Ya no cambiamos vida por anacrónicas promesas de desarrollo
Sobre la represión Estatal en Río Grande Chone-Ecuador
Natalia Sierra
Los pueblos de América latina y específicamente los de Ecuador y Bolivia comparten la misma lucha y enfrentan a un enemigo común: la trampa de los llamados gobiernos progresistas. Gobiernos que han lanzado una agresiva política contra los campesinos e indígenas que no quieren aceptar su anacrónica promesa de desarrollo y modernización. Su discurso cada vez confunde menos, la sabiduría popular de los de abajo ya no acepta baratijas a cambio de sus territorios, de su vida y su dignidad. Para los pueblos libres ya pasó aquella vergonzante época en la que los conquistadores embaucaron a nuestros ancestros con espejos y fruslerías doradas.
Cuando las tramposas estrategias del colonizador ya no convence, cuando los pueblos agredidos ya no creen que la agresión colonizadora los va a beneficiar, es decir, cuando el poder del colonizador ya no puede destruir la dignidad humana, recurre como siempre a la violencia irracional. No otra cosa sucede en el TIPNNIS en Bolivia, y no otra cosa sucede en Río Grande Chone-Ecuador. Los gobiernos “progresistas” utilizan los aparatos represivos del Estado para reprimir de forma violenta la justa lucha de los pobladores por impedir que se lleven adelante los mega-proyectos capitalistas (carreteras, hidroeléctricas), cuyo objetivo es asegurar la reproducción del capital en la región.
Sabemos que estos proyectos, que de manera cínica se nos quieren imponer a nombre del progreso y del desarrollo, son parte del IIRSA, y de todo el plan mercantil capitalista para la región sur. Sabemos también el daño que el progreso capitalista ha generado en nuestros territorios y en nuestra vida; ya no nos confunden con pírricos tecnicismos y mucho, mucho menos, con viejos y gastados discursos nacionalistas y desarrollistas, tan usados por las burguesías locales y regionales.
Ya no creemos en la retórica del “interés nacional”, con la cual buscan justificar la implementación de proyectos destructivos del medio ambiente y la vida cultural que en él se despliega. Ya no creemos en el interés nacional cuando conquistamos, al menos en la definición constitucional, el carácter Plurinacional del Estado.
Estos gobiernos, como sabiamente apunta la boliviana Silvia Rivera[1],reeditan el pensamiento Colonial que estigmatiza a los indígenas y a los campesinos de “salvajes”, los salvajes que no quieren el desarrollo y el progreso. Lo que pasa, dice, es que no conocen al indígena y su profunda dignidad. Nos acusan de salvajes por no creer en su desarrollismo de carreteras, hidroeléctricas, plantaciones de bio-combustibles, etc., desarrollismo que comparten con la vieja y la ultra derecha latinoamericana.
De hecho, los salvajes parecen ser ellos, que no entienden que el desarrollo capitalista es una fuerza extremadamente destructiva para la naturaleza y la vida humana. Salvajes y manipuladores que usas la política del chantaje con la población. Primero establecen un programa vergonzoso de bonos de miseria y luego amenazan a con retirar esta insolente política de la caridad, si la población no acepta la construcción de la infraestructura, que la extracción de los bienes naturales y la circulación de mercancías exige. Política basada en el chantaje y en las prebendas que se dan a ciertas poblaciones o dirigentes que se dejan envolver o comprar.
Cuando toda esta estrategia no funciona y las poblaciones se resisten al desarrollo capitalista, entonces siempre se puede usar la represión violenta, siempre se puede disponer de los aparatos represivos del Estado. Sin ningún pudor mandan a la Policía o al Ejército a reprimir a los comuneros de Río Grande, en el caso de Ecuador, para dejar el camino despejado para la construcción de la represa hidroeléctrica, proyecto que inundaría unas 6 mil hectáreas de altísima calidad agrícola en la zona y provocará el desalojo de más de mil familias. De la misma manera, en Bolivia reprimen a los indígenas que se oponen a la construcción de la carretera que, de ser construida, destruirá el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure.
El patrón de poder se repite: los pueblos y comunidades no son consultadas como mandan las Constituciones de los dos Estados Plurinacionales de Ecuador y Bolivia; no se respetan los acuerdos internacionales que protegen los derechos colectivos de los pueblos y nacionalidades que conforman estos países; hay abusos, tanto de los gobiernos como de las empresas transnacionales que están a cargo de la construcción, en complicidad con los primeros.
Las nefastas prácticas de los aparatos represivos del Estado se repiten: mujeres y niños arrastrados, amordazados, heridos, humillados, golpeados, perseguidos, encarcelados. Violencia que luego se la quiere justificar con absurdas acusaciones de conspiración, de supuesto boicot al “proyecto revolucionario”. Acusaciones inadmisibles que llegan a decir que los compañeros indígenas y comuneros que luchan por defender su territorio y su vida están financiados por la CIA. Creen que somos estúpidos, que no sabemos para quienes realmente están gobernando, como si no fuese claro su servilismo a los grandes negocios del capital.
Pero no se equivoquen, la profunda sabiduría de nuestros pueblos y su altísima dignidad se hace presente en medio de tanta mentira, de tanto engaño; se pone hecha cuerpo, marcha, grita, resiste; se abre rompiendo la manipulación mediática y discursiva del poder dominante. Seguiremos resistiendo pese a lo sofisticado y brutal del poder que los “gobiernos progresistas” están implementando en América latina.
Natalia Sierra
Los pueblos de América latina y específicamente los de Ecuador y Bolivia comparten la misma lucha y enfrentan a un enemigo común: la trampa de los llamados gobiernos progresistas. Gobiernos que han lanzado una agresiva política contra los campesinos e indígenas que no quieren aceptar su anacrónica promesa de desarrollo y modernización. Su discurso cada vez confunde menos, la sabiduría popular de los de abajo ya no acepta baratijas a cambio de sus territorios, de su vida y su dignidad. Para los pueblos libres ya pasó aquella vergonzante época en la que los conquistadores embaucaron a nuestros ancestros con espejos y fruslerías doradas.
Cuando las tramposas estrategias del colonizador ya no convence, cuando los pueblos agredidos ya no creen que la agresión colonizadora los va a beneficiar, es decir, cuando el poder del colonizador ya no puede destruir la dignidad humana, recurre como siempre a la violencia irracional. No otra cosa sucede en el TIPNNIS en Bolivia, y no otra cosa sucede en Río Grande Chone-Ecuador. Los gobiernos “progresistas” utilizan los aparatos represivos del Estado para reprimir de forma violenta la justa lucha de los pobladores por impedir que se lleven adelante los mega-proyectos capitalistas (carreteras, hidroeléctricas), cuyo objetivo es asegurar la reproducción del capital en la región.
Sabemos que estos proyectos, que de manera cínica se nos quieren imponer a nombre del progreso y del desarrollo, son parte del IIRSA, y de todo el plan mercantil capitalista para la región sur. Sabemos también el daño que el progreso capitalista ha generado en nuestros territorios y en nuestra vida; ya no nos confunden con pírricos tecnicismos y mucho, mucho menos, con viejos y gastados discursos nacionalistas y desarrollistas, tan usados por las burguesías locales y regionales.
Ya no creemos en la retórica del “interés nacional”, con la cual buscan justificar la implementación de proyectos destructivos del medio ambiente y la vida cultural que en él se despliega. Ya no creemos en el interés nacional cuando conquistamos, al menos en la definición constitucional, el carácter Plurinacional del Estado.
Estos gobiernos, como sabiamente apunta la boliviana Silvia Rivera[1],reeditan el pensamiento Colonial que estigmatiza a los indígenas y a los campesinos de “salvajes”, los salvajes que no quieren el desarrollo y el progreso. Lo que pasa, dice, es que no conocen al indígena y su profunda dignidad. Nos acusan de salvajes por no creer en su desarrollismo de carreteras, hidroeléctricas, plantaciones de bio-combustibles, etc., desarrollismo que comparten con la vieja y la ultra derecha latinoamericana.
De hecho, los salvajes parecen ser ellos, que no entienden que el desarrollo capitalista es una fuerza extremadamente destructiva para la naturaleza y la vida humana. Salvajes y manipuladores que usas la política del chantaje con la población. Primero establecen un programa vergonzoso de bonos de miseria y luego amenazan a con retirar esta insolente política de la caridad, si la población no acepta la construcción de la infraestructura, que la extracción de los bienes naturales y la circulación de mercancías exige. Política basada en el chantaje y en las prebendas que se dan a ciertas poblaciones o dirigentes que se dejan envolver o comprar.
Cuando toda esta estrategia no funciona y las poblaciones se resisten al desarrollo capitalista, entonces siempre se puede usar la represión violenta, siempre se puede disponer de los aparatos represivos del Estado. Sin ningún pudor mandan a la Policía o al Ejército a reprimir a los comuneros de Río Grande, en el caso de Ecuador, para dejar el camino despejado para la construcción de la represa hidroeléctrica, proyecto que inundaría unas 6 mil hectáreas de altísima calidad agrícola en la zona y provocará el desalojo de más de mil familias. De la misma manera, en Bolivia reprimen a los indígenas que se oponen a la construcción de la carretera que, de ser construida, destruirá el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure.
El patrón de poder se repite: los pueblos y comunidades no son consultadas como mandan las Constituciones de los dos Estados Plurinacionales de Ecuador y Bolivia; no se respetan los acuerdos internacionales que protegen los derechos colectivos de los pueblos y nacionalidades que conforman estos países; hay abusos, tanto de los gobiernos como de las empresas transnacionales que están a cargo de la construcción, en complicidad con los primeros.
Las nefastas prácticas de los aparatos represivos del Estado se repiten: mujeres y niños arrastrados, amordazados, heridos, humillados, golpeados, perseguidos, encarcelados. Violencia que luego se la quiere justificar con absurdas acusaciones de conspiración, de supuesto boicot al “proyecto revolucionario”. Acusaciones inadmisibles que llegan a decir que los compañeros indígenas y comuneros que luchan por defender su territorio y su vida están financiados por la CIA. Creen que somos estúpidos, que no sabemos para quienes realmente están gobernando, como si no fuese claro su servilismo a los grandes negocios del capital.
Pero no se equivoquen, la profunda sabiduría de nuestros pueblos y su altísima dignidad se hace presente en medio de tanta mentira, de tanto engaño; se pone hecha cuerpo, marcha, grita, resiste; se abre rompiendo la manipulación mediática y discursiva del poder dominante. Seguiremos resistiendo pese a lo sofisticado y brutal del poder que los “gobiernos progresistas” están implementando en América latina.
---------------------------
Ecuador: AGRESIÓN EN RÍO GRANDE
Chone, octubre 18 de 20011. Sitio El Jobo de Río Grande.
A las 5H15 un contingente de 400 policías equipados con chalecos, armas, escudos, gases lacrimógenos entre otros aditamentos, al mando del Tnte. Coronel Cuellar, ingresaron a la propiedad de Alfredo Zambrano Vera ubicada en el sitio El Jobo de Río Grande a fin de desalojarlo de su propiedad junto a 200 comuneros que hacían guardia en este campamento donde tenían la resistencia en oposición a una represa que el gobierno pretende construir en el marco del PPM Chone.
Se utilizó maquinaria pesada como tractores y retroexcavadoras para destruir las construcciones en donde los campesinos pernoctaban cada noche haciendo la vigilancia necesaria. “No pudimos sacar nuestras cosas y con los tractores derribaron todo” dijo Mireya Cecibel Manzaba Moreira, mujer de 26 años que está embarazada y que sufrió el embate de los policías que utilizaron abundante gases lacrimógenos para dispersar a los comuneros que no estaban armados ya que se les había prohibido que portaran hasta su herramienta típica de trabajo como lo es el machete. “A mi me maltrataron y no se fijaron en mi condición de embarazo. Fui arrastrada hasta un carro policial pero mis compañeros lograron rescatarme de la policía” indicó Manzaba. Desde las 6H30 de la mañana un helicóptero comenzó a sobrevolar la micro cuenca del Río Grande con la finalidad de detectar movimientos de los campesinos y amedrentarlos para que no se movilicen en defensa de sus intereses.
En tanto, Alfredo Zambrano, propietario del lugar, que es un anciano de 73 años, fue golpeado, tirado al piso y resultó herido ante la brutal agresión de los gendarmes. Se conoce que Zambrano está detenido en la UVC de Chone, nos informaron los campesinos que pudieron verlo. “Lo tienen preso queriendo que firme unos documentos pero él se niega ha hacerlo. Está ensangrentado y no lo dejan que sea entrevistado por los periodistas ni por su abogado” indicó una fuente que prefiere mantener su nombre en reserva. “Esta operación policial es típica de un estado de dictadura y no de derecho” indicó el informante.
Campesinos que realizaban la grabación en video de lo que estaba sucediendo fueron agredidos por la policía que les incautó la cámara. “No quieren que el mundo sepa la verdad por eso nos quitaron la cámara” dijo uno de los agredidos. Pero el mundo se enterará porque esto no debe quedar así. La justicia tiene que brillar en este asunto.
Delia María Loor Cedeño (32) se encuentra afectada por las agresiones. “Estoy hinchada por los gases y fui agredida por la policía que no nos respetaron para nada, nos trataron como animales” Dijo que presentará la denuncia respectiva porque lo único que estamos haciendo es defender nuestra tierra. “Patearon a las mujeres, agredieron a niños y ancianos” agregó María Loor. También se ha reportado que un niño que responde a los nombres de Ronny Leonidas Loor Manzaba de seis años se encuentra extraviado. “Por la confusión no se donde está mi hijo” indicó Mireya Manzaba madre del infante. Los comuneros se han organizado para buscarlo.
Pablo Cornejo, abogado defensor, indicó que este es un abuso más de este gobierno frente a humildes campesinos que solo defienden su tierra ante una obra que nunca fue consultada a las comunidades de Río Grande. “En derecho SENAGUA ha violentado principios constitucionales y legales; lo único que les quedaba era entrar a la fuerza” dijo Cornejo. “En el caso de la expropiación del terreno de Zambrano Vera, el sub secretario de la SENAGUA, Benhur Rodríguez declaró a la fiscalía donde presentamos una denuncia, que la ficha catastral que evalúa el predio, fue elaborada en Quito y no por el municipio de Chone que es como manda la Ley. Funcionarios municipales declararon también que ellos no hicieron esa ficha. Este acto invalida el juicio de expropiación que hizo SENAGUA, por lo tanto todo es ilegal” manifestó el jurista que se apresta a denunciar esta agresión porque no debe quedar impune lo actuado el día de hoy. Hay que recordar que Río Grande presentó una Acción de Protección y varias denuncias a la fiscalía por robo de documentos, elaboración de escrituras con habilitantes nulos o inapropiados, por heridas causadas a un campesino, por daño a propiedades privadas y otros eventos.
Elvis Suárez, presidente del Comité de Defensa conoció que fue orden presidencial a través de la gobernación. “Esto me lo dijo un policía que me pidió no ser identificado por temor a represalias. Así es como actúa este gobierno que no ha respetado el hecho de que nos encontramos en resistencia y que tenemos varias acciones legales en curso que tienen que ser respetadas” dijo Suárez. Todos los agredidos presentarán las denuncias respectivas por las brutales agresiones que hemos sido objeto hoy día ya que nadie debe actuar así en donde había niños, ancianos, mujeres embarazadas y gente que no portaba armas porque son humildes campesinos. Responsabilizamos al presidente de estas acciones porque pese a que le hemos invitado y presentado propuestas nunca nos ha querido oír. Este gobierno es de sordos, agregó Suárez.
Ahora, Alfredo Zambrano Vera está en la calle, indefenso, sin hogar, botado de su propiedad de una forma brutal. Esta acción no es digna de un gobierno que se digne auto titularse como democrático.
Esta información también está siendo transmitida a Derechos Humanos, Medios de Comunicación, Asamblea Nacional y Ciudadanía en general.
CONTACTO EN LA ZONA
Elvis Suárez 094-680050
Elvis Suárez 094-680050
Enfrentamientos en Río Grande por el Proyecto Propósito Múltiple Chone
JUAN BOSCO ZAMBRANO | CHONE, Manabí
CHONE. Delia María Loor Cedeño (d), fue detenida durante el desalojo que efectuó la Policía en El Jobo. La mujer posteriormente quedó libre con ayuda de los habitantes.
Policías desalojaron esta madrugada a pobladores del sector de Río Grande, zona rural del cantón Chone (Manabí), que se encontraban en los terrenos de Alfredo Zambrano Vera, donde se prevé levantar el Proyecto Propósito Múltiple Chone.
Este proyecto comprende un sistema de alcantarillado para Chone, que incluye una represa en Río Grande, obra que rechazan los habitantes porque implica dejar sus tierras.
Eran las 05:15 de este martes cuando 300 policías al mando de Wilmer Cuellar, jefe de la policía Rural de Manabí, incursionaron a la propiedad de Zambrano, de 73 años, para desalojar a cerca de 60 habitantes que se encontraban de guardia en ese sitio conocido como El Jobo.
"Esto lo hacíamos de acuerdo a la Constitución", dijo Elvis Suárez, presidente de las comunidades de Río Grande, agregando que los efectivos policiales actuaron violentamente y no respetaron mujeres, niños ni a ancianos.
En este operativo resultaron golpeadas Mirella Manzaba (26), y Delia María Loor Cedeño (30), esta última fue detenida y se la trasladó a la prevención en Chone.
Varios habitantes de Río Grande llegaron a prevención de la Policía para liberar a la mujer, aprovechando que tan solo habían 2 policías de guardia ya que los demás se encontraban en El Jobo de Río Grande.
Este proyecto comprende un sistema de alcantarillado para Chone, que incluye una represa en Río Grande, obra que rechazan los habitantes porque implica dejar sus tierras.
Eran las 05:15 de este martes cuando 300 policías al mando de Wilmer Cuellar, jefe de la policía Rural de Manabí, incursionaron a la propiedad de Zambrano, de 73 años, para desalojar a cerca de 60 habitantes que se encontraban de guardia en ese sitio conocido como El Jobo.
"Esto lo hacíamos de acuerdo a la Constitución", dijo Elvis Suárez, presidente de las comunidades de Río Grande, agregando que los efectivos policiales actuaron violentamente y no respetaron mujeres, niños ni a ancianos.
En este operativo resultaron golpeadas Mirella Manzaba (26), y Delia María Loor Cedeño (30), esta última fue detenida y se la trasladó a la prevención en Chone.
Varios habitantes de Río Grande llegaron a prevención de la Policía para liberar a la mujer, aprovechando que tan solo habían 2 policías de guardia ya que los demás se encontraban en El Jobo de Río Grande.
NOTICIA DE PRENSA Policia, con grupos especiales del GIR realiza violento operativo en Río Grande
Montecristi Vive condena represión policial en Chone !!!
Montecristi Vive condena represión policial en Chone
18.10.2011
El Frente Ciudadano Montecristi Vive condena la violenta actuación protagonizada por los Grupos de Intervención Rápida (GIR) de la Policía Nacional en el transcurso de esta madruga contra humildes y desarmados campesinos montubios de Río Grande (Chone).
A las 4:30 horas de la madrugada de hoy, grupos armados del GIR ocuparon la finca de Alfredo Zambrano y áreas aledañas de manera violenta, ocasionando un número indeterminado de heridos, amedrentando a la población montubia de Río Grande.
El pasado sábado, en su Enlace Ciudadano, el presidente Rafael Correa amenazaba a los habitantes de Río Grande con sacarlos de sus territorios por la fuerza, con la finalidad de llevar a cabo las obras del más que discutible Proyecto Propósito Múltiple Chone.
Tratados por el presidente como si fueran delincuentes los habitantes de Río Grande, dos días y medio después fueron víctimas de la agresión de grupos de élite de la Policía Nacional, cuando éstos irrumpieron de forma violenta en territorios de la comunidad campesina montubia de Río Grande, ocupando por la fuerza dichos territorios a la par que ocasionando heridos entre la población civil.
Condenamos esta agresión contra el pueblo montubio de Río Grande, contra sus mujeres -varias de ellas gaseadas-, y contra sus niños -al cierre de este comunicado se continua la búsqueda de un niño desaparecido-.
Condenamos la actuación de las fuerzas de élite de la Policía Nacional en contra de la población civil desarmada que ejerce su legítimo derecho constitucional a la resistencia pacífica.
Entendemos que el responsable último de esta agresión es el presidente de la República, quien se ha caracterizado en sus periódicos mensajes sobre Río Grande por amenazar y descalificar a la población local, acusándola, sin fundamento alguno, de violenta y de trabajar a favor de grupos de la oposición política.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Criticidad, honestidad intelectual y de todas las especies, creatividad, denuncia y anuncio...