En las ferias de agricultores familiares, espacios de comercialización minorista donde los propios productores ofrecen verduras y hortalizas, los alimentos frescos cuestan entre un 20 y un 77 por ciento menos que en los supermercados.
Productos hortícolas hasta 70 por ciento más baratos, según el Inta.
Por Redacción LAVOZ
En las ferias de agricultores familiares, espacios de comercialización minorista donde los propios productores ofrecen verduras y hortalizas, los alimentos frescos cuestan entre un 20 y un 77 por ciento menos que en los supermercados.
Así lo refleja un estudio realizado por el Inta y la Secretaría de Agricultura Familiar, perteneciente al Ministerio de Agricultura de la Nación, que evaluó precios en 20 localidades de todo el país. De acuerdo con el relevamiento, en las cinco macro regiones argentinas –NEA, NOA, Cuyo, Patagonia y Pampeana–, los precios analizados de frutas y verduras son más bajos y convenientes en las ferias que en el resto de las bocas de expendio. “Los precios más altos se encontraron en los supermercados y, en menor medida, en los mercados de proximidad o autoservicios”, señaló Sergio Dumrauf, coordinador del Proyecto Mercado y Estrategias Comerciales del Inta e investigador del Instituto de Investigación y Desarrollo para la Agricultura Familiar (Ipaf) de la Región Pampeana.
Según Oscar Mathot, director de Ferias Francas e Intercambios Regionales de la Secretaría de Agricultura Familiar, en las 510 ferias del país se comercializan frutas, verduras, hortalizas, derivados lácteos, dulces, panificados y un centenar de productos alimenticios, con la particularidad de que son ofrecidos a la venta por las mismas personas que los produjeron. “Estas experiencias facilitan la comercialización de los productos de la agricultura familiar a un precio justo para el productor”, destacó el Inta.
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