Fumigar a una cuadra de casa.
Senadores del PJ proponen llevar el límite de fumigación terrestre de 500 metros a 100. La Cámara alta analiza el proyecto que perdió estado parlamentario.
Guillermo Acrich/Edición impresa
Los integrantes de la Cámara de Senadores de la provincia comenzaron a analizar el proyecto por el cual se pretende modificar la ley de fitosanitarios. La iniciativa –que reingresó el socialista Juan Carlos Zabalza después de perder estado parlamentario la media sanción que venía de Diputados– prohíbe la aplicación de glifosato sobre los sembrados a una distancia de 500 metros a partir del perímetro urbano fijado por los municipios y comunas, pero algunos integrantes del justicialismo están terminando de elaborar un texto propio donde podrían llevar ese límite a sólo 100 metros.
Tras dos reuniones mantenidas con entidades agropecuarias y un grupo de ambientalistas, respectivamente, los legisladores santafesinos escucharon las dos principales campanas que le dan forma a la evidente dicotomía entre salvaguardar la salud pública y no perjudicar la capacidad productiva en el interior. En ese marco, es difícil visualizar un punto de equilibrio entre las partes, aunque la mayoría opositora parece haber inclinado su mirada hacia las pretensiones del agro.
En su doble carácter de ingeniero y senador provincial, Hugo Terré (PJ-departamento 9 de Julio) tomó el compromiso de idear un esquema que acerque las posiciones antes descriptas. “Las cuestiones que se están incorporando son para mejorar el proyecto que reingresó Zabalza es pensando principalmente en la salud humana, en el medio ambiente y manteniendo la producción en todo lo que se pueda. Por supuesto que hay un área donde no hay compatibilidad, y ahí se nos crea algún inconveniente”, se atajó el legislador.
—En la iniciativa que está terminando de elaborar, ¿se mantiene la prohibición de fumigar vía terrestre con glifosato a 500 metros de los ejidos urbano cuando es en forma terrestre y a 1.000 metros cuando es de forma aérea?
—Nosotros creemos que los municipios y las comunas tienen autonomía, en todo sentido, por lo tanto planteamos (desde el PJ) fijar una franja mínima para que sea el área libre de glifosato y de ahí para adelante que cada municipio y comuna, en acuerdo con sus productores agropecuarios, con los ambientalistas, con los encargados de la salud en cada localidad, amplíe el área si es necesario.
—Y ese mínimo libre de agroquímicos, ¿de cuánto sería?
—Estamos hablando que el mínimo podría ser de 100 metros, aunque no está consensuado todavía ni resuelto. La verdad es que cuando fijamos distancia, como no hay una investigación precisa, es todo aleatorio. Es decir, si decimos 100 metros está bien, si decimos 200 metros está bien y si decimos 50 metros también está bien. Entonces estamos buscando algún parámetro que nos parezca que puede darnos seguridad, aunque haya algunos errores, respecto a la aplicación; y creemos que 100 metros es más que suficiente.
—Además de los límites espaciales, ¿qué otros aspectos tiene pensado incorporar a la ley de fitosanitarios, fundamentalmente en relación al proyecto que viene de Diputados y perdió estado parlamentario?
—Hay muchas cuestiones distintivas. Primero, incorporamos un inspector por departamento, porque la ley actual no se aplica en virtud de que no hay quién controle, y creo que ese es un paso importante. Segundo, y es un tema muy importante en la modificación de la ley, es la incorporación en el Registro de Aplicadores (fumigadores) de todos los aplicadores privados, que eso no estaba en la ley.
“Otra de las cuestiones importantes es que otorgamos a través de la ley y de un curso que habrá que aprobar el Carné de Aplicador, para que no cualquier persona se encargue de esa actividad. Esto es muy importante hoy, porque con los aplicadores terrestres ocurre que muchas veces se baja el tractorista que está sembrando, cultivando o haciendo algo y se lo pone sobre el mosquito. Y esa persona no tiene idea de qué es lo que sucede trabajando con un producto que indudablemente tiene su toxicidad, poca o mucha, pero tiene su toxicidad y eso no lo ponemos en discusión”, añadió Hugo Terré a Cruz del Sur.
—El proyecto que vino de Diputados llegó al Senado con cierto consenso generalizado de los grupos ambientalistas ¿no cree que esta iniciativa suya va a generar rispideces por los 100 metros libres de glifosato en lugar de 500?
—Yo no tengo dudas que por buena que sea la ley que nosotros hagamos, y ojalá nos iluminen para que hagamos una muy buena ley, de algún lado no vamos a tener conformidad. Hay una distancia muy grande entre lo que piensa el medioambientalista con respecto a lo que piensa algún productor agropecuario. De ninguna forma podemos conformar a todos, pero estamos convencidos de que esta ley es conflictiva.-
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