chiste sobre la Casa Blanca que bajo Reagan se convirtió, de hecho, en teoría política. ¿Cómo se diferencia un buen árabe de uno malo? Un buen árabe hace lo que Estados Unido dice. A cambio obtiene aviones, se le permite depositar su dinero en Suiza, se le invita a Washington, etc. Estos eran los que Eisenhower y Reagan llamaban buenos árabes —los tipos de Arabia Saudí y Jordania, los jeques y emires de Kuwait y el Golfo, el Sha de Irán, el rey de Marruecos y, por supuesto, el rey Idris de Libia. ¿Y los árabes malos? Esos eran los que no obedecían a Washington, Naser, Gadafi, y más tarde Sadam
De todos modos, Gadafi no es muy…
Gadafi no es un mal árabe porque ordenase disparar contra la muchedumbre. Lo mismo hicieron en Arabia Saudí o en Bahréin y los dirigentes de esos países aún reciben todos los honores que Occidente puede otorgar. Gadafi es un mal árabe porque nacionalizó el petróleo libio que las empresas occidentales creían —hasta la revolución de 1969— que les pertenecía. Al nacionalizarlo, Gadafi promovió cambios positivos en Libia en lo que se refiere a infraestructuras, educación, salud, la posición de la mujer, etc.
Bueno, Gadafi derrocó a la monarquía, nacionalizó el petróleo, se opuso a los poderes imperiales y provocó un cambio positivo en Libia. Sin embargo, 40 años después, es un dictador corrupto que suprime toda oposición y que, una vez más, abre su país a las empresas occidentales. ¿Cómo se explica este cambio?
Desde el principio, Gadafi se opuso a las grandes potencias coloniales y apoyó generosamente a varios movimientos de liberación en todo el mundo. Creo que fue muy bueno por esa razón. Pero para dar una visión completa es necesario hablar de que el Coronel era anti-comunista. En 1971, por ejemplo, envió de regreso a Sudán un avión que transportaba a disidentes comunistas sudaneses que fueron ejecutados de inmediato por el presidente Nimeiri. La verdad es que Gadafi nunca ha sido un gran visionario. Su revolución fue una revolución nacional burguesa y lo que estableció fue el capitalismo de Estado. Para entender cómo su régimen perdió el rumbo hay que analizar el contexto —que ha operado en su contra— y también los errores personales cometidos por Gadafi.
En primer lugar, ya hemos visto que Gadafi tuvo que empezar desde cero en Libia. El país estaba muy atrasado. No había gente formada de la que disponer ni una clase obrera fuerte que apoyase la revolución. La mayoría de las personas que habían recibido educación eran miembros de la élite que había vendido la riqueza libia a las potencias neo-coloniales. Obviamente esas personas no iban a apoyar la revolución y la mayoría abandonó el país con el fin de organizar una oposición desde el extranjero.
Además, los oficiales libios que derrocaron al rey Idris estaban muy influidos por Naser. Egipto y Libia pretendían unirse en una asociación estratégica. Pero a la muerte de Naser en 1970, el proyecto estaba estancado y Egipto se convirtió en un país contrarrevolucionario alineado con Occidente. El nuevo presidente egipcio, Anwar al-Sadat, se alió con Estados Unidos, liberalizó progresivamente la economía del país e inició una alianza con Israel. Incluso llegó a estallar un breve conflicto con Libia en 1977; imagínese la situación en la que se encontró Gadafi: el país que le había inspirado y con el que había esperado establecer una alianza se había convertido de pronto en enemigo
Otro elemento de la situación que operó en contra de la revolución libia: la grave caída de los ingresos del petróleo durante la década de 1980. En 1973, durante la guerra árabe-israelí, los países productores de petróleo decidieron imponer un embargo que ocasionó que el precio del barril de petróleo se dispara. Este embargo proporcionó la primera gran transferencia de la riqueza del Norte en dirección al Sur. Pero durante la década de 1980 se produjo también lo que se podría llamar la “contrarrevolución del petróleo” orquestada por Reagan y los saudíes. Arabia Saudí aumentó considerablemente la producción e inundó el mercado causando una caída masiva de los precios. El precio del barril pasó de 35 dólares a 8.
¿No estaba Arabia Saudí tirando piedras contra su propio tejado?
Por supuesto, tuvo un impacto negativo en la economía saudí. Pero el petróleo no es lo más importante para Arabia Saudí. Sus relaciones con Estados Unidos le preocupan más porque es el apoyo de Washington lo que permite a la dinastía saudí mantenerse en el poder. Esta ola que afectó al precio del petróleo resultó catastrófica para varios países productores que se vieron endeudados. Todo esto ocurrió tan sólo 10 años después de que Gadafi llegase al poder. El líder libio, que llegó de la nada, veía como el único medio que tenía para construir algo desaparecía como nieve fundida según se iba reduciendo el dinero del petróleo.
Asimismo, hay que tener en cuenta que la contrarrevolución del petróleo también aceleró el colapso de la URSS que en ese momento estaba empantanada en Afganistán. Con la desaparición del bloque soviético, Libia perdido su principal fuente de apoyo político y se encontró aislada en la escena internacional y, además, fue incluida en la lista de Estados terroristas de la administración Reagan y quedó sometida a toda una serie de sanciones.
¿Cuáles fueron los errores de Gadafi?
Como ya he mencionado, no era un gran visionario. La teoría desarrollada en el marco de su Libro Verde es una mezcla de anti-imperialismo, islamismo, nacionalismo, capitalismo de Estado y otras cosas. Además de su falta de visión política, Gadafi cometió un grave error al atacar a Chad en la década de 1970. Chad es el quinto país más grande de África y el coronel, que sin duda pensaba que Libia era demasiado pequeño para dar cabida a sus ambiciones megalómanas, se anexó de la Franja de Auzu. Es cierto que históricamente la Hermandad Senusi había ejercido su influencia en esa región. Y que en 1945 el ministro francés de Relaciones Exteriores, Pierre Laval, quiso comprar a Mussolini, ofreciéndole la Franja de Auzu [1]. Pero al final Mussolini se acercó a Hitler y el acuerdo quedó en letra muerta.
Gadafi no obstante, quería anexar este territorio y entró en una lucha contra París por la influencia sobre esta ex colonia francesa. Al final, Estados Unidos, Francia, Egipto, Sudán y otras fuerzas reaccionarias en la región apoyaron al ejército de Chad, que derrotó a las tropas libias. Se capturaron miles de soldados y grandes cantidades de armas. El presidente de Chad, Hissène Habré, vendió esos soldados a la administración Reagan: la CIA los utilizó como mercenarios en Kenia y en Latinoamérica.
Pero el error más grande de la revolución libia fue haber apostado demasiado por su petróleo. La mayor riqueza de un país son sus recursos humanos. No se puede tener éxito en una revolución si no se desarrollan la armonía nacional, la justicia social y una distribución equitativa de la riqueza.
Sin embargo, el coronel no eliminó las prácticas discriminatorias que formaban parte de la tradición libia desde mucho tiempo atrás. ¿Cómo se puede movilizar a la población si no se demuestra a los libios que sea cual sea su origen étnico o tribal, todos son iguales y pueden trabajar juntos por el bien de la nación? La mayoría de la población libia es árabe, habla el mismo idioma y comparte la misma religión. La diversidad étnica no es muy importante. Hubiera sido posible abolir toda forma de discriminación con el fin de movilizar a la población.
Asimismo, Gadafi fue incapaz de educar al pueblo libio en materia revolucionaria. No elevó el nivel de la conciencia política de los ciudadanos y no construyó un partido para apoyar la revolución.
Sin embargo, de acuerdo con su Libro Verde de 1975, estableció los comités populares, una especie de democracia directa.
El intento de democracia directa estaba influenciado por conceptos marxistas-leninistas. Pero los comités populares en Libia no se basaban en el análisis político ni en cualquier ideología clara. Fueron un fracaso. Tampoco Gadafi construyó un partido político para apoyar su revolución. Al final, se separó del pueblo. La revolución libia se convirtió en el proyecto de un hombre. Todo giraba en torno a este líder carismático divorciado de la realidad. Y cuando se abrió un abismo entre el líder y su pueblo, la fuerza y la represión vinieron a llenar el vacío. El exceso siguió al exceso, la corrupción se extendió, las diferencias tribales cristalizaron.
Hoy en día esas divisiones se han situado a la cabeza de la crisis libia. Hay, por supuesto, una parte de jóvenes libios cansados de la dictadura que han sido influidos por los acontecimientos en Túnez y Egipto. Pero la oposición del este del país, que representa su parte del pastel después de que la distribución de la riqueza haya sido muy desigual en el marco del régimen de Gadafi, se está aprovechando de esos sentimientos populares. Por otra parte, no sabemos mucho acerca de este movimiento de oposición. ¿Quiénes son?, ¿cuál es su programa?, si quieren realmente emprender una revolución democrática, ¿por qué han recurrido a las banderas del rey Idris, símbolo de la época en que la Cirenaica era la provincia dominante del país? Si uno forma parte de la oposición de un país y como patriota quiere derrocar a su gobierno, debe tratar de hacerlo correctamente. No se puede provocar una guerra civil en su propio país sin ponerlo en riesgo de balcanización.
En su opinión, ya no es sólo una cuestión de una guerra civil por las contradicciones entre los diferentes clanes de Libia…
Es peor, creo. Ya se han dado anteriormente contradicciones entre las tribus pero nunca han sido tan generalizadas. Aquí Estados Unidos está avivando las llamas de esas tensiones con el fin de poder intervenir militarmente en Libia. Desde los primeros días de la insurrección, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, sugirió armar a la oposición. Desde el principio, la oposición organizada por el Consejo Nacional negó toda injerencia extranjera por parte de potencias extranjeras porque sabían que cualquier interferencia desacreditaría a su movimiento. Pero hoy en día parte de la oposición ha pedido la intervención armada.
Desde que se desató el conflicto, el presidente Obama ha instado a que se tengan en cuenta todo tipo de opciones y el Senado estadounidense ha hecho el llamamiento a la comunidad internacional para imponer una zona de exclusión aérea sobre territorio libio, lo que supone un verdadero acto de guerra. Además, el portaaviones nuclear, el USS Enterprise, que estaba estacionado en el Golfo de Adén para luchar contra la piratería, se ha trasladado hasta la costa de Libia. Dos barcos anfibios, el USS Kearsarge y el USS Ponce, con varios miles de infantes de marina y las flotas de helicópteros de combate a bordo, también se han estacionado en el Mediterráneo.
La semana pasada, Louis Michel, ex comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria de la UE, planteó enérgicamente una pregunta en un estudio de televisión sobre qué gobierno tendría el valor de llevar el caso de una intervención armada en Libia a sus parlamentarios. Sin embargo, Louis Michel no ha pedido nunca una intervención así en Egipto o en Bahréin. ¿Por qué?
¿Es la represión más violenta en Libia?
La represión fue muy violenta en Egipto aunque la OTAN no envió buques de guerra a la costa egipcia para amenazar a Mubarak. No hubo más que un llamamiento para que se buscara una solución democrática.
En el caso de Libia hay que tener mucho cuidado con la información que nos llega. Un día se habla de 2.000 muertes y al día siguiente se revisa la cuenta a 300. También se está diciendo desde el comienzo de la crisis que Gadafi bombardeaba a su propio pueblo aunque el ejército ruso, que está observando la situación por satélite, ha desmentido oficialmente esa información. Si la OTAN se prepara para intervenir militarmente en Libia podemos estar seguros de que los medios de información dominantes van a difundir su propaganda de guerra habitual.
De hecho, ocurrió lo mismo en Rumania con Ceausescu. En la Nochebuena de 1989, el primer ministro belga, Wilfred Martiens, pronunció un discurso en la televisión. Afirmó que las fuerzas de seguridad de Ceaucescu acababan de matar a 12.000 personas, lo que no era cierto. Las imágenes de la famosa masacre de Timosoara circularon asimismo por todo el mundo. Estaban destinadas a demostrar la violencia ciega del presidente rumano. Pero más tarde se demostró que todo había sido preparado. Se habían sacado cuerpos del depósito de cadáveres y se colocaron en las trincheras con el fin de impresionar a los periodistas. También se dijo que los comunistas habían envenenado el agua, que había mercenarios sirios y palestinos en Rumanía, o incluso que Ceaucescu había entrenado a huérfanos como máquinas de matar. Todo era pura propaganda dirigida a desestabilizar el régimen.
Al final, Ceaucescu y su esposa fueron asesinados después de una farsa de juicio que duró 55 minutos. Por supuesto, el presidente rumano, como Gadafi, no era un santo. Pero ¿qué ha sucedido desde entonces? Rumania se ha convertido en una semi-colonia europea. Se explota su mano de obra barata. Numerosos servicios se han privatizado en beneficio de las empresas occidentales y están fuera del alcance económico de gran parte de la población. Y ahora, cada año no son pocos los rumanos que van a llorar sobre la tumba de Ceaucescu. La dictadura fue una cosa terrible pero después el país fue destruido económicamente; aún peor.
¿Por qué Estados Unidos quiere derrocar a Gadafi? Durante los últimos diez años, el coronel ha sido muy susceptible a Occidente y ha privatizado una parte importante de la economía libia, beneficiando a las empresas occidentales en el proceso.
Hay que analizar todos estos acontecimientos a la luz del nuevo equilibrio de fuerzas en el mundo. Las potencias imperialistas están en declive mientras que otras fuerzas van en aumento. Recientemente China se ha ofrecido a comprar la deuda portuguesa… En Grecia, la población es cada vez más hostil a esta Unión Europea que se percibe como una tapadera del imperialismo alemán. Sentimientos similares están creciendo en los países del Este. Por otra parte, Estados Unidos atacó Iraq con el fin de obtener el control de su petróleo, pero al final sólo una única empresa estadounidense se está beneficiando de ello, el resto del petróleo está siendo explotado por empresas de Malasia y China. En resumen, el imperialismo está en crisis.
Además, la revolución de Túnez realmente cogió por sorpresa a Occidente. La caída de Mubarak aún más. Washington intenta de recuperar su influencia sobre estos movimientos populares pero su control se desvanece. En Túnez, el primer ministro Mohamad Ghanouchi, un producto directo de la dictadura de Ben Ali, estaba destinado a controlar la transición creando la ilusión de cambio. Pero la determinación del pueblo lo obligó a renunciar. En Egipto, Estados Unidos contaba con el ejército para mantener un sistema aceptable en su lugar. Pero he recibido informaciones que confirman que en muchos cuarteles militares de todo el país, los oficiales jóvenes se están organizando en comités revolucionarios en apoyo del pueblo egipcio. Incluso han arrestado a algunos oficiales relacionados con el régimen de Mubarak.
La región podría escapar al control de Estados Unidos. La intervención en Libia permitiría a Washington quebrar el movimiento revolucionario y evitar su propagación al resto del mundo árabe y de África. Desde la semana pasada, los jóvenes han estado protestando en Burkina Faso, aunque los medios guardan silencio al respecto. Como lo guardan sobre las manifestaciones que están teniendo lugar en Iraq.
Otro peligro para Estados Unidos es la posible aparición de gobiernos anti-imperialistas en Túnez y Egipto. Si esto sucediera, Gadafi ya no estaría aislado y podría incumplir los acuerdos alcanzados con Occidente. Libia, Egipto y Túnez podrían unirse para formar un bloque anti-imperialista. Con todos los recursos que tienen a su disposición, especialmente las grandes reservas de divisas de Gadafi, los tres podrían convertirse en una potencia regional importante, probablemente más importante de Turquía.
Sin embargo, Gadafi apoyó a Ben Ali cuando el pueblo de Túnez se rebeló.
Eso demuestra hasta qué punto es débil y está aislado y fuera de contacto con la realidad. Sin embargo, el cambiante equilibrio de fuerzas en la región podría transformar las cosas. Gadafi podría cambiar de hombro su fusil; no sería la primera vez.
¿Cómo podría modificarse la situación en Libia?
Las potencias occidentales y el movimiento denominado de oposición han rechazado la oferta de mediación de Chávez. Ello significa que no están interesados en una solución pacífica al conflicto. Pero los efectos de una intervención de la OTAN serán desastrosos. Hemos visto lo que ocurrió en Kosovo o Afganistán.
Por otra parte, la agresión militar podría alentar a los grupos islamistas a entrar en Libia que podrían tomar grandes depósitos de armas allí. Al-Qaida podría infiltrarse y convertir Libia en un segundo Iraq. Además, ya hay grupos armados en Níger que nadie ha podido controlar. Su influencia podría extenderse a Libia, Chad, Malí y Argelia. Con la intervención militar, el imperialismo está abriendo las puertas del infierno.
Para concluir, el pueblo libio merece algo mejor que este movimiento de oposición que está hundiendo al país en el caos. Necesita un movimiento realmente democrático que substituya al régimen de Gadafi y traiga la justicia social. En ningún caso los libios merecen una agresión militar. Las fuerzas imperialistas en retroceso parecen, sin embargo, dispuestas para una ofensiva contrarrevolucionaria en el mundo árabe. Atacar a Libia es su solución de urgencia. Pero se están disparando en los pies.
fuente: Investia’Action
Traducción para Rebelión de Loles Oliván |
LIBIA
Tras fracaso de consenso en la OTAN: Clinton ruega a Gaddafi que renuncie
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Bruselas, marzo 23 - Luego de que en Bruselas se fracasara en la búsqueda de consenso de las potencias colonialistas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para decidir quién asumirá el control de las operaciones contra Libia, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, rogó este miércoles al líder libio, Muammar Al Gaddafi, que abandone el poder.
“Gaddafi tiene que tomar una decisión y la gente que le rodea tiene cada uno que tomar una decisión. La manera más rápida de poner fin a esto actualmente es servir a los libios al marcharse” de Libia, afirmó Clinton en declaraciones a los medios tras reunirse con el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Taieb Fassi Fihri.
Según la agencia EFE, Clinton “urgió” a Gaddafi y a su círculo a tomar la “decisión adecuada” y marcharse.
Las declaraciones injerencistas de Clinton se producen en medio de las pugnas que han surgido entre los países invasores para definir si la OTAN tendrá o no la batuta en los bombardeos al territorio libio que cuenta con 40% de las reservas de petróleo liviano del continente africano.
Turquía, un miembro musulmán de la alianza, se niega a que la OTAN tome responsabilidad por operaciones que pudieran causar víctimas civiles o esté a cargo de imponer la zona de exclusión aérea mientras aviones de las fuerzas invasoras bombardean a la población libia.
“Sería imposible para nosotros compartir responsabilidad en una operación que algunas autoridades han descrito como una cruzada”, dijo el ministro turco de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoglu, a periodistas en Ankara, en referencia al término "cruzada", utilizado por el primer ministro ruso, Vladimir Putin, para referirse a la intervención en Libia.
A pesar de los ataques de los invasores, Gaddafi ha planteado que se mantendrá al frente del país para defender los recursos de las apetencias de Occidente.
“Gaddafi tiene que tomar una decisión y la gente que le rodea tiene cada uno que tomar una decisión. La manera más rápida de poner fin a esto actualmente es servir a los libios al marcharse” de Libia, afirmó Clinton en declaraciones a los medios tras reunirse con el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Taieb Fassi Fihri.
Según la agencia EFE, Clinton “urgió” a Gaddafi y a su círculo a tomar la “decisión adecuada” y marcharse.
Las declaraciones injerencistas de Clinton se producen en medio de las pugnas que han surgido entre los países invasores para definir si la OTAN tendrá o no la batuta en los bombardeos al territorio libio que cuenta con 40% de las reservas de petróleo liviano del continente africano.
Turquía, un miembro musulmán de la alianza, se niega a que la OTAN tome responsabilidad por operaciones que pudieran causar víctimas civiles o esté a cargo de imponer la zona de exclusión aérea mientras aviones de las fuerzas invasoras bombardean a la población libia.
“Sería imposible para nosotros compartir responsabilidad en una operación que algunas autoridades han descrito como una cruzada”, dijo el ministro turco de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoglu, a periodistas en Ankara, en referencia al término "cruzada", utilizado por el primer ministro ruso, Vladimir Putin, para referirse a la intervención en Libia.
A pesar de los ataques de los invasores, Gaddafi ha planteado que se mantendrá al frente del país para defender los recursos de las apetencias de Occidente.
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LIBIA
La coalición imperialista bombardea Misrata, Ajdabiya y Zauiya
También aumentan la ofensiva criminal contra Trípoli
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El Reino Unido asegura que los aviones occidentales han destruido a la fuerza aérea libia.- Los bombardeos frenan la ofensiva de Gadafi en Misrata.-Al menos 17 civiles han muerto en las últimas horas mientras la escasez de medicamentos y víveres merman la moral de los sublevados
23/03/2011
Las fuerzas de la coalición timoneada por EEUU han reconocido hoy que se han efectuado bombardeos contra objetivos del régimen de Muamar el Gadafi que están atacando a las ciudades de Ajdabiya, Misrata y Zauiya, lo que ha provocado que los leales detengan su ofensiva. Según el contraalmirante estadounidense, Gerard Hueber, "las fuerzas militares del líder libio siguen en amplia violación de la resolución de Naciones Unidas al atacar a la población civil, por lo que los militares aliados están apuntando ahora a las fuerzas mecanizadas, la artillería y los sitios de misiles móviles". Hueber ha informado que en las últimas 24 horas, la coalición imperial ha realizado 175 misiones de combate, de las cuales 113 han sido llevadas a cabo por las fuerzas estadounidenses y el resto por otros miembros de la alianza. Esta noche han reanudado los bombardeos en Trípoli. Testigos en la capital libia afirman que se han escuchado al menos ocho explosiones.
El contraalmirante inglés ha hablado con los periodistas desde el USS Mount Whitney, emplazado en el Mediterráneo. "Nuestra misión aquí es proteger a la población civil -insistió en la mentira- y escogemos nuestros objetivos y planificamos nuestras operaciones con esa idea como principal prioridad".
Las declaraciones de Hueber se han producido poco después de que Reino Unido asegurara que Gadafi ya no puede contar con su fuerza aérea, lo que permite a los aliados sobrevolar el espacio aéreo del país sin peligro y además atacar a las tropas del régimen cuando representen una amenaza a la población civil. El jefe del primer grupo de la Real Fuerza Aérea británica, el general Greg Bagwell, ha asegurado que "ahora estamos aplicando una presión sostenida y sin descanso sobre las fuerzas armadas libias", tras neutralizar las fuerzas de combate aéreas de Gadafi. "Efectivamente, su fuerza aérea ya no existe como fuerza de combate y su sistema integrado de defensa aérea y las redes de mando y control está muy degradadas hasta el punto de que podemos operar casi con impunidad sobre Libia". Bagwell ha hablado en una base aérea en el sur de Italia, donde están estacionadas las aeronaves británicas.
Nuevo gobierno interino en Bengasi
La oposición que se alzó contra Gadafi intenta, en paralelo a los combates, organizarse de cara a un hipotético futuro en Libia sin la presencia del coronel. El Consejo Nacional Libio, que engloba a los grupos opositores que resisten en Bengasi, ha decidido cambiar su nombre por el de Gobierno interino, según ha informado Al Yazira. El presidente de este nuevo Ejecutivo será Mahmud Yabril, un veterano reformista que había protagonizado en el pasado un proyecto para establecer un Estado "democrático"en Libia. Actualmente ejercía como representante del Consejo Nacional Libio ante la comunidad internacional.
De hecho, Yabril participó en el encuentro que mantuvo el pasado 10 de marzo la formación opositora con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, al término del cual el mandatario galo decidió reconocer al Consejo Nacional como el único representante legítimo del pueblo libio.
Por su parte, un representante del Consejo Nacional, Mansur Saif al Nasr, ha asegurado en París que el Gobierno que surja en caso de que se consiga derrocar a Gadafi será "secular y democrático". "El pueblo libio es moderado y el Estado no estará gobernado por clérigos", ha dicho.
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CUBA
Certificado de buena conducta
En estos amargos días vimos las imágenes de un terremoto que alcanzó el grado 9 de la escala de Richter con cientos de fuertes réplicas, y un Tsunami de 10 metros de altura, en cuyas olas de oscuras aguas decenas de miles de personas eran arrastradas entre autos y camiones sobre edificios de viviendas e instalaciones de 3 y 4 pisos.
Sofisticados medios masivos de información habían estado saturando nuestras mentes con noticias de riesgos de guerras fraticidas, tráficos de armas asociados a las drogas que en solo cinco años mataron más de 35 mil personas en México, cambios climáticos en diversos países, calores asfixiantes, montañas de hielo derritiéndose en los polos, lluvias diluvianas, escasez y precios crecientes de alimentos. Estábamos realmente necesitados de consuelo y éste nos acaba de llegar a través de ese ángel salvador de nuestra especie, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y su colosal invento: los certificados de buena conducta.
Ya sabíamos desde luego, por la Agencia Europa Press, que el número de personas muertas por el terremoto y el tsunami eran 6 539, y los desaparecidos
10 259 “según el último balance”.
Aunque no se conoce todavía “el paradero de decenas de miles de personas”, el gobernador de una prefectura ha sugerido que los supervivientes deberían trasladarse a otra parte de Japón.
“Los aeropuertos, puertos y carreteras dañadas se han ido reparando gradualmente”, afirma una agencia de noticias japonesa.
La inglesa Reuters era menos optimista cuando afirmó que una “‘solución a lo Chernobil’ puede ser el último recurso”, pero las autoridades dicen que “aún es muy pronto para hablar de medidas a largo plazo y que primero hay que intentar refrigerar los seis reactores de la planta y las piscinas de almacenamiento de combustible.”
El profesor Murray Jennex, de la universidad californiana de San Diego, declaró: “‘(Los reactores) son como una cafetera. Si los dejas al fuego, hierven y luego se resquebrajan’…”.
“Echar cemento no ayudaría a asegurar la cafetera. Pero podría ser así, se podría construir una coraza de cemento y olvidarse.”
Otro despacho de una agencia europea afirmaba:
“Se lanzó una ‘carrera contrarreloj’ para enfriar los reactores, declaró este viernes el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Yukiya Amano.”
“‘Se trata de un accidente gravísimo’, dijo Amano después de reunirse con el primer ministro nipón, Naoto Kan, refiriéndose a la central nuclear de Fukushima.”
El mundo, sin duda, había sido sacudido por el accidente inesperado de Japón, que conmovió hasta los cimientos el desarrollo energético del planeta; 442 plantas nucleares estaban funcionando, muchas necesitadas de renovación; el accidente de Chernobil, en el año 1986, había paralizado los programas de construcción de nuevas instalaciones, los cuales estaban a punto de reanudarse y ampliarse.
¿No serían exageradas nuestras preocupaciones sobre una acción bélica de la OTAN en el norte de África para ocupar los ricos yacimientos de petróleo ligero de Libia, y garantizar los enormes recursos energéticos del Oriente Medio después del estallido revolucionario de los pueblos árabes?
Las serias amenazas de una nueva crisis económica perturbaban a los economistas.
Las malas noticias políticas no paran.
“Miles de manifestantes chiítas gritaban consignas antigubernamentales cerca de Manama después de la oración del viernes, pese a que las autoridades de Bahrein prohibieron las concentraciones, constató la AFP.”
“La represión […] causó esta semana al menos ocho muertos: cuatro manifestantes y cuatro policías”.
“‘Estamos dispuestos a sacrificar nuestra sangre y nuestra alma por Bahrein’, gritaban los manifestantes”.
“Las autoridades de Bahrein decretaron esta semana el estado de excepción […] dentro de este pequeño reino, donde tiene su base la Quinta Flota de Estados Unidos.”
AFP, 18 de marzo de 2011
“Más de 30 personas murieron y un centenar resultaron heridas este viernes tras disparos contra manifestantes que reclaman la renuncia del presidente yemení, Alí Abdalá Saleh en Saná, según un nuevo balance reportado por fuentes médicas.”
“‘La mayor parte de los heridos fueron impactados por balas en la cabeza, el cuello y el pecho’, afirmó un médico a AFP.”
Se trata de un estrecho aliado de Estados Unidos, que cuenta también con el apoyo de fuerzas sauditas.
AP, 18 de marzo de 2011
“El rey Abdulá (de Arabia Saudita) habló después de las oraciones musulmanas del viernes. Agradeció a los residentes y a las fuerzas de seguridad por ser ‘las manos’ de la estabilidad nacional.”
“Islamabad, 18 de marzo, (AFP) - Miles de personas manifestaron el viernes en las calles de varias ciudades paquistaníes para protestar contra el ataque de un avión no tripulado estadounidense que mató a 35 personas esta semana y la liberación de un empleado de la CIA que estaba preso por asesinato.” Había sido liberado después del pago de dos millones de dólares a los familiares de los dos hombres que mató en una calle de Lahore.
¿Para qué existe el Consejo de Seguridad, el veto, el anti veto, la mayoría, la minoría, la abstención, los discursos, la demagogia, y los solemnes alegatos de Ban Ki-moon?
Sobre todo, ¿para qué existe la OTAN, sus 5,5 millones de soldados (según cálculos de especialistas bien calificados) y sus 19 845 tanques, 57 938 blindados, 6 492 aviones de guerra, 2 482 helicópteros, 19 portaaviones, 156 submarinos, 303 buques de superficie, 5 728 proyectiles nucleares, decenas de miles de bombas atómicas con un poder destructivo equivalente a cientos de miles de veces la capacidad de las que fueron lanzadas en Hiroshima y Nagasaki?
Tal poderío estúpido sobra, no se usaría, ni puede usarse; harían falta decenas de planetas como la Tierra. Solo sirve para demostrar el derroche y el caos engendrado por el capitalismo.
Podemos dedicar el tiempo a otras cosas menos tenebrosas y más risibles.
Por ejemplo, la agencia DPA informó:
“Puerto Príncipe, marzo 18 de 2011. La llegada de Jean-Bertrand Aristide a Puerto Príncipe este viernes no puede haber tomado a nadie por sorpresa.”
“19 de enero: Desde Sudáfrica, Aristide publica una ‘carta abierta’ en la que dice estar ‘listo’ para regresar a Haití ‘en cualquier momento’ para ‘contribuir como un simple ciudadano en el campo de la educación’…”
“20 de enero: El Departamento de Estado norteamericano se manifiesta contrario al retorno de Aristide antes al menos de la conclusión del proceso electoral…”.
Hasta en eso se mezcló el Departamento de Estado, cuyo país engendró a Papa Doc, y había derrocado y expulsado al presidente Aristide al África hace 7 años.
Un despacho de Notimex, fechado en Panamá hoy 18 de marzo, informó que WikiLeaks reveló el ingreso de barcos de guerra de Estados Unidos a Panamá:
“El convenio fue firmado el 15 de abril de 2009 para que los barcos militares ingresaran a aguas panameñas entre el 3 de mayo hasta el final del mandato de Torrijos, el 30 de junio de ese año, cuando el mandatario fue relevado por el derechista Ricardo Martinelli.
“‘Hasta ahora, el gobierno de Panamá siempre ha declinado a hacer este requerimiento argumentando la sensibilidad de los panameños respecto a operaciones con el Ejército de Estados Unidos’…”
Otra interesante historieta sobre los trucos de la política exterior de Estados Unidos nos la narra hoy la AP:
“Chile y Estados Unidos firmaron el viernes un acuerdo de energía nuclear, pese a los temores de una propagación de radiación en Japón”.
“El temor surge luego que un devastador terremoto y un maremoto subsiguiente afectaron severamente los reactores nucleares en una planta en la costa nororiental de Japón”.
“El acuerdo fue firmado el viernes por la mañana por el embajador estadounidense, Alejandro Wolff, y el ministro chileno de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno.”
“…funcionarios de la Casa Blanca no podían confirmar la muy esperada firma, que se supone sería un evento destacado en la visita del lunes del presidente Barack Obama a Chile.”
Pero no importa, las apariencias siempre podrán ser salvadoras y la opinión pública manipulada por las apariencias; los funcionarios de la Casa Blanca enfatizarán “que el acuerdo se centre en el entrenamiento de ingenieros nucleares y no en la construcción de reactores.”
Como la tecnología nuclear japonesa es fundamentalmente yanki, con seguridad sus técnicos adquirirían más experiencia estudiando lo que ocurrió en aquel sufrido país, cuya población fue víctima de un cruel e inescrupuloso antecesor del actual presidente de Estados Unidos.
¿A quiénes van a engañar Obama, la OTAN y Ban Ki-moon con los certificados de buena conducta
Fidel Castro Ruz
Marzo 18 de 2011 // 8 y 54 p.m.
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1
En 1984 viajo durante horas por desiertos libios que parecen paisajes lunares hasta complejos de cabrias y refinerías semejantes a estaciones espaciales. De allí salen cada día 1.600.000 barriles de petróleo que mantienen funcionando a Europa. Libia tiene reservas estimadas en 42 mil millones de barriles. Las potencias hegemónicas viven del constante derroche de la energía fósil que no poseen. En lugar de habilitar energías alternativas, la saquean a países que sí la tienen. Cuídate de la malignidad de aquél a quien favoreces, reza el proverbio libio. La primera condición que debe cumplir hoy un país para ser invadido es tener hidrocarburos o ser zona de paso de éstos.2En 1836 Libia es asaltada por turcos, en 1912 invadida por italianos, en 1943 conquistada por ingleses, en 1951 ocupada por tropas británicas, estadounidenses e italianas que sostienen al títere rey Idris, quien acapara los crecientes ingresos petroleros. En 1969 Muammar Kadafi, un coronel de 27 años, comanda una rebelión militar que expulsa las bases extranjeras, crea en 1970 la Compañía Nacional de Petróleo que domina la mitad de la producción, y en 1977 proclama la Gran República Popular Socialista Árabe de la Jamahiriya. Cuando el ganado cae, lucen los cuchillos, advierte el refrán libio. La segunda condición para que un país sea invadido es que asuma el control de sus recursos naturales.3En 1984 asisto en Trípoli al 15 aniversario de la Jamahiriya. Presencio multitudinarias asambleas populares donde se debaten y aparentemente se resuelven problemas. El Libro Verde se presenta como la Tercera Teoría Universal, y proclama la iniciativa y primacía de las organizaciones de base. Afirma que “la democracia es el poder del pueblo y no el poder de un sustituto del pueblo”. Asevera que “la representación es una impostura”. Proclama que “el partido representa sólo a una fracción del pueblo, mientras que la soberanía popular es indivisible”. Aduce que “los congresos populares son el único medio de la democracia popular”. El pueblo se divide en congresos populares de base; cada congreso elige un comité que lo dirije y el conjunto de comités forman los congresos populares. En las calles las damas usan velo, pero en los desfiles batallones femeninos lucen magníficos rostros y cabelleras; hay mujeres científicos y muchachas pilotos de aviones de combate. Libia tiene para 2010 un PIB estimado de unos 76.557 mil millones de dólares, con incremento anual de 6,7%. Actualmente sus exportaciones anuales de unos 63.050 millones de dólares comparadas con sus importaciones de 11.500 millones le otorgan una balanza comercial ampliamente favorable y le posibilitan acumular reservas por unos 200.000 millones de dólares, que respaldan una insignificante deuda externa de 5.521 millones de dólares. Ello le reporta el mayor PIB per cápita (14.534$) y el mejor Índice de Desarrollo Humano en África. La expectativa de vida es de 74 años, la mortalidad infantil de 18 por l.000 y el analfabetismo de 5,5%; el gasto en Educación es del 2,7% del PIB mientras que el de Defensa no excede de 1,1% del PIB. Sin embargo, subsiste un 30% de pobreza. Quien no ayuda a su familia, no ayuda a nadie, enseña el proverbio libio. La tercera condición para ser invadido es apoyarse en las bases populares y redistribuir la riqueza social.4La Jamahiriya no sólo aboga por la democracia directa. Es nacionalista, porque expulsa bases militares extranjeras y apropia recursos naturales. Es integracionista, pues apoya la Unión Africana y predica la coordinación o confederación del Mundo Árabe, una comunidad cultural de 339.128.336 habitantes distribuidos en tres continentes sobre 13.707.811 kilómetros cuadrados y que posee la mayoría de los recursos energéticos del planeta. Libia defiende estos recursos apoyando con firmeza las decisiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo. En sus primeros tiempos la Jamahiriya es internacionalista. En la Conferencia sobre el 15 aniversario de Al Fatah en Trípoli intervienen un gigantesco dirigente de los indígenas en Estados Unidos, quien denuncia duramente el genocidio contra su pueblo; el reverendo afroamericano Farrakah, quien amenaza a la potencia norteña con tormentas, granizo y guerra nuclear; el comandante Tomás Borge, quien rechaza humanísticamente cualquier hipótesis que lleve al holocausto atómico, delegados de Al Fatah que nos reúnen en sesión aparte para explicarnos las diferencias internas en su movimiento. Esta solidaridad atrae la condena unánime de las potencias que luchan por desintegrar el resto del planeta. Una mano sola no aplaude, reflexiona el aforismo libio. La cuarta condición para ser invadido es predicar la integración del Tercer Mundo.5En un oasis frecuentado por camelleros almuerzo cordero asado. El 90% de los seis millones de libios son musulmanes. Como en los restantes países islámicos, a las diferencias entre clases e ideologías se superponen las de parcialidades religiosas y a éstas las de sectas y clanes y etnias y regiones y generaciones, más las divergencias con más de medio millón de inmigrados. Demasiados capitanes hunden el barco, reza el dicho libio. La quinta condición para ser invadido es que los agresores dividan para imperar.6Durante el 15 aniversario de la Jamahiriya veo pasar a poca distancia a Kadafi. Es para entonces un joven con sobrio uniforme verde, que habla y discute animadamente con la multitudinaria asamblea. Pocos seres han sido más adulados por las potencias para comprarle petróleo, pocos más satanizados por los medios de ellas para despojarlo de él. Tribunales internacionales sordos, ciegos y mudos ante la impunidad del terrorista Posada Carriles condenaron a Libia por la supuesta voladura de un avión en Inglaterra. Kadafi pagó bajo protesta las indemnizaciones del caso. Sin previa declaratoria de guerra, la administración Reagan viola el espacio aéreo en el golfo de Sirte en 1981 y en 1986 bombardea Trípoli, arrasa la residencia de Kadafi, le asesina una hija y cerca de un centenar de compatriotas. Las mismas agencias noticiosas que celebraron ese genocidio deploran ahora supuestos bombardeos contra manifestantes. Telesur envía dos equipos al área, que no encuentran rastros de bombardeos. El ejército ruso demuestra con imágenes satelitales que tales ataques no ocurrieron. Sí hay nutridos intercambios de fuego entre leales y sublevados. Éstos no son, por tanto, manifestantes inermes. Las agencias de Estados Unidos, cuyo ejército es de mercenarios, mienten que los defensores del gobierno son “mercenarios”. Entre su repertorio de disparadores de pánico no dejan de invocar las “armas químicas” ya atribuidas a Irak. Quien replica al león, tiene mal aliento, advierte el proverbio libio. La sexta condición para ser invadido es ser demonizado por las agencias internacionales.7La tormenta informativa se traduce en falta de información ¿Qué sucede realmente en Libia? ¿Siguen funcionando las organizaciones populares, o son desplazadas por clases políticas? ¿Sustituye la representación a la participación? ¿Es creíble que aumenten al unísono el Índice de Desarrollo Humano y el descontento social? ¿Ha cedido Kadafi ante el acoso de imperios y transnacionales? ¿Es sincera la enemistad con Libia de potencias que durante cuarenta años le han comprado petróleo y vendido armas? Durante ese lapso los omnipresentes medios omiten toda explicación. Mientras mandatarios de Estados Unidos y monopolios mediáticos se deshacen en elogios a favor de los sublevados ¿qué defienden éstos? ¿qué planean? ¿qué proponen? Las únicas credenciales del FNSL consisten en haber realizado un “Congreso Nacional” en Estados Unidos en 2007, financiado por la NED. Todos los medios del mundo esperan para difundir sus planes. Si no los declaran, es porque no los tienen o son inconfesables. Si se oponen a Kadafi ¿privatizarán los hidrocarburos? Si en verdad tienen apoyo popular ¿para qué necesitan la aplastante intervención de la primera potencia militar del mundo? Si desean el bien de su país ¿por qué lo exponen a la aniquiladora invasión de imperios extranjeros? No busques el placer en la desgracia de otro, aconseja la máxima libia. La séptima condición para ser invadido es ser falsificado por la desinformación.8Estados Unidos bloquea con portaaviones nucleares la costa libia y confusos despachos afirman que desembarca “asesores” armados hasta los dientes, mientras pacta contubernios de salteadores con la Unión Europea y un helicóptero militar de la OTAN es capturado en flagrante violación de la soberanía del país árabe. Walter Martínez revela que la London School of Economics preparaba el relevo de la dirigencia del país agredido: cuatrocientos becados libios eran adiestrados en las excelencias del neoliberalismo salvaje. Como en una pesadilla vemos repetirse la situación iraquí. El plan es robar el petróleo libio para con él lanzar un dumping que arruine y desarticule los gobiernos de la OPEP. La única política estadounidense es el saqueo global de hidrocarburos, lo cual a la larga conduce al bloqueo energético de las restantes potencias y a la Guerra Mundial. Venezuela propone una mediación, que Kadafi y la Liga Árabe aceptan, y el ALBA convoca una reunión plenaria para discutir la situación. La carga compartida pesa menos que una pluma, reza el apotegma libio. Cuando veas un país del Tercer Mundo arder bajo la agresión imperial, pon tu solidaridad en remojo. Fuente: Aporrea / REbelión+++++++++++++++++++++
LIBIA /OPINIÓN
Editorial de Il ManifestoAntes de que sea demasiado tarde
Angelo Del BocaIl Manifesto
Traducción de Alma Allende y Gorka Larrabeiti
Escapemos a la trampa de la alternativa entre el tirano libio que debe salir de escena y los bombardeos “humanitarios” de la OTAN. Digamos claramente lo que está ocurriendo. La decisión del Consejo de Seguridad de la ONU, tomada con cinco abstenciones y diez votos a favor -bajo la presión de Francia e Inglaterra, de vuelta al Próximo Oriente, y también al final de los recalcitrantes EEUU- es una intervención militar. No debe haber dudas al respecto. Aunque esté camuflada una vez más de intervención “humanitaria” para “proteger a los civiles” y aunque excluya, de momento, la ocupación por tierra. La zona de exclusión aérea, decidida sin ninguna relación con Trípoli, sólo puede ser impuesta mediante bombardeos. En estas ocasiones se prefiere hablar de “objetivos selectivos” y “operaciones quirúrgicas”. Con la posibilidad -es decir- de nuevas matanzas de civiles, como ocurrió en Iraq y en Afganistán y como vimos en los Balcanes. Tenemos infinitas pruebas de esta enorme mentira.
Rusia y Alemania, países que se abstuvieron en el Palacio de Cristal, expresaron precisamente esta preocupación, con la incorporación en el último momento de la necesidad, antes que nada, de una declaración de alto el fuego por las dos partes en conflicto. No es una casualidad que Alemania justifique ahora su rechazo a la zona de exclusión aérea por “los considerables riesgos y peligros” que comporta. Peligros y riesgos confirmados, por lo demás, por el hecho de que, apenas Trípoli ha aceptado el alto el fuego, se ha gritado “tongo”.
Pero tampoco debemos callar sobre la necesidad de que Gadafi salga realmente de escena. El y su régimen, que dura ya demasiado tiempo y que en cualquier caso se ha hecho pedazos, sus delirios de omnipotencia y sus graves responsabilidades en la degeneración de la crisis. Desde este punto de vista todo estaba aún en juego hasta hace diez días. Se había anticipado la posibilidad de un exilio, para Gadafi y su familia, con un salvoconducto hacia un país neutral. Pero se anunció también, a requerimiento de los EEUU -los cuales, sin embargo, no reconocen la Corte Penal de DDHH- su procesamiento ante este Tribunal por “crímenes de guerra” todavía sin probar. A pesar de la insistencia de Fohg Rasmussen, secretario general de la OTAN -que de víctimas civiles es un experto-, en denunciarlos. Crímenes que, junto a un exceso de propaganda, sin duda se han producido y deben ser castigados. Pero que, según el procurador de la Corte Penal Moreno Ocampo, conciernen “a las dos partes en armas”.
Así que la posibilidad de que Gadafi saliera de escena se ha acabado perdiendo. Ahora todo parece haber terminado en un callejón sin salida. Sin más opción que la de un baño de sangre, pues tal y como están las cosas, parece que el único objetivo que queda sea el ataque militar con bombardeos aéreos. Se olvida que algunos de los aparatos que están bombardeando y matando a civiles y rebeldes en Libia son los mismos jets franceses que vendió Sarkozy a Gadafi cortejándolo con insistencia para encajarle aviones terroríficos de entre los más caros del mundo.
Finalmente, ahí está la ambigüedad del gobierno italiano, que hasta hace diez días era un valeroso aliado de Gadafi, a quien le pedía que “contuviera” la inmigración del Magreb recluyendo en nuevos campos de concentración a los desesperados que huían de la miseria de África, y que ahora se candida como plataforma de lanzamiento para ataques aéreos y bloqueo naval militar. Y quizá no sea tan solo base, ya que el dannunziano ministro de Defensa, Ignazio La Russa, reivindica el “derecho” de bombardear también para los aviones italianos. Me pregunto si históricamente Italia tiene ganas de repetir, a sesenta años de lo sucedido cuando el colonialismo, un ataque militar a un país al que ya provocó 100.000 muertos, un octavo de la población libia [de entonces]. Me pregunto si nos vamos a asumir de verdad esta responsabilidad. Por la memoria histórica hay que decir no. Pero también por el presente.
Qué triste epílogo sería para las primaveras en el mundo árabe. La señal sería la de la sangre y la represón militar, como sucede en Yemen; como ha ocurrido en medio del silencio general durante estos días en Bahrein, donde los mismos países del Golfo que actúan ahora en la zona de exclusión aérea de Libia intervinieron militarmente en Manama para respaldar al “Gadafi” local.
En estas horas, y hasta el final, cabe también mediar por la paz. El camino es el alto el fuego, según parece deducirse a última hora incluso de las palabras del presidente Barack Obama, el cual se las debe ver ahora con otro conflicto armado que apesta a petróleo. Alto el fuego que ha de ir acompañado de una intervención de observadores ONU que se interponga y defienda las vidas humanas. De no ser así, sólo vuela de verdad la guerra.
Cuando veas arder Libia
1
En 1984 viajo durante horas por desiertos libios que parecen paisajes lunares hasta complejos de cabrias y refinerías semejantes a estaciones espaciales. De allí salen cada día 1.600.000 barriles de petróleo que mantienen funcionando a Europa. Libia tiene reservas estimadas en 42 mil millones de barriles. Las potencias hegemónicas viven del constante derroche de la energía fósil que no poseen. En lugar de habilitar energías alternativas, la saquean a países que sí la tienen. Cuídate de la malignidad de aquél a quien favoreces, reza el proverbio libio. La primera condición que debe cumplir hoy un país para ser invadido es tener hidrocarburos o ser zona de paso de éstos.
2
En 1836 Libia es asaltada por turcos, en 1912 invadida por italianos, en 1943 conquistada por ingleses, en 1951 ocupada por tropas británicas, estadounidenses e italianas que sostienen al títere rey Idris, quien acapara los crecientes ingresos petroleros. En 1969 Muammar Kadafi, un coronel de 27 años, comanda una rebelión militar que expulsa las bases extranjeras, crea en 1970 la Compañía Nacional de Petróleo que domina la mitad de la producción, y en 1977 proclama la Gran República Popular Socialista Árabe de la Jamahiriya. Cuando el ganado cae, lucen los cuchillos, advierte el refrán libio. La segunda condición para que un país sea invadido es que asuma el control de sus recursos naturales.
3
En 1984 asisto en Trípoli al 15 aniversario de la Jamahiriya. Presencio multitudinarias asambleas populares donde se debaten y aparentemente se resuelven problemas. El Libro Verde se presenta como la Tercera Teoría Universal, y proclama la iniciativa y primacía de las organizaciones de base. Afirma que “la democracia es el poder del pueblo y no el poder de un sustituto del pueblo”. Asevera que “la representación es una impostura”. Proclama que “el partido representa sólo a una fracción del pueblo, mientras que la soberanía popular es indivisible”. Aduce que “los congresos populares son el único medio de la democracia popular”. El pueblo se divide en congresos populares de base; cada congreso elige un comité que lo dirije y el conjunto de comités forman los congresos populares. En las calles las damas usan velo, pero en los desfiles batallones femeninos lucen magníficos rostros y cabelleras; hay mujeres científicos y muchachas pilotos de aviones de combate. Libia tiene para 2010 un PIB estimado de unos 76.557 mil millones de dólares, con incremento anual de 6,7%. Actualmente sus exportaciones anuales de unos 63.050 millones de dólares comparadas con sus importaciones de 11.500 millones le otorgan una balanza comercial ampliamente favorable y le posibilitan acumular reservas por unos 200.000 millones de dólares, que respaldan una insignificante deuda externa de 5.521 millones de dólares. Ello le reporta el mayor PIB per cápita (14.534$) y el mejor Índice de Desarrollo Humano en África. La expectativa de vida es de 74 años, la mortalidad infantil de 18 por l.000 y el analfabetismo de 5,5%; el gasto en Educación es del 2,7% del PIB mientras que el de Defensa no excede de 1,1% del PIB. Sin embargo, subsiste un 30% de pobreza. Quien no ayuda a su familia, no ayuda a nadie, enseña el proverbio libio. La tercera condición para ser invadido es apoyarse en las bases populares y redistribuir la riqueza social.
4
La Jamahiriya no sólo aboga por la democracia directa. Es nacionalista, porque expulsa bases militares extranjeras y apropia recursos naturales. Es integracionista, pues apoya la Unión Africana y predica la coordinación o confederación del Mundo Árabe, una comunidad cultural de 339.128.336 habitantes distribuidos en tres continentes sobre 13.707.811 kilómetros cuadrados y que posee la mayoría de los recursos energéticos del planeta. Libia defiende estos recursos apoyando con firmeza las decisiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo. En sus primeros tiempos la Jamahiriya es internacionalista. En la Conferencia sobre el 15 aniversario de Al Fatah en Trípoli intervienen un gigantesco dirigente de los indígenas en Estados Unidos, quien denuncia duramente el genocidio contra su pueblo; el reverendo afroamericano Farrakah, quien amenaza a la potencia norteña con tormentas, granizo y guerra nuclear; el comandante Tomás Borge, quien rechaza humanísticamente cualquier hipótesis que lleve al holocausto atómico, delegados de Al Fatah que nos reúnen en sesión aparte para explicarnos las diferencias internas en su movimiento. Esta solidaridad atrae la condena unánime de las potencias que luchan por desintegrar el resto del planeta. Una mano sola no aplaude, reflexiona el aforismo libio. La cuarta condición para ser invadido es predicar la integración del Tercer Mundo.
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En un oasis frecuentado por camelleros almuerzo cordero asado. El 90% de los seis millones de libios son musulmanes. Como en los restantes países islámicos, a las diferencias entre clases e ideologías se superponen las de parcialidades religiosas y a éstas las de sectas y clanes y etnias y regiones y generaciones, más las divergencias con más de medio millón de inmigrados. Demasiados capitanes hunden el barco, reza el dicho libio. La quinta condición para ser invadido es que los agresores dividan para imperar.
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Durante el 15 aniversario de la Jamahiriya veo pasar a poca distancia a Kadafi. Es para entonces un joven con sobrio uniforme verde, que habla y discute animadamente con la multitudinaria asamblea. Pocos seres han sido más adulados por las potencias para comprarle petróleo, pocos más satanizados por los medios de ellas para despojarlo de él. Tribunales internacionales sordos, ciegos y mudos ante la impunidad del terrorista Posada Carriles condenaron a Libia por la supuesta voladura de un avión en Inglaterra. Kadafi pagó bajo protesta las indemnizaciones del caso. Sin previa declaratoria de guerra, la administración Reagan viola el espacio aéreo en el golfo de Sirte en 1981 y en 1986 bombardea Trípoli, arrasa la residencia de Kadafi, le asesina una hija y cerca de un centenar de compatriotas. Las mismas agencias noticiosas que celebraron ese genocidio deploran ahora supuestos bombardeos contra manifestantes. Telesur envía dos equipos al área, que no encuentran rastros de bombardeos. El ejército ruso demuestra con imágenes satelitales que tales ataques no ocurrieron. Sí hay nutridos intercambios de fuego entre leales y sublevados. Éstos no son, por tanto, manifestantes inermes. Las agencias de Estados Unidos, cuyo ejército es de mercenarios, mienten que los defensores del gobierno son “mercenarios”. Entre su repertorio de disparadores de pánico no dejan de invocar las “armas químicas” ya atribuidas a Irak. Quien replica al león, tiene mal aliento, advierte el proverbio libio. La sexta condición para ser invadido es ser demonizado por las agencias internacionales.
7
La tormenta informativa se traduce en falta de información ¿Qué sucede realmente en Libia? ¿Siguen funcionando las organizaciones populares, o son desplazadas por clases políticas? ¿Sustituye la representación a la participación? ¿Es creíble que aumenten al unísono el Índice de Desarrollo Humano y el descontento social? ¿Ha cedido Kadafi ante el acoso de imperios y transnacionales? ¿Es sincera la enemistad con Libia de potencias que durante cuarenta años le han comprado petróleo y vendido armas? Durante ese lapso los omnipresentes medios omiten toda explicación. Mientras mandatarios de Estados Unidos y monopolios mediáticos se deshacen en elogios a favor de los sublevados ¿qué defienden éstos? ¿qué planean? ¿qué proponen? Las únicas credenciales del FNSL consisten en haber realizado un “Congreso Nacional” en Estados Unidos en 2007, financiado por la NED. Todos los medios del mundo esperan para difundir sus planes. Si no los declaran, es porque no los tienen o son inconfesables. Si se oponen a Kadafi ¿privatizarán los hidrocarburos? Si en verdad tienen apoyo popular ¿para qué necesitan la aplastante intervención de la primera potencia militar del mundo? Si desean el bien de su país ¿por qué lo exponen a la aniquiladora invasión de imperios extranjeros? No busques el placer en la desgracia de otro, aconseja la máxima libia. La séptima condición para ser invadido es ser falsificado por la desinformación.
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Estados Unidos bloquea con portaaviones nucleares la costa libia y confusos despachos afirman que desembarca “asesores” armados hasta los dientes, mientras pacta contubernios de salteadores con la Unión Europea y un helicóptero militar de la OTAN es capturado en flagrante violación de la soberanía del país árabe. Walter Martínez revela que la London School of Economics preparaba el relevo de la dirigencia del país agredido: cuatrocientos becados libios eran adiestrados en las excelencias del neoliberalismo salvaje. Como en una pesadilla vemos repetirse la situación iraquí. El plan es robar el petróleo libio para con él lanzar un dumping que arruine y desarticule los gobiernos de la OPEP. La única política estadounidense es el saqueo global de hidrocarburos, lo cual a la larga conduce al bloqueo energético de las restantes potencias y a la Guerra Mundial. Venezuela propone una mediación, que Kadafi y la Liga Árabe aceptan, y el ALBA convoca una reunión plenaria para discutir la situación. La carga compartida pesa menos que una pluma, reza el apotegma libio. Cuando veas un país del Tercer Mundo arder bajo la agresión imperial, pon tu solidaridad en remojo.
Fuente: Aporrea / REbelión
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LIBIA /OPINIÓN
Editorial de Il Manifesto
Antes de que sea demasiado tarde
Angelo Del Boca
Il Manifesto
Traducción de Alma Allende y Gorka Larrabeiti
Escapemos a la trampa de la alternativa entre el tirano libio que debe salir de escena y los bombardeos “humanitarios” de la OTAN. Digamos claramente lo que está ocurriendo. La decisión del Consejo de Seguridad de la ONU, tomada con cinco abstenciones y diez votos a favor -bajo la presión de Francia e Inglaterra, de vuelta al Próximo Oriente, y también al final de los recalcitrantes EEUU- es una intervención militar. No debe haber dudas al respecto. Aunque esté camuflada una vez más de intervención “humanitaria” para “proteger a los civiles” y aunque excluya, de momento, la ocupación por tierra. La zona de exclusión aérea, decidida sin ninguna relación con Trípoli, sólo puede ser impuesta mediante bombardeos. En estas ocasiones se prefiere hablar de “objetivos selectivos” y “operaciones quirúrgicas”. Con la posibilidad -es decir- de nuevas matanzas de civiles, como ocurrió en Iraq y en Afganistán y como vimos en los Balcanes. Tenemos infinitas pruebas de esta enorme mentira.
Rusia y Alemania, países que se abstuvieron en el Palacio de Cristal, expresaron precisamente esta preocupación, con la incorporación en el último momento de la necesidad, antes que nada, de una declaración de alto el fuego por las dos partes en conflicto. No es una casualidad que Alemania justifique ahora su rechazo a la zona de exclusión aérea por “los considerables riesgos y peligros” que comporta. Peligros y riesgos confirmados, por lo demás, por el hecho de que, apenas Trípoli ha aceptado el alto el fuego, se ha gritado “tongo”.
Pero tampoco debemos callar sobre la necesidad de que Gadafi salga realmente de escena. El y su régimen, que dura ya demasiado tiempo y que en cualquier caso se ha hecho pedazos, sus delirios de omnipotencia y sus graves responsabilidades en la degeneración de la crisis. Desde este punto de vista todo estaba aún en juego hasta hace diez días. Se había anticipado la posibilidad de un exilio, para Gadafi y su familia, con un salvoconducto hacia un país neutral. Pero se anunció también, a requerimiento de los EEUU -los cuales, sin embargo, no reconocen la Corte Penal de DDHH- su procesamiento ante este Tribunal por “crímenes de guerra” todavía sin probar. A pesar de la insistencia de Fohg Rasmussen, secretario general de la OTAN -que de víctimas civiles es un experto-, en denunciarlos. Crímenes que, junto a un exceso de propaganda, sin duda se han producido y deben ser castigados. Pero que, según el procurador de la Corte Penal Moreno Ocampo, conciernen “a las dos partes en armas”.
Así que la posibilidad de que Gadafi saliera de escena se ha acabado perdiendo. Ahora todo parece haber terminado en un callejón sin salida. Sin más opción que la de un baño de sangre, pues tal y como están las cosas, parece que el único objetivo que queda sea el ataque militar con bombardeos aéreos. Se olvida que algunos de los aparatos que están bombardeando y matando a civiles y rebeldes en Libia son los mismos jets franceses que vendió Sarkozy a Gadafi cortejándolo con insistencia para encajarle aviones terroríficos de entre los más caros del mundo.
Finalmente, ahí está la ambigüedad del gobierno italiano, que hasta hace diez días era un valeroso aliado de Gadafi, a quien le pedía que “contuviera” la inmigración del Magreb recluyendo en nuevos campos de concentración a los desesperados que huían de la miseria de África, y que ahora se candida como plataforma de lanzamiento para ataques aéreos y bloqueo naval militar. Y quizá no sea tan solo base, ya que el dannunziano ministro de Defensa, Ignazio La Russa, reivindica el “derecho” de bombardear también para los aviones italianos. Me pregunto si históricamente Italia tiene ganas de repetir, a sesenta años de lo sucedido cuando el colonialismo, un ataque militar a un país al que ya provocó 100.000 muertos, un octavo de la población libia [de entonces]. Me pregunto si nos vamos a asumir de verdad esta responsabilidad. Por la memoria histórica hay que decir no. Pero también por el presente.
Qué triste epílogo sería para las primaveras en el mundo árabe. La señal sería la de la sangre y la represón militar, como sucede en Yemen; como ha ocurrido en medio del silencio general durante estos días en Bahrein, donde los mismos países del Golfo que actúan ahora en la zona de exclusión aérea de Libia intervinieron militarmente en Manama para respaldar al “Gadafi” local.
En estas horas, y hasta el final, cabe también mediar por la paz. El camino es el alto el fuego, según parece deducirse a última hora incluso de las palabras del presidente Barack Obama, el cual se las debe ver ahora con otro conflicto armado que apesta a petróleo. Alto el fuego que ha de ir acompañado de una intervención de observadores ONU que se interponga y defienda las vidas humanas. De no ser así, sólo vuela de verdad la guerra.
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LA ONU DECIDE INTERVENIR MILITARMENTE EN LIBIA
El texto de la ONU aceptado por la mayoría del máximo órgano ejecutivo de la ONU sirve de base para un ataque militar sobre el territorio controlado por Muamar Gadafi y sobrelas fuerzas que le apoyan y sus medios de defensa, lo que podría ocurrir deforma inminente. En Bengasi, la ciudad cercada por las tropas de Gadafiy a la espera de ser "salvada" por la comunidad internacional, se ha celebrado la votación con vítores de centenares de libios que se han reunido frente a lasede del Consejo Nacional de Transición libio.
La resolución, que "autoriza a losestados miembros a tomar todas las medidas necesarias" para impedir elvuelo de los aviones de Gadafi y asistir a los civiles, ha sido respaldado por10 votos a favor y cinco abstenciones, las de dos países con derecho de vetoque no lo usaron , Rusia y China, más las de Alemania, India y vergonzosamente la de Brasil, que debería haber votado en contra si la Cancillería de Itamaratí tuviera algo de dignidad.
Colombia, por supuesto, votó a favor de sus tutores norteamericanos y europeos
Un portavoz del Pentágono manifesto queEstados Unidos dispone ya de recursos militares en el Mediterráneo como paraactuar de inmediato, lo que aún podría permitir retrasar o abortar el intentode las tropas de Gadafi de apoderarse de la ciudad deBengasi, bastión de los rebeldes desde el comienzo de estealzamiento. También Francia parece preparar acciones rápidas. El ministro de Asuntos Exteriores francés, Alain Juppé, queha participado personalmente en los debates del Consejo de Seguridad en Nueva York, ha declarado en la reunión que sería necesario responder "encuestión de días o de horas porque la situación en Bengasi no admitedemora".
“Incluso si esta resolución llegase demasiadotarde como para impedir la caída de Bengasi, la segunda mayor ciudad de Libia,puede servir aún para debilitar enormemente la maquinaria militar del régimen libio y permitir a los rebeldes libios recuperar recursos y territorio”, dijo un diplomatico norteamericano.
Libia ha tardado poco más de una hora enreaccionar. El viceministro de Asuntos Exteriores Khaled Kaaim ha asegurado quela decisión adoptada por la ONU es una amenaza para la seguridad del país yconstituye una llamada para que los "libios se maten entre ellos". Enel lado contrario, el jefe militar de los rebeldes libios, Abdelfatah Yunes-que era ministro de Interior del régimen libio y dimitió para sumarse a larebelión-, ha expresado su agradecimiento a la comunidad internacional mientrasha pedido que la exclusión aérea se aplique sólo a las zonas bajo control delas fuerzas de Muamar el Gadafi.
EEUU es el país líder de la OTAN, pero se resiste esta vez a asumir el papelde principal o único protagonista. Aterrorizado por el riesgo de verse envueltoen otra guerra en un país árabe, el Gobierno norteamericano ha dejado claro enlos últimos días que considera que esta misión debería ser cumplida, principalmente,por los países vecinos, es decir por los europeos y los árabes, que son tambiénlos que más intereses inmediatos tienen en Libia.
Francia, el Reino Unido, Egipto, EmiratosÁrabes o Qatar, entre otros, debían ser, por tanto, los países que cargasen conla principal responsabilidad militar que se desprende de la resolucióndiscutida esta noche. Tanto la OTAN como la Liga Árabe y el Consejo de Países del Golfo han dadosu respaldo a la imposición de una zona de exclusión aérea, por loque se entiende que todos sus miembros están autorizados a utilizar la fuerzapara hacerla cumplir. Mientras tanto, la Unión Africana, país al que perteneceLibia, se ha manifestado contra toda intervención extranjera y aboga por que elconflicto se resuelva en paz y entre los libios.
Un funcionario del Departamento de Defensa yanquiha adelantado que se han elaborado planes militares que incluyen acciones"más agresivas que la mera demostración de fuerza". Aunque no añadiódetalles, esas acciones podrían abarcan desde el disparo de misiles de crucerodesde barcos hasta el bombardeo de aviones sobre los sistemas de defensaantiaérea y las concentraciones de tropas libias. Gadafi posee modernos equiposde misiles tierra-aire de fabricación rusa que serían objetivo prioritario deun ataque extranjero. Asimismo, entre los potenciales blancos de unaintervención se encuentran las unidades de tanques y la artillería que hancastigado a las fuerzas rebeldes en los días anteriores.
Algunos ataques pueden realizarse desde las navesde Estados Unidos y de la OTAN en el Mediterráneo. Para otros se requerirá eluso de las bases de esa organización en el sur de Europa. Expertos militaresnorteamericanos han especulado en el pasado con el gran valor estratégico queen esta coyuntura podrían tener las bases norteamericanas en España. Italia haanunciado tras la decisión de la ONU que está dispuesta a ceder el uso de susbases militares para apoyar las acciones derivadas de establecer una zona deexclusión aérea sobre Libia, según ha informado una fuente del Gobiernoitaliano a Reuters. La base de Sigonella, ubicada en la isla de Sicilia, es unade las más próximas a Libia, por lo que podría ser de gran utilidad.Actualmente forma parte de la logística de las operaciones realizadas por laSexta Flota de Estados Unidos.
Frente a esta acción injerencista y colonialista, es imprescindible levantar bien alto la voz en contra de la invasión y el ataque militar occidental. No se trata de defender a Gadafi y sus tropelias, sino de exigir que los problemas internos de los libios los tienen que resolver los libios, sin padrinazgos bélicos extranjeros de ningún tipo.
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EEUU coordina acciones tras resolución para atacar Libia
El país africano podría frenar ataques contra rebeldes si se le presenta un plan viable
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (17/MAR/2011).- El presidente Barack Obama llamó a los líderes de Francia y Gran Bretaña para coordinar la estrategia en Libia, tras la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que autorizó el uso de la fuerza contra las tropas de Muamar Gadhafi, informó la Casa Blanca este jueves.
Obama habló con el presidente francés Nicolas Sarkozy y el primer ministro británico, David Cameron, después de que el Consejo de Seguridad aprobara el establecimiento de una zona de exclusión aérea en Libia y autorizara "todas las medidas necesarias" para proteger áreas civiles.
"Los líderes acordaron que Libia debe cumplir de inmediato todos los términos de la resolución y que la violencia contra la población debe cesar", expresó la Casa Blanca en un comunicado.
Asimismo, resolvieron "coordinar estrechamente los próximos pasos y seguir trabajando con los socios internacionales árabes y otros para asegurar la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra Libia".
Libia declaró la madrugada del viernes que está dispuesto a un alto el fuego frente a la insurrección, pero exige discutir antes los detalles de su aplicación, declaró el viceministro de Relaciones Exteriores, Jaled Kaim, en una conferencia de prensa en Trípoli.
"Estamos dispuestos a tomar esta decisión (la del alto el fuego), pero necesitamos un interlocutor bien preciso para discutir su aplicación", declaró Kaim poco después de aprobarse la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU autorizando "todas las medidas necesarias" para proteger a los civiles e imponer un alto el fuego al ejército libio.
"Hemos discutido la pasada noche con el emisario de la ONU (el jordano Abdul Ilá Jatib) y hemos planeado cuestiones legítimas sobre la aplicación del alto el fuego", agregó.
Kaim indicó que su país va a "reaccionar positivamente a la resolución de la ONU y vamos a probar esta voluntad garantizando una protección a los civiles".
"Estamos dispuestos a tomar esta decisión (la del alto el fuego), pero necesitamos un interlocutor bien preciso para discutir su aplicación", declaró Kaim poco después de aprobarse la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU autorizando "todas las medidas necesarias" para proteger a los civiles e imponer un alto el fuego al ejército libio.
"Hemos discutido la pasada noche con el emisario de la ONU (el jordano Abdul Ilá Jatib) y hemos planeado cuestiones legítimas sobre la aplicación del alto el fuego", agregó.
Kaim indicó que su país va a "reaccionar positivamente a la resolución de la ONU y vamos a probar esta voluntad garantizando una protección a los civiles".
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Libia considera que la resolución del
Consejo de Seguridad es un "desafío" para la comunidad internacional
MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) - El viceministro de Exteriores de Libia, Jalid Kaim, ha asegurado que la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a favor de establecer una zona de exclusión aérea sobre este país es un "desafío" para la comunidad internacional. Así lo ha manifestado en una rueda de prensa, transmitida por la cadena Al Yazira.En lo que supone la primera reacción del régimen de Muamar Gadafi a la resolución de la organización internacional, Kaim ha destacado la protección a la población civil y la unidad del territorio libio, como dos aspectos del texto en los que coinciden las aspiraciones de la comunidad internacional y de las autoridades libias.
"Nuestra intención es proteger a los civiles en cualquier parte del país. El Ejército y las fuerzas de seguridad solo quieren proteger a los civiles y garantizar la vida", ha aseverado. El viceministro ha comunicado directamente esta misma idea al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon.
No obstante, ha advertido de las consecuencias que tendría armar a la oposición. "Cualquier país que entregue armas a los rebeldes tendrá que ser responsable, porque ayudará a que los libios se maten unos a otros", ha alertado, en referencia a una eventual intervención militar.
Asimismo, el político ha mostrado su agradecimiento a los cinco países que se han abstenido en la votación de la resolución, estos son Brasil, India, Rusia, China y Alemania. "¡Qué sorpresa!", ha dicho en relación a este último. Los diez miembros restantes del organismo han apoyado la iniciativa.
La rueda de prensa ha terminado de forma abrupta cuando un grupo de personas, situadas al fondo de la sala y enfundadas en banderas libias, ha comenzado a gritar consignas. "Esto es una celebración, estamos seguros de nuestro líder", ha comentado Kaim, al aclarar que eran manifestantes pro-gubernamentales.
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Yemen decreta el estado de emergencia tras la muerte de decenas de manifestantes |
Medio Oriente - Medio Oriente | |||||||||||||||||
ESCRITO POR RESUMEN LATINOAMERICANO | |||||||||||||||||
El régimen fascista de Alí Abdulá Salé aplica el terror y la muerte para frenar las manifestaciones en su contra. ---------------------------------------
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