“Descubren qué está matando a las abejas, y es peor de lo que se pensaba”

Por Victor Krieger Fabbroni

“Descubren qué está matando a las abejas, y es peor de lo que se pensaba”

La desaparición de las abejas es sumamente preocupante y se lo considera un problema global porque éstas polinizan todas las especies de la tierra. Eso las sitúa en la base de la pirámide de la alimentación en el mundo.

Los científicos de la Universidad de Maryland y el Departamento de Agricultura de EE.UU. han identificado una mezcla extraña de pesticidas y fungicidas que contaminan el polen que las abejas recolectan para alimentar sus colmenas. Cuando los investigadores recogieron este polen y alimentaron con él a abejas sanas, estas mostraron una disminución significativa en su sistema inmunitario.

Ese polen estaba contaminado por una media de nueve pesticidas y fungicidas diferentes, aunque los científicos descubrieron hasta 21 productos químicos agrícolas en una de las muestras. 

Este nuevo estudio muestra que es la interacción de múltiples pesticidas lo que está afectando a la salud de las abejas.

El tema de los pesticidas, en sí mismo, es mucho más complejo de lo que hemos llegado  a  creer. Es mucho más complicado que la acción de un solo producto, lo que significa, por supuesto, que la solución no consiste simplemente en la prohibición de un tipo de producto.

El estudio mostró además que el polen que las abejas recogían  de las malas hierbas y flores silvestres, también estaba igualmente contaminado con plaguicidas, aunque esas plantas no eran el objetivo de la pulverización.

Lo que está matando a las abejas es el veneno al que las estamos sometiendo durante décadas de agricultura que llaman “eficiente”: herbicidas, más fungicidas, más insecticidas, más fertilizantes. Ahora, el Departamento de Agricultura de EE.UU. nos lo presenta en un estudio que lo hace oficial y despeja cualquier duda. 

Finalmente, los apicultores lanzan su alerta:

“Los agrotóxicos descubiertos por los científicos se encuentran en el polen de las plantas de las que nos alimentamos también nosotros”.